『𝟼: ❛𝑁𝑜𝑟𝑚𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑.❜


───── ❝𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑠𝑒𝑖𝑠 ❞ ─────

Ese día el clima era perfecto. Las flores danzaban silenciosamente mientras observaba el camino que dejaban atrás sosteniendo con fuerza a su mejor amigo quien manejaba la bicicleta con una velocidad moderada.

Vio por un instante atrás de sí, notando a Makomo en su misma posición teniendo a su hermano tomando impulso para quedar justo al lado de ellos.

—¡Oye! ¡No te acerques tanto, es peligroso! —Genya se asustó por la cercanía, aunque la carretera estuviera prácticamente desolada no debían confiarse. Algún loco podía aparecer de la nada queriendo pasarles prácticamente por encima.

Sabito se rió para avanzar mientras la azabache les miraba con una sonrisa.

Estuvieron en silencio mirando la cuidad donde comenzaba el bullicio y el sonido de los negocios siendo abiertos. Por la hora las personas con horarios de trabajo exigentes comenzaban a abarcar las calles opacando el silencio por completo.

—¿Quieres ir a comer algo después de clases? —la pregunta le tomó desprevenida al ver que tenían que despedirse cuando se detuvieron al frente de su objetivo.

—Claro, pero... ¿No sales un par de horas antes que yo? 

Genya tenía un horario distinto al suyo, además de que era mayor por un par de años. 

—Puedo esperar. Sabes que no tengo problema con buscarte.

Siempre acompañaba a Rosslenne cuando era su horario de salida, debido a que todavía no estaba por completo familiarizada con las direcciones temía que se perdiera con facilidad. Además del riesgo que señalaba una extranjera tan joven.

—De acuerdo pero a la próxima ocasión te invito. —recibió una acaricia en su cabeza para verlo como volví a tomar asiento en la bicicleta.

—Es un hecho. Nos vemos.

Cuando lo vio alejarse hasta perderlo entre la multitud decidió entrar viendo a sus compañeros conversar entre ellos. 

La mayoría hablaban inglés, debido a que se trataba de un colegio que apoyaba a los jóvenes extranjeros que comenzaban su vida desde cero. La directora se llamaba Tamayo y a pesar de que no tuvo la oportunidad de hablarle le parecía una persona amable.

—Entren rápido, ya casi es hora. —la voz de uno de los profesores le sacó de sus pensamientos. Apresuró el paso para dejar sus pertenencias en el suelo para cambiarse de zapatos dejándolos en el casillero.

El que dio ese aviso se trataba de Iguro. Tenía siempre un gesto de seriedad que provocaba temor a la mayoría de los alumnos. Pero para Rosslenne esto era un sentimiento contrario, le causaba curiosidad.

Además, era contradictorio que su pareja se tratara de Mitsuri. Una profesora de arte que siempre estaba feliz la mayoría del tiempo y cuando se emocionaba hablaba mitad inglés combinado con japonés.

Hablando de ella. Apareció agitada mientras le pedía ayuda al azabache para organizar el salón donde enseñaba.

La castaña no pudo escuchar mucho de la conversación ya que notó como todos se dirigían a su respectiva clase.

Paso el tiempo hasta que se quedó en la entrada esperando la presencia de su amigo. Se extrañó al creer reconocerlo en la cuadra de al frente pero con otros dos chicos acompañándolo.

Entonces reconoció a los gemelos Tokito. El mayor llevaba el cabello recogido, supo al instante que se trataba de él por su mueca seria mientras Muichirou estaba sorprendido viendo hacia el colegio con la boca abierta como si estuviera bostezando.

Casi al mismo tiempo Genya y Rosslenne levantaron la mano para darse señales de su ubicación.

—¡Ross! —sonrió. —Los chicos estaban libres así que los invité para que vinieran. ¿No hay problema?

Hizo una mueca. No iba a haber manera de negarse a ese punto donde ya estaban los cuatro reunidos.

Ojalá Makomo estuviera también presente. Era la única que mantenía una conversación fluida desde que mejoraron ambas con el idioma inglés. Todo gracias al apoyo de profesores particulares y al menor de los Shinazugawa.

—No... —apenas contestó con un susurro tomando la mano de su amigo para saludar a los mentosos que acomodaban su bicicleta.

La tienda para compartir el postre que tenían planeado era uno nuevo que abrió hace un par de semanas. Rosslenne lograba entender un par de sabores que eran señalados en el afiche de colores brillantes pero ya en su cabeza estaba claro su elección.

En otros locales probó casi que todos los tipos de combinación habidos y por haber junto a Genya en una competencia que los emocionaba cada ocasión que se podía. Pero ahora con sus agendas cada día menos libres sumando las salidas familiares se convirtiendo en algo esporádico.

Se mantuvo reservando un puesto algo alejado de las demás personas que en su mayoría eran parejas junto a sus hijos. Esto hizo que estirara un poco los labios en una línea recta.

—Aquí tienes. —la voz del azabache le hizo dar un pequeño brinco en su sitio. El helado empezaba a derretirse frente a sus ojos.

—Gracias... —pensaba en ir a buscarlo pero se distrajo demasiado. Los hermanos también se acercaban teniendo una conversación entre ellos. 

Mantuvo la mirada en cualquier otro lugar mientras disfrutaba del sabor dulce en su boca.

—Están muy buenos. —se animó a decir Genya para comenzar una plática.

—Sí. —contestó el gemelo menor con un gesto de ilusión. Ambos pidieron el mismo sabor.

—¿Pidieron de menta? —dijo con asombro al notar que el dulce tenía el color de las puntas de su cabello. —¡Es tan gracioso! Parece que se estuvieran volviendo de ese tono.

Rosslenne prestó atención a sus palabras para dar una ligera risa.

—Es verdad.

Yuuichirou puso los ojos en blanco mientras Muichirou se contagió por lo ingenioso del comentario.

—¡Ahora tiene sentido! ¡Si solo quieres tener el cabello de colores debes comer mucho helado y cambiará!

—Qué tontería. —negó el gemelo mayor.

—Me gustaría tenerlo de un tono blanco como mi hermano mayor. —continuaron ignorando la anterior postura.

Continuaron con más ideas locas que provocaban risas y descontento a un único miembro de ese grupo. La castaña estaba disfrutando de su compañía de tal manera que no quería que acabara la tarde.

Estaban satisfechos junto a gestos de felicidad en su rostro. 

—¡Nos vemos luego! —tomaron caminos diferentes. 

Genya llevó a su mejor amiga a casa.

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