Capítulo I: The worst choice of her life (*)
{Julio, 2016}
Tipo de narrador: Tercera persona
—Mamá, pareces tía— Mallory Kaspbrak le arrebató el teléfono a su madre que alzaba el brazo fingiendo que no estaban en un teatro y tapaban la vista del resto del público
—Oye, era un video para tu padre— Lucy le alborotó el cabello con una mueca divertida a su hija mayor antes de volver la vista al frente para ver a su hija menor
Ambas estaban muy atentas del concurso de pintura a oleó en el que participaba Dashelle Kaspbrak, la pelirroja menor estaba al lado de su pintura, un paisaje con colores morados y azules, no dejaba de mover las manos nerviosa por el veredicto de los jueces, si bien era un concurso del colegio, era el hincapié que la haría ser más reconocida, desde que era una niña siempre amo dibujar y pintar, se la vivía llenando los cuadernos de dibujos, a veces cualquier superficie que encontraba, y con el tiempo su dedicación crecía. Su hermana y sus padres se encargaban de motivarla, su hermana no se perdía ninguna de sus presentaciones, sus padres a veces estaban trabajando, pero se daban tiempo de ir a verla, su madre se pudo escapar para ir a verla, mientras que su padre se tuvo que quedar en el hospital salvando vidas, pero le pidió a su esposa que no dejara de grabar en ningún momento para que le mostrará todos los videos apenas llegue a casa
—Y el primer lugar es para... Dashelle Kaspbrak-Montgomery— el teatro entero estalló en aplausos, mientras que la mencionada cubría su boca mientras que sus ojos se ponían levemente llorosos
—¡Esa es mi hermana!— Mallory grito antes de levantarse sin dejar de aplaudir— ¡es mi hermana! ¡Dash, eres la mejor!
Dash recibió el reconocimiento y una medalla de parte de su rector sin borrar la sonrisa de su rostro mientras abrazaba su pintura, mientras que su hermana y su madre alzaban sus teléfonos para tomarle miles de fotos
Después de que el concurso concluyera, la pelirroja menor salió corriendo en dirección a su madre y hermana sin soltar su reconocimiento y obviamente el cuadro que le mantuvo más de una semana sin dormir
—Muchas felicidades, mi amor— Lucy extendió los brazos para atraer a su pequeña en un fuerte abrazo que ella casi se le fue encima
—Dios mio, primer lugar— Mallory se unió al abrazo, se separaron a los segundos— con eso te perdono que hayas manchado de café mi bata de laboratorio
—Al rato vuelvo a manchar la nueva, Lory— la pelirroja menor sonrío ganándose un golpe en el hombro de su hermana mayor— ¿no vino papá?— no lo veía, así que casi se esperaba una respuesta negativa
—No, tuvo que operar un aneurisma de la aorta— Lucy le dijo eso con una leve mueca de incomodidad, no quería que se sintiera mal
—Bueno, vamos al hospital— pero para Dash, no era tristeza, sabía de la importancia del trabajo de su padre, y sino estaba aquí era por algo
—Dash...
—No, le dije que si ganaba sería el primero en saberlo antes de que lo subiera a Instagram. Vamos— la menor casi iba saltando a la salida con destino al auto
Le había prometido a su papá que ganaría y ahora solo pensaba en que necesitaba ver su medalla, y si quería, le daría el cuadro para que lo cuelgue en su oficina como los miles de cuadros hechos por ella que ya tenía en su oficina
Dash era la más emocionada corriendo por el piso de cardiología en busca de su padre, pegaba el lienzo a su pecho cuando llegó a la recepción
—¿Está mi papá?— la enfermera encargada de la recepción soltó un suspiro al ver a la hija del doctor Kaspbrak corriendo como liebre. La hijas de doctor Edward eran un torpedo que nunca se han sabido quedarse quietas, y que siempre llegaban como si fuera su casa exigiendo ver a su padre cuando tenía cosas más importantes que esas dos niñas
—Dash— la reprendió su madre llegando a su lado en la recepción, por lo que la enfermera no pudo reprenderla por sus timbres de voz, no con su madre presente— Mayra, buenas tardes
—Comandante Montgomery— la enfermera Mayra no tragaba a Lucy, creía que ella era la culpable de la altanería de sus hijas, además que siempre se preguntaba qué hacía una mujer trabajando como si fuera un hombre cuando debería estar en casa educando a sus dos liebres para inculcarle un poco mas de respeto
—Teniente— Mallory llegó al lado de su madre poniendo su cabeza sobre su hombro y corrigiendo a la enfermera que trabajaba con su padre— ya eres teniente, mami
—Lory, es sorpresa para tu papá— Lucy le dio una leve sonrisa a su hija mayor
Lucy había sido ascendida por el departamento de la fuerza especial, claro, aun no le daban su nueva medalla ni su placa, pero primero queria contarselo a su esposo ya que la noticia se la habían dado esta mañana antes de que saliera a la presentación de su hija
—El doctor Edward acaba de salir de cirugía— informó la mujer rubia haciendo una mueca ante la presencia de esas tres mujeres que le revolvían la bilis
—Perfecto, voy a buscarlo— Dash no espero órdenes y siguió su camino en el piso para buscar a su padre y al fin poder mostrarle su medalla
—Señorita, no puede pasar...— Mayra sacó su voz de regaño que la pelirroja menor ignoró
—Pues ya pase— fue lo último que alcanzó a decir antes de echarse a correr
—¡Dash!— fue tarde para el regaño de Lucy a su hija
Dashelle seguía corriendo por cada uno de los cubículos esperando ver a su padre, lo encontró casi a mitad del pasillo tomándose un café
—¡Papi!— la pelirroja casi se le lanzó a los brazos. Eddie apenas y pudo recibir su abrazo, su hija se había estirado mucho en el último año, casi estaba a nada de superarlo de altura, pero para él seguía siendo su pequeña y no perdía la costumbre de alzarla como cuando era niña
—Hola, cielo— Eddie le sobó la espalda a su hija al tiempo que la dejaba en el suelo por el bien de su espalda— ¿como te fue en tu concurso? te juro que quería ir, pero la cirugía se prolongó y...
—No tienes que explicar, lo entiendo— Dash le acomodo el estetoscopio que llevaba su padre en el cuello— y respecto al concurso... ¡gané!
—Oh por dios— Eddie cubrió su boca ante la emoción y procurando no gritar— lo sabía, mi niña es la mejor pintora de todo Nueva York
—Lo soy— Dash se avanico con su mano y aleteando las pestañas— el cuadro es para ti, si lo quieres
—¿En serio?— miro el cuadro que de por si le encantaba, pero pensaría que su hija lo quisiera tener en su habitación— es tu primer lugar
—Y estará muy bien en tu oficina
—Gracias, cielo— Eddie le dio un beso en la coronilla a su hija mientras que ambos se giraban en dirección a su otra hija y esposa
—Papá— ahora fue el turno de que su hija mayor se le lanzará a los brazos, y de igual manera la alzó como niña pequeña aunque hace mucho que no lo era
—Lory, vas a tirar a tu papá
—Que me tire, no hay problema— Eddie le dejó un último beso en la coronilla antes de dejar a Lory en el suelo
—Mamá, vas a terminar pareciéndote a la bruja que papá tiene en recepción— Dash hizo una mueca de desaprobación que Lory imitó dando a entender que estaba de acuerdo
Mayra odiaba a las niñas, y ellas les correspondían el mismo sentimiento.
—Niñas — Eddie y Lucy miraban a sus retoños con cansancio
—Qué es eso de no querer que vengamos de visita— Dash rodó los ojos diferentes sin disimulo— si a ella no la quieren en su casa, no es nuestro problema
—No lo digan tan alto— las hermanas fueron reprendidas por la mirada amenazante de su madre
—Bueno— Lory recuperó la compostura— ¿papá, podemos ir al buffette?
—Si...— Eddie les extendió su tarjeta, por lo que así ambas hermanas salieron corriendo. La comida del hospital es horrible para los pacientes, pero para los cirujanos era la mejor, así que siempre que venian, pedían todo de comer hasta hartarse
—¿Y para mí no hay un beso?— a Lucy se le dibujó una sonrisa ladina girándose hacía su esposo
—No— Eddie le respondió de la misma manera, pero de todos modos la pelirroja le pasó los brazos por los hombros para pegar sus labios con los de su marido que le sostuvo la cintura— te extrañe, lamento no haber llegado a tiempo
—A tu hija no le molesto, tranquilo amor— Lucy se encogió de hombros
—¿Me ayudas a encontrarle un lugar adecuado en mi pared?— Eddie miró el cuadro en sus manos pensando en donde lo pondría
—Vamos— Lucy enroscó su brazo con el de su marido para así caminar juntos a su oficina
La oficina del doctor estaba repleta de dibujos, unos eran pinturas a lápiz, otros de oleó, una que otra acuarela y dos más de carboncillo, todos productos de su hija. Cuando Dash empezó a dibujar a los doce años de manera más profesional, dudaba mucho de sus habilidades, pero Eddie se encargaba de demostrarle lo talentosa que era colgando sus dibujos en su oficina y proclamado con orgullo que su hija los había hecho
—Aquí— Lucy encontró un lugar en la pared junto al dibujo de una niña en un columpio carboncillo que Dash había hecho hace como año y medio
—No desluce un poco por la posición?
—Es gris, hace que resalte
—Tienes razón— Lucy se subió a un banquito para así colgar el cuadro junto al otro
Cuando estaba apunto de bajarse, Eddie le rodeó las piernas con sus brazos alzándola del suelo y sacándole un par de risitas ya que la cargaba como una pareja recién casada aun cuando ya llevaban casi veinte años casados
—¿Ya está todo listo para las vacaciones?— Eddie se sentó en la silla detrás de su escritorio sin soltar a su mujer que se acomodó en su regazo sin dejar de rodearle el cuello con los brazos
—Si, dos semanas— respondió el doctor al sentir las manos de la pelirroja desordenándole el cabello
—Te tengo una noticia— Lucy se acomodo sobre las piernas de su marido sin borrar la sonrisa de su rostro
—¿Ya pensaste lo del bebé?— la pelirroja palideció cuando su esposo le recordó aquello que iban hablado hace un par de semanas
Últimamente Eddie le había planteado a Lucy la posibilidad de que tuvieran otro hijo, aún era su última oportunidad, pero la ojiazul solo había respondido que lo iba a pensar, la verdad no sabía si estaba lista para ser mamá de nuevo, Dash y Lory ya eran unas adolescentes, sabia que ya no la necesitaban como antes, pero le daba miedo estar embarazada. Cuando iba a tener a Mallory se la paso todo el embarazo asustada de lo que sea que fuera a traer al mundo, además de los cambios de humor y los miedos, mientras que con Dashelle tuvo que soportar siempre las ironías de su difunta suegra diciéndole bastardo a su bebé. No sabía si podía pasar por eso una vez más
—Perdón, dije que no te iba a presionar— el castaño le tomó el mentón obligándola a mirarlo
—No es eso— le aclaró a su esposo— sabes que solo me gusta practicar
Ambos rieron con complicidad, él nuevo bebé no era un hecho, pero sí que se han esperando practicando
—Pero lo realmente importante— Lucy se acomodó las solapas de su saco en un gesto algo altanero— estás viendo a la nueva teniente de la fuerza especial
—¿En serio?— la teniente asintió frenéticamente y muy emocionada— mi amor, felicidades
—Después de vacaciones me dan mi placa nueva, tienes que ir o...
—Me pides el divorcio— completo la frase con la que siempre lo bromeaba— estoy muy orgulloso de ti, rojita
—Te amo
—También te amo
Lucy le volvió a dar otro beso con más intensidad mientras tiraba del cabello de su marido y empezaba a jalarle la corbata buscando quitársela
—Lu...— Eddie contuvo la respiración, pero ya le estaba apretando la cintura a su mujer y a desprenderle los botones de su blusa
—¿Mhm?— la ojiazul le pasó la nariz por el cuello sin dejar de repartir besos por su cuello— ¿no quieres que practiquemos aquí?
Tantos años de matrimonio, todos pensaban que lo que había entre el cardiólogo y la teniente era más rutina que amor, tenían dos hijas adolescentes, sus agendas eran demandantes y poco tiempo para verse más que en las noches donde a veces solo querían dormir. Sin embargo, ellos seguían tan enamorados como cuando se conocieran y siempre se demostraban que seguían sintiendo lo mismo desde hace 27 años
—Me lleva...— Eddie se vio obligado a soltar a su mujer después de oír los toques en la puerta
—Lo siento— Lucy enderezo la espalda sabiendo que eso significaba que se iría
—Doctor, lo esperan en urgencias— oyó una voz de mujer que parecía ser de una de las tantas enfermeras
—Pues que se esperen— Eddie mínimo le iba a dar un beso que valiera la pena, muy pocas veces se libraban por completo de sus hijas y tenían un momento a solas como para que un paciente moribundo se los arruinara todo
—Ve, no quiero que se muera— Lucy se levantó acomodando su blusa y buscando su bolsa
—Te prometo que llego temprano a casa— Eddie ajustaba su corbata mientras veía a Lucy acomodarse el cabello
—Tienes que llegar temprano— le acordó— Richie llega esta noche, traerá al niño. Hay una cena y no quiero que me dejes sola con Tozier al cuadrado
—Cierto— Eddie se dio un golpe en la frente, lo había olvidado— llegaré temprano, te lo juro— se acerco dándole un beso corto— te amo
—Te amo
(...)
—Mamá, realmente te estás tomando todo muy a pecho— Mallory rio viendo a su madre organizar la cena donde recibirían a su padrino y su primo— y ni quiera cocinaste tú
—¿Quieres que todos se enfermen?— la pecosa negó— bueno, ayudame con la ensalada
—Debería ayudarte Dash— Lory siguió a su madre a la cocina a regañadientes mientras terminaba de agregar los tomates a la ensalada
—Está ocupada con la habitación de huéspedes, para que tu padrino y tu primo estén cómodos
—Claro...— Lory fingió demencia
Lory Kaspbrak y Malcolm Tozier más que primos eran dos conspiradores de primera. La castaña sabía que Malcolm andaba tras las faldas de su hermana menor, y Dash estaba más que contenta con su extraña relaciona con su no primo, con ella nunca la consideró su prima, así que ambos le pidieron que los cubriera para que Malcolm pudiera entrar a la habitación de la pelirroja menor sin sospechas de los tres padres. Lory acepto a cambio de 30 dólares
—Deben ser ellos— Lucy lanzó su delantal para recibir a los Tozier— ¡Dash, llegaron!— grito hacia el pasillo
Al abrir la puerta, Richie Tozier y Lucy Montgomery se fundieron en un gran abrazo, mientras que Malcolm estaba parado a unos metros de su padre cargando las maletas y esperando que una pobre alma se apiadará de sus brazos
—Pastelito, ya casi se me olvida tu cara— Richie soltó a su mejor amiga mirándola de arriba a abajo, no se veían desde navidad
—Yo estaba muy feliz de no recordar la tuya, bocazas— Lucy le quitó la gorra que decía I ♥️ CN para desordenarle el cabello, su mirada cayó en el castaño al lado de Tozier que cada día se parecía más a su padre— hola, hijo
—Tía Lucy—Lucy extendió los brazos para recibir a Malcolm que medio le correspondió con nerviosismo, a pesar de que era la mejor amiga de su padre, si apenas conocía y convivía con el primero, era un poco más apartado con sus tíos Eddie y Lucy, así sean sus padrinos
—Pasen— se hizo a un lado para dejar pasar a los Tozier— Lory, ayuda a tu primo con las maletas
—Oh, por dios, ahí está mi ahijada favorita— Richie abrió los brazos en dirección a la castaña
—La única que tienes— Mallory recibió el abrazo del de gafas que le desordeno el cabello antes de dejarle un beso en la coronilla
—Malle— Malcolm abrió los brazos para abrazar a su prima, que aprovechó la cercanía para pellizcarle la costilla— ¡au!
—Es Lory, no Malle— le aclaró el unico diminutivo que toleraba— ven, te ayudo con la maleta
—Cuidado con eso, duende— Richie le advirtió cuando vio a los dos adolescentes arrastrarlas las valijas al último cuarto en el corredor
Al fin estaban solos para hablar
—Lory, no estés enojada conmigo— Malcolm bufó al ver a su prima abrir la puerta de la habitación
—No estoy enojada contigo— le aclaró la castaña dejándolo pasar— solo que soy la tapadera tuya y de mi hermana
—Solo soy un chico enamorado— el pelinegro se tocó el pecho con dramatismo
—Y yo la recepcionista del motel— Lory extendió la mano dando a entender que quería el dinero
—Que mal tratas a tu primo favorito— Malcolm se metió la mano al bolsillo dándole los billetes
—De favorito no tienes nada— la castaña empezó a contar y sonrió cuando notó que no faltaba nada— ¿Por qué con mi hermana no es tu prima y yo si?
—No nos criamos juntos, ni siquiera somos primos reales— Lory lo miró alzando una ceja, tenía razón
La ex-esposa de su tío Richie era una mujer algo complicada, tanto que su tío Richie solo tenía permiso de pasar dos semanas al año con su hijo cuando eran niños, eso hasta los doce años de Malcolm dónde un juez ordenó darle una visita cada dos semanas a Tozier. Para el castaño menor era una bendición alejarse de las reglas de su madre y ser un completo desastre con su padre por dos días cada dos semanas, luego empezó a conocer a las Kaspbrak-Montgomery y cayó rendido ante Dashelle, mientras que Mallory era su confidente y hasta la podía considerar su mejor amiga
Eran un gran equipo
—Bueno, también es que Dash se parece a tu mamá, y tú mamá está...— Malcolm mordió su puño con un gesto extraño que hizo que Lory tuviera arcadas
Su mamá podría estar entrando a los cuarenta pero se conservaba muy bella, siempre lo fue, pero de el hecho de saber que su mamá era bella a qué el idiota de Tozier dijera que estaba buena había un abismo
—¡Estúpido, mi mamá es una dama!— Kaspbrak manoteo a Tozier
—Sí, señora— Malcolm aprovechó la cercanía con la pelirroja para tomarle el rostro y dejarle un sonoro beso en la mejilla
—Arg, qué asco— y ella lo apartó de un empujón tallándose la cara— quién sabe desde cuando no te cepillas los dientes
—Me comí un burrito en el avión— le informó haciendo que las arcadas de la castaña aumentarán y se fuera a su habitación a desinfectarse la cara
(...)
La cena estaba más que divertida, Lucy, Eddie y Richie se ponían al día ya que no se veían desde navidad, mientras que Mallory comía en silencio su ensalada de manzana, Dash y Malcolm fingían comer pero en realidad estaban esperando a que sus padres se pusieran completamente ebrios para irse a encerrar a la habitación de la pelirroja
—Bueno, yo me retiro— Lory alzó su plato junto con los que tenía al lado— tengo que terminar mis ecuaciones
A diferencia de su hermana que era una artista, Mallory le interesaba la química, lo descubrió después de que fue a trabajar con su padre al hospital a los trece años, en vez de estar mas al pendiente en los traumas y las personas heridas, se concentró en los estudios del laboratorio y todo lo que tenía que ver con investigación. La castaña había acabado el instituto hace un par de meses y el viernes pasado le había llegado su correo de aceptación para bioquímica clínica en Dartmouth, pero aunque ya estuviera dentro de la universidad, no la hacía bajar la guardia, además que la química era su pasión y quedarse hasta tarde mezclando elementos químicos era su pasatiempo favorito, claro, después de comer mientras ve Juego de Tronos
—Lory, no sé de donde saliste tan inteligente— Richie la apuntó con su vaso de whiskey a medio llenar— de tu padre, tal vez, pero cuando tu madre tenía tu edad, apenas y sabia decir la r sin trabarse
—No me expongas, bocazas— Lucy apuntó a su mejor amigo
—Cierto, aun te sigues trabando con la R, querida— Eddie le tomó el rostro a su esposa en una mueca tierna que hizo que la pelirroja los empujará a ambos
Ni pareciera que en 12 horas todos tomarían un avión a Maine para iniciar sus vacaciones en Derry
—Descansen— la pecosa les dio una mueca incómoda, amaba a sus padres y a su padrino, pero cuando se ponían ebrios es mejor tenerlos lejos ya que son un desastre
—No incendies tu cuarto— le advirtió su padre recordándose mentalmente tener el extintor a la mano
—Ya me reconcilie con los bomberos, descuiden— Lory dio una vueltita mientras caminaba a su habitación
Bueno, cualquiera puede hacer explotar picrato de amonio por error
Con Lory fuera de combate, fue la señal de que Dash y Malcolm podían retirarse, no había peligro de que les interesara, además, Richie había sacado una botella de vodka, lo que les daba a entender que su noche de copas iba para largo
—Yo tambien me voy— Dash fue la siguiente en levantarse de la mesa— me tengo que lavar el pelo, los veo mañana
—Descansa— los tres adultos miraron a la menor irse, y el alcohol les dio tanta desorientación que no se dieron cuenta de la mirada oscurecida ni el gesto ladino que ella le había dado a su primo
—Papá...— claro, en los planes de Malcolm tampoco estaba quedarse en una mesa con tres cuarentones ebrios que se peleaban si era mejor Friends o How I met your mother
—Si, ten— el Tozier mayor sacó su billetera extendiéndosela a su hijo que frunció el ceño— comprate lo que quieras, me encanta que tu madre se enoje así que mandale fotos fumando y audios borracho
—Gracias— Malcolm celebró en sus adentros, con eso recuperaría sus treinta dólares— tía Lucy, tío Eddie, los dejo, nos vemos mañana
—Descansa, hijo— les dijo el matrimonio viéndolo desaparecer
Cuando oyó que está empezaban a cantar, fue la señal para que el castaño caminará al pasillo que daba a la habitación de la pelirroja que lo tenia vuelto loco, antes de entrar, se quitó las gafas que ayudaban a su miopía, acomodo un poco de su cabello y tomó una larga respiración
Dashelle estaba en su cama cubierta con su edredón mientras alzaba su teléfono mirando algo muy entretenida la pantalla
—¿Que haces?— Tozier colocó su mano en su pierna haciéndola saltar
—Me asustaste— le lanzó una almohada— leyendo la convocatoria para estudiar arte en Oxford
—¿Inglaterra?— Tozier la miró con una mueca de negación y tristeza fingida— no Dashie, muy mal, te cambias de continente para no verme
—Ay, primito, quien dijo que no te puedo llevar en el equipaje— la ojicafé salió de su edredón para quitarle un pequeño mechón de la frente al castaño
—Ya te he dicho que te quites esa maldita palabra de la boca— Malcolm le sostuvo el cuello haciéndola saltar por la brusquedad y acercando su cara a la suya, odiaba que lo llamará primo cuando no tenían ningún lazo de sangre— a menos que quieras que te la quite yo
—La palabra primito no es lo unico que quiero que me quites— sin embargo, Dash sonrió aun sintiendo la mano del castaño apretándole el cuello, Malcolm se perdió en los ojos bicolores de Dash que lo embobaron desde la primera vez
Ya estaban solos, así que ya no tenían que esperar, Dash se le abalanzó a Malcolm sosteniendole la nuca y dándose un sonoro beso que andaba deseando desde que lo vio en la puerta de su casa y que por sus padres no pudo hacer
—Dios mío, pensé que nunca se emborracharían— le aseguró la pelirroja mientras le tomaba el borde de la camiseta alzandola por su cabeza
—Te quería besar desde que te vi— el de gafas empujo a la menor sobre su espalda para subirse encima de ella y comenzar a recorrerle la mandíbula y la boca con sus labios
(...)
—¿Hija, no tienes acondicionador que me...?— Lucy entró a la habitación de su hija menor, después de dos botellas de alcohol, lo unico que se lo pudo bajar fue un baño bien frio, el problema es que se le acabó el acondicionador y se negaba a dejar su cabello sin cepillar, pero en vez de encontrar a su mini ella dormida entre las sábanas, lo primero que vio fue una espalda masculina que la hizo pegar un grito— ¡Dashelle!
—¡Mamá!— la menor empujó al castaño frente a ella para quitárselo de encima y usando sus sábanas para cubrir su pequeño cuerpo
—¡Tía Lucy!— Malcolm tambien grito al ver a su madrina en la puerta con la mandíbula descolgada y en un pequeño dilema de dónde debería mirar
—¡¿Que rayos estan haciendo?!— pero la mayor se pasó las manos por la cara incrédula y pensando que sus ojos le estaban haciendo una grotesca broma
—¿Que carajos pas...!— Richie Tozier llegó a la habitación al escuchar los gritos de su mejor amiga, y cuando vio a su hijo sin camisa y en la misma cama que su sobrina, también fue imposible no gritar— ¡duende!
—¡Dash!— Eddie se alertó al oír los gritos de su esposa e hijos, cuando vio la misma escena de los dos adolescentes a medio vestir, sintió que ahora también necesitaba un doctor
—¡Papá!— los dos adolescentes estaban los suficientemente avergonzados de la situación en la que los encontraron sus padres que no pudieron evitar taparse la cara
—Lory...— y claro, la mayor de los tres adolescentes tuvo que hacer acto de presencia sabiendo que no la castigarían, llevaba una bolsa de papas en las manos y su bata blanca que delataba que estaba jugando con elementos químicos y no cuidando la puerta por la que chantajeó a su hermana y primo
—Papá, te ju...— Dash se llevó la mano al pecho al mismo tiempo que trataba de tomar aire, pero esté no le llegaba, por lo que empezó a boquear como un pez en busca de aire
Buen momento para que su asma se hiciera presente, o salvarla del castigo, pero serviría
—Cajón— Lory señaló la cajonera, Malcolm tomó el inhalador rosado con estampitas pasándoselo a la pelirroja a su lado que se lo llevó a la boca dándole una gran calada
—Dashi... tú...— Eddie apuntó a su hija con la misma expresión que ella, hasta que a él también le faltó el aire y empezó a respirar con dificultad al sentir sus pulmones llenos
Lucy le sacó el inhalador del bolsillo a su marido casi obligándolo a abrir la boca y que pudiera aspirar el medicamento para que no se desmayará ahí mismo
Lory fue la única que tenía la entereza de reirse y a la vez preocuparse de que su padre y hermana menor sufrieran un ataque de asma a media regañada. Pero ambos ya tenían sus respectivos inhaladores, así que solo le quedaba disfrutar el espectáculo
—¡Ustedes son primos!— Eddie pudo tomar la suficiente fuerza para gritarles eso a su hija y ahijado
—No somos primos reales— murmuraron los chicos en la cama al unísono
—Pero se conocen desde niños— fue la primera vez que Richie hablaba y que no eran incoherencias, aunque muy en el fondo le parecía irónica la situación— desde los doce empezaron a convivir como primos
—Aegon el conquistador se casó con sus dos hermanas— la voz de Mallory salió desinteresada. Richie, Eddie y Lucy giraron al darle una mirada de que se callara y dejara de hablar de Juego de tronos, ella obedeció y giró la cara a la otra pared mientras comía otra papa de su bolsa
—Duende, vístete— Richie recogió la camisa gris de su hijo del suelo lanzándoselo con enojo— ¡rápido!
—Tu también— Lucy recogió la bata de dormir de Dash y se la lanzó
Apenas Malcolm se puso la remera, Richie le tomó del cuello de la camisa para llevárselo y poderle gritar fuera de todos, que debia admitir que estaba nervioso, era el primer regaño que le daría a su hijo en toda su vida, debía ser duro, aunque muy en el fondo seguía pensando que era irónico ya que él había caído por la mamá, y ahora Malcolm iba por la hija
—Esto es maltrato infantil— el Tozier menor tomó su costado ya que se había pegado con la esquina del sillón
—Ya estás muy agrio como para ser un niño— Richie tomó la postura de regaño que solo había visto un par de veces en Mike, Bill y Ben, esperaba hacerlo bien
—Sonaste como mamá...— Malcolm sacó su última carta, Richie tuvo arcadas de solo pensar que se estaba comportando igual de neurótico que Nikky
—Te voy a...— Richie se detenía para ahorcarlo solo porque era su unico hijo y no quería que su linaje acabará. Soltó una gran respiración cerrando los ojos justo como lo hacía Eddie y que ahora lo entendía mejor — ella es solo una niña, tu prima.
—No es mi prima real, anciano— Malcolm recargó la espalda en sillón con el argumento que siempre sacaba, Richie se cruzó de brazos— y Dash ya es una mujer, mejor que su primera experiencia sea conmigo que con cualquier imbécil
—Okey— Tozier se tomó el puente de la nariz— ¿por que aquí? Y encima, si estás jugando con ella...
—No lo hago
—Ella es mi sobrina— Richie se mordía la lengua ante la última palabra. Hace años la duda si la pequeña pelirroja era su hija se esfumó después de que Lucy le mostró una prueba de ADN, pero la seguía queriendo como una hija, se sentía extraño de solo pensar en sus dos hijos liándose
—Yo amo a Dash— y ahí mismo Richie quiso que le diera un infarto
—No, tú no puedes amarla.
No podía decir que no lo entendía, pero precisamente por el hecho de que Richie aun veía a Dashelle como su hija, es que simplemente no podía dimensionar en que Malcolm estuviera enamorado de ella
—¿Es porque sigues enamorado de la tía Lucy?
Hijo de la gran...
—Ahí va de nuevo— Richie se tomó el puente de la nariz implorando paciencia, definitivamente ese duende era el unico que lograba sacar su neurosis, y eso que él aguantaba mucho— Nikky te ha llenado la cabeza de su paranoia
Claro que lo había hecho, cuando Tozier se divorció de su esposa, Malcolm solo tenia un mes de nacido, de inmediato la custodia fue de su madre, quien siempre hizo lo que quiso para no dejar a Richie ver a su hijo y a la vez le llenaba la cabeza diciéndole al entonces niño que su papá no quería verlo y prefería a las hijas de su tía que si visitaba a menudo y que mimaba frecuentemente, el pequeño Malcolm de verdad creía que su papá no lo quería, y luego su madre le dijo que era porque su padre estaba enamorado de su tía y que la prefería a ella y a sus hijas
Cuando entendió que eso no era cierto y que en realidad era su madre quien no dejaba ver a su padre, su percepción sobre su padre cambió por completo. Aunque no le parecía tan descabellado pensar que de verdad amaba a su tía Lucy, la manera en que se expresaba de ella y su admiración solo podría tratarse de amor, el mismo que el sentía por la pelirroja menor
—¿Entonces porque tanto te afecta si no somos familia?
No se lo iba a contar a su hijo, así que solo esperaba que ya se fuera a dormir
—No te voy a contar las razones por las que no puedes liarte con tu prima. Vete al cuarto de huéspedes y mas te vale que estés dormido cuando yo vaya, duende hormonal— Malcolm obedeció con la cabeza baja y camino a la habitación que le habían dado al principio
Richie se felicitó internamente, su primer regaño no había salido tan mal
Mientras, en la otra habitación, Dashelle seguía mirando su regazo al sentir las miradas de sus padres encima de ella, ninguno le decía nada y eso la asustaba, amaba a su padre pero a veces pensaba que exageraba un poco las cosas, y su madre era más de castigar diciendo que estaba decepcionada, pero en esta ocasión, su padre no le decía nada y su madre no dejaba de tallarse las sienes tratando de controlar sus impulsos de gritar
—Dash...— Lucy tomó una gran respiración al fin levantando la vista— ¿desde hace cuanto?
—Malcolm y yo...
—No, ¿desde hace cuanto tienes relaciones?— su pregunta la dejó anonadada— tienes 16 años, eres una niña, ¿alguien te ha dado la plática? ¿te estás cuidando?
Lucy nunca tuvo una educación sexual buena, ni siquiera supo que era el periodo o porque venía hasta casi dos años después de tenerlo, no supo cómo se hacían los bebés hasta los catorce años. Así que trataba de explicarle a sus hijas todos los cambios que iban a tener con el tiempo, tal vez le ponía algo melancólica que su hija ya iniciara su vida sexual y no hubiera ido con ella para que le explicará, sentía que tal vez algo le falló como para que su hija no le tuviera confianza
—Si, me estoy cuidando— Dash se llevó un mechón de pelo tras la oreja— y fue el diciembre pasado
—¿Quieres a Malcolm?— fue lo primero que le preguntó su padre
—Sí— contestó con las mejillas rojas— nunca lo he visto como mi primo, fue un poco extraño al principio pero yo...
—Si vas a tener sexo, debes hacerlo con la puerta cerrada, Dash— fue la primera cosa que le decía su hermana menor
Y Dash no pudo evitar mirar con los ojos entrecerrados a su hermana, que si hubiera vigilado la puerta mejor, no estaría teniendo esta incómoda platica con sus padres, pero tampoco era una soplona, así que no la iba a delatar, ya luego le quitaria los 30 dólares
—Lo lamento— su disculpa de verdad se oía sincera
—Vete a dormir— Eddie le tomó el rostro dándole un pequeño beso en la coronilla— mañana tenemos un vuelo
—Cierra la puerta— Lucy de igual manera le tomó las mejillas dándole un beso en la frente antes de caminar a la puerta
—Muy Cersei Lannister de su parte— Lory miró con un mohín a su hermana menor
—¿No eran los Targaryen?— le preguntó seriamente, ella no estaba tan obsesionada con Juego de tronos
—En ambos, todo queda en familia— la castaña le ofreció las últimas migas de sus papas que acepto— descansa, espero que hayas empacado a Derry
—Que emoción— su voz salió sin emoción, Lory rio antes de caminar a la puerta
Bueno, viendo al resto de sus tíos en Derry, el coraje que tenían sus padres se les bajaria mas rapido
Los seis en el aeropuerto fue lo mas incomodo de la vida, nadie decía nada, y solo porque ya habían comprado los boletos, es que no se aseguraron que Dashelle y Malcolm tomarán un avión diferente, pero sus padres se encargaron de sentarlos en los asientos más alejados que pudieran
Una vez en Maine, todo fue más fácil, la atención de los seis adultos se las llevó su itinerario, como el hecho de que esta noche los cinco perdedores restantes se reunirían en el Jade Oriental. Cada nada revisaban su grupo de WhatsApp para verificar quienes habían llegado
Bill y Beverly venían con sus dos hijos, Mía y Evan, y al ser cuarto personas, reservaron habitación en el hotel para no molestar a Mike con tantas visitar en su casa, además de que Mia estaba ocupada componiendo el guión de su padre y según ella necesitaba concentración
Stan pudo traer a su pequeña hija de 6 años, Lily que era toda una ternura ante los ojos de todos, mientras que Patty Uris tuvo que quedarse en Atlanta por los extraordinarios de la escuela donde trabaja.
Ben también había traído a sus dos mellizos, y el rubio no dejaba de quejarse por tener a dos hiperactivos de 13 años a su cargo y se lamentaba de que su esposa lo dejara solo, pero era eso o no viajar ya que ella no quiso sacrificar sus vacaciones de verano y mejor pediría el doble para navidad.
Ninguno de los ocho sabía que esté año a diferencia de los otros donde todo era alegría pasando el verano en Derry, este año les haría arrepentirse de haber pisado Derry junto a sus hijos
O tal vez alguien sí sabía que estaba apunto de tomar la peor decisión de su vida....
----------------------------------
-Ellis
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top