Capítulo XIX: I can don't it without him (*)

~Marzo, 1998~

Lucy Montgomery-Gray

Creo que lo de la aceptación fue solo una etapa, ahora estoy feliz de saber que voy a ser mamá, aunque no tan feliz que todos los días mi hija me patea en los intestinos.

Lo único que me consolaba es que solo me quedaban dos semanas para que oficialmente empezará los últimos días de embarazo, a partir de quince días en cualquier momento mi frijolito nacería 

Pero el resto no me gustaba 

Siempre fui muy delgada, cuando era niña, era porque no comía, luego me dijeron que así era mi complexión, pero estaba tan acostumbrada que ahora que nada me queda, me hacía llorar todas las mañanas frente al espejo, solo puedo usar un pantalón para ejercicio gris y una camiseta grande, no puedo ver mis pies y si me levanto, siento que se me va el aire 

—Ya quiero que esto acabe— Eddie se estaba terminando de hacer el nudo de la corbata para irse al hospital 

—Ay, mi amor— Eddie me dio un abrazo, le rodee las costillas con mis brazos, no quería que se fuera— si te ves hermosa 

—¡No es cierto!— lo aparté levemente de mi— ¡estoy gorda, estoy fea!

Su mamá me había dicho que si seguía comiendo chocolates, iba a engordar más, y si engordaba más le iba a dejar de gustar a Eddie y que se iría con alguna de las doctoras de su trabajo

—No es cierto— Eddie me tomó las mejillas obligándome a mirarlo— eres la mujer más hermosa del mundo 

—¿Me amas?— últimamente le hacía esa pregunta todos los días, pero no quería que cambiara de opinión 

—Te amo— me dio un beso que le respondí de inmediato, cuando nos separamos, pegó su frente a la mia— te amo a ti y a nuestro frijolito

—Llega temprano, te extraño— lo abrace con las fuerza porque no quería que se fuera y me dejara 

—Te lo prometo— Eddie me dejo un beso en la frente— vendré temprano 

Empezó a buscar sus cosas para irse al hospital, mientras me ayudaba a llegar a la sala y a recostarme en el sofá, se bebió su última taza de café antes de caminar a la puerta 

—No me diste beso en la boca— le reclame, Eddie regreso para darme mi beso en la boca y con eso ya estuve más feliz 

Vi la televisión en mi sillón sin dejar mi cobija. Pero cuando me dio sed, y me quise levantar, un dolor mucho más fuerte que en los últimos meses se hizo presente, un líquido transparente corrió por mis piernas... la fuente...

—No...— como pude me arrastre hasta el teléfono— no, aun no es tiempo 

Como pude, tome el telefono y marque el numero de la habitación de hotel de Richie. Él se estaba quedando en la ciudad por estos días, así que Eddie me hizo aprenderme su numero, necesitaba que me ayudara 

Pero no solo tenía agua a mis pies, había sangre, mucha sangre.... Esto no debería pasar

El aire se me fue mientras veía como la sangre seguía bajando, algo estaba mal, muy mal...

(...)

Richie fue a mi casa a los 10 minutos de que lo llame, con eso llamó una ambulancia que me trajo al hospital donde trabajaba Eddie, solo con el detalle que no me decían donde estaba todas las veces que pregunté por él. Richie no tuvo más remedio que entrar conmigo a que me hicieran un ultrasonido para ver porque sangraba 

Me tuve que poner la bata y me pusieron el gel para hacer la ecografía.

No sabía cómo leer esa cosa y a mí parecer el bebé parecía extraterrestre.

—Aún no es tiempo— le recordé mientras lloraba acariciando mi estómago— se supone que faltan dos semanas, aun no es tiempo 

—Tranquila— me dijo la doctora Bailey, ella era la única tranquila, porque yo no— Lucy, te tengo una noticia— la doctora se giró mientras se quitaba los lentes 

—¿Qué pasó?— Richie me ganó la pregunta 

—Dígame qué mi bebé está bien— me acaricie el estómago, había mucha sangre, por favor, que nada le pase

—Vas a quedarte para una cesárea

—¿Qué?— pregunté sin poder creerlo

⟨⟨¿Esto no era solo un chequeo de rutina?⟩⟩

Cesárea, cirugía, medicamentos, navaja... no, mi bebé tenía que salir normal, no por una cirugía, Eddie dijo que las cirugías corren más riesgo y yo no quería riesgos, por mas que me doliera más

—La bebé tiene cuatro vueltas de cordón umbilical en el cuello— ok, esto ya me empezó a asustar— Te vamos a tener que hacer cesaría porque el producto se puede ahogar— mierda, si era grave— Así que ve preparándote porque en unos momentos venimos para llevarte al quirófano

—Mi esposo— pedí entre lágrimas— quiero verlo, tiene que entrar conmigo 

—Señora Kaspbrak— me aparté cuando la doctora me trato de tocar— el doctor Kaspbrak está en una certificación muy importante, no se le puede interrumpir 

—¡Nuestro bebé va a nacer!— casi me le iba encima, Richie me sostuvo de los hombros— quiero verlo, tiene que saberlo

—Señora Kaspbrak, son órdenes del jefe de cirugía— eso no me importaba, yo quiero a Eddie aquí

—¿Puedo entrar yo?— Richie pregunto rápidamente

—Si, usted es contacto de emergencia— la doctora lo analizo unos segundos, Richie asintió— si, puede 

—Richie, no me dejes sola— le tomé el cuello de la camisa

—No lo haré, tranquila— Richie hizo que lo soltara mientras buscaba su teléfono de bolsillo que parecía un ladrillo— le llamaré a los perdedores, tienen que saber que nuestro nuevo sobrino está llegado 

Richie se retiró, mientras que mi doctora le ordenaba a los enfermeros que me llevaran al quirófano apenas se desocupara

—Por favor— pedí casi llorando— quiero que le digan a mi esposo 

Richie entraría conmigo, pero yo quiero a Eddie ahí, no quiero que me pase algo y no poderlo ver, merecía ser el primero en ver a nuestro frijolito 

—Le prometo que le diré, señora Kaspbrak— me dijo la doctora— necesito que este tranquila para que todo salga bien 

Asentí porque eso era lo que quería, que todo saliera bien 

Richie se puso un traje azul como los que usaba Eddie solo que mucho mas cubierto, todo el camino al quirófano no me soltó la mano por más fuerte que la sostuviera 

A pesar de que me pusieron una aguja gigante en la espalda, me seguía doliendo, no podía dejar de respirar con pesar mientras veía a las personas cubiertas a mi lado en el quirófano 

—Quiero a Eddie— le pedí a Richie entre llantos— no puedo hacerlo sin él 

—Señora, su esposo no vendra— una de las enfermeras me miró harta— así que deje de llorar porque solo le dolerá más

—Déjela en paz— Richie miró mal a la enfermera— tranquila, pastelito. Eds vendrá, ya le deje miles de mensajes 

—No me sueltes, tengo mucho miedo— apreté su mano

—Jamás, tranquila, aquí me quedo— Richie me despejo el cabello de la frente 

Cuando vi como la doctora se acercaba a mi estómago con esa navaja, no pude evitar la mueca, por más que no vi como me cortaba, aún me quedaba esa sensación de incomodidad 

Llegó un punto que los doctores se comunicaban entre ellos, tantos doctores y el unico que quiera no estaba aquí 

—Richie estoy asustada— me giré a mi mejor amigo— por favor si algo me pasa, diles que los amo 

—Sin promesas de ultratumba, pastelito— Richie me apretó la mano con desaprobación 

Solo quiero aqui a mi esposo, ya no me importaba que me dijeran que todo saldría bien y que la enfermera me dijera que dejara de llorar, necesitaba llorar, no me detuve y puse mi brazo sobre mis ojos tratando de calmar mis sollozos 

—¡Rojita!— la puerta se abrió abruptamente y al escuchar la voz de Eddie, un gran peso se me quito de encima 

—¡Si viniste...!— con la poca fuerza que tenía, le acaricie el rostro. Eddie se inclinó dándome un beso mientras me tomaba mi otra mano 

—Ya estoy aquí— Eddie me llenaba la cara de besos que hacían que se me fueran las ganas de llorar— te amo, Lucy, eres muy valiente 

No entendía que pasaba, solo vi como la doctora alzaba un pequeño bultito que hizo mi corazón detenerse por un segundo. Pero nadie decía nada... mi bebé no lloraba como se supone que deberían llorar los bebés

—¿Porque no llora?— Eddie quiso acercarse pero no quería que me soltara y el tampoco lo hacía 

—Doctora...— Richie lucía igual de preocupado que los dos 

El llanto llenó la habitación

—Ahí está— Richie sonrió y veía sus ojos llorosos por detrás de sus lentes— está muy linda, tiene mucho cabello, es preciosa 

—¿Ella...?

—Felicidades, tienen una niña muy linda y saludable— mi corazón dio un vuelco cuando la doctora se acercó con ese pequeño bulto envuelto en una sábana 

Mi hija...

Richie tenía razón, era hermosa, una mata de cabello café le rodeaba la frente y las orejas, estaba rosada, y sollozaba levemente 

—Hola, mi niña hermosa— me ayudaron a cargarla para ponerla contra mi pecho, Eddie y Richie se acercaron para verla más de cerca 

No pude evitar llorar, era mía, mi hija y no hay nada que no haría para mantenerla a salvo 

—Te amo— alce el rostro para que Eddie me diera un beso 

—¡Soy tio!— Richie alzó las manos al aire haciéndome reír— ¡soy tio!

(...)

Me dolía todo 

Estaba en mi cama descansando, pero me sentía como si me hubieran partido en dos y vuelto a armar, ni siquiera todos los mimos de Eddie por haberse demorado me hacían sentir mejor, solo me sentía como flotando en el aire

Stan, Ben, Mike, Richie, Bill y Beverly habían venido a visitarme, Mike trajo a su pequeña hija, es muy linda y se llama Camille y a Beverly le faltaban dos meses para que naciera su hijo, ella hasta embarazada se ve delgada y yo engorde como 50 kilos.

Todos ya habían conocido a la bebé, tiene los ojos de mi papá...

Pero por el hecho de ser prematura, no la dejaban mucho tiempo conmigo, así que ahora estaba disfrutando de que sus tíos la cargaran

—Quien puede pensar que esas personas tan pequeñas pueden dejarte sin dormir— murmuró Bill viendo a la bebé mientras la cargaba Beverly— tengo más miedo cuando llegue la nuestra

—No me asustes más de lo que ya estoy— dijo Bev en tono de súplica

—No empiecen a pelear— les advertí 

Después de que Bev le dijo a Bill lo de su bebé, volvieron a intentarlo, otra vez, Bill dejó Londres para estar cerca de Beverly, según ellos, no eran pareja, pero cuando fingí estar dormida, vi como se besaban

—Mi sobrina es hermosa— Beverly cambio el tema arrullando el bulto en sus brazos— Nunca repetirá ropa. Yo me encargo de eso

—Mucha tía, sigo yo— Richie extendió los brazos y Beverly le dio a la niña— Les recuerdo que la niña es un cuarto mía— dijo señalando a la bebé.

—¿A qué a qué te refieres?— preguntó Mike viendo a Richie

—Tú sabes porque, pastelito— Richie me miró sonriendo ampliamente. Yo lo miré con una mueca 

Claro que sabía a qué se refería

La verdad es que Richie nos propuso a Eddie y a mí hacer un trío, pero yo no quise porque me daba miedo. Estuve a punto de aceptar solo porque a Eddie le intereso un poco pero seguía con miedo.

—Richie, aun tengo oportunidad de mandarte a dormir al cuarto de lavado— lo amenace antes de que dijera de más con nuestros amigos

—Eran un chiste, Lucifer— río y miró a la bebé— ¿ya tienes padrino?

—Nop— Eddie captó la atención cuando entro a la habitación sentándose en la silla a mi lado en la camilla— no hay padrino 

—Yo lo pido— Richie alzo la mano— me lo merezco, yo fui quien le dio a Lucy la mitad de los chocolates que alimentaron a esta pequeña 

—Tiene razón— susurre hacía Eddie con una sonrisita

—Si, me gusta la idea— Eddie y yo nos tomamos las manos

—Puedes ser su padrino.— Richie celebró dando vueltas con la niña en brazos

—Que injusto, yo iba a pedir ser el padrino— hablo Stan indignado—Ben, pido por adelantado ser padrino de tus hijos

—¿Hijos? No, Diane aun no quiere y yo tampoco— dijo Ben sin importancia. 

Beverly bajó la vista cuando Ben mencionó a su novia y socia en su despacho de arquitectos, al final lo suyo con mi compañera Diane si se dio, incluso la llevó a vivir a Nebraska. Me alegraba con ellos y que mi pequeña travesura en mi boda hiciera efecto

También sé que en el fondo entre Ben y Bev hubo algo, pero nunca se lo he podido sacar, y ahora que tendría un bebé con Bill, no sé donde termine estos. Beverly era algo complicada con sus relaciones, aunque nunca se lo dijera

—Yo tampoco quería— Mike cargaba a su pequeña que estaba dormida sobre su hombros, era preciosa, su cabello era castaño lacio y con la piel morena y los ojos avellanas de sus padres— Te hacen gastar pero nada se compara con un "te quiero papá" cuando llegas del trabajo— sonrió

—¿Cómo es que estas cositas tan pequeñas te hacen sentir tantas cosas?— Beverly se pasó las manos por los ojos para quitar sus lágrimas

—¿Bev estás llorando?— preguntó Bill al ver que Bev se pasaba las manos por ojos

—Son las hormonas que ha estado conteniendo— dijo haciendo una voz rara

Todos reímos ante las idioteces de Richie pero nos callamos cuando entro mi suegra, no la esperaba aquí, no me había visto desde aquella vez donde Eddie y yo la fuimos a visitar para decirle que sería abuela, solo me molestaba por teléfono

Richie le dio la niña a Eddie, se veía emocionado, tal vez quiera enseñársela a su mamá.

—Mira mamá, es mi niña— dijo Eddie mientras cargaba a mi hija.— está muy sana y muy fuerte

—Está linda— dijo mi suegra con una fina sonrisa— ¿Pero estas seguro que es tu hija?

El silencio se hizo en la habitación, podré ser todo lo que quiera pero nunca engañaría a Eddie. Mi respiración se hizo pesada, a mi me podia decir lo que quiera, me podía dejar llorando las veces que quiera y decirme abiertamente que me odia, pero con mi hija no se va a meter

Eddie le pasó a mí hija a Richie y luego se sentó a mi para abrazarme.

—Mamá, estoy muy feliz porque ya nació mi razón de vivir, no vuelvas a repetir que no es mi hija o tú y yo no volveremos a hablar nunca— dijo tan serio que hasta me dio un poco de miedo

No pude evitar sentirme un poco feliz, porque Eddie nunca enfrentaba a su madre, y eso me molestaba, pero lo que le dijo, me daba la esperanza que las cosas de verdad cambiarían y que ambos protegeríamos a nuestra hija 

—La niña es hija de Eddie— todos miramos a Richie— Yo estuve presente cuando fue concebida— trate de aguantarme las ganas de reír pero no podía

—Solo espero que sepas cuidar bien a mí nieta, Lucy— dijo haciendo la sonrisa más falsa que he visto— no queremos que sea como tú, ¿verdad?

⟨⟨Hace dos segundos me pregunta si es hija de Eddie y ahora hasta le dice nieta⟩⟩

—Cuidaré muy bien a mí hija. Mucho mejor de cómo me cuidaron a mí— dije con la misma sonrisa falsa de mi suegra

—A todo esto, ¿Donde está tu familia, Lucy? ¿No deberían venir a conocer a la niña?— preguntó mi suegra

Como si no lo supiera, siempre me lo recuerda, siempre me recuerda que mi madre era una asesina y que a sus ojos soy una bastarda sin padre, pero le encanta mencionarlo y resaltarlo

—No, mi familia solo son Eddie y mi hija— dije muy seria

(...)

Trataba de dormir, después de que los chicos se fueran y que llamaran a Eddie a una consulta, despues de todo estaba agotada, pero me sobresalte por una pesadilla donde oía el llanto de un niño, sangre y gritos, sudaba frio cuando me desperté y me pase las manos por la cara para quitar los cabellos de mi frente 

—¿Pesadillas?— salté tocando mi pecho al ver a mi suegra en el sillon con mi hija en brazos 

—Me asusto— confesé tocándome el pecho— ¿que hace?

Hace unas horas se negó a cargarla, y ahora la tiene agarrada fingiendo que es la abuela más cariñosa del mundo

—La niña está linda— Sonia seguía con mi hija en brazos alzándola con una mueca enternecida que solo me daba ganas de quitársela de las manos— se parece a la familia del padre de Eddie, si es de él 

No dije nada 

—¿Cual va a ser su nombre?— para eso si tenía una respuesta

—Queríamos algo fuera de lo común, especial...

—¡Oh, es Sonia!— mi suegra saltó emocionada, pero yo abrí los ojos de par en par— la pequeña Sonia...

Ni aunque  me cayera el techo encima, le pondría su nombre a mi hija

—Es Mallory— corte su celebración 

—¿Mallory?— lo analizo por unos segundos en lo que yo esperaba que protestará— es algo inusual... Mallory Kaspbrak 

—Disculpa, ¿quien dijo que su apellido es Kaspbrak?

—Es lo natural, Lucy— me dio esa mueca que me daba a entender que me iba a gritar— los niños llevan el apellido de sus padres, tú eres la excepción, pero...

—Estuvo dentro de mi, yo tambien merezco participar en sus apellidos— corte sus palabras porque no quería escuchar como decía cosas desagradables de mi familia que ni siquiera conoció

—Siempre tan caprichosa...— me miró con desaprobación

—No es capricho— use mis manos para impulsarme arriba, me dolía aún la cicatriz— y solo... ¿me permite?

Necesitaba cargar a mi hija, alejarla de las garras de esa mujer

—No puedes cargarla 

—¡Puedo cargar a mi bebé, Sonia!— me alce con más fuerza, pero no llegue muy lejos ya que la cicatriz me dolio con más fuerza que me hizo pegar un lado de la cara contra la almohada

—¡No, Lucy, no puedes!— me sentía inútil por cómo permitía que estuviera con las manos sobre mi bebé y que no me dejará cargarla— tienes una cesárea, no puedes. Duérmete una hora 

—No quiero dormir, quiero cargar a mi hija— creo que en cualquier momento iba a llorar. Solo quiero cargarla, soy su mamá, tengo todo el derecho

—Mallory está bien— me aseguró mientras la acomodaba protectoramente en sus brazos— está con su abuela, para eso somos las abuelas 

Quería creer que de verdad no la trataría a ella como me trata a mí, porque no quería que mi hija se sintiera mal a causa de una persona que se supone que la debe cuidar

—¿No han considerado combinarlo? — arrugué las cejas— ¿los apellidos?

—Ya lo combinamos, mamá— Eddie llegó a la habitación con su bata blanca, le hizo un ademán y con eso le quitó a la bebé de los brazos, le dejo un beso en la cabecita y la abrazo protectoramente sin dejar de mirarme— ¿no es así?

—Si— me relaje de saber que Eddie cargaba a nuestra hija, y que le estábamos dejando en claro las cosas a su mamá para que no opinara más— Kaspbrak-Montgomery 

—¿Y porque no lo dijiste?

—Porque ella es mi bebé— me enderece para dejarle en claro ese hecho— ese es tu bebé— apunté a Eddie que se rió por mi tono— ella, es mi bebé.

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-Ellis

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