Capítulo X: You're a loser (*)
Tipo de narrador: Tercera persona
—Tranquilos, ya paso— Ben seguía acariciando los cabellos rubios de sus mellizos que se aferraban a él sin dejar de llorar y se negaban a decir algo— ya paso, están conmigo, están a salvo
Apenas Bill sacó a los tres niños del juego, Sam y Chris corrieron a su padre entre lágrimas y se niegan a soltarlo, mientras que Evan fue a su hermana mayor también pidiéndole un abrazo que se negaba a romper, solo que él parecía en shock y solo escondía el rostro en el hombro de Mía sin decir ni una palabra
—Papá— Evan al fin se soltó levemente del agarre de Mía para mirar a su padre— ese payaso... es igual a la saga que me niego a leer, ¿no es así?
Evan no había podido decir una palabra porque tenía una ola de recuerdos en la cabeza. Si bien nunca se había interesado en los libros de su padre de la manera en que su hermana lo hacía, era muy consiente de cada una de las historias de las que era autor, el terror no era ni de cerca un género que le interesaba, pero a causa de las adaptaciones que hacían de los libros, era imposible no haber notado el parecido de aquel payaso en el espejo con una saga de la que su padre era autor, no debía ser algo de extrañarse ya que los escritores tienden a usar sus propias experiencias en sus libros, sin embargo, esta experiencia le hacía tener escalofríos en la nuca
—Mis ojos...— Beverly se acercó a su hijo al como seguía parpadeando constantemente sin decir algo
—¿Puedo pedirles que nos vayamos a casa? — Evan se soltó del agarre de Mía y retrocedió ya que de repente no quería que nadie lo tocará, ni siquiera su mamá— ya no quiero estar aquí
—Es lo que vamos a hacer— al menos Evan dejo que Bill le revolviera el cabello y le dejara un besito corto en la frente
—Lucy...— el resto de los perdedores miraron a la pelirroja que salió del juego aun algo aturdida, miraba a la nada y guardo el arma en su mano en su cinturón después de terminar de hablar con unos policías locales que estaban en el juego ordenando que se cerrara
Los mayores caminaron en dirección a la teniente, ninguno decía nada y esperaban que ella fuera la primera en hablar
—Dime que lo mataste— murmuró Stan mientras sostenía a su hija dormida en su hombro
—No— respondió secamente mirando rápidamente a Ben abrazado con sus hijos y a Evan recargado en el hombro de Mía— niños, lo siento mucho
Los niños no entendían porque les pedía perdón, ellos más que nada estaban agradecidos con su tía Lucy, sin ella, quien sabe que hubiera pasado con ellos y el extraño del espejo, pero cuando los tres quisieron acercarse a la pelirroja para darle las gracias, sus respectivos padres los jalaron para que no se acercara ya que no sabían lo que realmente estaba pensando Lucy
—Váyanse y pongan a los niños a salvo, yo iré por él— Gray no espero una palabra de su esposo o de sus amigos, se dio la vuelta para empezar a caminar a la salida de la feria
—Pastelito, no vas a ir sola— Tozier la llamó al ver la locura que estaba por hacer
—No quiero que ustedes mueran— les dijo tajantemente mirando de reojo a sus niños, por supuesto que no solo pensaba en sus amigos, también en sus sobrinos, no iba a arriesgarlos por nada del mundo— esto lo debo hacer yo.
—Lucy— la mencionada retiro el brazo cuando Eddie trato de tocarla, ya no estaba enojada con él, pero no quería que nadie la siguiera— ¡Lucy!
No les hizo caso, no lo hizo hace 27 años, qué más da ser una cabezota impulsiva una vez más... y por última vez
(...)
Una vez más, ese escalofrió recorrió cada centímetro de Lucy Gray mientras caminaba hacía esa casa, ese lugar que considero su hogar, que por más sucio y quemado, la hizo sentir segura los primeros años de su vida, que por más asqueroso y tenebroso a ella la reconfortaba
Ya no había nada
—¡Lucy! — la pelirroja oyó los llamados junto con lo múltiples pasos que la hicieron detenerse en su sitio
Sus hijos estaban encerrados en la biblioteca, ellos no iban a dejar sola a Lucy, porque, así como ella nunca los dejo solo, los defendió y estuvo dispuesta a traicionar a su estirpe por ellos... no iban a dejarla sola con Eso ahora
—Ustedes no tienen nada que hacer aquí— empezó a respirar con pesar a ver al resto de los perdedores en la casa— todo es culpa mía, todo empezó cuando me acerqué a ustedes, no lo hice con la intención de que ustedes corrieran peligro— desde niña había aclarado eso, pero quizá nunca dejo de sentir culpa por todo lo que sus amigos sufrieron por su culpa— así que voy a entrar ahí y no sé qué va a pasar, pero voy a sacar a mis hijas de aquí
—Bien— Beverly tomó lo que parecía una vieja decoración con algo puntiagudo en el pico— no te estamos preguntando, hermana
—Bev...— la lacia abrió la boca al ya no sentir la furia que emanaba Marsh contra ella, era como volver a tener a su confidente de vuelta
—Lucy, tú no eres hija de Eso, eres una perdedora— la manera en que Eddie miro a su esposa hizo que ella sintiera un peso menor sobre sus hombros— además eres mi esposa, son mis hijas, y no te voy a dejar sola en esto
—Lucy, no estabas sola, nunca lo has estado— Mike la miro severamente— y no lo estarás ahora.
—Los perdedores no mantendremos unidos— le dijo Ben antes de acercarse a ella
—Richie lo dijo muy bien la última vez aquí— mencionó Bill dándole una mirada al de gafas
—¿"No quiero morir"? — Tozier frunció el entrecejo
—Eso no— murmuro Stan
—¿"Suerte que no medimos penes"? — volvieron a negar
—¿"Hay que matar al payaso"? — esta era la buena, Tozier dirigió su mirada a la pelirroja— hay que matar a tu padre, pastelito
Ya nada los detuvo a abrir la puerta y empezar a explorar dentro de la casa con sus linternas esperando encontrar algún rastro de las niñas o de Eso, aunque ahora solo encontraban, cenizas, polvo y un frio incesante que les ponía a todos la piel de gallina
—La decoración es mejor desde que no vives aquí, Lucifer— murmuro Richie codeando a la mencionada
—Beep beep Richie— le respondió mirando el lugar sin ninguna expresión en el rostro
—Lu...— Ben la llamó al ver como no dudaba al recorrer cada uno de los rincones de la casa
—Conozco este lugar como la palma de mi mano— explico ante la mirada de sus amigos
La puerta de una de las habitaciones se cerró de repente haciendo que Mike, Beverly, Stan y Ben quedaran encerrados en la otra habitación
—¿Ben? — Lucy y Bill empezaron a tirar de la manilla de la puerta buscando abrirla
—¡Ben! — ni siquiera las patadas que ambos soltaron lograban derribar la puerta que los dividía
—Eso no es bueno, ¿verdad? — pregunto Richie al ver a Denbrough y Gray aun tirando del picaporte
Un viejo refrigerador empezó a soltar unos sonidos desde adentro, Lucy lo reconoció, ella lo llamaba ese aparato extraño que guardaba su "basura para humana" como la llamaba su padre antes de que aprendiera que eso era un refrigerador que guardaba su comida
—Joder...— Bill, Richie, Eddie y Lucy miraron el refrigerador abrirse y mostrando lo que parecía ser un cadáver en descomposición de una niña
Una niña pelirroja muy parecida a Dashelle Kaspbrak
—¿Jude?— Lucy rogaba que fuera su hermana, no podía pensar en que su pequeña la hubiera dejado
<<No eres una buena madre, princesa>> ni siquiera sabía porque pensaba eso... era como una maldita voz dentro de su cabeza que se lo repetía y que aumento sus escalofríos al ver que como la cabeza se despegaba del cuerpo haciendo que todos soltaran un grito
—Mamá... papá...— el cadáver miro a Eddie y Lucy que tenían la espalda pegada a una de las paredes, ambos respiraban pesadamente mirando esa cabeza cercenada— estaría viva si hubieran sido mejores padres
—Esto no es real— Richie les habló a ambos, sabía muy bien que pensaban en su hija
Y él sabía que eso no era posible... Dash y Lory eran nietas de Eso... no era tan hijo de puta para herir a su propia sangre... ¿cierto?
La cabeza cercenada empezó a soltar pequeños aullidos de dolor que hicieron erizar la piel de todos los presentes, la cabeza parecía hacer nacer unas patas muy parecidas a la de las arañas
—Tiene que ser un maldito chiste...
La maldita cabeza soltó una estruendosa carcajada antes de saltar encima de la pelirroja buscando arañarle la cara, Richie ni siquiera pensó en irse encima quitándole esa cosa de encima a Gray, ahora logrando que esa cabeza con forma de araña buscara arañarle el rostro
—Mi amor, te tengo— Eddie sostuvo a su esposa que apretaba los dientes y los ojos con dolor— ¿que tienes? ¿dónde te lastimo?
—Siento que me está dando algo— apenas Lucy pudo murmurar eso hacía su esposo
—Lu...— Richie y Bill volvieron a su dirección, sin embargo, miraron el techo donde venía el gruñido de la araña— otra vez ahí está...
La cabeza volvió a irse encima de Richie esta vez más cerca de su cara buscando morderlo
—¡El cuchillo! — Bill miraba el cuchillo en el suelo tratando de alcanzarlo, pero era imposible— ¡Lucy, Eddie, el cuchillo!
—¡Bill, quítamelo de encima!
Ben volvió de sorpresa tomando el cuchillo y enterrándolo en la cabeza cercenada dándole un par de apuñaladas más, con esto pudo quitárselo de encima a Richie. La cabeza se arrastró por uno de los pasillos de manera lenta
—¿Están todos bien? — pregunto Bev mientras se quitaba el sacó para limpiar a Richie de la extraña sustancia de la que estaba cubierto
—¡Pudo haber muerto, lo saben, no es así! — Bill se acercó furioso al matrimonio que no se movía
—Bill, Lucy no está bien— Eddie no soltó a Lucy en todo ese tiempo que parecía retorcerse de dolor en sus brazos y no podía ver sus heridas
—Richie, lo siento, no quiero que mueras— Lucy soltó a Eddie para mirar al de gafas— no se enojen con Eddie, esta asustado
—Lucy, déjame verte— su esposo le pidió casi en suplica, llevaba retorciéndose en sus brazos varios minutos y no le podía ver una herida
—Déjame— pidió mientras se enderezaba lentamente— puedo sola
—¿Estás herida?
—No, no me lastimo
—Pero puedes estar en shock sin darte cuenta, deja...— Lucy manoteo a Eddie cuando la trato de tocar
—No me toquen— alzo la mano apartando a Richie y Eddie de ella
—Lucy...— Bev se quedó pálida al verla— tienes sangre en los muslos...
Los siete la miraron, era cierto, sus pantalones estaban manchados de sangre entre las piernas, no parecía una herida superficial. Eddie y Richie trataron de acercarse, pero al ver las lágrimas bajar por las mejillas de Gray, no tardaron en darse cuenta de lo que en realidad le ocurría
—Estoy sufriendo un aborto espontaneo...— respondió en un hilo antes de limpiar las lágrimas de sus mejillas de un tirón— denme cinco minutos y podemos bajar, no hay tiempo que perder
Su bebé ya estaba muerto, no podía hacer nada por él, pero si podía hacer algo por sus hijas que aún tenía vivas, solo tenía que respirar para controlar el dolor y poder seguir
Sus pequeñas las necesitaban, a ellas aun las podía salvar
Jokabed tuvo razón, pero al parecer, su creador nunca dejaría de ser tan cruel con ella
Gray no dejo que nadie se acercara a ella, no quería la lastima de nadie, no cuando acababa de perder a su tercer hijo, aun le quedaban dos y debía concentrarse en ellas
Bajo las escaleras con cautela tratando de ignorar el dolor en su vientre y la extraña sensación entre sus piernas, Ben fue el único que dejo bajar junto con ella viendo por las escaleras el pozo
—Son muchos recuerdos— murmuró hacía Hanscom
—Todos malos— le respondió sintiendo escalofríos de recordar la última vez que bajo por ese pozo
—No para mí— pero para Gray, ese pozo era el recuerdo de las veces que se tiraba como si de un tobogán se tratara— vamos
Tal como hace 27 años, los perdedores volvieron a bajar por aquel pozo camino a la cloaca de la que alguna vez entraron para salvar a una niña, solo que ahora eran dos, y eso como la primera vez los motivo a seguir
El lugar estaba más asqueroso que hace casi tres décadas, lleno de agua, desolado y no había rastro de Dash y Lory
—No puede ser...
—Aguas grises
—Ben— tomó el brazo del rubio para detenerlo antes de que siguieran junto a sus amigos— en este momento no confió en mí misma
—Lucy, sé lo que seguramente significa para ti— Ben no sabía que decir, para ella no debe ser fácil, y no deseaba estar en su pellejo por nada del mundo
—Yo no lo sé— Gray cortó sus palabras, no quería su pésame, quiera su confianza. Metió la mano en su cinturón sacando el arma que siempre cargaba para extenderla hacía él— quiero que tú la tengas, y que te quedes cerca de mí
—¿Me estás pidiendo que muera contigo? — Lucy y las armas no eran buena combinación, y él que se la diera a él, era como saber que casi todo estaba perdido
—Te estoy pidiendo que vayas conmigo, y cuando llegue el momento justo, si sabes que mis hijas están en peligro— dos lagrimas le brotaron de los ojos antes de respirar ante lo que estaba a punto de pedirle— quiero me mates.
—¿Que?
Ni en un millón de años se hubiera imaginado tenerla pidiéndola que la mate... no era capaz... Lucy era la mujer más noble y leal que había conocido en su vida, su mejor amiga. No había manera en que le hiciera daño en ningún sentido, ni con esa arma ni con ninguna otra
—Esto no sé va a acabar, no mientras yo viva. Tengo una conexión con mi padre mucho más fuerte de lo que todos creen— Lucy suspiro con pesar— si algo les pasa a mis hijas, no voy a poder seguir, tanto que prefiero morir si eso las va a salvar
No había ninguna excusa ni ninguna explicación que lograra convencerlo de alzar la mano para lastimarla
—Lucy, estás embarazada— negó a la defensiva, pero se arrepintió al instante al ver como se le volvían a cristalizar los ojos por la mención
—Mi bebé ya está muerto, Ben. — Lucy también negó, no quería hablar de lo que había perdido— pero Dash y Lory están vivas, a ellas si las puedo salvar
—Lu...
—Júramelo— Lucy apretó el cuello de la camisa de Ben obligándola a mirarla— tú también eres padre, júramelo
Era el dolor de una madre que buscaba salvar a sus hijas, y solo por eso se vio obligado a decir; —Te lo juro
Lucy abrazo a Ben con fuerza, él se limitó a dejarle un beso en el cabello, pero muy consciente de que no iba a ser capaz de cumplir su promesa
Se limitaron a seguir el camino del resto de los perdedores y a sumergirse dentro del agua
—Es aquí— Mike miro a los alrededores recordando el lugar que había pasado investigando casi toda su vida— aquí paso todo
No les quedo más que seguir a Hanlon mientras se aguantaban las arcadas al estar dentro de las aguas grises
—¿Que paso? — Lucy se devolvió para mirar a Beverly que iba justo detrás de ella y que de repente se había detenido
—Creí haber escuchado...— ambas pelirrojas soltaron un grito cuando una extraña figura de una anciana que las tomo a ambas pelirrojas haciéndolas gritar
—¡Hora de hundirse! — la vieja grito antes de llevarse a Lucy y Beverly
Richie, Bill, Ben, Mike y Stan no lo pensaron dos veces antes de sumergirse por completo en el agua en busca de sus chicas, Eddie fue el único que se quedó al pie de esa extraña figura de madera, deseaba entrar por Lucy, pero estaba muy asustado como para poder moverse
—Chicos...— pidió entre balbuceos— chicos, respondan... no quiero salir de aquí solo
Richie emergió del agua con Lucy en brazos que se aferraba a su cuello con fuerza entre sollozos, mientras que Bill sostenía a Beverly por la cintura para que no se hundiera de vuelta ya que también temblaba con fuerza
—Mike, Lucy— Stan llamó a los únicos que sabían que podían responder por conocer este lugar— ¿a dónde vamos ahora?
Mike los guio hasta el centro de esa figura de madera abriendo una extraña compuerta
—En el abismo reside, en el fondo la fe responde— les dijo Hanlon entre balbuceos
—¿Es aquí? — pregunto Stan
—En este punto es una pregunta relativa— murmuro Richie
—¿Qué hay del otro lado? — pregunto Bev
—No lo sé, nadie lo sabe— respondió Hanlon para todos los presentes
—Yo lo sé, creo— Lucy sintió un escalofrió mirando el lugar donde se escondió por mucho tiempo al lado de su progenitor— Mike, no hagas que deje de confiar en ti
—Te lo juro, Lucy— respondió Mike hacia Gray antes de posicionarse en la compuerta— los veo abajo
—Debemos seguir juntos— Stan fue el siguiente en bajar, le siguieron Bill, Ben, Beverly
—No puedo hacerlo— Eddie negó cuando Lucy le extendió la mano
—Amor...— Lucy lo miro suplicante
—No puedo, vieron lo que paso, allá. Iba a dejarlo morir, también a ti— Eddie le devolvió la mirada suplicante a su esposa— me paralice
Eddie no podía sentirse un estorbo, no se perdonaría si por su culpa alguna de sus hijas salía herida, además, tenían a Lucy, Dash y Lory solo la necesitaban a ella, y sabía que Richie no dejaría sola a su mujer. Estaban mejor sin él
—Si dejan que baje con ustedes, voy a hacer que nos maten— Kaspbrak bajo la cabeza, avergonzado de ser una decepción para su familia
—Amor— Lucy sostuvo el rostro de Eddie para obligarlo a mirarla
—Escúchame, nuestras niñas están ahí— Richie le puso la mano en el hombro a Eddie— te acobardaste, bien. ¿Pero quién mató a un payaso psicótico a los 13?
—Yo— Eddie respondió con una pizca de vergüenza
—¿Quién apuñalo al cadáver de Bowers para defender a su esposa?
—Yo también
—¿Quien se casó con la mujer que aprendió a decir la R a los 16 años? — Lucy le dio un golpe en la nuca a Richie
—Yo— respondió Eddie mientras le sonreía a Lucy
—Eres muy valiente— le aseguro Tozier dándole un apretón en el hombro— vamos por nuestras niñas
—Te amo— Lucy acaricio las mejillas de su esposo dándole una sonrisa tranquilizadora— nunca olvides eso
—Yo también te amo— Lucy y Eddie se dieron un beso de unos cuantos segundos— hablaremos de todo esto al final del día
—Claro que lo haremos— le aseguro la pelirroja haciendo que sus frentes se juntaran
Richie y Lucy le dieron el paso a Eddie que entro en esa compuerta con algo de temor de lo que sea que se fuera a encontrar dentro de ese lugar
—Richie— Lucy le sostuvo el hombro a Richie antes de que entrara— quiero que me respondas algo antes de que entremos
—Lucy, yo no fui él que te mando el muñeco de Chucky en la navidad del 2003...— Richie nunca pudo disculparse por su pequeña broma de hace trece años, por si las dudas, seguía negándolo
—Richie— Lucy le dio un golpe en el hombro, eso no podía importarle menos en este momento—¿Aun me amas?
—Lucy...
—Te escuche ese día— eso le quito la respiración a Tozier— ¿aun me amas?
Ambos eran mejores amigos, pero nunca hablaban abiertamente acerca de los sentimientos que Richie tuvo por Lucy cuando eran niños, siempre estuvieron de acuerdo que fue un amor de niños, pero de parte de Gray, no se olvidaba de cada una de las veces que le dijo que la amaba a su manera
—Sí— Richie respondió luego de varios segundos que se sintieron como minutos— llevo toda mi vida fingiendo que no te amo
Tal vez era por eso que nunca se buscó una pareja estable, Richie siempre sintió cosas por sus amigos, ellos le daban la estabilidad y felicidad que quería. Y bueno, cuando tuvo a Malcolm, fue más por deseo de no ser el amigo soltero de los perdedores, ni siquiera veía a su hijo más que cuatro días al mes, mientras que con Eddie y Lucy se sentía feliz y pleno, el amor por Lucy no se podía esfumar de esa manera, pero la respetaba y respetaba su matrimonio con Eddie
—Entonces vas a jurarme algo— Lucy soltó un gran suspiro
—Esperaba un beso— confeso Tozier un poco para romper el hielo
—Richie— Lucy le sostuvo los hombros también obligándolo a mirarla— júrame que, si algo me pasa, tú vas a cuidar a mis hijas
Era una promesa estúpida, él amaba a Lory y Dash, era padrino de la castaña, a la mini pelirroja la consideraba casi su hija, Richie siempre deseo una hija que en realidad fue hijo, Malcolm, jamás dejaría solas a sus niñas ni, aunque se lo pidieran
—Pastelito, no me lo tienes que pedir. Yo amo a mis sobrinas y claro que las cuidare, tú júrame lo mismo por mi duende— Richie negó, pero ahora si pensando en su hijo, que quería más de lo que se atrevía a admitir en voz alta
—No te puedo jurar eso— Lucy le sostuvo la mejilla a Richie que cerró los ojos ante su toque— vas a salir de aquí, y te reunirás con tu hijo
Ni siquiera pensó en lo que estaba haciendo, se inclinó dejándole un beso en los labios de un par de segundos a Lucy, no se esperó a que lo golpeara y en su lugar se fue directo a la compuerta pasando por está dejando anonadada a la pelirroja
Ni siquiera tuvo tiempo de explicarle lo que su promesa significaba
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-Ellis
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