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*Nota: los diálogos escritos de esta "manera" significa que estan hablando en inglés

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– ¡Ayúdenme! – Gritaba una pequeña niña de cabello rubio, ojos claros azulados y piel clara, con rasgos europeos

– ¡Mátenla, es un peligro para la corona! – Grito un soldado dirigiéndose a sus compañeros para atacar a la pobre niña que corría por su vida

La lluvia comenzó hacerse presente, la noche oscura y la gran tormenta dificultaba la visibilidad de las personas. La pequeña al no poder ver con claridad cayo por una colina que daba a un gran bosque, llena de barro se levanto y continúo corriendo descalza, con un vestido viejo largo que se iba desgarrando cada vez que chocaba con alguna rama y quedaba atrapada en esta.

La pequeña aun era perseguida, las linternas de los soldados la buscaban sin desesperadamente para asesinarla, hasta que la luz de una cabaña le dio fe de poder refugiarse para poder perderlos de vista. Pequeña y débil vio que había una pequeña ventana pegada al piso de la cabaña, esta la empujo para poder entrar. Rápidamente busco entre las cosas que había en el sótano, metiéndose dentro de unos grandes sacos.

Los guardias golpearon la puerta de la cabaña, esta fue abierta por un hombre con rasgos japoneses que fumaba tranquilo.

Ordenes de la reina – El soldado le mostro un permiso de entrar a la vivienda, el hombre abrió la puerta dejando entrar a los solados, había otros dos fumando jugando la las cartas

¿Qué es lo que buscan? – Hablo uno de los hombres que al parecer hablaba ingles

Una niña, de aproximadamente 6 años – Dijo el soldado buscando por todos los rincones de la cabaña

¿Una niña? – Pregunto el hombre – Nosotros no hemos visto ninguna mocosa ¿Verdad chicos?

– Estamos ocupados jugando cartas – Dijo uno de los hombres

Mi compañero dijo que solo hemos estado jugando cartas – El hombre fumo

Seguiremos buscando, lamentamos las molestias – Los soldados salieron de la cabaña para separarse y buscar a la niña por el bosque

– ¿Ya se fueron? – Pregunto el tercer hombre

– Si, vamos al sótano, debemos preparar la mercancía, el barco ya debe estar por llegar – Dijo el líder

Los tres levantaron una alfombra que había en la sala y levantaron una compuerta, estos prendieron la luz y comenzaron a mover unos grandes sacos que contenían grandes paquetes de droga para comenzar a ser vendida en Japón

– ¿No dijiste que todos los sacos pesaban igual? – Se quejo uno de los hombres que cargaba un saco mas pesado que el resto

– Eso puede ser porque tu cuerpo ya esta cansado de cargar tantos sacos ¡Ya apúrate! – Dijo el líder en la camioneta

El hombre metió el ultimo saco a la camioneta y los tres comenzaron a viajar a un puerto donde los estaba esperando el barco para trasladarlos junto con la mercancía.

Metieron los sacos al barco que los llevaría nuevamente a su hogar en Japón. El viaje fue bastante largo, la pequeña había quedado profundamente dormida al momento que se metió al saco, esta al estar tan débil durmió por muchas horas.

– Al fin... - Dijo el líder viendo como estaban llegando a Japón – Es momento de llamar al jefe

Llamada

– ¿Diga?

– Jefe Sanzu, acabamos de llegar al punto de encuentro con los sacos de mercancía que nos solicito

– ¡Excelente, estaré en 15 minutos ahí!

Fin de la llamada

– ¡El jefe llegara en 15 minutos, bajen todos los sacos del barco ya!

Los hombres comenzaron a dejar los sacos en tierra firme de forma ordenada para que su jefe Sanzu los revisara. Los 15 minutos pasaron y llego un auto bastante lujoso color negro, en este bajaron un hombre de cabellera rosada, dos de cabellera morada y un peliblanco de cabellera larga

– ¡Sabia que harían un buen trabajo! – Dijo el hombre de cabellera rosa alzando sus brazos a los costados

– ¡Buenos días! – Gritaron los hombres y el líder inclinándose ante ellos en señal de respeto

– ¿10 sacos? – Pregunto el de cabellera morada corta – Wow... eso si es mucho

– Y que lo digas... nos tocara trabajo esta semana, hermano – Dijo el de cabellera morada larga

– Bien, bien – Dijo el peliblanco – Revisen los sacos para pagarles

– ¡Si señor Kokonoi!

Los hombres comenzaron a abrir los sacos y mostrando su interior hasta que llegaron al ultimo saco donde se llevaron una gran sorpresa

– ¡¿Qué mierda?! – Grito uno de los hombres bastante pálido

– ¡¿Una mocosa?! – Grito el líder de los hombres

– ¿Mm? ¿Qué ocurre chicos? – Dijo el pelirosado sonriendo

– S-señor... n-no sabemos como llego... - Los hombres soltaron el saco dejando ver la cabellera rubia de la niña

– ¿Mm? ¿Mataron a una mocosa? – Dijo el hombre de cabellera morada corta

– ¡No señor! – Dijo el líder temblando

– Mm... odio las sorpresas... - El pelirosado saco su arma y los apunto – Revísala, puede que nos sirva como mercancía

– ¡Si señor! – El líder movió a la pequeña, esta despertó – T-tiene rasgos europeos...

¡AAAAAAHH! ¡Sálvenme! – Grito la pequeña llorando fuerte, todos los presentes taparon sus oídos

¡¿Qué mierda dijo?! – Pregunto el pelirosado

¡Que la salven! – Dijo Kokonoi - ¡Cállate! – La pequeña dejo de gritar y llora – Mierda... habrá que llevarla con Mikey, el sabrá que hacer o donde meterla... Rindou

Si, yo me encargo – Rindou se acerco y le coloco un saco en la cabeza a la pequeña para que no viera

¡No quiero morir! – La niña se movía frenéticamente, Rindou la cargo como costal de papas

– ¡Koko dile que se caye! – Dijo Rindou

¡Cállate mocosa o te asesinaremos! – Grito Kokonoi, la niña exploto en llanto

– La cagaste – Dijo el hombre de cabello corto morado – Métela al maletero

– Si, Ran – Dijo Rindou metiendo a la niña al maletero, esta seguía llorando – Dios como grita...

– ¿Tienes alguna información de como ella llego a los sacos? – Pregunto Sanzu

– El día de ayer, unos soldados entraron a la cabaña donde estábamos escondidos buscando a una mocosa... debe ser ella – Dijo el líder de los hombres

– Mm... ¿Algo mas? – Pregunto Sanzu

– Tenían una orden de la Reina – Dijo el hombre

– Bien, lárguense al Reino unido de nuevo y consigan mas mercancía, les perdonare la vida esta vez... si pueden... me averiguan mas sobre eso, puede que la mocosa valga bastante dinero

– ¡Si señor! – Los hombres se subieron al barco y se fueron rápidamente

– Mátalos – Dijo Sanzu marchándose

– Claro – Dijo Ran presionando un botón, el barco exploto en alta mar

– Odio cuando no hacen bien su trabajo – Dijo Kokonoi

– A mi también... volvamos a la mansión – Dijo Sanzu

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