Lucy Gray

Los chicos ya se dieron cuenta que algo pasa en Derry, si siguen investigando se darán cuenta y no me quedara de otro que decirles mi secreto

Estoy llena de secretos, no sé porque decidí querer llevar una vida normal, soy hija de una mujer con esquizofrenia que se terminó suicidando y de un ente diabólico que devora miedo. No sé cómo es que pensé que de esa destroza combinación debió salir algo bueno, tal vez soy un monstruo igual que mis padres y sólo es cuestión de tiempo de que se revele mi verdadero ser

Jamás sería normal, eso nunca será para mi

Nos encontramos todos en la feria en una de las bancas, Eddie interrumpió mis pensamientos.

—¿Déjame ver si entendí?, sale de un lado a comer niños un año, ¿y luego que? ¿Se pone a invernar?— preguntó Eddie frunciendo el ceño.

—¿Tal vez es como? ¿cómo le dicen? cigarras, los bichos que salen una vez cada 17 años— habló Stan.

—Mi abuelo cree que Derry está maldito, dice que todo lo que pasa es por una cosa, algo que come gente de Derry— hablo Mike algo asustado.

—Yo vi un leproso...era una infección caminando— recordó Eddie con asco.

—Pero nada de esto es real, no lo es el leproso, ni que Bill viera a Georgie, ni la mujer que yo he visto—hablo Stan bajando la cabeza.

—¿Y es linda?— preguntó Richie sonriendo.

—No Richie, ¡NO ES LINDA!, su cara está desfigurada, nada de esto tiene sentido—  Stan volvió a bajar la cabeza— Son como pesadillas...

—No lo creo, conozco la diferencia entre una pesadilla y la vida real— hablo Mike.

—¿Qué viste? ¿Tu viste algo?— preguntó Eddie hacia Mike.

—Si, ¿conocen la casa que nada que está en Harris?— todos asentimos— yo estaba adentro cuando se quemó, está encerrado en una habitación, mis padres estaba empujando, no podían salir y cuando nos rescataron los bomberos, se había derretido la piel de sus manos— todos quedamos en silencio— todos tenemos miedo— completo.

—Así es— hablo Richie volteando a ver un espectáculo con un payaso.

—¿Por qué Rich? ¿A qué le tienes miedo?— le preguntó Eddie a Richie.

—A los payasos—dijo acomodando sus lentes y yo solo cerré los ojos.

Por lo que me han contado mis amigos me doy cuenta que a papá le valió un carajo la promesa que me hizo, se supone que él solo está jugando.

—¿Tu a que le tienes miedo, Lucy?— me preguntó Bill sacándome de mis pensamientos.

—A las arañas— conteste con algo de asco.

Recuerdo muy bien el origen de ese miedo, tenía 5 años y de un momento a otro se me apareció una araña gigante -que en realidad era papá-,  me asusté mucho, grite, lloré y le pegue con una escoba varias veces en la cabeza. Después de eso no puedo ver una araña por más pequeña que sea.

Pero las arañas solo eran un miedo exterior, mi mayor miedo que cuando ellos sepan mi secreto me abandonen, no es algo que pueda controlar, además de no quiero cambiar nada en mi, no tendría ni siquiera que elegir entre mi papá y mis amigos

Espero nunca tener que elegir... Porque elegiría a la única familia que conozco, elegiría a quién me cuida y haría todo por mí

Elegiría a mi papá.

(...)

Aun así estaba furiosa con él, porque me había prometido algo y no lo estaba cumpliendo, así que apenas vi que llego a casa, ni siquiera espere a responder su saludo e ignoré el olor de la sangre y me acerque enojada y lista para reclamarle 

—Mi princesa, es hora de que....— la bofetada que le di a mi papá lo hizo girar la cara y que se callara— ¿que fue lo que hice?

—¿Qué fue lo que hiciste?— lo miré completamente furiosa, sentía como mis ojos empezaban a cambiar de color por lo furiosa que estaba— estabas jugando, dijiste eso, y fuiste a asustar a mis amigos, prometiste que no te meterias con ellos y es lo primero que haces

—Yo no sabía que ellos...— le di otra bofetada que lo calló— no te mato solo porque eres mi hija. 

—¿En serio?— reí levemente— no me matas porque me quieres, pero una mas y te juro que...

—¿Quieres que los mate a ellos?— me quede callada ante su amenaza— Lucy, tú tienes hambre y mi deber es alimentarte 

—Yo no como carne humana— negué mientras sentía mis ojos levemente mojados

—¿Ah no?— me obligo a abrir la boca notando lo mismo que vi esta mañana, la cerré a los segundos— tienes que comer, princesa 

—No.— moví la cabeza— no quiero.

—Si tu no quieres comer, yo sí— me advirtió— no los voy a matar, solo me alimentare de su miedo

—No les hagas más daño del necesario— accedí mientras lloraba— sé que es necesario, pero no quiero que los lastimes 

—¿Tanto te importan?— no dije nada— ¿quieres a tus amigos?

—Si.

—¿Matarías por ellos?

—...Si— no estaba muy segura de esa respuesta 

Papá no me enseñaba cosas sobre los sentimientos, decía que los sentimientos te hacen débil, por eso era que los humanos eran la cosa más débil que existe, por sus sentimientos, pero hubo uno que si me enseño, cariño... Recuerdo que cuando tenía 7 años, fue la primera vez que lo acompañe a cazar, primero asustamos a nuestra presa, una mujer con un niño que era su hijo, antes de asesinar a la mujer, está suplico mucho para que su hijo quedara con vida, hasta su último aliento lo hizo, papá accedió y el niño quedó vivo, y tambien me dijo algo que nunca olvide 

<<Matar o morir es la mayor muestra de cariño>>

Entendí en ese momento después de que me dijo eso ya que me entregó el brazo de la mujer para que pudiera comer, él había matado por mí y para que pudiera comer, y eso era porque me amaba

—Esta bien, princesa— me tocó el cabello— dejaré a tus amigos en paz, si me dejas una vez más 

No sabía a qué se refería, pero si con esto los dejaría en paz, solo tendrían que sufrir una vez más 

—Esta bien...— accedí— ¿prometes que solo una?

—Si mi princesa. Te amo— dijo abrazándome.

—Y yo a ti papá— dije respondiendo su abrazo

—Nunca debí dejarte que te hicieras amiga de la comida— lo separe inmediatamente de mí 

—¡Robert Gray!— mis ojos se terminaron de poner amarillos después de que lo empuje 

—¡Lucifer!— hizo una voz rara. A veces me pregunto quién se lo ocurre ponerle a su hija Lucy Fernanda pero luego recuerdo quien es mi papá y se me pasa— Te amo mi princesa, descansa.

—Yo también te amo papá— dije dándole un beso en la mejilla

Busque un lugar cómodo y seco para dormir, estaba muy nerviosa, pero solo seria una vez más, solo una y después los dejaría en paz 

Que todo pase rápido, por favor

~Al día siguiente~

Nos encontramos en la cochera de Bill, dijo que nos quería mostrar algo, Mike trajo un aparato extraño que daba una luz a la pared, mientras que Ben llevo una de las fichitas de su casa, Stan acomodó asientos en la cochera que nos dejaba ver la luz del aparato que se veía en la pared.

—Ahí— Bill señaló una cruz en el mapa de papel— es donde Georgie desapareció...

La ubicación y el nombre... no puede ser...

Recordé el llanto del niño, recordé la sangre de ese día y del lugar, y lo que es peor, recordé el sabor

Una lágrima me rodó por la cara, sentía asco, me quise arrancar la lengua y destrozarme el estómago... no puede ser, el hermanito de Billy había sido la última carne humana que probé hace más de un año...

Solo tuve hambre... yo no sabía...

—Esa es la siderúrgica, y el Blacksport, donde quiera que eso pasa está conectado con las cloacas, y todo llega al...

—...al pozo— completo Ben frunciendo el ceño.

—En la casa de la calle Neibolt— dijo Stan asustado.

—¿Es la casa donde todos los drogadictos y vagos duermen?— dicho esto, Eddie tomó su inalador.

—Odio ese lugar, siempre siento que está observándome— dijo Beverly.

—Es donde ví a eso, a ese payaso— dijo Eddie tartamudeando.

—Es donde vive Eso— afirmó Bill

Mi casa...

—No me imagino algo que quisiera vivir allí— Eddie se levantó muy alterado.

—¡Ya no quiero hablar de eso!— Eddie se levantó de su silla muy asustado aun sosteniendo su inhalador—¡no puedo respirar!, ¡es verano!, ¡somos niños!. ¡NO PUEDO RESPIRAR! ¡TENGO UN ATAQUE DE ASMA!— me quise acercar, pero al verlo rojo mejor me quede en mi lugar algo asustada por sus gritos— no voy a hacer esto.

—¿Que haces? Por ese mapa— dijo Bill señalando la pared después de que Eddie arrancó el papel, pero Eddie negó varias veces, la luz de la caja empezó a cambiar muy rápido, mostrando imágenes de Bill y de su familia, solo cerré los ojos, porque sabía lo que venía...

El proyector empezó a acercarse en la cara de Georgie, me dieron mas ganas de llorar, el saber que por mi culpa esa pequeña sonrisa se había ido, y que en su lugar quedó el dolor de Bill y de sus padres....

Nadie decía nada mientras las fotos pasaban de manera rápida, en la cara de la mamá de Bill, poco a poco se fue haciendo la cara de mi papá

Que acabe pronto...

Todos empezaron a gritar hasta que Mike pateó esa cosa que daba luz, las fotos pasaron más lento,  parecía que no pasaría nada, pero yo sabía que si

Mi papá salió del proyector, hasta a mi me sacó un grito que puso a latir mi corazón más fuerte de lo normal, y sin pensarlo y olvidando la promesa, me puse enfrente de Beverly, por qué se veía que tenía intenciones de lastimarla...

—¡¡¡PROMETISTE QUE NO IBAS A HACER ESO!!!— grite muy enojada por lo que mis ojos cambiaron de color azul a amarillo, igual que él, los chicos se quedaron en shock.

—¡¡¡Y TU PROMETISTE QUE NO TE IBAS A METER!!!— grito papá igual de enojado.

—¡LO PROMETISTE!— solo negó y desapareció, sabía que íbamos a pelear cuando llegará a la casa, Ben abrió la cochera y mis ojos volvieron a la normalidad, después de eso empeze a llorar... Soy una maldita marica.

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—Ellis