Epílogo

Tipo de narrador: tercera persona

~Noviembre, 2016. Nueva York~

El día de acción de gracias era con el más tráfico aéreo en todo el mundo, toda la gente viajaba con el fin de llegar a sus casas para cenar y dar las gracias con sus familias más cercanas

La familia Kaspbrak estaba vuelta loca organizando su cena con sus invitados más importantes, los Tozier. Eddie, Richie y Dash se encargaban de preparar el pavo con la receta de la familia de Richie mientras que Lory y Malcolm hacían las entradas y el pan, a Lucy la dejaron a cargo de la ensalada, pues era lo único que no corría riesgo de incendiar la cocina

—¡Ya llego la pizza! — Dash grito sin dejar de mover algo en la estufa— Lory, ¿podrías ir a abrir?

—¿Pidieron pizza? — Lucy miro a sus hijos— llevan dos días con el pavo

—Si, pero sabes que no cómo lo mismo dos días seguidos— murmuro la pelirroja menor a su madre

—Tranquilos, nosotros pagamos— murmuro Malcolm con una sonrisa de inocencia

—¿Con que dinero? — pregunto Richie a sus hijos

—Con el tuyo— le respondió Malcolm, Richie rodó los ojos rezando que solo hubiera sido la pizza

—Relájense, yo abro— Lory se quitó la harina que tenía en la cara después de hornear el pay antes de caminar a la puerta

Al abrir la puerta del pent-house, la castaña casi soltó un sollozo de asombro por el chico lindo que repartía la pizza, se acomodó los hombros para recuperar la compostura y extendió los billetes para pagar

—Dartmount— el repartidor miro la sudadera de la castaña con las letras de su universidad

—Así es— Lory sonrió con simpleza— bioquímica

Apenas llevaba dos meses en la universidad, su carrera le encantaba y aunque vivía lejos de su casa y solo había venido por el fin de semana largo, era un respiro estar con su familia, mucho más después de su mala experiencia en el verano, estuvo a punto de aplazar su año en la universidad, pero al final entendió que estar un poco lejos era lo que necesitaba

—Felicidades— el chico acomodo su gorra, Lory no dejaba de sonreír ya que el chico era muy lindo en realidad, tenía el cabello castaño claro, ojos verdes, era más alto que ella y con hombros anchos— intente hace un par de años aplicar en ingeniería

—¿En serio? — a Lory no podría importarle menos la historia de vida de un desconocido, pero se sentía extrañamente cómoda con el chico de la gorra— ¿y que paso?

—No era muy bueno— murmuró el repartidor

—Lo siento— Lory mordió su labio ante la pregunta imprudente que soltó

—Está bien, las propinas no son tan malas— el chico sonrió mostrando que tenía hoyuelos a que Lory le hipnotizaron por unos segundos

—¡Lory! — oyó los gritos de sus padres

—Debo irme— aviso la castaña

—Oh cierto— el chico le extendió su cambio, ella se lo regreso casi al instante con un guiño— espero que seas una clienta frecuente, eh...— había oído su nombre, pero quería oírlo de boca de la ojiazul

—Lory— la castaña extendió su brazo libre

—Adam— el repartidor tomo la mano dándole un apretón que hizo que ambos sintieran una leve corriente eléctrica— disfruta la comida

—Gracias, feliz día de acción de gracias, Adam

—Feliz día de acción de gracias, Lory

La puerta se cerró logrando que Lory cerrara los ojos soltando un suspiro, al girar con la caja entre las manos, sintió las cinco miradas encima

—¿Estaba coqueteando conmigo? — la primera mirada que busco fue la de su madre

—No es de extrañar, eres preciosa, mi amor— Lucy le sonrió a su hija al verla emocionada por un chico, Lory no era de sonrojarse ni ponerse nerviosa por chicos, el verlo por primera vez era algo de emocionarse

—Y con el repartidor— Richie y Eddie no lucían muy contentos de que un idiota con una gorra le estuviera coqueteando a su niña

—No papá, es el futuro ingeniero de Dartmount— Dash y Malcolm compartieron una carcajada ganándose la cara fastidiada de la castaña

—Es el repartidor hasta que se quite esa gorra— dijo Richie de manera tajante

—Adam solo fue amable— Lory camino a la mesa dejando la caja de pizza

—¿Ahora es Adam y no el repartidor? — Eddie pregunto alarmado

—Dios mío, son unos dramáticos

—Malle, estás estudiando bioquímica en una de las universidades más importantes del país, busca algo mejor ahí— le dijo Richie a la castaña

—Solo fue amable— repitió algo fastidiada, aunque recordó muy bien el número en la caja de pizza dispuesta a luego pedir otra pizza

—Bueno, este desgraciado ya está listo— Dash dio unos aplausos señalando el pavo en el horno— ahora solo debe terminar su tiempo en el horno

—Eres la mejor chef, mi amor— Malcolm llego al lado de Dash para dejarle un par de besos en la mejilla ante las risitas de la pelirroja

—Niños...— los tres padres miraron algo fastidiados a sus hijos

Malcolm y Dash estaban juntos de manera oficial, tenían un poco la relación a distancia ya que Dash seguía en el instituto en Nueva York y Malcolm solo esperaba también terminar el instituto en Carolina del Norte para irse a Nueva York a la universidad y estar más cerca de su chica

Richie y Eddie estaban superando que sus hijos estaban juntos, siempre consideraron que eran primos, casi hermanos, aunque ver como se miraban con ojos de borrego, se decían cosas cursis por teléfono y se mandaban regalos por paquetería, era algo que no se dirigía por facilidad

—Perdón— ambos adolescentes se separaron con una sonrisita de inocencia

—Dejen de compartir chicle y mejor siéntense a comer— Richie protesto, o al menos hasta que vio a Lucy dirigirse a la estufa para checar los espárragos— Lucifer, aléjate del horno

—Solo quiero ayudar— protesto la pelirroja mayor mientras tomaba la espátula

—Madrina, ayudas mucho aquí, sentadita— Malcolm le quito la espátula a su suegra a la vez que la llevaba de regreso al taburete de la barra— que bien te ves, pero no queremos que el departamento explote

—Los cinco me están llevando de bajada— Lucy le reclamó a su esposo e hijos

—Te amamos y por eso no queremos que nada te pase— Eddie y Richie le dejaron un beso en cada mejilla haciéndola sonreír

—¿Qué les parece si jugamos mientras está el maldito pavo? — Dash volvió de su habitación con el tablero de monopoly, su hermana y novio de inmediato asintieron para correr al sillón y sentarse en el suelo mientras ponían el tablero en la mesita

—Yo llevo el récord— Lory sonrió orgullosa mientras comía un trozo de pizza que había llevado Adam

—Claro, lo heredaste de tu padrino— Richie le grito a su ahijada aun sentado en el taburete

—Siempre ganabas con trampa— Eddie miro fastidiado a Richie mientras que les servía vino a su esposa y mejor amigo

—Mejor dicho, se puso el récord mientras me enseñaba a jugar— le recordó Lucy a Tozier mientras le pasaba su copa

—Luego limamos aspereces con un partido de parchís, pastelito— Richie le dejo un beso en la nariz

Lucy miraba a su alrededor pensando en que al fin podía ser feliz, no por completo, pero tenía unas hijas preciosas, un hombre que la amaba y hasta un mejor amigo que también lo hacía

El otro le llego a decir que su existencia solo estaba limitada al dolor y sufriento, pero ella se encargo de hacer lo correcto y aquí tenia su recompensa, una felicidad y una vida que no cambiaba por nada

-Derry-

—No sirves ni para coser— Jude gruño fastidiada cuando Lauren le volvió a picar la piel del cuello, llevaba dos días seguidos cosiendo su yugular ya que siempre se le abría la herida que la malnacida de su sobrina le había hecho

—Cállate antes de que termine lo que mi nieta empezó— Lauren la amenazo con la aguja en su mano poniéndola cerca del ojo de su hija menor

—No me asustas, patética drogadicta— Jude no le dio ninguna mueca amable, Lauren rodo los ojos, no se había metido cristal desde que despertó, solo nicotina y un poco de hierba, eso ya era un cambio en ella

Después de terminar de coser la garganta de Jude, dejo que esta se fuera a matar animales pequeños al bosque, era lo único que le permitían hacer mientras que el animal no pasara los 30 cm, la vida después de Lucy era muy aburrida

Lucy Gray era todo para su padre, había pasado algún tiempo desde que la pelirroja se marchó sin mirar atrás para siempre, lo que causo que Eso estuviera un poco melancólico por la partida del único ser que le llego a importar

—¿Qué haces? — Lauren se acerco a Bob al verlo mirar la inexistente luz al final del pozo

—No quiero verte— le dijo sin despegar la vista de la oscuridad

—Ya no estés enojado conmigo— ni siquiera termino de acercarse cuando él la tomo del cuello levantándola del suelo y cortándole el aire

La relación de Eso con Lauren siempre fue una montaña rusa, la pelinegra siempre se desvivió por él y lo veía como su superhéroe, es lo mínimo después de lo que él hizo por ella, pero para Bob ella era una molestia la mayoría del tiempo, la respetaba porque le dio una hija, pero si pudiera, hace mucho que la hubiera aventado por el pozo

—Querido, todo lo que hago es por ti— la pelinegra le repitió lo que siempre le decía— te soy leal, desde siempre, lo único que quiero es que estés conmigo el tiempo que me prometiste, para siempre

—Oh, mi dulce flor— Bob se acercó a Lauren acariciando sus mejillas para borrar esa mueca de culpabilidad, seguramente por todo lo que había pasado en los últimos meses— sabes la verdad, que solo he querido a una sola persona, una sola, en toda mi existencia

Montgomery sonrió ante las palabras de Gray, si tenían sus diferencias y peleas, pero si seguían juntos, todo mejoraría, tenían toda la eternidad después de todo

—Mi hija.

A Lauren le hirvió la sangre ante la mención de Lucy, esa ingrata que los traiciono, sin embargo, solo pudo captar el ademan que Bob hizo, un ademan hacia alguien que no era ella, sino mas bien Jude

Sintió un golpe seco en su nuca provocado por la pelirroja menor que tomó una viga de madera estrellándola contra la cabeza de la mayor y haciéndola sangrar

Fue un largo tiempo de espera para que Lauren recuperara sus características humanas, ya era el tiempo, era tan frágil como ellos, y después de cumplir su cometido, debía volver a su lugar donde jamás la debió sacar, la tierra, polvo fue y ahora volvía a serlo

—Esa es mi niña...— Jude sonrió mostrando sus amarillentos colmillos ante el halago de su padre

Nunca tendría de vuelta a su princesa, pero podía tener a otra parecida.

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nota de la autora: hemos llegado al final, y pues no tengo mucho que decir más que adore editar esto por segunda vez, es mi primera historia y le tengo un enorme cariño

-Ellis

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