Capítulo XII: Forever young (*)
Tipo de narrador: Tercera persona
Abrió los ojos, pero de inmediato los volvió a cerrar por los cegadores focos de la sala de terapia intensiva donde se encontraba. Mallory Kaspbrak se miró a ella misma, tenía un tubo en la boca que le impedía hablar, una aguja en el brazo y todo el estómago vendado
—Mi amor— Lucy miró a su hija mayor que se removía incomoda sobre la camilla queriéndose arrancar el tubo en su boca— tranquila, ahora le hablo a la enfermera
Diez minutos después seguía en la camilla, pero ahora le habían quitado el tubo poniéndole oxígeno en la nariz y alzando la camilla levemente, aun así, respiraba con pesar, le picaban los ojos, transpiraba mucho y se sentía como si la hubieran roto y vuelto a armar, no muy lejos de lo que en realidad paso
—Cariño— Eddie entró a la habitación mirando a la castaña, llevaba tres días inconsciente después de la cirugía, pero aún no sabía si medicamente era buena señal— al fin despertaste
—¿Qué pasó? — Lory miró a sus lados aun confundida— estábamos con...— se alteró de solo recordarlo, así que cambió el tema— ya no me acuerdo
Eddie y Lucy ni siquiera querían recordarlo, su pequeña castaña estaba casi muerta en sus brazos cuando la sacaron de la guarida de Eso, de inmediato la llevaron al centro de salud de Derry, y aunque obviamente apenas había anestesia y un médico general en el hospital, Eddie no le importo la ética profesional de cirujano y llevó a su propia hija al quirófano, la herida era profunda, pasó casi 12 horas en cirugía, entró en paro dos veces y pasó inconsciente tres días
Pero ahora estaba despierta en la camilla, en este momento se parecía a su abuela Lauren, literalmente ambas volvieron de la muerte
—Eso no importa— Eddie le sobo el brazo sonriéndole levemente— lo que importa es que estas bien
—Mami— Lory giro hacía Lucy que cubrió su boca al fin soltando las lágrimas que se había obligado a tragarse desde hace tres días— mami, no llores, estoy aquí
—Te amo mucho, hija— la mayor se inclinó dándole un beso en la frente a Lory— perdóname por ponerte en peligro
—No es tu culpa— Lory le dio una sonrisa tranquilizante— eres la mejor mamá del mundo
La cortina de terapia intensiva se corrió abruptamente, Dashelle estaba del otro lado con un paquete de nueces en las manos que se le cayó al suelo al ver a su hermana mayor despierta. No espero ni medio segundo para lanzarse a los brazos de la castaña en un gran abrazo del que sus padres se apartaron
—Qué bueno que estás bien— Dash sollozo sobre el regazo de su hermana mientras sentía sus dedos entre su cabello— tuve mucho miedo
—Estoy aquí, pequeña— Lory alzó los brazos pidiéndole un abrazo en el que ambas se aferraban— todo acabo
—Cuando volvamos a casa te doy mi gloss de Dior, pero no me vuelvas a dejar— Dash se separó levemente para limpiar sus lágrimas
—Es promesa, eh— la apuntó con deje de juego haciendo que rieran entre lágrimas
Lucy sintió que su pequeño momento familiar fue interrumpido cuando se sintió observada, solo basto que girara por un lado de las cortinas logrando ver unos ojos azules que la observaban, pero que se fueron después de que ella la haya mirado
—Vuelvo en un momento— aviso hacia su esposo e hijas mientras se levantaba para salir de la sala de terapia intensiva
Alguien si la observaba, una doctora que no había visto en los últimos tres días en el hospital, y que casi podía adivinar quien era
—Oiga— la doctora parecía aumentar sus pasos, por lo que la pelirroja también lo hizo logrando alcanzarla y tirando de su hombro, de inmediato la vio con un cubrebocas que le arrancó de tirón revelando el rostro de su moribunda madre— ¿qué carajos haces aquí? — la pelirroja miró a su madre con desprecio— lárgate.
—Luciérnaga...— la de ojos azules intento acercarse, pero fue manoteada por su hija
—No me toques— la miró con desprecio— si te atreves a acercarte a mis hijas, te juro que vas a desear seguir muerta.
—¿Así es como tratas a tu madre? — Lauren tomó el brazo de Lucy enterrando las uñas en su piel, la teniente ni se inmuto— ¿la que te trajo al mundo y sufrió los dolores de parto?
—La acuchilladora de Neibolt murió hace 37 años— Lauren tragó en seco ante el tono de desprecio de su hija a la vez que se soltaba de su agarre— yo no tengo madre.
A Lauren no le dolieron las palabras de Lucy, ni siquiera supo si alguna vez amó a su hija, no estuvo el tiempo suficiente con ella para averiguarlo, además, para ella era más importante su destino, ella había venido a este mundo por algo, esa era mayor aspiración que ser madre. Su lugar estaba al lado de Robert Gray, y lo acepto con gusto, su hija solo fue una parte del trato que se vio obligada a aceptar
—Supongo que te faltaron unos buenos cinturonazos, Lucifer— la pelinegra negó con una pizca de gracia
—Lárgate, si no quieres que te saque— la miró con desprecio
—Solo quería venir a verte, tú padre lo ordenó— la mayor tragó en seco ante el tono burlón de la pelinegra— ay princesa, ¿tu marido no lo sabe? Qué triste. Mientras tú y tus mocosas vivan, nosotros también. Lo sabes.
Claro que lo sabía, se lo dijo El otro, se lo dijo la bruja, se lo dijo su padre, y que Lauren se lo repitiera solo le hacía tener más torbellinos en su cabeza. Hace un par de años tal vez se hubiera sacrificado con tal de que su padre no volviera, pero ahora dos niñas eran su razón de vivir, no iba a permitir que nada les pasara, así estuviera siempre la maldición en Derry. Le valía carajo el mundo, le importaba su familia.
—Y tú no sabes nada de lo que es ser madre— la miró con el mismo tono de desprecio que le daba Montgomery— intenta hacer algo por el monstruo que fotocopiaste, me alegra no haber tenido contacto contigo
—Tanto escándalo— la castaña sacó su cajetilla del bolsillo encendiendo un cigarrillo con desinterés— tu mocosa también lastimó a Jude, pase toda la noche cosiendo su yugular
—Jude se lo busco. — le restó importancia el hecho de la mocosa con colmillos terminará con la garganta cortada— eso le pasa por lastimar a mis hijas
—Sangre de bastardos derramada en la guerra.
Como odiaba esa palabra
Cuando era niña todos la tachaban de bastarda ya que, a los ojos de Derry, a excepción de los perdedores, ella no tenía padre, luego, su suegra no dejo de decir eso de sus hijas, de Mallory cuando nació, y de Dashelle, aun con las pruebas de ADN en las manos, siguió considerándola una bastarda. A Lucy no le afectó tanto esa palabra hasta que tuvo a su mini ella llorando en sus piernas mientras le preguntaba porque su abuela la odiaba
—Vuelves a decir esa palabra y te arranco la lengua. — tomo de la bata de hospital que usaba Montgomery para estrellar su espalda contra la pared
Lauren sonrió, al fin logro sentir, dolor, pero al fin podía volver a sentir, la vida era aburrida cuando no tenías sentidos
—Ten una buena vida, princesa— Lauren le pasó por un lado tocando levemente su rostro haciendo que la pelirroja se apartará— y feliz muerte.
—Que se vaya a la mierda— la mayor gruño al ver a su madre irse del hospital con una sonrisa de suficiencia
—Se acaba de dormir— Lucy saltó cuando Eddie llegó a su lado tras la cortina, pero al menos el saber que su hija se acaba de dormir la dejaba más tranquila— creo que lo mejor es será que la llevemos a Nueva York, me encargó que tenga a los mejores cirujanos, solo tengo que hacer un par de llamadas, el doctor Stone podría mandar la ambulancia aérea
—Sí, tienes razón— Lucy se pasó la mano por la cara mientras trataba de ordenar sus pensamientos— ¿podemos hablar afuera? No quiero despertarla
—Vamos
Ambos se fueron a la sala de espera sentándose en uno de los sillones, ambos miraban al frente solo oyendo los pitidos de las máquinas en el hospital, el uno al otro esperaba que dijera la primera palabra
—Quiero usar tu apellido— fue lo primero que murmuro Lucy en segundos de silencio que se sintieron como horas
—¿Qué? — Eddie la miró con el ceño fruncido sin poderse creer lo que acaba de decir
—Si aún no quieres el divorcio, me gustaría usar tu apellido— repitió con un deje de timidez — Kaspbrak no me queda tan mal, ¿no?
Eddie alguna vez le dijo a Lucy que podía usar su apellido de casada, pero ella siempre dijo que quería seguir usando el Montgomery-Gray, tampoco se opuso cuando al apellido de sus hijas también les puso un guión. Pero ahora la pelirroja tenía la necesidad de arrancarse esos dos apellidos y quedarse con el que de verdad la amaba, con el apellido de su verdadera familia.
—No tienes que preguntarlo, puedes usarlo— Eddie extendió la mano buscando la de Lucy, acarició el dorso de su mano juntando sus argollas de matrimonio— y no me quiero divorciar de ti. No era cierto todo lo que dije, yo te amo, jamás dejaría de amarte
—Entonces ahora soy Lucy Kaspbrak— Lucy sonrió levemente hacía Eddie
—Siempre lo has sido— Eddie le regreso la sonrisa
Ambos cortaron el poco espacio que quedaba entre ellos, Eddie le pasó el brazo por los hombros mientras que Lucy se acurruco en su pecho. Se habían obligado a tragarse sus lágrimas por el bien de sus hijas, no podían estar mal ni demostrarlo, así que al fin podían sacar todo lo malo que habían guardado en los brazos del otro, compartieron abrazos, caricias y un par de besos solo dejando de pensar en lo que existía a su alrededor
—Ay, pero que asco— Dash arrugó la nariz al ver a sus padres acurrucados en el sillón, medio sonrieron al ver a su retoño— les quería avisar que Lory quiere su blush y su rímel porque dice que se parece a la abuela, ¿quién me lleva al hotel por su bolsa?
—Yo voy— Eddie se levantó del sillón— me cambio y voy por el auto
—Okey— Dash se dejó caer en el sillón al lado de su madre mientras que Eddie iba a cambiarse la bata de hospital
—¿Cómo estás? — Dash miró a su madre con un pequeño toque de lástima
—Bien, Lory ya despertó, y si todo sale bien nos vamos a casa pronto— explicó Lucy mientras dejaba caer su cuello hacía atrás completamente exhausta
—Mamá, pregunto por ti— Lory se acurruco en el regazo de su madre como niña pequeña— ¿aun te duele?
—No, ya no— Lucy empezó a acariciar los cabellos rojos de su pequeña mientras miraba a la nada
Dash había encontrado a su madre llorando en una camilla de urgencias, mientras su padre operaba a su hermana, su madre estaba en una camilla completamente desconsolada, por un momento se asustó que su abuelo la hubiera herido, pero al final le terminó confesando a su hija que estaba embarazada, pero que había tenido un aborto espontaneo, el doctor solo confirmo que el embrión no tenía latidos y que tenía que llevarla a un legrado lo más pronto posible para evitar una infección
—Lo lamento
—Yo no quería otro hijo— Lucy limpio una lágrima rebelde de su mejilla— pero era mío, tal vez fue el karma por pensar que no lo quería tener
—Mamá, piensa que el bebé no sufrió— Dash no sabía que decir, no podía considerar su hermano a ese embarazo perdido, pero era algo que le dolía a su mamá, y por eso se obligaba a ser empática con ella, sobretodo porque es algo que perdió por culpa de su abuelo— y que ahora es un angelito que nos cuida— sus palabras eran muy dulces y cursis para venir de alguien como ella
—Si— cuando su madre le sonrió, supo que hizo bien— te quiero un montón
—Yo también, mami— Dash se aferró aún más a su madre
[Unos días después]
Era tradición que el último día de los perdedores en Derry se la pasan en la cantera, y este año no sería la excepción. Los mayores tomaban el sol y comían sándwiches mientras veían a sus hijos jugar en el agua
—Mordieron el polvo, idiotas— Sam aplaudió al ser la última en salir del agua, con esto le ganaba a su mellizo y a su cuñado la competencia de quien aguantaba más tiempo bajo el agua
—Estoy seguro de que hace trampa— Evan apuntó a la rubia completamente ofendido
—Si, soy una sirena oculta— Sam aleteo las pestañas con una gran sonrisa
—Sirenitas, vengan a ponerse bloqueador solar— Camille apuntó a los menores que se negaban a salir del agua, a Mía, Dash, Malcolm no los dejo en paz hasta llenarlos de bloqueador solar, y con Lily ni siquiera tuvo que repetirlo dos veces cuando la niña ya tenía bloqueador hasta en la nariz
Todos se estaban divirtiendo olvidando lo que les había pasado en los últimos días, hasta Mallory que ya estaba mucho mejor, podía caminar, moverse por sí misma y casi sin dolor, aunque solo remojaba las piernas en al agua, era agradable estar con su familia
—Niños, por favor, quédense quietos un rato en lo que nadamos— Bill miró a sus hijos que compartían un sándwich de atún
—No les prometemos nada— murmuró Malcolm mientras tomaba de la lata de cerveza que dejó su padre
—Duende, te juro que vuelvo a llevarte con el monstruo del lago— el Tozier mayor apuntó a su retoño que se encogió de hombros restándole importancia
—Ese cuento nos lo dejamos de tragar desde los 11, tío Richie— Mía rio mientras comía de su bolsa de papas
—Quédate con tu hermana— murmuró Eddie hacía Dash
—Anden, aquí no tengo posibilidades de ahogarme— Lory le restó importancia y mejor se dedicó a tomar de su lata de coca cola
Los perdedores jugaron en el agua olvidándose de todo por unos segundos en el agua y volviéndose a sentir niños que volvieron a enfrentar sus miedos
Pero como siempre, Gray fue la impulsiva, después de salir de la cantera, dijo que iría a caminar un rato, nadie le puso objeción cuando la vieron dirigirse al río
Cuando Lucy llegó al río, se quedó en el borde de este mirando el agua correr, siempre fue su lugar seguro, donde venía cuando se sentía triste, ver el agua corriendo con fuerza, el aire fresco y el pasto más verde de Derry la calmaba, y esta vez no fue la excepción
Ni se inmuto cuando sintió la presencia tras de ella, siguió mirando a la nada en rio
—Sabía que estarías aquí— murmuró mientras tomaba asiento en una roca
—Princesa— Eso tomó asiento en una roca junto a su hija— ¿me odias?
—No voy a responder eso— se giró un poco para mirarla tratando de encontrar algo en su mirada; odio, desprecio, tristeza, pero no había nada— está va a ser la última vez que nos veremos
Si bien los perdedores tenían la tradición de volver a Derry cada verano, después de lo que pasó esa tradición había cambiado, se reunirían, pero en otro lugar, mucho más después de que Mike aceptó dejar Derry junto con Camille, que le tenía la sorpresa que la habían aceptado en la universidad estatal de Luisiana para estudiar gerencias, tenían una nueva vida en la puerta, y con eso se olvidarían por completo de la anterior
—Lo sé
Padre e hija siguieron mirando a la nada en el río esperando que alguno de los dos hablara, mucho más sabiendo que Lucy iría con su verdadera familia a partir de ahora y se olvidaría de ellos apenas cruce el letrero de "Bienvenidos a Derry", no por él, sino por voluntad
—Desde el primer aliento que diste fuiste tan dulce...— Lucy al fin miro a su padre al oír ese tono melancólico en él que muy pocas veces había escuchado— no te parecías nada a mí
—Lamento haberte decepcionado— Lucy nunca pudo explicar por qué era así, tenía sus momentos donde se le salía el demonio que llevaba dentro, pero eran contados, no sabía de dónde venía su bondad, tal vez era el karma que le hacía pagar su creador, que Eso tuviera una hija opuesta a él
—No me decepcionaste, princesa— Robert acunó la mejilla de Lucy, esta vez ella no se apartó y solo cerró los ojos dejando salir un par de lágrimas— fuiste lo único que siempre me importo, eres mi única hija, lo único que nunca tuve que esforzarme para tener, estabas conmigo por voluntad, hasta que te fuiste con esos perdedores
—Te intente matar— por años se atormentó al hacerle daño a la única cosa que la cuido, pero esa culpa se esfumó cuando vio sus garras encima de su hija, pero mirando al pasado, ella fue la primera en traicionar a su padre— tenía mucho miedo de que le hicieras daño a Eddie y a mis amigos, me asuste y me fui
—No estoy enojado contigo por eso, princesa— le aseguro
—Una vez me dijiste que matar o morir es la mayor muestra de amor, yo haría eso por mis hijas, me hubiera quedado contigo si es que eso me aseguraba que iban a estar bien. Yo mato y muero por mis hijas, como tú conmigo.
Todos siempre le dijeron que no sería buena persona, que seguiría los caminos de sus padres, lo dijeron todos en Derry recién pasado el verano del 89', siempre pensaron que terminaría perdiendo la razón a causa de los genes de los Montgomery, por eso fue toda una sorpresa que se convirtiera en una teniente reconocida, una buena esposa y una excelente madre. Era por ella misma, no se quitaba méritos, pero debía admitir que una pequeña parte de la mujer que era es gracias a su padre
—Creciste mucho, princesa— Eso se levantó de la roca mirando a su hija que seguía abrazando sus rodillas. No iba a tener de vuelta a su dulce niña nunca más, y no le interesaba tener esta versión de Lucy, esa Lucy se merecía volver con la familia que ya tenía
—Solo vine aquí porque sé que tú me regresaste a mi hija— Lucy se levantó de la roca mirándolo con una sonrisa sincera de agradecimiento— gracias
No sé tragaba ese cuento que Mallory estuviera tan bien porque tuviera buen sistema inmune, si bien Eddie era uno de los mejores cirujanos de la costa este, Lory estaba casi sin pulso cuando la sacaron de Neibolt, perdió muchísima sangre y estuvo muerta varios minutos, ahora se recuperaba muy rápidamente, es obvio que no era natural. El otro no era tan cruel con ella después de todo
—Es mi nieta— fue lo único que dijo respecto a la castaña que hirió de muerte hace apenas unos días
—Te quiero, papá— fue sorprendido cuando Lucy le rodeo con los brazos recargando su cabeza contra su pecho, tal como lo hacía cuando era niña
—Yo también, princesa— Robert le respondió el abrazo alborotando su cabello rojo
Esa fue la última vez que Lucy Gray vio a su padre, al día siguiente tomó su avión de vuelta a Nueva York con su familia tratando de olvidarse de esa criatura que la cuidó, la alimentó y la protegió
Lo recordaría como el padre que la cuidaba, se quedaba con lo bueno que le dio.
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-Ellis
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