Capítulo 4 T2
Roselle Connors
Después de un turno de 18 horas en urgencias lo que más quería era llegar a mi casa y tirarme a dormir, pero claro, dormir más de 8 horas nunca fue una opción para mi
Eran las 6 de la tarde, y tenía que ir a recorrer a mi hija de su clase de ballet, pero claro además tenía muchos pendientes más, he subestimado mucho mi vida, soy jefa de cardiología, esposa y mamá
Apenas crucé la puerta de la academia de ballet la que me recibió fue mi pequeña Alice de 8 años;—¡Mami!
Esa niña era de mis mayores alegrías que tenía en mi vida. Alice en realidad no es mi hija biológica si no de mi esposo Luke y su ex que lamentablemente murió cuando nació la niña, aunque yo la he criado desde los 2 años desde que comencé a salir con su padre, ella sabe que yo no soy su madre, sabe muy bien que su madre murió, pero aún así me dice mamá y ha sido de las mejores cosas que me han pasado
—¿Como te fue, preciosa? — le pregunte mientras me inclinaba a su altura y dejaba un beso en su frente
—Bien, la maestra dice que si sigo así puedo ser la reina cisne en el recital— me sonrió, su alegría es tan contagiosa
—Me alegra, cariño — me levante mientras la ayudaba con su mochila— sabes que estaré en primera fila viéndote bailar
Ella me abrazo por la espalda mientras caminábamos hasta el auto
Cuando llegamos a casa claro que no podía darme el lujo de irme a dormir, Alice tenía que hacer tarea y yo tenía que hacer la cena
—¿Qué te dejaron de tarea, Aly?— le pregunte mientras dejaba un tazón de frutas a un lado de donde tenía sus libros. Es raro que ella necesite ayuda con la tarea, es una genio
—Nada importante, solo fracciones— respondió mientras tomaba un pedazo de fruta de su tazón— ya casi acabó, están fáciles
—Esta bien
—¿Y mi papá? — Alice dejo su libro de lado mirándome — ¿hoy si llega a cenar?
—Si, su turno acaba en un rato
Como lo predije, a los segundos oí el sonido del motor del auto seguido del ruido de la puerta
—Hola— saludo una voz muy conocida para mi
—¡Papá! — Alice se levantó de la mesa y se fue corriendo hacia la puerta donde estaba mi esposo
Luke tenía 30 años, tenía el cabello negro desordenado y sus ojos cafés acompañados de unas ligeras ojeras no le quitaban lo atractivo, él era uno de los mejores neurólogos del país, sin embargo conmigo su máscara de seriedad se desvanecía y eso era lo que más me gustaba de nuestra relación, podíamos mostrarnos mutuamente tal y como éramos
—Hola bicho— Luke rio mientras cargaba a Alice y desordenada su cabello
—Ya no me digas bicho— Alice hizo un puchero ante el apodo que le puso su papá
—Entonces deja de gritar cada vez que vez una cucaracha— Luke le dio un último beso en la frente a Alice antes de bajarla y dirigirse hacía donde yo estaba parada— hola, ojitos
—Hola doc— lo atraje hacia a mi dejando un beso en sus labios que me correspondió
—¡Guacala! — exclamó Alice haciendo que nos separaramos
—Oye, pero si estoy casado con tu mamá— Luke me atrajo hacia él abrazándome protectoramente — puedo darle un besito de vez en cuando, ¿no?
—Pero no frente a mi— Alice rodo los ojos mientras volvía a su tazón— que asco.
—¿Y ya hiciste tu tarea, bicho? — le preguntó Luke en un tono de burla a Alice, ella le respondió alzando su libro con todos los ejercicios resueltos— claro...
—Mi premio— Alice se cruzó de brazos
—Puedes prender la consola— suspiro Luke derrotado. Alice se levantó de su asiento y corrió a la sala donde estaba la consola— ¡solo un rato, bicho!
—Tu también quieres ir a jugar con Aly, no finjas— entrecerre los ojos mirando a Luke. Él hizo una mirada disimulada— ve, anda
— Gracias — Luke se levantó rápidamente de la silla, tomó mi cara entre sus manos dejando un beso rápido y corto en mis labios para irse corriendo hacia la sala
Reí ligeramente, Luke podrá ser uno de los mejores doctores de la ciudad pero aquí era un padre amoroso y dedicado
A los pocos minutos me dirigí a la sala a ver que hacían mi hija y esposo y para nada me sorprendí cuando los vi jugando Rocket League
Ese juego era el favorito de Alice, y siempre pedía a su papá que jugará con ella, primero pensé que era porque Luke le dejaba ganar, pero luego me confesó que realmente Alice siempre le ganaba en ese juego
—Ja, gané —Alice se levantó del sofá saltando ligeramente sobre este— siempre te ganó papá
—Presume, bicho, presume— Luke rodó los ojos mientras dejaba el control de la consola de lado
—Solo estas dolido porque ella te ganó— me reí mientras me sentaba en el centro del sofá con ellos a cada lado mío
—Yo soy la mejor— aludió Alice
—¿Ah si? — Luke entrecerro los ojos— dime la partes del cerebro humano
Reí ligeramente por lo bajo ya sabía a donde iba esta plática
—¿Tú lo sabes, papá?— Alice entrecerro los ojos mirando a su papá acusatoriamente
—Claro que sí — respondió Luke en el mismo tono que su hija
—Entonces para que me preguntas— Alice rodó los ojos dejándose caer en el sofá. No pude evitarlo y una gran carcajada se me escapó— tú y mi mamá son los doctores, no me pregunten a mi
—¿Y tu que serás de grande, cariño? — pase mi brazo por encima del hombro de Alice
Alice hizo una gran sonrisa juntando sus manos;—Millonaria— respondió con un suspiro
Los tres nos quedamos abrazados en el sillón mientras veíamos una película en la televisión y sobretodo felices, amaba esta familia que estaba formando
(...)
Cómo dije, no hay un solo día que tenga tranquila, y menos cuando estoy en el área de urgencias, siempre que creo haberlo visto todo, llega el universo a demostrarme lo contrario
—doctora— Cindy, la jefa de enfermería llegó hacia a mi — la doctora Jones dice que si la puede asesorar en gastroenterologia
—Claro, deme dos minutos — sonreí ligeramente mientras miraba mi reloj. Las tres de la tarde se acercaba por lo que tendría que ir por Alice para llevarla a su clase de ballet y en este momento tenía mucho trabajo por lo que Luke tendría que ir por ella
Me dirigí hacia la recepción para avisar donde estaría en casa de que mi esposo me fuera a buscar
Estaba a punto de alejarme de ahí e irme hasta el cuarto piso cuando oí una voz que trajo a mi memoria una persona de ojos cafés y cabello rizado con pecas, una persona con la que aún soñaba en las noches
—Monstruo.
Me paralice en donde estaba parada... Solo él me decía así y su voz... Quería creer que era él o tal vez el cansancio me hace alucinar, pero más la primera opción
Cuando me pude mover me gire a ver a quien tenía enfrente y mi corazón revoloteo en mi pecho al ver a ese chico que era alguien tan importante para mí
Mi...
—Muppet
Me acerque a grandes pasos hacía a él, aun teniéndolo enfrente me costaba creer que lo tenía enfrente y que esto no era un sueño
Seguía igualito a la última vez que lo vi, aunque más guapo. Llevaba un pantalón negro con una camisa gris arremangada hasta sus codos, su cabello negro y rizado tal como lo recordaba y esos ojos cafés que llegue a amar con mi vida
—¿No me vas a dar un abrazo?
—Hasta dos
Lo rodee con mis brazos en un fuerte abrazo, por un segundo me sentí como una universitaria tonta como cuando empecé a admitir mis sentimientos hacia él
Lleve mis manos a su rostro tocandolo lentamente para comprobar que esto era real. Aún con tacones me sentía pequeña a su lado cuando en realidad era al revés, pero él siempre me hace sentir vulnerable, y tal parece que eso no ha cambiado
—Aún con tacones sigues siendo más alto que yo— reí ligeramente
—Hay cosas que nunca cambian
¿no?
Asentí lentamente volviendo a abrazarlo con fuerza sin querer soltarlo ni que este momento acabará. Me quería quedar así para siempre
Si, muppet.
Hay cosas que nunca cambian...
(...)
Soy un jodido desastre
Me sentía la peor persona del mundo. El volver a ver a Finn desordeno tanto mi vida, todo era tan meticuloso y complejo antes y ahora ni siquiera sabía que hacer
Me sentía tan mal conmigo misma porque por varios momentos me olvidé de las personas a mi alrededor y me estaba ilusionando de más con Finn con varias cosas que no podían pasar. Me encogió tanto el corazón ver su rostro cuando vio mi anillo de casada y fue mucho peor tener que decirle que me case. Ni siquiera me dejó explicar nada, solo dijo que debía volver a su trabajo y ni siquiera tuve tiempo de pedirle su número, aunque creo que después de lo que presencio no debería querer saber nada de mi
Ni siquiera las doce horas del turno me pasaron fractura, a esta hora generalmente me estaría muriendo de sueño, pero no, aquí ando metida en mi auto pensando si irme a mi casa, o ir a buscar a mi psiquiatra personal
Al final decidí la última opción y conduje unos minutos después del hospital llegando al departamento de una de las personas que más podía confiar
Al subir al tercer piso en el departamento 14, toque la puerta un par de veces hasta que una cabellera roja y ojos azules me recibieron mirando el desastre que era de arriba a abajo
—¿Y ahora que paso? — ella se hizo a un lado dejándome pasar a su departamento
—Traime el vino— pedí mientras me lanzaba al sofá tomando mi cabeza entre mis manos
—La doctora Godwin que siempre dice que una dependencia al alcohol es la perdición, me pide la botella de vino que claramente tiene alcohol— ella negó ligeramente
—Sadie Sink— mi mejor amiga alzó la ceja ya que era contadas las veces que le decís por su nombre completo y claro que eso quiere decir que hablaba muy en serio— traé el vino— repetí lentamente para que captará mis palabras
—Si señora
Sadie llegó hacia el sofá con dos copas y una botella de vino. Sirvió el vino en silencio mientras yo seguía tomando mi cabeza, ella me pasó la copa y brindamos en silencio
—Mucho silencio— Sadie se acomodo en el sillón cruzando sus piernas y haciendo su pose de seriedad— cuéntamelo todo
—Volví a ver a Finn— hable lentamente porque a decir verdad aun me costaba creerlo
—Wow— Sadie abrío exageradamente los ojos— ¿como te sientes?
—No lo sé— negué ligeramente— a decir verdad aun creo que estoy soñando
—Ay mi tonta— Sadie paso su brazo por mi hombro y yo terminé inclinandome para que me abrazara— ya te he dicho que no debes depender de nadie y mucho menos de los hombres, y terminaste dependiendo de uno menor que tú— lo último lo dijo en tono de acusación
—Sadie no estas ayudando
—Si quisieras que te ayudará hubieras ido a mi consultorio en el hospital— la mire entrecerrando los ojos, ella dejó un beso corto en mi frente— por esta vez trabajo fuera de horario. Y ya deduje lo que pasa, — Sadie se aclaró la garganta— Finn te hizo dudar sobre tu matrimonio y ahora sientes culpa porque aun tienes sentimientos por él que ni siquiera tu sabes que son
Arrugue las cejas, Sadie tenía razón aunque creo que jamás lo admitiria en voz alta. A veces me pregunto si es buena psiquiatra o solo me conoce mejor que yo misma
—¿Como lo...?
—Soy profesional, querida— Sadie sirvió más vino en su copa mientras que tomaba más de esta
—Estoy tan confundida... Me siento tan vulnerable como cuando no sabía que sentimientos tenía por él
Repose mi cabeza en las piernas de Sadie mientras ella me desornaba el cabello, aunque creo que no necesitaba tener la cabeza más desordenada de lo que ya estaba
Apesar del tiempo aún me haces sentir tan vulnerable, muppet
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Nota de la autora; bb's me siento super orgullosa de mi misma porque ya ando más dedicada a esta historia :3
Pero bueno, se viene posible doble actualización UwU
Ahora sí
Ariosss
*C va en su Yoshi*
—un dinosaurio
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