Capítulo XI: A daughter for a daughter (*)
Tipo de narrador: Tercera persona
Lucy Gray no dejaba de morder su lengua tratando de aguantar los quejidos de dolor, no sabía si le dolía más la puñalada en la clavícula o el vientre bajo a causa del aborto, pero se obligaba a sí misma a tragarse el dolor para continuar, el espacio para entrar era estrecho, apenas veía y cada minuto era perdido
—Es aquí— Bill gritó hacia sus amigos mientras atravesaba lo que se creía era la entrada a la caverna— es estrecho, pero podremos entrar
Gray no dejaba de mirar a los alrededores algo sorprendida, su padre siempre le prohibió entrar hasta ese punto de su casa, ahora entendía porque, y es que, aunque consideraba que había visto cosas peores, este lugar le provocaba un hueco en el estómago
Su guarida parecía una construcción de piedras, sin ningún orden en específico, apenas podían ver por la oscuridad, el olor a humedad abundaba igual que algunos huesos de los que alguna vez fueron presas, Lucy supuso que alguna vez estuvo ahí, pero no lo recordaba
—Aquí se escondió— Mike miró a los alrededores tal vez con la misma intriga que Lucy
En el centro una figura algo extraña que ni siquiera se molestó en recordar su nombre, pero que era el centro de todo, el lugar que necesitaban para llevar a cabo el ritual
—Au...— Lucy soltó un quejido cuando se tropezó con un cráneo— creo que a ese lo maté yo
—Lu— Richie y Eddie la reprendieron, se vio obligada a restarle importancia, después de todo la carne humana no tenía nada de especial como para recordar su pasado
—¿Todo esto ha estado por debajo de Derry desde siempre? — Eddie miró a los alrededores algo sorprendido
—No desde siempre, unos millones de años— explicó la pelirroja de cabello más largo
—14 mil millones, para ser exactos—de nuevo, Lucy recibió una mirada reprochante de sus amigos— me calló
Los perdedores subieron a esa extraña figura, Mike sacó su extraña antigüedad que se supone que los haría llevar a cabo el ritual mientras lo dejaba en el centro de todos ellos
—Solo se puede atacar en su forma verdadera, el ritual nos enseñara— explicó el moreno mirando a los siete restantes
—¿Y cuál es su forma verdadera? — preguntó Ben
—Espero que un perrito— murmuró Tozier— un Pomerania, ¿no lucifer? — la mencionada negó con el ceño fruncido
—Es luz, una luz que debe apagarse con la oscuridad— volvió a explicar Hanlon antes de rociar líquido para encender y un cerillo dentro de la antigüedad— sus artefactos, láncenlos al fuego, que el pasado arda con el presente
Cada uno sacó su respectivo artefacto mirándolos con un toque de melancolía
—Este es el barco que hice con...Georgie— Bill fue el primero en aventar ese bote de papel para el ritual
—Es mi inhalador— Eddie dio una gran calada antes de aventar el artefacto
—Ya, por favor— Richie le reprochó
—Algo a lo que me hubiera gustado aferrarme— Bev aventó un papel arrugado y roto que parecía una vieja postal
—Es una página de mi anuario, solo una persona lo firmó— murmuró Ben como una pizca de melancolía— fue muy difícil recordarlo, aunque fue algo especial en su momento
—Una moneda del cine Capitol— Richie aventó la pequeña pieza de metal al fuego
—¿Trajiste una moneda real? — Eddie frunció el ceño al ver a Richie
—Eso debíamos hacer, idiota
—¿Sabes cuánto va a tardar eso en fundirse?
—Si, pero es como con tu inhalador
—Chicos, vamos— Lucy los reprendió por completo fastidiada
—Los gases tóxicos, el pastico...— Richie seguía explicándose
—Cállense— Lucy acabó con la riña entre los sus hombres a la vez que sacaba algo de su espalda— algo que me recuerdo que el destino ya está escrito
Los siete prefirieron no preguntar al ver a Lucy arrojar una daga ensangrentada al fuego
—Mira de cerca, Bev— Mike llamó la atención de Beverly mostrándole una piedra de rió— ¿lo ves? Donde golpeaste a Bowers
—La guerra de rocas— Bev sonrió levemente con un toque de melancolía
—El día que estos lazos se forjaron
—No va a arder tampoco— Eddie se calló al recibir un pellizco de su esposa
—Algo para que no olviden cuidarse a sí mismos— Stan aventó al fuego su red para baño de la casa club logrando que todos sonrieran con una pizca de melancolía
—Bien, tómense de las manos— todos obedecieron juntando el círculo tomándose de las manos— el ritual de Chüd, es una pelea de voluntad, lo primero fue la reunión, lo segundo, reunir los artefactos, este es el último paso
El fuego pareció consumirse por completo haciendo que todos los perdedores soltaran un jadeo de sorpresa, que aumentó cuando tres luces bajaron del techo, tres luces que parecían cegarlos
—¿Qué mierda es eso?
—¡No miren!
—¿Las luces de la muerte?
—¡Eddie, no mires! — Lucy tomó con fuerza la mano de su esposo
—Que la luz se convierta es oscuridad...— empezó a murmurar Mike aun con los ojos cerrados— díganlo
—¿Que?
—¡Díganlo!
—Que la luz se convierta en oscuridad...— cada uno de los perdedores repetían las palabras como un mantra solo sintiendo sus cabellos desordenados y las luces que bajaban hacía el artefacto
Fueron segundos que se sintieron asfixiantes hasta que Mike logró cubrir el artefacto
—¿Funciona? ¿Lo logramos? — todos no podían evitar la confusión al ver como algo buscaba abrir la tapa del artefacto
—¿Qué es eso? ¿Es parte del ritual?
—¿Mike, esto debería pasar?
<<Jokabed tenía razón, siempre la tiene... >>
—¡No paren, sigan! — Mike pidió entre gritos, pero era imposible parar
Tres globos rojos salieron del artefacto antes de que este se reventara abruptamente haciendo saltar a los adultos dejándolos desorientados y algo sordos por algunos segundos
—¿Lo logramos, se destruyó?
—Pusimos los artefactos en esa cosa, eso es bueno, ¿no?
Tres carcajadas que le erizaron los vellos de la nuca a los ocho retumbaron por el lugar
—¿Funcionó Mickey? — escuchar las carcajadas y la voz burlona de Eso fue el detonante para que prestaran mucha atención
—¿Funcionó? — ahora era las carcajadas de una mujer— un tonto ritual que no funciono
—Diles que solo es un...— esta vez era una voz burlona más pequeña, de una niña que en especial se dirigía a Eddie— como se dice cuñadito, ¿placebos?
<<¿En qué momento pasaron a ser tres?>> se preguntaban los perdedores al ver a la mujer cobriza y la niña pelirroja con colmillos junto a Eso
—¿Mike? ¿de qué está hablando?
—Mickey, nunca les mostraste el cuarto grabado, ¿verdad?
—Nunca les mostró lo que le paso a los pobres shokopiwah— Jude Gray soltó una siniestra carcajada de burla
—¡¿Mickey, nos engañaste?!— Bill se giró furioso hacía Mike
—No, pero ellos no creían...— explicó a explicar Hanlon ante las miradas acusatorias de sus amigos— no podían matarlo porque no creían en eso y no funciono
—¡¿Es una maldita broma, Mike?!— Richie escupió completamente furioso
—Lo lastimamos...
—¡Mierda!
—¡Púdrete, Mickey!
—Necesitaba algo, lo que fuera para ayudarnos a recordarte, ¡lo que fuera para creer!
—Como deseen, perdedores— Jude soltó una gran carcajada antes de que aquellas luces volviesen a aparecer en el centro volviendo a cegar al resto de los perdedores
—¡Son luces de la muerte, no las miren!
—Ustedes se llevaron lo más preciado que tuve— Eso al fin salió de entre las sombras, con una forma de payaso que era una extraña combinación con el torso de las arañas. Esos malditos siete humanos que le quitaron a su princesa y que odiaba por eso— y van a pagar por eso.
—Tienen que es algo que es nuestro— Lauren Montgomery salió de entre las sombras con la cara llena de sangre y una gran sonrisa siniestra— dennos a la princesa y sus muertes serán más rápidas.
—Papá...— los siete perdedores restantes no pudieron articular palabras al ver como Lucy se acercaba a Eso, solo que ahora sus ojos estaban en amarillo mirando fijamente a las luces de la muerte completamente hipnotizada
—¡Lucy!
—Princesa...— Eso miró a su hija que al fin parecía más dócil, sostuvo su mentón por unos segundos— al fin estás donde perteneces
—¡No te acerques a ella! — Eddie y Richie jalaron a la pelirroja que dejó de mirar las luces de la muerte haciendo que parpadeara múltiples veces antes de que sus ojos volvieran a ser azules
—¡Lucy, corre! — pero ni siquiera se lo tuvieron que pedir dos veces, al ver a su padre mitad araña y mitad payaso, soltó un gran jadeo corriendo lejos de su progenitor
Los siete se separaron para correr dentro de la guarida en los lugares más recónditos esperando que eso les diera tiempo
O lo intentaban, porque Lucy Gray terminó cayendo en un gran charco de agua que era mucho más profundo que lo que parecía, Gray termino usando todas sus habilidades de nadadora para adentrarse en el agua
(...)
Gray emergió del agua, ahora no estaba en un charco, ni una guarida, sino que estaba en lo que parecía el río, salió de este con rapidez y algo preocupada debido a la multitud que gritaba como si estuvieran en una persecución de las épocas de Salem
Se vio obligada a seguir al oír los gritos de la gente que llevaban armas de fuego y punzocortantes persiguiendo a alguien, una mujer con una bata blanca que llevaba una niña de cabello rojo en sus brazos
—¿Mamá? — Lucy empezó a seguir lo que veía ante sus ojos, era muy ajena a todo lo que pasaba, pero por lo poco que su padre le había contado, era claro que estaba viendo a su madre
Las personas siguieron persiguiendo a la mujer de blanco hasta que llego a lo que parecía la municipalidad de Derry. Lauren cubría con sus brazos a su bebé mientras buscaba huir, pero era imposible ya que los miles de pueblerinos la rodeaban
—¡Bruja! ¡Bruja! ¡Bruja!
—¡Aléjense de mí! — la pelinegra miró a sus costados acorralada— ¡déjenme en paz y no morirán esta noche!
Pero claro, una mujer que carecía de sus facultades mentales, con una bebé de menos de tres años y sin ningún tipo de arma no era un peligro para un pueblo furioso que buscaba justicia y venganza por la muerte de los niños que habían pasado por el cuchillo de la acuchilladora de Neibolt Street, ni siquiera les conmovía la pequeña que era protegida por su madre, un monstruo como ella no se merecía tener una hija
—¡No, suéltenla! — Lauren fue sostenida por unos hombres tomándola de los brazos para que otro par más le quitaran a su bebé de los brazos— ¡no la toquen, es mi hija!
—Una maldita asesina como tú, no se merece tener una hija— él hombre que parecía ser el padre del pueblo miro con repulsión a la pelinegra que pataleaba con fuerza en busca de liberarse— esto es lo único que mereces
Unas cadenas y unas cuerdas cayeron a los pies de Montgomery mientras la llevaban a rastras a un árbol, era obvio lo que querían, justicia, y la única manera de obtenerla era matando el problema de raíz, ella era la raíz. Ni siquiera les importaba que Lauren fuera hija de Anastasia y Arthur, una de las familias más adineradas del pueblo, ella se había salido del redil y merecía pagar por ello
—¡No, Lucy! — pero Lauren seguía pateando buscando liberarse— ¡Lucy! ¡denme a mi hija!
—¡Suéltenla! — la que ahora ya era una mujer no pudo evitar sentirse culpable al ver todo esto sin poder hacer nada, Lauren seguía siendo su madre, y aunque muy en el fondo sabía que no haría el cambio, buscaba acercarse para ayudar a su madre— ¡déjenla!
—Sostén a la bebé— uno de los hombres que sostenía a la pequeña Lucy se la termino pasando a un hombre alto de ojos verdes y facciones marcadas, Robert Gray
—Papá...— Lucy miró a su padre en forma humana mientras arrullaba a su versión pequeña y la miraba como si fuera lo más preciado en el mundo, sin importarle que estaban a punto de matar a su mujer
—¡Brujas, brujas! — está vez, cuando la pelirroja alzo la vista, Lauren ya no estaba al pie del árbol
—¡Lory, Dash!— Lucy se volvió loca al ver a sus dos hijas con la misma bata blanca de su madre, sus cuerpos rodeados de cadenas y cuerdas en sus cuellos— ¡no las toquen, malditos!
—¡Lo confieso! — Mallory sacó de su espalda una daga, la misma daga que le dio Jokabed, su mirada estaba llena de furia y una siniestra sonrisa acompañaba su rostro— yo los maté, yo los maté— Lucy y el pueblo entero soltaron jadeos de sorpresa cuando la chica empuñó la daga haciendo unos cortes profundos verticales en sus muñecas manchando el vestido de sangre dejándolo rojo— les ofrecí su sangre a mi amo...
—Nunca me olvidaran... — Dashelle también tomó la daga cortando sus muñecas y manchando su vestido de sangre— cuando les llegue su hora, los veré en el infierno sentada en mi trono, ¡y jamás los soltaré!
—¡Cuélguenlas! — el bullicio del pueblo aumentaba
—¡Brujas, Brujas!
—¡Cuelguen a las brujas!
—¡No, no, no! — Lucy corrió hacia aquel árbol buscando llegar a sus hijas, sin embargo, no llegó muy lejos ya que una cuerda le rodeo el cuello arrastrándola hasta el árbol
Se miró a sí misma, ahora ella tenía la bata con sangre, las cadenas en el cuerpo y la cuerda en el cuello, el pueblo seguía vitoreando llamándola bruja, la cuerda sobre su cuello se cerró cortándole la respiración a la vez que sentía sus piernas en el aire y pudo escuchar el sonido de su cuello al romperse antes de dejarla en la completa oscuridad
—¡Mamá! — Lucy soltó una gran bocana al salir del agua
—¡Dash, Lory!— Lucy atrajo a sus hijas en un gran abrazo al tenerlas frente a ella, ambas estaban en el charco junto con ella— ¿están completas?
Ninguna las contesto nada, se limitaron a lanzarse a los brazos de su madre sollozando lentamente y negándose a soltar a su progenitora
—Fue horrible, fue horrible— Lucy acarició las cabezas de ambas también negándose a soltarlas
—Ya, todo paso— les dejo un beso en las cabezas a ambas sin dejar de rodearlas con los brazos— tranquilas, ya estoy aquí con ustedes, perdón por todo
—¡Lory!
—¡Dash!
Richie y Eddie llegaron al lado de sus niñas, las ayudaron a salir del charco para volver a envolverlas con los brazos, Lory se aferró a su padrino con fuerza que se quitó la chaqueta para cubrirla, mientras que Eddie revisaba a Dash de arriba a abajo, solo tenía un golpe en la frente y el labio roto
Pero tuvieron que volver a poner mucha atención, Mike encaró al payaso, y aunque sabían que se estaba poniendo en bandeja de plata, eso les dio ventaja de esconder a las niñas hasta que pudieran sacarlas de ahí
—Quédense aquí, volveremos por ustedes— Richie, Eddie y Lucy llevaron a ambas bajo esa extraña figura en el centro de la guarida, ambas no eran pequeñas, pero si se hacían bolita y contando la oscuridad, podían pasar desapercibidas
—No se muevan— les advirtió su madre
Pero ni siquiera terminaron de alejarse cuando Mallory sintió como una garra fría y larga la tomaba del cuello para sacarla de su escondite
—Las traes, pequeña ave— su abuelo le dijo al tenerla frente a frente con su garra alrededor de su cuello
—Ahora entiendo porque mi madre te dejo— murmuro la castaña con dificultad debido a la falta de aire, pero aun así tenía ese gesto ladino que le recordaba a Lucy— no te odio, me das lastima, abuelo
—Ojalá tuvieras más de tu madre — el payaso acarició lentamente el rostro de su nieta, era como Lucy, pero le faltaba más, no le llegaba ni a la suela de los zapatos— me hubieras sido muy útil, pequeña ave
—¡Lory!— los gritos de Dash retumbaron por el lugar al ver a su hermana en las garras de su abuelo— ¡Robert, suéltala!
Todos los perdedores se quedaron petrificados al ver a la niña en garras del payaso que sonreía burlón y que no tenía un gramo de culpa así Mallory sea su nieta
—¡Lucy! — Ben gritó hacia la mencionada mientras lanzaba por el suelo el arma que Lucy le había dado, ella recibió el arma por el suelo
—¡Solo lo repetiré una vez, papá! — Lucy tomó el arma cargada mientras apuntaba a su padre con el arma— suéltala. Te mandé a dormir una vez, no me importa una segunda vez y esta vez para siempre.
—Hazlo, princesa— el primer balazo lo recibió Lauren por haber retado a su hija, chilló de sorpresa por la herida en su brazo que le había hecho su hija, no pudo evitar mirar a su hija con rencor, sobretodo porque aún no tenía la sangre suficiente como para sangrar y tampoco había sentido el dolor del balazo
—Esto siempre fue entre tú y yo papá— los ojos azules de Lucy cayeron sobre los dorados de su padre— mis amigos nunca tuvieron nada que ver, no metas a Lauren en esto
—Pero ellas sí, princesa— Eso acarició lentamente la mejilla de Lory que apartó la cara levemente
—¡Quítale las manos de encima! — gritaron el resto de los perdedores al ver a Eso tan cerca de la niña, aunque él no les prestó atención, como si no tuviera el derecho de tocar a su nieta
—¿Ella es tu debilidad, no princesa? — Lauren soltó una gran carcajada de burla— si ella muere, también tus debilidades
—Si la tocan les juro que les vuelo la cabeza. — murmuró la pelirroja mayor entre dientes
No, así no iba a lograr nada... Lucy era menos impulsiva que su padre, sabía pensar con la cabeza fría, y sobretodo, sabía cómo pensaban los psicópatas... sabía cómo pensaba Eso
—Papá, ella es mi hija— el tono de Gray cambio a uno más meloso y dócil, no contuvo sus lágrimas ni el hecho de que su mano que sostenía el arma temblaba— mi primera hija... suéltala y te juro que nos marchamos. Nos iremos y jamás nadie te molestará por 27 años, moriré para ese entonces, nadie se atreverá a enfrentarte, cuando despiertes de nuevo ya no existiré
—¿Crees que quiero que mueras, princesa? — el payaso negó sin quitar los ojos de su hijo— nunca has aceptado tu destino. Es hora de que lo recuerdes, y para que eso pase— apretó el agarre sobre el cuello de Mallory haciéndola gritar de dolor— la bastarda debe morir
Pero Gray ya había tenido suficiente de manipulación, no podía fingir mucho tiempo que no era capaz de todo por sus hijas
—Suelta a mi hija...— Lucy dejó caer el arma que sostenía sin miedo de lo que sea que le pasara, no le importaba nada— me quedo contigo y hago lo que quieras, papá
—Mamá, no los escuches— Lory pidió entre sollozos— mátenlos a todos y salgan de aquí
—Papá, suéltala...— pero a este punto, a Lucy no le importaba suplicar— es tu nieta, ella no hizo nada. Hago lo que quieras, me quedo contigo, te serviré, ¿quieres que mate? Lo hago, pero suelta a mi hija.
—¡Abuelo! — el grito de Dashelle retumbó por todo el lugar, más por la palabra con la que se refirió a Eso— ¡que sea una hija por una hija!
—Dashie...— Eddie y Richie miraron estupefactos a la menor
Definitivamente se había vuelto loca, todos estaban tan concentrados en la discusión padre e hija que nadie nota cuando la pelirroja menor jalo del cabello de su tía poniendo la cuchilla que supuestamente su madre había quemado, la empuñaba con fuerza mientras que la otra mano sostenía el cabello de Jude dejando una buena vista del pálido cuello de la niña que tenía la garganta contra el cuchillo
—Suelta a mí hermana. — a diferencia de su madre, su tono era de una orden— o le voy a rebanar el cuello a tu hija.
Jude se limitó a rodar los ojos fastidiosa, no le importaba que la malnacida de su sobrina tuviera la cuchilla contra su yugular, tenía valor, pero seguía siendo estúpida, y no se atrevería a matarla, no tenía los pantalones para hacerlo
—Hazlo, florecita— Jude rio aun teniendo el agarre de Dashelle en su cabello lista para degollarla— no puedes matarme
Lo siguiente que oyeron, fue el sonido del arma siendo cargada, pero a diferencia de esta vez, el arma lo tenía Lucy contra su propia sien
Eso hizo que Jude, Lauren y Eso contuvieran la respiración... Lucy lo sabía
—Ya la oyeron— Lucy intercaló miradas entre sus padres y su hermana— ustedes y yo, nacimos para morir. Suelten a mi hija o me voy a pegar un tiro. Lo saben, si muero, ustedes también, palabras de nuestro amo
Maturín y El otro deben estar carcajeándose de Eso, dominado ante una humana...
—Mamá, por favor— Lory cerró los ojos unos segundos para dejar escapar un par de lágrimas, aceptaba lo que sea que tuviera que pasar con ella
—Entonces nos veremos en el infierno, princesa— y claro, Eso dejaría que su princesa le diera órdenes, pero no amenazas de ese estilo, para él, un mundo sin Lucy, un mundo sin su princesa no valía ni el maldito polvo en lo que se convertían los humanos al morir
La garra de Eso finalmente se clavó en el tórax de Mallory haciéndola soltar un gran grito de dolor y abundante sangre de su abdomen
—¡NO!
—¡LORY!
Los perdedores gritaron, Eddie, Lucy y Richie corrieron a tomar a su niña, Dash rebanó el cuello de su tía cumpliendo su promesa antes de correr al lado de sus padres y su hermana
Mallory respiraba con pesar mientras las lágrimas le inundaban los ojos por el terrible dolor y la pérdida de sangre en su tórax, empezaba a escuchar lejos y a tener los ojos nublados
—Tranquila mi niña, te tenemos— Eddie se quitó la chaqueta para detener la hemorragia de su hija
—Aquí estamos contigo, Lory— Lucy llegó al lado de su hija tocándole la mejilla— vamos a levantarte, ¿sí? — Mallory volvió a chillar de dolor
—Mi amor, sé que te duele, pero tenemos que ponerte de pie— Richie trataba de contener sus lágrimas mientras buscaban levantar a la castaña que cada vez botaba más sangre, su abdomen no dejaba de sangrar, su boca empezaba a brotar sangre y cada vez parecía tomar menos aire— sabemos que te duele, aguanta un poco
—Lory, por favor, mi amor, no cierres los ojos— Lucy limpio las lágrimas de su hija antes de girarse al resto de los perdedores que miraban a la niña agonizando— ¡ayúdenme!
—¡Que nos ayuden con un carajo! — grito Richie al ver que Mike, Stan, Ben, Beverly y Bill no se movían
—Cariño, Lory está...— Bev no aguanto las lágrimas a ver a su ahijada casi inmóvil, en un charco de su propia sangre y con los ojos cerrados
—¡Cállate! — Lucy le gritó a Bev, esa palabra no la podía aceptar— mi amor, vas a estar bien, pero no cierres los ojos
—Lory, por favor, no te duermas— Eddie le tomo la mejilla una vez más tratando de levantarla
—Hermanita, estoy aquí— Dash tomó la mano de su hermana casi sin pulso poniéndola contra su mejilla— por favor, despiértate
—Chicos, ella ya no está...— las palabras de Bill detonaron las lágrimas de tres padres y una hermana que se aferraron al cuerpo de la castaña
Pero Eddie, Lucy, Richie y Dash se negaban a soltar a Lory, abrazaban su cuerpo sin detenerse con sus propios sollozos y pidiéndole perdón miles de veces
<<Estaría viva si hubieran sido mejores padres>>
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-Ellis
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