Capitulo ³ - Un equipo extraordinario
Mientras Ela y Reiko se loguían riendo por la broma de la primera, un par de figuras se acercaron a ellas rápidamente, interrumpiendo su momento de tranquilidad.
--¡Ela! ¡Maldita sea, llegaste muy tarde! -Gruñó un chico de piel morena, cabello rubio brillante y ojos plateados que parecían relucir con indiferencia, su tono de voz era una mezcla de enfado y resignación --.Seguro te quedaste coqueteando con una muñeca de por allí o bailando frente algún área reluciente
Ela se detuvo en seco, girándose con una expresión exageradamente ofendida.
--¡¿Me estás llamando payasa indecente, rubio teñido de pacotilla?! -Chilló, apuntándolo con un dedo acusador
--¡No es teñido! -Gritó el chico, claramente indignado mientras se acercaba para agarrar las mejillas de Ela y estirarlas sin piedad --.Disculpate ahora mismo, enana grosera!
--¡Wuah, no! ¡Jamás, nunca de los nuncas! -Ela forcejeaba, tratando de empujarlo mientras colocaba las manos en el pecho del chico --.¡Ni loca!
Reiko, visiblemente incómoda y preocupada por la escena, decidió intervenir tímidamente.
--E-ehm.... ¿O-oigan? -Dijo en voz baja, intentando que ambos notaran su presencia
Antes de que pudiera decir algo más, sintió una mano en su hombro. Al girarse, se encontró con un joven de piel clara (aunque no tan pálida como la suya), cabello blanco con puntas rojizas y mechones verdes que caían en desorden sobre su frente. Sus ojos de un morado oscuro, intensos y analíticos, estaban ocultos detrás de unas gafas negras de montura sencilla.
--No te preocupes por ellos -Dijo el chico albino en un tono bajo, cargado de cansancio --.Ela. Walter. Quietos. A-H-O-R-A.
El tono autoritario de su voz logró lo que Reiko había estado rezando y manifestando: Tanto Ela como el chico rubio detuvieron su absurda pelea de inmediato. Ambos adoptaron expresiones de inocencia forzada, silbando de forma torpe como si nada hubiera pasado.
--¿Podrían dejar de actuar como dos irresponsables? -Pidió el albino, pasando una mano por su frente como si la situación fuera más de lo que podía soportar --.Por culpa de ustedes, nuestra nueva compañera ni siquiera ha podido presentarse correctamente
Ela abrió los ojos de par en par, como si una idea repentina la hubiera golpeado.
--¡Es cierto, gracias por recordarmelo Shan! -Exclamó, apresurándose a tomar a Reiko por los hombros y colocarla a su lado, con una sonrisa presumida, Ela pasó un brazo alrededor de ella en un gesto casi protector y coqueto --.¡Mira, rubio teñidote! ¡Nuestra nueva compañera es una auténtica belleza! -Dijo con orgullo mientras utilizaba su mano libre para acariciar suavemente la mejilla de Reiko, quien se sonrojó de inmediato, nerviosa por la atención y tan pronta confianza
El rubio, ahora presentado oficialmente como Walter, se quedó completamente inmóvil por un momento. Unas muy evidentes manchas de color rojo aparecieron en sus mejillas mientras trataba de mirar a cualquier otro lado para evitar el contacto visual.
--Ugh.... Ela, deberías soltarla -Comentó finalmente, con la voz cargada de pena, sin embargo, sus palabras parecieron atraer las miradas acusadoras de dos personas: La primera, obviamente, de Ela; la segunda, más discreta pero igual de intensa, provenía de Shan
Ela entrecerró los ojos con suspicacia y, tras un momento, exclamó:
--¡Oh, no me digas! -Se cruzó de brazos mientras apuntaba a Walter con el índice -.¡Conozco esos ojos! ¡Esos son los ojos que pones cuando quieres algo, Walter!
--¿¡Qué!? ¡No es cierto! -Protestó Walter, escandalizado, mientras agitaba las manos en el aire como si tratara de disipar la acusación
Lo que siguió fue una nueva ronda de discusión entre ambos, con Ela lanzando comentarios sarcásticos y acusadores mientras Walter intentaba defenderse. En el centro de todo, Reiko miraba de un lado a otro, completamente perdida, sin entender nada de lo que estaba ocurriendo.
--Esto.... -Murmuró para sí misma, sintiéndose cada vez más fuera de lugar
Pero antes de que la situación pudiera descontrolarse aún más, el albino finalmente perdió la paciencia. Con una expresión seria, tomó a Reiko de la mano y la jaló hacia él, sacándola del caos.
--¿Qué fue lo que les dije sobre pelear? -Preguntó con un tono bajo, cargado de irritación contenida, su mirada seria hizo que ambos se detuvieran, como si el aire mismo se hubiera congelado y una gélida nevada estuviera cayendo sobre ellos
Ela y Walter murmuraron disculpas vagas, evitando mirar directamente a su compañero.
--Estamos llegando tarde por culpa de ustedes dos, y están asustando a la nueva ¿Es mucho pedirles un poco de madurez? -Continuó, apretando el puente de su nariz con frustración
Ela soltó una risita nerviosa mientras Walter miraba al suelo, aún visiblemente avergonzado, pateando con sutileza la tierra bajo sus zapatos. Reiko, por su parte, agradeció en silencio la intervención de su nuevo compañero.
--L-lo siento.... -Murmuró Ela, mirando brevemente a Reiko antes de volver a concentrarse en el albino
--Bien, ahora sigamos, debemos llegar al gran salón antes de ser regañados -Dijo Shan con un suspiro, liderando el camino mientras mantenía a Reiko cerca para evitar más problemas
Mientras avanzaban, Reiko no pudo evitar preguntarse qué tipo de compañeros eran aquellos, peleando y haciendo tanto ruido, pero algo dentro de ella le decía que su vida en la academia estaba a punto de volverse mucho más interesante de lo que ya era anteriormente.
Había pasado una semana desde que Reiko se integró al equipo y se vio obligada a salir de su habitación para limpiar y aprender más sobre su trabajo. A pesar de sus nervios iniciales, se había dado cuenta de lo diferentes que eran entre sí, pero también de lo acogedores que podían llegar a ser.
Ese día, mientras se preparaba frente al espejo, se ajustó las gafas y suspiró para calmar sus nervios.
--Estoy aprendiendo muchas cosas.... ¡Seguro hoy también será interesante! -Se dijo en voz baja, en un intento de darse ánimos
Con mucha determinación, salió de su habitación. Había memorizado el camino para no perderse, pero, al doblar una esquina, se encontró cara a cara con Ela.
--¡Reiko-chan, mi muñequita linda y bonitaaaa! -Gritó la morena antes de lanzarse sobre ella con un abrazo energético --.¡Buenos díaaaas!
--E-eh.... B-buenos días, Ela-chan.... -Murmuró, sonrojada por la efusividad, aún no se acostumbraba a que alguien (aparte de su ama) fuera tan expresivo con ella, pero debía admitir que Ela tenía algo enigmáticamente reconfortante
Ela la sostuvo por los hombros y la examinó con ojos brillantes.
--Oye, oye, ¿Qué pasa? ¿Acaso dormiste mal? No tienes esa expresión del primer día.... Está es más extraña -Preguntó con tono juguetón, tomándola de la mano para guiarla por el pasillo
--No.... Bueno, es solo que todavía me siento un poco nerviosa... Todo esto sigue siendo muy nuevo para mí -Admitió, desviando la mirada por su vergüenza
--¡Ay, pobrecita! -Exclamó Ela, fingiendo dramatismo antes de reír suavemente --.Pero no te preocupes, Reiko-chan ¡Tu Onee-chan Ela está aquí para cuidarte y enseñarte todo todito!
Mientras hablaban y reían, llegaron sin darse cuenta al área principal donde las esperaban Walter y Shan.
Walter bostezó ampliamente, frotándose los ojos mientras las veía acercarse.
--Tan temprano y ya vienen haciendo escándalo.... -Murmuró con voz somnolienta
--¡Ugh, tú siempre arruinas mi buen humor! -Refunfuñó Ela, cruzándose de brazos con fingida indignación
Reiko, un poco incómoda con la situación, inclinó ligeramente la cabeza en señal de disculpa.
--Ah, l-lo siento, Walter, no fue mi intención....
El rubio levantó las manos rápidamente, agitado y bastante apenado.
--¡N-no, no! Tú no tienes la culpa, Reiko.... Es solo que... ¡Ay, olvídalo, lo siento mucho! -Gruñó, mientras Shan, con paciencia, le daba unas palmadas en la cabeza en un intento de reconfortalo
--Bien, ya que todos estamos aquí, comencemos con la lección de hoy -intervino Shan, aplaudiendo para captar la atención de todos, su tono autoritario logró que Ela y Walter dejaran de lado sus quejas --.Recibi bastantes indicaciones de los otros líderes de equipo, así que....
Reiko levantó la mano tímidamente, un poco curiosa.
--¿Por eso nos pidió venir sin las partes formales de nuestro uniforme?.... Digo, no es cómo si molestará tanto, pero.... Es sólo curiosidad
Shan le dedicó una ligera sonrisa.
--Exactamente -Asintio felizmente --.Pero dicho esto, es un día para que puedas aprender todo lo básico, así que no te preocupes mucho Noe Reiko
--Yo.... Preferiría que me llamara Reiko -Pidio de forma repentina, prefería ser llamada Reiko debido a que estaba más acostumbrada a ese
--Con una condición -Menciono el líder, alzando sutilmente su dedo índice
--¿Condición?....
--Ujum, que dejes de tratarme de "usted" -Explico --.Ya te lo había dicho durante tu primer día, que sea el líder de equipo no quiere decir que debas tratarme como una especie de ser supremo, ¿Trato?
--¡E-eh, s-si, trato! -Acepto rápidamente
A pesar de la aparente tranquilidad, Ela y Walter ya habían comenzado a discutir nuevamente, empujándose ligeramente como dos niños pequeños, jalandose de las greñas como si fueran dos doñas de 50 años peleando por el último aguacate del supermercado. Shan suspiró profundamente, viéndolos fijamente.
--¿N-no deberíamos apartarlos? -Pregunto tímidamente la azabache
--Nah, déjalos allí por unos segundos -Musito, viendo cómo aquellos dos morenos rodaban por el suelo entre tanta pelea --.A veces quisiera poder pegarles con mi escoba como si fueran ratones o Kobiritsukis.... -Suspiro de forma pesada antes de separarlos con una mirada seria.
La lección comenzó con un recorrido por las áreas de limpieza, incluidas las herramientas y los procedimientos para emergencias. Shan lideraba el grupo mientras Ela y Walter hacían comentarios sarcásticos entre ellos, arrancando algunas risas a Reiko.
En un momento, llegaron a un pasillo con unas escaleras que descendían hacia una puerta al final.
--¿Y a dónde lleva eso? -Preguntó Reiko, señalando con curiosidad
--Conecta con la cocina principal y el área de lavandería, de hecho, esté pasillo nos conecta con la cafetería, la sala de maestros y un pequeño salón de estudios exclusivamente para muñecas vivientes -Explicó Shan con tono paciente
Llegaron a la sala de estudios previamente mencionadas. Ela se apresuró a sentarse en el escritorio principal, acomodándose como si fuera una profesora.
--¡Bienvenidos a la sala de estudios mis pequeños esclavos, ufufu! -Declaró dramáticamente, levantando una ceja con teatralidad
Walter puso los ojos en blanco.
--¿Por qué siempre haces estas cosas....? Me lleva lo que me trajo al planeta.... -Se quejó, llevándose una mano al rostro antes de girarse hacia Reiko con una sonrisa --.Oye, Reirei....
--¿R-Reirei? -Preguntó Reiko, parpadeando confundida ante el apodo inesperado
--Sí, Reirei ¿Sabías que esta es la sala favorita de Shan? -Comentó Walter, con un tono burlón
--¡Es cierto! A Shan le encanta este lugar -Añadió Ela, riéndose mientras señalaba al albino
Shan suspiró profundamente, apretando el puente de su nariz antes de responder con calma.
--Solo me gusta porque es tranquilo, nada más, es un respiro reconfortante de sus estupideces matutinas -Susurro sin muchos ánimos
Sin embargo, las risas de Ela y Walter continuaron, y Shan finalmente cambió de tema.
--Reiko, ven, quiero mostrarte algo -Dijo, llamándola a su lado mientras señalaba unas imágenes en la pared
Reiko lo siguió obedientemente cuál perrito al que le dieron una orden, mirando las imágenes con atención.
--Estos son los diseños de nuestros uniformes -Señalo --.Aquí tienes el "Retrato" y el "Retrato escolar", se usan después del examen de ingreso y están diseñados para resaltar nuestras facciones faciales, con detalles en las piernas y brazos
Antes de que el líder pudiera continuar, Ela intervino con un comentario que hizo a Shan tensarse.
--¡Oye, Shan! ¿Por qué no le cuentas a Reiko que aún no te has examinado?.... De hecho, somos el único equipo con miembros en esa situación
--¿Eh? ¿Shan tampoco ha debutado? -Preguntó Reiko, sorprendida
--Eso no es importante ahora -Respondió rápidamente Shan, desviando la conversación de regreso al tema de los uniformes --.Centrémonos en lo que vinimos a aprender ¿De acuerdo?
Reiko asintió, pero luego soltó un comentario con mucha naturalidad:
--Estoy segura de que cuando Shan debute, será un gran éxito y se volverá muy popular -Expreso con una risita --.Eres muy guapo, Shan, tu rostro es genuinamente atractivo
El albino parpadeó, completamente sorprendido por el cumplido inesperado, mientras un leve rubor se extendía por todo su rostro. Pero antes de que pudiera reaccionar, Ela y Walter intervinieron al unísono.
--¡Espera un momento! -Exclamaron, poniéndose frente a Reiko--.¿Y nosotros? ¿No somos guapos también?
Reiko dio un paso atrás, nerviosa por la repentina atención.
--E-eh.... Bueno.... Y-yes.... Ehm... Y-you two h-have very attractive faces....
--¡No entendimos nada! -gritaron, inclinándose hacia ella, provocando que Reiko balbuceara aún más, atrapada entre la risa y el nerviosismo.
Shan suspiro, lo que había comenzado como una lección obligatoria se convirtió, como de costumbre, en un caos perfectamente equilibrado por las personalidades únicas del nuevo equipo "Esto será un desastre", penso, ahogando una carcajada.
(......)
Tras calmar las aguas, el grupo continuó su recorrido, guiando a Reiko hacia la gran plaza central. Los detalles arquitectónicos eran fascinantes para ella, había bastantes zonas que parecían ser más de una gran mansión que de una escuela, pero algo más capturó su atención.
--¿A dónde lleva ese pasillo? -Preguntó, señalando una puerta que destacaba de manera inquietante, contrastaba con el resto del lugar: detrás de ella se veía un pasillo en blanco y negro que recordaba un tablero de ajedrez.
Shan, siempre atento, respondió con tranquilidad:
--Esa puerta conduce al edificio de los profesores -Explico sutilmente --.Allí es donde se llevarán a cabo nuestros exámenes
Reiko ladeó la cabeza, intrigada.
--¿Sabes algo sobre los exámenes?
--Trate de preguntar, pero me dijeron que hablar de eso está prohibido -Admitió Shan, cruzándose de brazos --.Sin embargo, me dieron un dato interesante: Antes de cualquier prueba, hay una entrevista previa
--¿Entrevista? -Repitió Reiko, claramente curiosa e interesada en el asunto
--Sí, aunque no pregunté mucho más, lo que me preocupa no es la entrevista, sino el examen en sí.... Y mi maestro -Confesó Shan, frotándose el puente de la nariz como si intentara aliviar una creciente migraña
--¿Hablas de tu Okage? -Preguntaron Walter y Reiko al unísono
--Exacto, lo respeto y adoro muchísimo, pero es.... Complicado -Explico, mirando al suelo --.Es muy opuesto a lo que esperarías de un Okage en esta academia, a veces siento que, en lugar de recibir una orientación y órdenes precisas, soy yo quien debe cuidarlo.... Como cuido de estos dos -Añadió Shan, lanzando una mirada significativa hacia Ela y Walter
--¡Oye! -Protestaron los morenos al unísono, fulminándolo con la mirada
Reiko, siempre intentando suavizar la tensión, sonrió tímidamente.
--Bueno, si lo piensan, eso no suena tan mal -Movio sus manos en un intento de dirigir la atención hacia ella --.En cierto modo, Shan está diciendo que ustedes se parecen a su Okage, para mí, eso sería un halago.... Aunque entiendo que puede ser más complicado de lo que parece
El comentario, que pretendía ser positivo, sumió al grupo en un silencio incómodo. Algo en las palabras de Reiko había tocado fibras sensibles.
Ela fue la primera en romperlo, pero no con su energía habitual. Miró hacia el suelo y murmuró, jugando nerviosamente con sus dedos:
--"Una muñeca viviente no debe tener pensamientos innecesarios "
Walter, sin levantar la vista, añadió algo mientras se rascaba la nuca y la mejilla al mismo tiempo, tratando de consolarse:
--"No sirve de nada una muñeca viviente que no pueda ser útil a la familia sombra "
Shan, quitándose las gafas y fingiendo limpiarlas con su camisa, susurró con voz baja:
--"Una muñeca debe ser leal únicamente a la familia de las sombras y su academia "
Finalmente, Reiko, visiblemente inquieta, murmuró con nerviosismo:
--"Si una muñeca viviente no es buena y leal, será eliminada "
El peso de esas palabras quedó flotando en el aire como una sombra, similar al hollín que veían cada día. Cada uno de ellos recordaba las expectativas, las reglas inquebrantables que los moldeaban y limitaban. Era una verdad que compartían pero rara vez mencionaban debido al tiempo tan corto que tenían conociéndose.
Por primera vez desde que comenzó el recorrido, Reiko sintió el vacío entre ellos. No eran simples compañeros; eran "muñecas vivientes", herramientas creadas y moldeadas por un sistema que los veía como piezas reemplazables.
Pero antes de que ese peso pudiera aplastarlos aún más, Ela, como siempre, intentó devolver algo de ligereza al momento.
--¡Bueno, ya basta de caras largas! -Exclamo de repente, colocando sus manos en las caderas y sonriendo --.¡Reiko-chan, sigamos! Todavía hay mucho que ver, y estoy segura de que Walter quiere presumirte algo ¡Oh, tienes que ver el salón de artes! Es bastante lindo
Walter, sorprendido por el cambio de tema, se apresuró a reaccionar.
--¡¿Yo?! ¡Claro que no! No tengo nada que presumir.... Bueno, tal vez una o dos cositas, pero sólo eso
La pequeña chispa de humor logró que Reiko dejara escapar una risa tímida. Y aunque la sombra del tema seguía presente, al menos ahora parecía más manejable. Una vez más, el grupo avanzó, dejando atrás la puerta que llevaba al enigmático edificio de los profesores.
°•Fin del capítulo•°
2831 palabras<³
UFFFFFF, ahora se viene el drama bandita!
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