Capítulo XVII: We against the world (*)
~Septiembre, 1997~
Lucy Montgomery-Gray
Deje el plato con el desayuno frente a Eddie, cuando vio que nada estaba quemado, arqueo una ceja
—Se ve muy rico, rojita— Eddie pico con el tenedor la fruta
—Gracias— sonreí mientras tomaba asiento a su lado en la barra
—Me alegra que estés aprendiendo a cocinar— trate de fingir una sonrisa por su comentario
Yo no cocino, eso lo descubrí desde que Beverly me intentó enseñar y por poco quemamos la cocina, al final lo único que me salía bien era el cereal
A lo largo de los años, Eddie siempre cocinaba para mí o me traía el almuerzo, pero ayer me había ofrecido a hacerle el desayuno a mi esposo, sin embargo, cuando queme el pan, me rendí y fui a comprar el desayuno, llegue a tiempo para fingir que yo lo había hecho
—A mi también— seguí con la mentira
Con mi tenedor pique el tocino, pero al sentir como el olor golpeaba mi nariz, una sensación en la garganta me hizo soltar una arcada, cubrí mi boca mientras me levantaba para correr al baño donde saque todos los malestares de mi estómago
Me reincorpore tomando mi frente que sudaba frío, me lave la boca rápido por la sensación desagradable y volví a la cocina tomando mi cabeza que no dejaba de dar vueltas
—¿Estás bien?— Eddie me sostuvo mientras me ayudaba a sentar y ponía una toalla fría en mi frente
—Si— balbucee lentamente— fue el tocino, me dio asco
—Ay, mi amor— Eddie me sobó los hombros mientras me dejaba un beso en un lado de la cabeza— lo mejor será que te quedes hoy en casa
—No— suplique— Beverly viene a verme, no la veo desde mayo
Beverly trabajaba en Chicago en una boutique, estábamos a 3 horas en avion, asi que nos veíamos cada vez que nuestros trabajos nos hacían viajar a nuestras ciudades o cerca, pero esta semana estaría en Brooklyn, así que pudo escaparse un día para visitarme, se supone que almorzaríamos juntas
—Pero tienes mucho cuidado— Eddie me dio un beso mientras se levantaba.— Llego a las 8, pero si te sientes mal, me puedes hablar
—Vamos mi doctor K, no puedes llegar tarde— le sonreí mientras le daba otro beso y lo acompañaba a la puerta— te amo
—También te amo
Eddie seguía en el presbiteriano, solo que ahora cursando la especialidad en cirugía, y aunque a veces no pasaba tanto tiempo en casa, los momentos donde estaba conmigo los disfrutábamos mucho y me sentía orgullosa de todo lo que estaba logrando
No me sentía bien, pero aun así trate de comer, lo único que no me dio ganas de vomitar fue la fruta picada, pero quede con hambre así que me servi cereal y tome unos chocolates de los cajones que se supone que me durarían una semana, pero me los acabe en ese instante
sintiéndome muy decepcionada de las decisiones que estaba tomando en mi vida, mejor me cambie lista para reencontrarme con mi mejor amiga. Quedamos de vernos en un restaurante en Manhattan, y cuando llegue, encontre la cabellera roja rizada de Beverly, al verme se levantó para abrazarme
—Dios mío, te he extrañado mucho— me sostuvo la cabeza sin romper nuestros abrazo
—Yo también— le deje un beso en la mejilla mientras nos separamos
El mesero apareció casi al instante y después de medio observar la carta, yo pedí una pasta y Beverly un filete con papas
—¿Que tal va el trabajo?— ambas tomamos asiento en una de las mesas del restaurante
—Ya me ascendieron, ahora soy detective— sonreí ampliamente
—Muchas felicidades— Beverly me sobó los hombros— detective Montgomery, se oye perfecto
—¿Y tu?— me incline levemente sobre la mesa— ¿que tal la nueva línea?
—Lo que me recuerda— Bev se inclinó levemente sacando una bolsa de papel del suelo— lo más exclusivo, para ti
—Gracias— recibí la bolsa— solo dime que tu novio no envenenó la ropa
Una de las cosas que maldecía de que no se hubiera ido a Londres con Bill, era su nuevo novio, Tom Rogan, era un cabron de primera, un controlador y posesivo, incluso una vez se me insinuó y cuando lo rechace, le dijo a Bev que yo fui la provocadora, al menos Bev si me creyó que yo nunca haría algo así, sino, el imbécil de Tom hubiera quebrantado nuestra amistad
—Tom está bien— Bev volcó los ojos levemente
—Hubiera preferido que me contaras que lo atropellaron la semana pasada— sonreí ampliamente de solo pensarlo
—Lu...
—Si quieres yo lo atropello mañana— sugerí, una nueva manera de usar el auto que me dio el departamento
—Lucy— me devolvió la mirada cansada
—Me callo— hice un cierre imaginario sobre mi boca— ¿sabe que estás aquí?
—No— Bev bajó la mirada a su regazo
—Siempre dije que odiaba tus peleas con Bill, pero lo prefiero mas que a Tom— admití
—No me hables de Bill— la expresión de Bev cambio a una enojada y medio melancólica mientras se tallaba la frente
—¿Que paso?
—Me fue a ver a mi presentación en Cleveland— soltó un suspiro cargado de ironía— creo que lo extraño
—Deja a Tom por Bill— no tenía más que opinar— simple y fácil
—No, no puedo— Bev se desordenó el cabello— no quiero
Nuestra conversación no pudo seguir ya que nuestra comida llegó, Bev recibió su filete que el olor me mareo unos segundos, pero las arcadas volvieron cuando el mesero puso la pasta frente a mi, aparte el plato porque no quería vomitar aquí
—¿Todo en orden señorita?— el mesero vio como me cubría la nariz
—No, por favor, llevesela— señalé el palto con la pasta— ¿tiene algo dulce?
—Le puedo traer el menú de postres
—No, mejor tráigame el pastel con mas chocolate que encuentre—pedí, el chocolate se me antojaba más
—Enseguida— el mesero se fue
—¿Estás bien?— Beverly me miró mientras se llevaba una papa a la boca
—No sé, todo me da asco desde la mañana— tomé del vaso de limonada que dejó el mesero— debí ser ese pastel de carne que me trajo mi suegra, no me daba buena espina
—Lucy, ¿no será que...?— Bev me hizo un gesto señalando su estómago como si estuviera algo ahí
—No entiendo
—Cierto— hizo un gesto de restarle importancia— ¿estás embarazada...?
El aire se me fue
Tarde mucho en entender cómo se hacen los bebés, que se necesitan dos personas y que sobretodo es mucha responsabilidad que no todos estaban listos para ello, mis padres eran el claro ejemplo de eso, y desde que entendí que sangrar cada mes era un riesgo que pudiera tener un bebé, sobre todo desde la primera vez que dormí con Eddie, solo podía pensar que no quería porque sería un desastre
—No, me estoy cuidando— negué rápidamente
—Bueno, pueden fallar
—No puedo tener un bebé
¿Si mi pez se murió que le espera a un niño?
—Bueno, salgamos de dudas— me propuso— vamos a hacer una prueba, así estarás más tranquila
Beverly comía su filete y yo me comí mis pastel mientras no dejaba de pensar en eso, porque yo no me sentía diferente, además tenía un poco de miedo, miedo a lo desconocido, no quería pensar en las miles de posibilidades de que si de verdad había un bebé, cómo iba a ser, que iba a ser y si tendría alguna maldición como aquella que llevaba toda mi familia
No quería que un niño pasara por lo mismo que yo, no quería que sufriera
Después de pagar en el restaurante, nos fuimos a la farmacia, Beverly compro dos pruebas ya que dijo que se haría una por solidaridad para que yo no me sienta extraña, después de pagar, corrimos a mi departamento como si estuviéramos ocultando algún muerto, y apenas cerramos la puerta, corrimos al baño
¿Qué pasaría si esto salía positivo?
Ya había hablado con Eddie sobre familia pero esa familia solo incluía un perro y un canario.
Yo fui la primera, lo cual sí fue extraño, luego Beverly que lo hizo con toda la calma del mundo, claro, ella no tenía nada de qué preocuparse, mientras que yo no podía dejar de pensar en como reaccionaria Eddie
¿Eddie le gustaría tener un bebé conmigo? ¿tampoco se sentiria listo? ¿me dejaría si no lo quiere?
—Lucy, tranquila— Bev me tomó las manos al ver que temblaba
—Yo no sé si quiero a un bebé— apreté esa cosa de plastico que segun la caja, tardaría cinco minutos en decirme si había algo o no
—Ay, Lu— Bev hizo que recargara la cabeza en su hombro
—¿Como se supone que voy a cuidar a un niño si apenas y pude cuidar a Josh, mi pececito?— en cualquier momento lloraría
—No hables si la prueba no siquiera ha salido positivo— me tape la cara con las manos— Mi sobrino nunca repetirá ropa—
—No me asustes más— mi pierna derecha empezó a temblar por los nervios
Beverly tomó su prueba, que más bien hizo por solidaridad.
—No— se tapó la boca— No— sus ojos se hicieron pequeños mientras negaba— ¿Ves lo que provocas?— me mostró la prueba que tenía dos líneas
—¿Tú... si?— Bev asintió aun con la cara pálida— ¿vas a tener un bebé con el imbécil de Tom?
—Bueno...— ella se rascó la nuca— no creo que sea de Tom... debe ser de...
—¿Bill?— fue mi turno de ponerme palida, ella asintió— vaya, sera un tartamudo pelirrojo
Beverly me lanzo un cojín del sillón mientras se dejaba caer en el sillon con la cabeza hacía atrás sin dejar de mirar el techo
Mientras ella miraba el techo, yo tomé esa cosa de plástico, la respiración se me fue cuando vi esas dos líneas moradas
Voy a tener un bebé
Me lleve la mano al estómago, de verdad hay algo ahí, hay alguien creciendo dentro de mí
—¿Positivo?— fue lo primero que Beverly dijo después de minutos de silencio, moví la cabeza en señal de que si— yo tampoco quiero un bebé— me dijo aun con la vista al techo— Bill tiene su vida en Londres, ¿como le voy a decir que algo de una noche nos hizo padres?
—Bev, tú si serias buena— me acerque lentamente
—Yo no tuve mamá— me miró seriamente— la tía Lorraine fue lo más cercano, pero no es lo mismo, yo no seria buena. Y a diferencia de ti, tú tienes un esposo, tienes un trabajo, tú bebé si que sería afortunado
No supe qué decir
Beverly busco algo en su bolsa y saco un cigarro, lo puso en sus labios y lo encendió.
—No seas idiota— le quite el cigarro de la boca
La verdad el cigarro si era tentador así que le lo puse entre mis labios, la verdad si relajaba.
—Tienes que decírselo a Bill— deje salir el humo por mi boca
—Y tu a Eddie— me quitó el cigarro de vuelta
(...)
Beverly ya se había ido, lloramos, comimos helado, vimos unos capítulos de El príncipe de Bel Air y Los Simpson, y luego todo bien.
Llevaba todo el día en el sillon, despues de que termino mi hora de Friends, apague la tele mientras me cubría con mi manta
Tenía que decírselo a Eddie, no pensaba que me iba a odiar porque esto no estuviera en nuestros planes, más bien pensaba que él sería un excelente papá, solo que yo no sé si estaba lista
Mi papá fue el primer acercamiento a la educación de un hijo que conocí, nunca me trato mal, pero creo que estaba lejos de ser un buen padre, y de mi madre ni siquiera la recuerdo, la tía lorraine es lo más cercano que conocí, pero ella me tuvo solo 4 años y cuando casi dejaba de ser una niña.
No sería buena mamá
Cerré los ojos mientras jugaba con mi anillo y me acordaba del día de mi boda
Eddie y yo habíamos aplazado nuestra boda por mucho tiempo pero teníamos cosas más importantes como nuestro trabajo, pero ahora ya nos podíamos casar, no queríamos algo demasiado extravagante y menos en Nueva York, los chicos prometieron venir y ya todos estaban aquí, hasta Mike que pudo viajar desde Derry a Nueva York...
Claro, pero para eso tuve que chantajearlo con que sea mi padrino
—Estoy tan feliz de verte aquí— abrace a Mike con fuerza, una pequeña parte de mi se esperaba que me dejara plantada
—Dijiste que no te casabas sin tu padrino, así que un poco obligado estoy por aquí— hice una pequeña sonrisa cuando me recordó que lo amenace por teléfono hace tres días— te vez hermosa, Lu— me tomó del brazo para darme una vuelta luciendo el vestido blanco que me llegaba a los tobillos
—Gracias por aceptar esto— le dije con sinceridad
—Me halaga que me consideres para tu padrino— se acercó a mi oído— y si quieres huir, puedo sobornar al de la limusina
—Gracias, pero no es necesario— me sonroje
—Yo si quiero huir— Mike se me acercó para susurrarme eso, pero al segundo se separó
—Hola amor— una mujer castaña de ojos avellanas se acercó para colgarse del brazo de Mike
—Hola— Mike parecía incómodo— Lucy, te presento a Sarah...
—Su prometida— me respondió la mujer sin dejar de colgarse del brazo de Mike
—Mucho gusto conocerte, felicidades— le di la mano, ella aceptó, se veía muy amable— bueno, ponganse comodos
Sarah se marcho despues de darle un beso a Mike, que mi amigo estaba a nada de parecer que va a sufrir un ataque
—¿Todo bien?
—No— Mike le arrebató una copa a uno de los meseros— la conocí en un bar, fue cosa de una noche— y se bebió la copa de un tirón que me hizo hacer una mueca— y ahora está embarazada
—¿Vas a ser papá?— la información me sorprendió, estaba feliz
—Si— pero Mike no lucía nada feliz— mi abuelo me ordenó casarme y hacerme cargo de mi hijo
—¿Y supongo que no quieres casarte?— trate de ser sutil con mi pregunta, Mike asintió con pesadez— ¿y tu hijo?
—Estoy asustado, no te lo niego— le volvió a quitar otra copa al mesero que igual se bebió de un tirón— pero también emocionado, seré padre
—Yo no quiero huir, pero si me invitas a tu boda, te prometo fingir que te arresto y conduciré la limusina para que huyas— le sonreí con complicidad
—Eres una gran amiga— Mike soltó un suspiro que me hacía gracia
—Ahora deja eso, no te quiero ebrio tan temprano— le dije señalando la copa
—No te preocupes Lu, alguien tiene la responsabilidad de dejarte en el altar, y lo haré— me dio un beso en la mejilla antes de apartarse
Mike no solo era mi padrino, también le pedí que fuera él quien me entregara, así como Richie lo haría con Eddie. Se lo pedimos a ellos ya que ninguno de los dos tendría a nuestros padres en nuestra boda
Tampoco la mamá de Eddie iba a venir, tantos años y sigue odiándome, todo por que según soy muy poca cosa para Eddie.
La verdad a mí no me importaba si me odiaba o si me tenía en un altar pero a Eddie sí, aunque no lo diga se que le duele lo de su mamá...
No me quería casar por la iglesia ni nada parecido, no me consideraba creyente y Eddie tampoco, así en su lugar habíamos organizado la ceremonia en un lindo salón que llevaba muchas flores, pequeño pero con nuestros amigos más cercanos.
En el salón habían dos grandes grupos de sillas, en la primera fila hice una pequeña travesura, cuando organice los asientos puse a Bill y Beverly juntos, pero era divertido ya que ambos iban con sus parejas, Bill llevaba a su novia, una actriz londinense llamada Audra Phillips y Bev llevaba al imbécil de Tom Rogan, pero por consejo de Richie, Bill y Bev estaban sentados hombro con hombro sin siquiera mirarse por la incomodidad
Del otro lado, también había hecho una travesura, senté a Ben al lado de una amiga del trabajo, Diana Stern, ella era Forense, y su personalidad creo que compaginaría con Ben, mientras lo miraba agradeciéndole con la mirada por su presencia, solo vi como apretaba los labios con desaprobación mientras que Stan aguantaba las ganas de reírse a solo dos asientos de ellos al lado de su novia Patricia
Deje de ver a mis amigos cuando Mike me ofreció su brazo para empezar la caminata nupcial, que aunque decía que no, creo que las dos copas que se tomó antes, si habian hecho efecto, en vez de él ayudarme a caminar, yo lo hacía con él
Pero mientras me acercaba, vi a Eddie cerca de esa mesa sin dejar de mirarme, sus ojos estaban levemente llorosos, a unos cuantos pasos de él estaba Richie que me daba la misma mirada llorosa
—Te llevas un tesoro, Eddie— Mike palmeo el hombro de Eddie
—Lo sé— Eddie me extendió la mano que acepte
Mike se puso de mi lado a unos metros con la misma posición que Richie mientras él juez iniciaba
—Estamos aquí reunidos para llevar a cabo el matrimonio entre Lucy Fernanda Montgomery y Edward Kaspbrak— la verdad no presté nada de atención a lo que decía el juez, pues estaba viendo a Eddie.
Dijo las cosas de rutina como nuestros datos, algo sobre nuestros derechos y obligaciones como cónyuges y así al final, pasar a lo importe, los votos
—Pueden decir sus votos— el juez dio un par de pasos atrás
—Mi vida siempre fue extraña— empecé mientras giraba a ver a Eddie y tomaba sus manos— siempre fue oculta, el dia en que te conocí, me sentía aún más fuera de lugar, hasta que me miraste por primera vez, no supe que era, solo supe que quería que me miraras así por el resto de mi vida, y desde ese momento me enseñaste y me demostraste el significado correcto de amar, y hasta el día de hoy sigo aprendiendo sin soltar tu mano, y quiero seguir haciéndolo por el resto de mi vida
Estaba muy nerviosa pero no pude evitar soltar unas cuantas lágrimas
—La primera vez te vi, pensé que eras como un gatito asustadizo— su comentario me hizo reir igual que al resto— y cada día que te fui conociendo fue maravilloso, y en los peores momentos de mi vida siempre estuviste ahí para protegerme, cuidarme y decirme que todo estaba bien. Cuando te dije la primera vez que te amaba era mentira, porque desde el primer momento en que te vi, te ame. Y ahora estoy feliz de saber que te amare el resto de mi vida hasta que seamos viejos y poder llamarte mi esposa
Si ya había llorado con lo que dije anteriormente, esto simplemente no me hizo detenerme, quise acercarme para darle un beso pero nuestros respectivos padrinos, nos jalaron recordándonos que aún no era momento y que la ceremonia debía continuar entre las risas de los invitados
Intercambiamos los anillos que Beverly nos dio, una pequeña sortija de plata que completaba mi dedo con el anillo azul que Eddie me dio
—Firmen aquí por favor— el juez nos dio una pluma
Primero me toca firmar a mi y poner mi huella, luego siguió Eddie, firmó y puso su huella.
—No me queda más que declararlos en legítimo matrimonio ante la ley y la sociedad. Muchas felicidades, éxito en su matrimonio. Señor Kaspbrak puede besar a su esposa— apenas el juez terminó de hablar, nos acercamos y un beso, todos empezaron a aplaudir
—¡Vivan los novios!— Richie alzó la voz causando mi risa en medio del beso
—¡Vivan!— vociferaron el resto de los invitados encabezados por Mike que le robó dos copas al mesero
—Señora Kaspbrak— susurró mientras pegaba su frente a la mía
—Señor Montgomery— reí antes de darle el último beso para así empezar a recibir las felicitaciones y abrazos de nuestros amigos
El sonido de la puerta me trajo de regreso a la realidad, apague la tele y me cubrí con mi manta haciéndome bolita
—Hola, rojita— Eddie se inclinó para dejarme un beso en la frente— ¿cómo te sientes?
—Igual— murmuré aún cubriéndome con mi manta
—Mañana vamos al hospital— me aseguró mientras me acariciaba el mentón— no me gusta que te enfermes
—Mi amor— me levanté del sillón mientras dejaba la manta sobre mis hombros— lo que tengo, no se va a quitar pronto
—¿Por qué dices eso, eh?— me miró con un mohín— solo serán unos días, debe ser algo que comiste, con un chequeo y medicamento estarás bien
—Estoy embarazada— miré mi regazo mientras decía eso— lo que tengo no se va a quitar en un par de días
—¿Embarazada?— Eddie me miró con una gran sonrisa— un bebé, un bebé nuestro
Me sostuvo la cara para darme un beso que apenas y pude responder, y que a pesar de todo me hizo sentir culpable al ver como Eddie se veía tan emocionado, me daba besos en la cara y me tocaba el estómago sin dejar de sonreír
—¿No estás feliz?
—No es eso, claro que me emociona tener un bebé— era verdad— solo que tengo mucho miedo, un bebé, es otro ser vivo, uno pequeño que tenemos que cuidar, ni siquiera pude tener vivo un pez más de dos semanas— sentía ganas de llorar, Eddie me sostuvo las manos— no quiero equivocarme
—No nos vamos a equivocar
—Yo no tuve papás— Eddie trago en seco al ver hacía donde iba esta conversación— y lo poco que tuve, no era bueno. No quiero equivocarme con nuestro bebé, estoy muy asustada, ademas, apenas eres residente, yo apenas soy detective, tenemos muchas cosas que hacer
—Mi rojita— Eddie pego su frente a la mía— sé que no tuvimos buenos padres, por eso haríamos nuestro mejor esfuerzo por tener bien a nuestro bebé, y podemos seguir con nuestros trabajos sin tener que sacrificar nada. Quiero hacer esto contigo, quiero tener este bebé contigo, pero si tu decides que no estás lista, ten por seguro que te apoyaré
—Solo tengo miedo— me limpie una lagrima— va a doler...
—¿Que?— río al ver como hacía voz de niña pequeña
—Va a doler, cuando salga el bebé— sonreí en medio de las lágrimas
Eddie me atrajo hacía él para abrazarme, sostuvo mi cabeza contra su pecho dándome un beso en el pelo y acariciando mi cabello una y otra vez, hasta que su mano bajo a mi estómago, su toque me relajo y me emociono el saber que estaba tocando a nuestro bebé
—¿Puedo sugerir como llamarlo?
—Si
—Frijolito— ambos reímos
—Entonces será frijolito— murmuré tocando mi estomago
No iba a ser fácil, pero al lado de Eddie, aceptaba todo. Ahora somos los tres contra el mundo
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-Ellis
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