Capítulo VIII: Don't touch him! (*)
Lucy Gray
Dejé salir mis lágrimas que no sabía que estaba acumulando, cuando siento que alguien me toca el hombro y era Eddie, rápido limpie mis lágrimas.
—Tranquila, todo está bien— dijo abrazándome. Pero alcé mi hombro para que me soltara
Me sentía sucia, una traidora, yo era la culpable de todo lo malo que les pasaba y aun así estaban aquí para decirme que todo estaría bien sabiendo que mentía, sabiendo que aun faltaba la parte final del fuego
Y que no podía hacer nada para evitarlo
—No, nada está bien— sollozo— no soy buena para ustedes, deberían alejarse de mi— dije volviendo a romper en llanto.
—Lucy, habla con nosotros, tranquila— dijo Bill acercándose
—No puedo— dije y tomé mi bicicleta, necesito escapar—lo siento— susurré y pedalee lo más rápido de pude...
(...)
Quería estar sola, no quería hablar con nadie, solo quería llorar así que me fui a los baldíos
⟨⟨¿Porque no puedo ser normal?⟩⟩
Me senté en una roca pensando en todo. Todo comenzó cuando yo nací... El día en que una Montgomery conoció a un Gray...
Odio ese maldito hecho, el día en que mi padre en forma humana decidió hacerse pasar por doctor en un psiquiátrico en busca de víctimas donde lo único que se encontró fue a una chiquilla huérfana con esquizofrenia en el área de aislamiento por ser peligrosa, si tan solo la hubiera dejado en paz yo no existiría, mi madre estaría viva y posiblemente mis amigos no tendría que lidiar con algo que los supera
<<Pero te toco existir Lucy Fernanda Montgomery-Gray, y eres superior que cualquier ser que haya pisado este maldito pueblo, incluido el que te engendró>>
Una risa amarga se me escapó cuando escuche esas palabras en mi cabeza, él nunca perdía la oportunidad para recordarme que mi existencia es algo que planeo. Limpié mis ojos ligeramente llorosos y abracé mis piernas recargando mi cabeza en mis rodillas
Lo único que oía era como el río corría con fuerza, gatee hacia la orilla al mismo tiempo que abría la boca... mis dientes... eran colmillos
Esto pasaba cuando dejaba de comer carne por mucho tiempo, mis dientes se afilaban ya que según papá, era el orden natural y necesitaba cazar a mi presa
Pero no quiero
La carne es horrible, sabía a sangre y eso me daba mucho asco, pero por mis colmillos significaba que iba a necesitar más que agua y pan que robaba en el centro de Derry para que mis colmillos desaparecieran
Quiero desaparecer
El agua del río estaba cálida, puse las manos dentro del agua, el sonido del agua corriendo y como se sentía sobre mis manos y las pequeñas gotas que me salpicaban en la cara me fueron calmando, ya no sentía que se me iba a salir el corazón y pude dejar de llorar
Me termine de recostar en el pasto verde, me hice bolita mientras veía el cielo, era azul y el aire me daba en la cara
—Lu...— escuche pasos y voces, cuando me levante, vi a Mike, Stan, Ben y Beverly
—Hola— salude mientras cruzaba las piernas
—Lucy, puedes hablar con nostros, ¿lo sabes, no es así?— Beverly se sentó en el pasto junto a mi mientras me pasaba el brazo por los hombros— puedes decirme lo que sea, eres mi mejor amiga
Ben, Stan y Mike también se sentaron en el pasto junto a mi, y eso me hizo sentir mal, el saber que aun seguían aquí conmigo, que no me habían dejado y que tal vez si me querían de la misma manera en que yo los quería
—Todo va a estar bien— dijo Ben mientras sobaba mi hombro.
—Gracias— sonreí levemente— gracias por no dejarme
—Eres nuestra amiga, Lu— Ben me sonrió sin dejar de apretar mi hombro— no te vamos a dejar sola
—Sabemos que ver a esa cosa fue mucho para ti— Mike me dio una mirada de lastima
—Y lamentamos demorar mucho en seguirte— Stan me dio dos palmaditas en la espalda que me hicieron reir— solo que corres rapido
—No creo que Eddie, Richie y Bill piensen lo mismo, no vinieron— sonreí limpiando las ultimas lagrimas de mis ojos. Sin embargo ellos se quedaron callados mirándose entre ellos, y eso me dio a entender que me estaban ocultando algo— ¿donde están Eddie, Bill y Richie...?
—Fueron a Neibolt...— me levanté inmediatamente del pasto
—¿Solos?— los cuatro asintieron mientras yo sentía que me quedaba sin aire— siganme y no pregunten
Corrí lo más rápido que pude, me tropecé un par de veces, pero no me importaba y seguí caminando hasta donde deje mi bicicleta para tomarla y salir lo más rápido posible para mi casa
Eso es lo que mi padre quería, que lo dejara solo, y por estar ocupada llorando, había puesto a Eddie en peligro
No me perdonaría si algo le pasaba a Eddie, y sobretodo, no lo perdonaría a él.
(...)
Eddie Kaspbrak
Sabía que venir a esta casa no era buena idea pero solo se que Lucy y este payaso tienen alguna relación aunque me cuesta imaginar a Lucy siendo amiga de este payaso.
Maldita sea, la persona que está detrás de todo esto de verdad hace buenos trucos. Espero que solo sean trucos....
La casa era asquerosa, las paredes estaban quemadas, todo estaba lleno de polvo y humedad y parecía que solo un vagabundo viviría aquí solo por no tener otra opción
Richie, Bill y yo estábamos en la parte de arriba de la casa y oía una voz que susurraba mi nombre.
—Eddie— la manera en que esa cosa susurro mi nombre, me congeló la sangre— ¿que estás buscando...?— mierda, tengo que salir de aquí.
Trate de correr pero una puerta de la habitación donde ellos estaban se cerró.
—¡Chicos, chicos, chicos!— golpeaba desesperado la puerta, estaba encerrado y una melodía de una caja de música se hizo presente— ¿que rayos esta pasando?
Y lo más extraño fue que una parte del piso se rompió, tenía la intención de saltar por ahí pero me rompería una pierna si lo hacía.
Todos mis pensamientos se esfumaron cuando una mano larga y fría me tocaba la espalda. Me gire, solo para ver a el mismo leproso que había visto días antes en esta misma casa
—Es hora de tu pastilla, Eddie— no aguante más y me desmaye por lo que caí en el hoyo que estaba en el suelo.
En ese momento sonó la alarma de mi reloj dando a entender que me tocaba mi medicina.
(...)
No sé cuánto tiempo había pasado pero solo se que cuando desperté tenía el brazo roto, no se si fue por la caída o Eso vino personalmente a romperlo.
Mi madre me va a matar.
Lo peor vino cuando un refrigerador que estaba en un rincón empezaron a salir unas manos, cuando se abrió más me di cuenta que era Eso. Se veía mucho más alto de lo que pensé.
—Hora de flotar...— se fue acercando más lento para dar más miedo.
Empezó a simular que mordía mi brazo y a hacer caras tristes cuando yo trataba de gritar.
—Tan delicioso y hermoso miedo...— dijo mientras hacía movimientos raros con la boca.
Empezó a mostrar sus filosos dientes, sabía que este era mi fin, pero de un momento a otro desvió la cara e hizo casi una mueca.
—¡No lo toques!— oí que alguien grito pero no quería abrir los ojos, pero al fin los abrí cuando sentí que alguien me tocó la mejilla, era mí Lucy.
—¡Eddie!— mire a la otra dirección donde estaban Bill y Richie.
—Quédense con Eddie— Lucy sostenía mis rostro, me perdí en ese color azul, pero cuando se levantó y me soltó, el pánico me regreso— ahora vuelvo— se fue a la misma dirección donde se escondió el payaso.
Aún no entiendo como ella me lo quitó de encima sin tocarlo. Pero no me importaba, ella me había salvado y ahora estaba volviendo ahí con tal de protegernos, y eso solo lo haría alguien tan maravillosa y valiente como mi Lucy
—¡Lucy! ¿Que estás haciendo?— Richie gritó al verla caminar tranquilamente hacía otra habitación como sino tuviera miedo
—¡Te va a matar!— todos estábamos gritando pero no hizo caso y siguió caminando.
Ahora mi brazo es lo de menos, solo quiero que vuelva viva.
Lucy Gray
La bofetada que le di a mi padre fue la peor que le he dado en mucho tiempo, tanto que mi mano se puso roja y me ardía, él tomó el lado de la cara donde lo golpee viéndome sorprendido por mi golpe
—¡Eres un mentiroso!— le grité sintiendo la rabia por toda mis venas
—¡Teníamos un trato... princesa!— me miró fastidiado
Si, lo teníamos. Una vez y ya
Pero no pude, sabía que tenía que estar cerca para salvar a mis amigos, pero cuando lo ví encima de Eddie, simplemente no pude, vi como abría la boca enseñándole sus colmillos, y no pude soportarlo, alce las manos para que soltara a mi Eddie
—¡El trato se va a la mierda!— definitivamente se me estaban pegando las expresiones de Richie, nunca había alzado la voz de esa forma— te quiero en el pozo ahora y si te atreves a volver, se me olvida que eres mi padre.
No sé de donde saque la fuerza para decir eso, pero se sentía genial. Nos dimos un duelo de miradas por unos segundos que yo gané cuando le ofrecí aquello que no podía rechazar
—Te deje un ciervo a la mitad en la alcantarilla— dije y le toque su mejilla— Come y luego ve a descansar, yo me encargo de esto— dije y le di unas palmadas en la mejilla.
—¿El ciervo es grande?— preguntó entrecerrando los ojos.
—Lo es— mire otra vez a los chicos que seguían gritando que volviera— vete.
Papá entró al pozo luego de darme una mirada furiosa, tomé aire antes de volver donde oía los gritos de Eddie, cuando recordé su brazo roto, me sentí mal
—Voy a poner tu brazo en su lugar— dijo Richie tratando de tocar a Eddie
—¡No quiero que me toques!— Eddie gritó—¡No quiero que me toques!
—Tranquilo, Eddie— tomé su cara entre mis manos— Va a poner tu brazo en su lugar, pero quiero que me mires a mí, ¿ok?— Eddie asintió y nos quedamos viendo directo a los ojos
Debía admitir que tenía pequeñas habilidades heredadas, así que solo bastaba con hacer que Eddie no sintiera dolor mientras Richie acomodaba su brazo, el cual, si no le hubiera explicado como hacerlo, hubiera concluido con Eddie con el brazo doblemente roto
—Uno, dos... Tres— acomodó el brazo de Eddie pero realmente lo había hecho yo sin que nadie se diera cuenta.
—¿Puedes moverlo?— pregunté tocando el brazo de Eddie.
—Si...— abría y cerraba la mano y podía mover el brazo.
—No se que hiciste, Lu. Pero dejó de moverse como una perra cogiendo— Richie rió y se acomodó sus lentes.
—V-v-vamonos de a-a-aquí— todos le hicimos caso a Bill
Ayude a Eddie a caminar pasándole el brazo por el costado mientras caminábamos afuera, todos estaban asustados y no era para menos, solo que yo ya estaba acostumbrada y ahora solo podía pensar que iba a hacer para vengarme de mi padre y dejarle en claro que le iba a ir peor si volvía a tocar a Eddie
(...)
Conozco a monstruos que dan miedo, mi papá es un ejemplo claro, pero hasta ahora me ha dado más miedo la mamá de Eddie cuando vio que llegamos sucios.
—Ustedes, hicieron esto—nos señaló a todos con su dedo— Saben lo delicado que es— dijo mientras arrastraba a Eddie a su auto.
—No-nos atacaron, Señora K...—mi futura suegra lo interrumpió.
—No, no trates de culpar a nadie— habló mientras se le caían las llaves del coche y Beverly trato de levantarlas pero le dijo que no— He oído de ti Beverly Marsh. No quiero que una chica como tú toque a mi hijo.
—Señora K, l-le j-juro que...
—No, son unos mounstros, por su culpa Eddie pudo contraer SIDA o algo peor— que ignorancia.
—Solo cuidamos a Eddie— di dos pasos al frente viendo a su madre— nosotros solo buscamos cuidarlo, no le hicimos nada, deje de gritarnos, señora
—¿Ah sí?— me quise hacer pequeña al ver como la mamá de Eddie se acercaba a mi— dime, niña, pareces una vagabunda, debes tener piojos y no voy a permitir que una sucia limosnera como tú se acerque a mi hijo
—Oiga, con ella no se meta.— Mike me sostuvo, lo abrace porque me dolieron las palabras de la mamá de Eddie. Ben y Beverly me tomaron del hombro para jalarme porque la señora estaba muy cerca de mí
—Eddie ya no va a salir con ustedes y menos con esa vagabunda piojosa— la señora Kaspbrak me apunto furiosa
Me dieron mas ganas de llorar, porque sabía que Eddie siempre obedecía a su mamá, si no me quería cerca de él, eso significaría que no iba a ver a Eddie
Y yo no quería eso
—Lucy, eres la primera que conozco que tiene los ovarios de enfrentar a la madre de Eddie— Richie rió un poco, pero yo seguía con ganas de llorar
—Lucy, tú viste el pozo— Bill caminó hacía mi— sa-sa-sabes dónde se esconde Eso y la próxima vez iremos preparados
⟨⟨Oh mierda, aquí vamos de nuevo...⟩⟩
Yo acabo de sacrificar a un pobre ciervo, me dolía la mano y la mamá de Eddie me odiaba. Y Bill quería volver a pasar lo mismo de los que yo acababa de salvarlos
—¡No!— Stan gritó— ¡no va a haber otra vez Bill! ¡estás loco!
—¿Por qué? Nadie más hará nada— Beverly apoyó a Bill. Yo solo podía pensar en la locura que estaban pensando
—¿Sabes qué hubiera pasado si Lucy se quedaba un minuto más con ese maldito payaso? ¿Sabes todo lo que le hizo a Eddie?— Richie me apuntó— ¿o quieres volver a usar a Lucy de carnada? ¿Quieres que eso la mate?
Mi papá no me mataría, pero Richie tenía razón.
—No podemos fingir que se va, Ben tu lo dijiste, Eso vuelve cada 27 años— Beverly volvió a hablar
—Bien, tendré 40 y muy lejos de aquí— Ben negó repetidamente— creí que tu tambien querias irte de este lugar
—Si, pero quiero hacer algo importante, no huir
—No es hacer algo importante, es estupidez— fue la primera vez que hablaba. Pero tenía que fingir que no sabía— ha matado a tantos niños, solo somos los que siguen en la lista
—Lucy tiene razón— Stan me apuntó
—Bill, debes aceptar los hechos. Georgie murió. No hagas que nos maten también— Richie le dijo la cruel verdad a Bill, yo baje la cabeza volviendo a sentir las náuseas de hace un par de horas
—Georgie no está muerto— me rasque la nuca al oír esa mentira. Yo más que nadie sabía que el hermanito de Bill estaba muerto
—No pudiste salvarlo, pero no vas a poner en peligro a Lucy para demostrar que si— Richie dio dos pasos al frente
—No— Bill le sostuvo la camisa a Richie— di-discúlpate. Estás asustado, igual que todos, pero discúlpate.
Bill y Richie se empujaron por unos segundos, hasta que vi como le daba un golpe con puño a Richie que lo dejó en el suelo y que me hizo inclinarme para verlo
—¡Son unos perdedores!— intente acercarme a Richie, pero él me manoteo para levantarse y ver de frente a Bill— ¡son unos perdedores y los matará ese maldito payaso!.
—¡Esperen!— Beverly se puso en medio de los chicos
—¡No pueden lastimarlo!— me enoje, por un segundo no tuve más remedio que mentir— ¡lo vi como es realmente! ¡no se metan en donde saben que solo perderemos!
—¿Que fue realmente lo que Eso te mostró?— Bill me vio con atención
—No quieren saberlo.— de eso estaba completamente segura
Cada uno de nosotros tomó su bicicleta. Pedalee lo más rápido que pude queriendo alejarme de todo y de todos.
Hice un trato con mi padre, un trato para salvarlos, y ahora sabía que no haría el intento para cumplir su promesa, mi deber era alejarlos de él, y eso haría
No me importaba también alejarlos de mí, si eso los mantendrá a salvo
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—Ellis
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