Capítulo IV: All monsters are humans (*)

Tipo de narrador: Tercera persona 

Las sirenas de policía y ambulancia retumbaban por el puente de los besos, había muchas personas deseando ver detrás de la cinta amarilla que decía no cruzar, que ni siquiera parecieron notar cuando un versa negro aparco y de él bajaron tres adultos buscando a sus hijos

El resto de los perdedores pudieron encontrar a sus hijos en la feria, Ben de inmediato fue al lado de los mellizos y aunque siempre dijo que esos dos lo tenían al borde del psiquiátrico, por esta vez no pudo estar más aliviado de verlos y abrazarlos con todas sus fuerzas. Bill y Beverly se reunieron con Mía y Evan respectivamente, Bill olvido que estaba molesto con Mía por quemarlo en twitter y la abrazo como si su vida dependiera de ella, mientras que Bev corrió a abrazar a Evan sin importarle que estaba lleno de raspado de cereza y le pidió a «sus ojos» que jamás la vuelva a asustar de esa forma, por último, Lily ya se había quedado dormida mientras Camille la cargaba y cuando su padre y su tío Stan llegaron, solo le entregó a la pequeña rizada a su tío que se alivio al verla igual que cuando la dejo al cuidado de la morena, que apenas soltó a la niña, corrió a abrazar a su padre sin entender porque, pero se veía que necesitaba un abrazo

Pero cuando Lucy, Eddie y Richie preguntaron por sus tres hijos, Mía les dijo que se habían ido a buscar el auto hace media hora, pero que al ver a Lily un poco alterada porque un loco se le acercó, prefirieron quedarse en el lugar donde había más luz, después de todos ellos no conocían Derry 

—¿Donde carajos se metieron?— Tozier maldijo mirando a todos lados. Malcolm y Lory seguían sin contestar sus celulares y el de Dash en definitiva les mandaba a buzón

Gray no podía dejar de mirar los barandales del puente sin recordar esa vez cuando Henry Bowers y sus amigos la sostuvieron contra el puente mientras la golpeaban y le rompían la ropa, recordaba el amargo sabor de ser tocada contra su voluntad, pero luego recordó la sensación placentera cuando degolló la garganta de su abusador asegurándose de ser la última 

Aun así se acercaron a las miles de patrullas encendidas, sin embargo, a los tres les estuvo por dar un infarto cuando oyeron que encontraron un cadáver en el río y que había dos testigos del crimen. ¿Un asesinato con dos testigos? Justo el número que les faltaba. Así que Tozier, Gray y Kaspbrak corrieron sin importarles la cinta amarilla y

—Señora, no puede pasar— el oficial apuntó del otro lado al ver a la mujer junto con los dos hombres cruzar la cinta. La pelirroja solo tuvo que mostrar su placa para que oficial la mirara con los ojos abiertos

—Soy la teniente Lucy Gray de la fuerza especial de Nueva York— le dijo en el tono demandante que siempre usaba 

—Pase usted, teniente— el oficial sólo se hizo a un lado para dejarla pasar al lado de sus acompañantes para acercarse a las ambulancias 

—Debemos agradecerle a tu rango, pastelito— murmuró Tozier torpemente siguiendo los pasos del matrimonio 

—Lory, Dash— Lucy y Eddie miraron la primera ambulancia, solo un hombre de veintitantos que parecía en shock— ¡niñas!

—¡Papá!— una voz familiar los hizo acercarse a la segunda ambulancia donde vieron a su primogénita recibiendo lo que parecía ser un suero conectado a su brazos

—¡Lory!— ambos se lanzaron a abrazar a la castaña que se quejó que la apretaban pero si así la soltaron

—¿Que paso, cielo?— Eddie le tomó las mejillas mirándola de arriba a abajo, solo estaba despeinada, parecía que transpiraba y su maquillaje estaba corrido

—Estoy bien, enserio— Lory sonrió achinando los ojos a sus padres y padrino mientras tocaba la punta de su nariz y volvía a extender los brazos repetidas veces— todo bien 

—¿Dónde está tu hermana?— sus padres le preguntaron haciéndola parpadear

—¿Malcolm está con ella?— tampoco pudo responderle a su padrino, y es que estaba mareada

—¡Papá, tía Lucy!— oyeron la voz de Malcolm no muy lejos

—¡Dash!— la pelirroja menor estaba en la otra ambulancia al lado de Malcolm, que solo estaba con la camisa arrugada, sin lentes y abrazaba por los hombros a Dash que estaba envuelta en una toalla igual con el maquillaje corrido, una pequeña vende en la frente y parecía mirar a la nada— ¿estás bien, mi amor?

—E...Eso creo— Dashelle pudo alzar la cabeza para responder a los adultos— me siento fuera de mi misma 

—Mocoso— Richie miró a su retoño, este pensó que lo iba a regañar por seguir cerca de Dash cuando le advirtió que se alejara de ella

—Papá, antes de que....— Malcolm fue sorprendido cuando su padre le jalo del hombro para abrazarlo. Se sintió extraño pero respondió el abrazo, su papá casi nunca lo abrazaba

—Estás bien, eso es lo que importa— murmuró Richie contra la coronilla de su hijo tratando de controlar su corazón latiendo ante el miedo de que algo le pudiera pasar

(...)

El objetivo era claro, salir de Derry mientras pudieran 

Así que apenas los perdedores llegaron al hotel despues de que la policía local obligará a declarar a Dashelle Kaspbrak por ser una de las dos testigos del asesinato de Adrian Mellon. Cinco perdedores volvieron al hotel con sus hijos, Stan volvió a casa de Hanlon a buscar sus cosas y la de su hija, mientras que Bill y Mike se habian perdido después de que dejaron encargadas a sus respectivas hijas con Beverly y Stan respectivamente, sólo buscarían sus respectivos equipajes para irse a la central de autobuses y de ahí al aeropuerto de Maine

—Oigan, se que fue una tragedia, pero me demore desempacando hora y media— Sam se quejó cuando su padre le ordenó junto con su mellizo que hicieran las maletas ya que se irían en este momento

—Yo fui quien desempaco por ti— Evan recibió un codazo de Sam por revelar su trato— ¡au!

—Sam, Chris. Hagan sus maletas o les quito el internet una semana— los mellizos miraron con la boca abierta a su padre. Pero pensando que se volverian locos sin sus redes sociales y videojuegos, ambos empezaron a subir las escaleras cabizbajos

Mis ojos, ve a empacar lo nuestro, ahora subo—Beverly tomó las mejillas de Evan dándole un pequeño beso en la coronilla. el ojiazul asintió a regañadientes— Mía, ayuda a tu hermano— ordenó ahora a su hija que también rodó los ojos fastidiada a subir las escaleras del hotel

—Tenias que hablar, metiche— Mía le dio un pequeño zape a Evan

—Hoy todos se levantaron con ganas de pegarme— Evan ya no sabía si sobarse la nuca o la costilla

—Falto yo— Lory se le lanzó contra el cuello de su primo haciéndolo quejarse

—Lory, ayuda a tu hermana— Lucy intentó llamar a su hija mayor, pero ella siguió jugando mientras subía las escaleras

—Yo te llevo, tranquila—  Eddie miró a su hija menor que aún parecía seguir en shock, así que sostuvo su brazo guiandola a su habitacion 

Richie subió para pelearse con su hijo ya que en estos momentos maldecía tener el último piso en el hotel mientras que Beverly corrió al bar del hotel siendo seguida por Ben y Lucy al verla un poco alterada

Ben a pesar de todo quería ayudar a Beverly, ya no sentía nada por ella, pero seguía siendo su amiga y le tenía cariño, pero por esta ocasión, le cedió la misión a Lucy, se suponía que debía tener más confianza con ella que era su mejor amiga 

—Bev, haz estado muy callada— Beverly terminó de servir otro caballito de tequila y bebérselo de un tirón— desde el restaurante no me miras 

—No puedo decirte...— siguió evitando la mirada de Lucy

—Eres mi mejor amiga, puedes decirme lo que sea— recordó esa vez donde le dijo casi las mismas palabras

Ya nada era igual

Marsh no podia, no podia verla a los ojos y pensar en su mejor amiga, aunque por 27 años lo haya sido. Lucy fue su primera amiga, la primera mujer en tratarla bien, su confidente, vivió con ella casi cuatro años, la apoyaba en todo, fue su cómplice en sus pruebas de embarazo, la madrina de sus hijos, su hermana

Pero ya no podía ver a su hermana, en este momento veía a la hija de la cosa que más le hizo daño, la hija del causante de sus pesadillas.

—Hay algo que no has dicho— le dijo seriamente— dijiste algo de que sabias que íbamos a morir

—¿Que?— Richie la miro incrédulo mientras terminaba de bajar su maleta

—No quiero hacer esto— evitó la mirada azulada de Gray mientras iba a recepción 

—¿Tú sabías cómo íbamos a morir?— Tozier miro incrédulo a los tres que seguían a la pelirroja de cabello corto

—¿Que te hice, Bev?— la mencionada siguió tocando la campana de la recepción, al no tener respuesta solo se pasó a buscar la otra llave para ir con sus hijos— ¿como sabes eso?

—Bev, dimelo. Ten confianza como antes— Ben se puso frente a las escaleras para no dejarla escapar— ¿como sabías?

—Porque lo vi— Marsh la miró completamente destrozada— vi la muerte de todos...

Ben, Lucy y Richie se quedaron sin habla ante las palabras de Beverly que seguía sollozando lentamente 

—Solo faltan las medicinas de Dash— Eddie llegó a la recepción poniendo la maleta en el suelo— ¿de que me perdí?

(...)

La recepción apestaba a cigarro, Beverly y Lucy llevaban media cajetilla tratando de calmar sus nervios y sus manos temblorosas, Marsh aun no podía mirar a Gray a los ojos, no podía odiarla ni tenerle rencor, o eso pensaba, pero no quería ver a su mejor amiga y cambiar de opinión

—¿Cómo es que viste la muerte de todos?— Eddie miro las dos cabelleras rojas sentadas en los sofás de la recepción

—Es como lanzar una maldita granada— concordó Eddie 

—Cada noche desde Derry, yo— Beverly titubeo un poco después de soltar el humo en su boca— tengo estas pesadillas, gente sufriendo, personas que mueren

—Tienes pesadillas, yo tambien. muchos tenemos pesadillas. — Eddie la corto— No significa que tus visiones sean ciertas

—He visto a cada uno de nosotros...— Beverly levantó la vista mirando a los cuatro restantes con los ojos completamente cristalizados

—¿Cada uno de nosotros, que?— Bill, Mike y Stan entraron al hotel para caminar directo a la recepción. Stan llevaba cargando a Lily que iba dormida sobre su hombro, mientras que Bill caminó hacía la madre de sus hijos al verla tan afligida  

—Acabaremos muertos si seguimos con esto, Bill— Beverly levantó la vista hacía el castaño— es nuestro destino

—¿Cómo es que el resto no lo ve? ¿Cual es la diferencia?— Richie camino como león enjaulado por toda la recepción

—Luces de la muerte— fue lo primero que Lucy dijo después de minutos de silencio

Y entonces recordaron todo lo que paso ese dia en las alcantarillas, como encontraron a Beverly flotando en una especie de trance. Lucy recordó su propia experiencia con las luces de la muerte, solo que ella no veía nada, solo recordaba la sensación de sentirse muerta y flotando en la nada

—Fue la única atraída a la-las lu-luces de la m-muerte ese día— los siete restantes miraron con el ceño fruncido a Denbrough que parecía volver a tartamudear después de años

—Todos fuimos tocados por eso— Mike se puso al centro— como una infección, un virus. Ese virus ha estado creciendo por 27 años 

—Va a destruirnos a todos. Lo que Beverly ve nos llegara a pasar, nos pasara a todos si no lo detenemos— murmuró Stan— pero tenemos una ventaja 

De nuevo, todas las miradas sobre Lucy Gray

—No vi tu muerte...— Beverly al fin levantó la vista hacía Lucy Grau

—¿Que?— Gray miró a Marsh con el ceño fruncido, la realidad es que nunca se detuvo a pensar en su muerte

—La tuya no la vi— Beverly al fin miró a Lucy, no con vergüenza, sino con una pequeña punzada de rencor 

—Claro que no la ibas a ver. Es la hija del patrón— Richie volcó los ojos 

—Callate, estúpido.— Lucy le aventó a Richie la colilla del cigarro que acababa de terminar 

—¿Y como vamos a hacerlo?— Eddie ignoró la punzada que estaba teniendo al ver a Richie y Lucy tan cerca

—El ritual de Chüd— Mike volvió a ganarse las miradas de sus amigos— los shokopiwah, los primeros en enfrentarlo, tienen un dicho; "Todo ser vivo debe obedecer las leyes de la forma que habita"

—¿Un ritual tribal? — Tozier soltó un gran bufido—Tienes que haber otra forma, esta cosa vuelve cada 27 años, pues hay que volver y ya 

—Tendremos 70 años, idiota— y Eddie aprovechó para insultarlo

—No funciona así— Bev volvió a sollozar solo logrando que Bill tomara su mano para que no se terminará de quebrar— ninguno de nosotros vivirá otros 20 años 

—Entonces si no vencemos a Eso en este ciclo...— Ben dejó la frase al aire

—Moriremos

—De forma violenta— recordó Tozier

—No me lo recuerdes— Kaspbrak intercalo miradas entre Tozier y su esposa que seguía fumando 

—Lo dijo tu mujer— señaló a Gray que solo lo miró cansada 

—Chicos, lo hemos visto, es la única solución— Stan y Bill dieron un par de pasos al frente

—Tenemos que recordar— les aseguró Mike

—¿Recordar que...? 

(...)

Los niños volvieron a quejarse al recibir las órdenes de que aún no se irían, y que por lo tanto empacar de nuevo había sido en vano 

Ben le dio más dolor de cabeza con sus mellizos que se quejaban por las maletas y al final terminaron desparramando la ropa por todo el buro. Mientras que Evan y Mía se hicieron los dormidos para que ya no volver a empacar, sus padres no se la creyeron, pero los dejaron porque eran muchas emociones por el día. Malcolm ni siquiera había obedecido a su padre la primera vez, así que todo en la habitacion seguia igual. Mientras que Mike y Stan volvieron a la casa del primero para que Lily pudiera descansar un poco y sin molestar a Camille ya que tenían que pedirle que se encargará de la niña mañana 

Lucy y Eddie estaban en la habitacion de sus hijas, Mallory solo alcanzó a quitarse los zapatos antes de enterrar la cara en la almohada, así que su padre solo la cubrió con el edredón y le dejo un beso en la frente

Dash seguía en su cama aun mirando al techo, no podía cerrar los ojos porque aun tenia la grotesca imagen del asesinato que presenció y que la estaba volviendo loca. Cuando su padre entró, fingió estar dormida y solo sintió como su padre le revisaba el vendaje de la frente y le daba un beso del otro lado donde estaba sana. Cuando su madre se acercó, le tomó la mano levemente dándole a entender que estaba despierta 

Adoraba a su padre, pero con su madre tenía una cierta complicidad que nadie podía explicar, así que ella era la única a la que le podía confiar todo lo que le pasaba por la cabeza

—Mamá...

—¿Quieres nos contemos nubes?— le sonrió mientras se recostaba a su lado en su cama descansando su cabeza en sus rodillas para alborotarle el cabello

—Mamá— la menor soltó un sonoro bufido al recordar comos siempre hacía eso cuando era pequeña y no podía dormir— ya no soy una niña

—Eres mi niña— le llenó la cara de besos haciendola reir y olvidarse de todo por un momento— nunca vas a crecer, siempre serás mi bebé

No se equivocaba, Dash era una niña de mamá

—Mami, tuve mucho miedo— se pegó más al agarre de su mamá queriendo sentirla más cerca— Malcolm y Lory tenían razón, no debí acercarme, pero quería ayudar. Siempre dices que nunca ignoremos a los que necesitan ayuda, quería ser tan valiente como tú 

Como su mamá le acariciaba la frente y el cabello le dio la fuerza para seguir contando, ni siquiera a la policía le había dicho esto, temía que pensarán que estaba loca

—Pero luego, baje por el puente hacía el río, no podía ver nada, sé que me rehuso a usar lentes, pero esto era más. Y cuando vi algo, vi a Adrian del otro lado del río. No estaba solo...

Gray temió por oír la respuesta de su hija

—¿Cómo era ese hombre?

—No era un hombre, era un...— «un monstruo», quiso decirlo, pero no sabía cómo lo tomaría su madre, y por mas que lo intentara, su sentido de la razón le decía que se equivocaba, que todos los monstruos eran humanos— un payaso...

Y entonces su madre perdió el color de la cara, pero Dashelle no lo pudo notar, estaba muy ocupada quebrándose a llorar en brazos de su madre de solo recordar al payaso arrancarle de una mordida ese trozo de carne como si quisiera llegar a su corazón, se sentía tan triste de no poderlo salvar 

Lucy consoló a su hija que lloró en sus brazos hasta que se quedó dormida, eran pasada la medianoche cuando se despegó de su niña procurando no despertarla, le quitó los zapatos y la cubrió con su edredón hasta los hombros antes de dejarle un beso en la coronilla 

—No se va a acercar a ti.— le aseguró antes de enderezar la espalda y caminar a la puerta 

Subió a la habitacion ya viendo a su esposo en pijama, pero aun recargado en el borde de la ventana. Se supone que apenas amaneciera, ellos irían a donde Mike los llevará, por lo cual debían dormir un poco, o al menos tratar

—¿Ella lo vio, no es así?— le dijo Eddie sin girarse a verla por completo

—Si

—Lucy— se dio la vuelta para encararla. Se estaba quitando los tacones y el resto de su ropa para ponerse un camisón para dormir antes de quitarse el maquillaje y los aretes

—No me digas nada— le dijo mientras ponía sus manos en el borde su colchón sintiendo un gran peso sobre sus hombros— solo te quiero dejar en claro que jamás dejaría que se acercara a nuestras hijas

—¿Segura?— no le gusto el tono que estaba usando, lo miró con la ceja levemente alzada— ¿y que hay de ti? ¿no quieres ir a verlo?— Lucy desvió la vista al quedar expuesta ante sus pensamientos— te conozco muy bien. Pero no puedes ser la madre Teresa con ese maldito...

—Debería intentarlo— le trato de explicar

—¿Dices que ya no es nada tuyo, no es así?— sus miradas azul y café se encontraron mirándose desafiantes por unos segundos— accediste a lo que dijo Mike, ¿que tan cierto es?

—¿Crees que soy una mentirosa?

—Hace 27 años nunca dijiste la verdad hasta el último momento— la pelirroja trago en seco recordando la verdad que de verdad la hacía una mentirosa— cuando te golpeo, recuerdo muy bien ese momento, cuando te tocó fue que decidiste actuar, ¿fue para defendernos o para defenderte a ti misma?

—Eddie— se levantó de la cama quedando casi a la misma altura que su marido— yo no soy mi padre. 

—¿Qué hay de nuestras hijas?— extendió los brazos con un mohín— ¿que es lo que quiere con Dash?

—¡No lo sé!

—Primero Dash, no tardará en ir con Mallory, y te juro que si tu padre toca a mi única hija...— y entonces dijo lo peor para Lucy, cuando se dio cuenta del error que había dicho, se calló e intentó repararlo, pero ya era tarde

—¿Tú única hija?— la pelirroja lo miró incrédula, el castaño bajó la cabeza algo avergonzado pero aun sintiendo rencor por su esposa— ¡¿sigues con eso?! ¡¿acaso olvidaste esa maldita prueba de ADN que tu madre le sacó a mi hija sin mi consentimiento cuando era niña?! ¡¿Sigues pensando que Dash no es tu hija?!

Sonia Kaspbrak jamás dejo de pensar que su nieta menor no era en verdad su nieta, mientras que a Mallory la mimaba, le compraba los mejores juguetes y la llenaba de regalos siempre que la veía, a Dashelle siempre la miro con desprecio, tal vez era por esa conversación que escucho hace años, o tal vez era porque la menor era la viva imagen de su madre, que odiaba abiertamente 

Cuando Dash tenía once años, la sacó del colegio con mentiras diciendo que había pedido permiso a sus padres, le compró un helado y la llevó a un laboratorio para que le sacaran sangre, la entonces niña no puso resistencia, creía que con eso al fin su abuela la amaría de la misma manera en que amaba a su hermana mayor, así que después de pedirle que no llorara mientras la picaban, la regresó a su casa haciéndole prometer que no le diría nada a su mamá. A la semana Sonia volvió a ese lujoso penthouse en Nueva York alardeando el sobre con los resultados que según ella comprobaría que Dash era una bastarda

Solo para llevarse la sorpresa de que el ADN dio un 99% de coincidencias, que Dash si era su nieta. Lucy le gritó a su suegra, lo que también causó una discusión aún con más gritos entre Eddie y Lucy y donde la palabra divorcio tomó más peso que nunca, no por los resultados, sino porque Eddie jamás ponía límites entre su madre y su familia. Lo unico que hizo que Lucy y Eddie no se divorciarán fue el cáncer de Sonia el cual la llevó a la tumba en menos de cuatro meses, sin la presencia de ella, fue más fácil dejar sus discusiones y olvidar

Y aunque Eddie sabía que Dash era su hija, no pudo no echarle en cara eso a su mujer, por más que hace años aceptó compartir a su esposa con su mejor amigo. La verdad es que cuando los veía muy juntos, no podía evitar recordar que ambos se acostaron y que por poco su hija hubiera podido ser de Richie, se le revolvía la bilis

—Se van a despertar todos— le dijo el castaño tocando su ceño tratando de respirar para no seguir discutiendo

—¡No. Me. Importa.!— le remarcó cada palabra— si piensas que mi hija no es tuya, no sé para qué seguimos juntos, Edward

Esa noche, Lucy Gray no durmió al lado de su esposo. 

Salio de la habitacion dando un portazo, debía darle miedo caminar sola de noche en un pueblo de mierda como Derry, pero la rabia que tenia no la dejó pensar y se fue sin mirar atrás 

En su cabeza estaba un solo pensamiento, proteger a su familia, así fuera del ser que antes consideró su familia.

(...)

~En otra parte de Derry~

La noche era fría y oscura, la lluvia se veía venir, iba a ser una gran tormenta y había luna llena, pero lo que le importaba a aquel hombre de ojos azules y tez blanca era que un trueno cayera justo en el árbol que estaba cerca de él.

El sacrificio estaba hecho, solo faltaba recuperar aquello que le habían quitado 

El trueno cayó en el árbol lo que causó que el hombre empezará a recitar palabras en latín mientras el árbol ardía en llamas. Cuando terminó de recitar las palabras el árbol dejó de arder. Había llegado la hora

El hombre traía una pala y comenzó a cavar en la tierra junto al árbol. De la tierra sacó lo que parecía ser una mujer, traía un vestido rojo que alguna vez fue blanco, todo su torso estaba repleto de cadenas pero terminando en sus muñecas atadas que dejaban ver las grandes cortadas en sus muñecas y una costal blanco en la cabeza, estaba muerta.

Él le quitó el costal de la cara, solo para ver su rostro lleno de pecas en la nariz estaba sin ninguna quemadura o golpe, pero su rostro denotaba que estaba furiosa, y su piel era tan pálida, tal como el día que la conoció...

Lauren Montgomery, la acuchilladora de Neibolt Street...

La única mujer que llegó a tenerle respeto, los humanos eran frágiles, pero ella era todo lo contrario, además que era una mujer que podría llegar a ser tan letal como lo era él. Pero así como era de peligrosa, también era de tonta e impulsiva, esa fue la principal razón por la que terminó en ese hoyo en la tierra como una vil bruja cuando ella era mucho más. Por sus estupideces es que tuvo que encargarse de cuidar y alimentar a una mini combinación de ambos mucho más débil pero igual de impulsiva que ella, pero con mucho más sentimentalismo humano estúpido 

Si aun la hubiera tenido a su lado hace 27 años, jamás le hubieran quitado a su princesa.

—Estas tan hermosa como el día que te fuiste— hablo mientras acariciaba la cara de la mujer aún sin vida

Él hizo presión en su estómago haciendo que el cuerpo de la pelinegra empezará a soltar aullidos de dolor y sus extremidades que estaban moradas y acalambradas empezaran a retorcerse al volver a tener circulación en la sangre y volviendo a bombear sus órganos que empezaban a activarse

La presión en el torso de la pelinegra continuó hasta que de su boca se abrió dejando salir unos cuantos insectos y gusanos que estuvieron mucho tiempo enterrados con ella. El cuerpo de la mujer soltó un gran grito a la vez que se reincorporaba abriendo los ojos dejando ver en la oscuridad los dos zafiros que tenía en los ojos, pero estos se volvieron a cerrar mientras que volvía a sentir el aire en sus pulmones después de casi 40 años, razón por la que soltó unos carraspeos al sentir la saliva en su boca de nuevo 

—Quiero un cigarrillo...

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+Kaya Scodelario as Lauren Montgomery 

"Sangre de bastardos derramada en la guerra"


-Ellis

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