Yoongi se encontraba enfadado, hacía ya varios minutos que se encontraba parado frente aquella puerta a la espera de que alguien saliera y, sin embargo, quién ocupaba el cuarto de baño seguía sin salir y hacia extraños ruidos dentro.

Cansado de seguir esperando y con la vejiga a punto de explotar optó por el consejo que le habían dado por Twitter, era tonto, pero el necesitaba el baño. Así que con cuidado, abrió la puerta, diciendo algunas palabras como "disculpa, necesitaba utilizarlo" mientras entrecerraba sus ojos con la finalidad de no ver mucho lo que sucedía dentro de aquel lugar.

Grande fue la sorpresa de mi Min al ver a un chico metido en la tina, balbuceando incoherencias mientras intentaba sacarse la ropa.

—Oye, ¿te encuentras bien? —preguntó algo preocupado al ver al pequeño Omega dar un respingo al escucharle.

—Alfa —medio hablo, medio gimió el muchacho, volviendo su vista de inmediato hacia Yoongi, quién sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar a aquel chiquillo llamarle de aquel modo—. Tengo mucha calor —puchereó, intentando nuevamente sacarse su enorme sudadera rosada.

Yoongi abrió sus ojos al máximo al reconocer aquel aroma, la vainilla con notas de lavanda se encontraba impregnado de feromonas y por el estado en el que se encontraba el jovencito, aquello no solo eran efectos del alcohol, no, el chiquillo había entrado en celo, y considerando su estado actual se encontraba corriendo demasiado peligro, incluso de él, quién se encontraba más ebrio que consciente.

—Mierda —dijo para si mismo, intentando mantenerse consciente y resagando lo más posible a su lobo, que seguía luchando por salir y hacerse cargo del omega sollozante—. Tengo que sacarte de aquí, algún amigo has de tener.

Yoongi planeaba hacer algo bueno, o al menos esa era su intención, así que se acercó hasta el castaño, palpando los bolsillos de su pantalón en la búsqueda de algún celular para poder comunicarse con alguien que pudiera auxiliar al jovencito, sin embargo, Yoongi se alejó de golpe al sentir como el chico lamía su mejilla.

—Mi alfa —los ojitos de SeokJin brillaban al decir aquello, mientras dejaba caer su cabeza hacia atrás y mostraba su cuello a Yoongi.

El menor maldijo por lo bajo al apreciar aquella suave y apelada piel, lisa y completamente libre de marcas.

«Perfecto para mi»

Negó ante los pensamientos que su lobo le hacía llegar y se alejó con rapidez cuando SeokJin intento abrazarle.

—Alfa —puchereó SeokJin, con ojitos llorosos al sentirse rechazado por su alfa.

Porque si, el destino era un maldito al ponerle frente a su destinado de aquella manera. Y a pesar de que habían sido creados para estar juntos, Yoongi no quería que fuese de aquella manera, y estaba seguro de que el chico frente a él, tampoco deseaba que sucediera de aquella forma.

Sin embargo, ambos se encontraban demasiado ebrios para lograr controlar aquellos instintos que les gritaban que se unieran en uno solo y sellaran su unión.

De igual manera, Yoongi lo quiso intentar, así que tomo en brazos al castaño, sintiendo un escalofrío recorrerle el cuerpo entero cuando SeokJin escondió su rostro en la curvatura de su cuello y empezó a olfatearle para después lamerle.

Intentando mantener a su lobo en calma, Yoongi cerro sus ojos con fuerza y tomo una enorme bocada de aire.

Al salir del cuarto de baño, Yoongi pegó al Omega más a su cuerpo, liberando su aroma para cubrir las feromonas del chico en sus brazos y camino por entre la gente, gruñendo a cualquiera que mirara por más de dos segundos a SeokJin.

Una vez fuera de la casa de Jungkook, Yoongi camino hacia la calle, esperando a que algún taxi apareciera por obra divina a aquellas horas de la madrugada, y cómo si sus ruegos se hubiesen escuchado, un taxi se detuvo frente a ellos.

Después de meter con cuidado el cuerpo del Omega dentro del vehículo e ingresar el mismo, dió su dirección a la amable Omega que conducía el auto.

Su idea era simple, dejar al Omega en su casa y devolverse a la fiesta, pedirle a Jungkook que emitiera algún tipo de mensaje en los altavoces sobre el Omega y después, llevar a los amigos de este a su apartamento para que le cuidasen.

Sin embargo, las cosas no siempre salen como uno las planea, y exactamente eso fue lo que sucedió con Yoongi.

Una vez dentro de su casa, Yoongi llevo a SeokJin hasta su habitación, recostando con cuidado el cuerpo del castaño en ella, lo cobijo e ignoro lo mejor que pudo las insinuaciones del chico,

Su lado consciente luchando contra su lado alcoholizado y su lobo lo tenían algo atontado. Un mareo lo golpeó de repente y el leve tirón que le dió el Omega a su mano lo hicieron caer sobre la cama.

Aquella fue la señal para que su lobo se liberará, dejando de lado cualquier otra cosa o pensamiento.

Lo que ocurrió después de aquello no fue novedad, SeokJin completamente drogado entre su celo y el alcohol se dejó hacer por Yoongi, disfrutando de las manos del alfa sobre su cuerpo y pidiendo a gritos una liberación.

Ambos se dejaron llevar por sus instintos animales y se permitieron disfrutar del otro. SeokJin tocaba, besaba y murmuraba peticiones que Yoongi cumplía sin rechistar, mientras el alfa se encontraba besando con devoción el cuerpo del omega, dejando algunas marcas rojizas en la piel perlada del castaño.

Perdidos en el éxtasis de sus caricias y besos ambos pasaron la noche entre un enredo de piernas, brazos, caricias y una unión que traería consecuencias al despertar.

Porque mientras sus lobos se encontraban disfrutando de aquella unión, ambos chicos tendrían una reacción completamente distinta en cuanto el alcohol abandonará su sistema y el celo del omega se hubiese calmado un poco.

✿Kim☆Palomita✿