Capítulo 24 T2
Rose Godwin
Me veía mucho mejor después de un sueño de 8 horas, eran contados los días que podía dormir como una persona normal y debido a que mi primera cirugía era a las 8 de la mañana tuve más tiempo y luego debido a que la presión se le disparo a mi paciente mi cirugía se pospuso
Aún tenía que darles cosas que hacer a mis internos. Aiden, Carla y Morgan se formaron en una hilera frente a mí con las manos detrás de ellos, unas grandes ojeras los acompañaban, ellos si había tenido guardia además de estudiar para uno de los exámenes más importantes de sus vidas
—Cuatro, hoy me asistirás en una cirugía de bypass coronario— le pase el expediente al chico alto de cabello negro, Aiden asintió. Luego a la rubia que era la única que no me veía asustada, Carla— Dos, verifica que la presión de la señora Roberts no suba más y si todo sale bien tal vez mañana entramos al quirófano, y Cinco— me gire hacia la castaña bajita, Morgan— ve a ver cómo sigue la señorita Regnault en terapia intensiva— le entregue el último expediente y retrocedí un poco viéndolos a los tres con sus respectivos expedientes— recuerden que es su último día en mi servicio, los exámenes de residentes son en menos de una semana y deben estudiar. Si pasan el examen, tal vez considere el hecho de aprenderme sus nombres el próximo año
Si sabía sus nombres, pero no los llamaba por él hasta que se convertían en residentes, todo el primer año eran apodos y en este caso, números
Aún debía pensar en apodos para la nueva generación de internos, llegaban en un par de semanas y aun no se me ocurría algo creativo
Mi teléfono vibro que me necesitaban con una paciente, y más en específico en mi esternotomía con bala alojada junto a la aorta, la chica llevaba dos días en el hospital, ayer se había tomado la decisión de inducirla a un coma por un par de semanas ya que no sabíamos las consecuencias neurológicas por el tiempo que estuvo muerta
Hoy el jefe de cirugía le haría una consulta en neuro y quería que estuviera presente
Cuando llegue a recepción en el piso 4 de cardio me encontré a mi esposo que apenas me vio hizo una mueca de fastidio guardando su celular en el bolsillo
Voy a matar a Joseph Bing, esa maldita insistencia en meterse en mi matrimonio me tiene harta. Se supone que el mismo jefe de cirugía haría la consulta, no mi esposo
—Aunque sea disimula— le dije con sarcasmo mientras que me acercaba a recepción a buscar el expediente de la paciente
—Bing me convenció de venir aquí con la condición de que tú no estuvieras en ese momento— aclaro Luke aun en tono cansado
—Pues reclámale a tu maestro— respondí— ella es mi paciente
—Ya lo se
No tuvimos que seguir mucho tiempo con la mirada de fastidio ya que Bing se acercó rápidamente
—Joe, me prometiste...— Luke fue el primero en hablar
—Lo sé, lo sé— Bing alzo las manos al ver las miradas enojadas que ambos le lanzábamos— pero los necesito, la chica de ahí dentro— señalo la puerta— es de las mejores amigas de mi hija, y ya he decepcionado demasiado a Sara como para dejar que su amiga muera en mi hospital. Ustedes son los mejores de su campo y a mi hija le prometí los mejores para su amiga, por favor
Bueno, me enardeció el ego, eso suma puntos
Ambos suspiramos al mismo tiempo y terminamos por asentir, después de todo ya había operado a esa niña y debía estar al tanto de su recuperación
—Estas en mi territorio— le advertí a Luke apuntándolo con mi índice
—Sí, Maléfica— rodé los ojos al oír el apodo que me pusieron los internos de su boca
Solo una persona me podía decir así sin que me molestara
Entre a la habitación y Luke me siguió, mi paciente seguía sobre la cama aun conectada al respirador e inconsciente. Ayer salió de terapia intensiva, pero obviamente seguiría inconsciente por el coma inducido. En su habitación había un par de personas, como su prometido, el extraño lindo con el que coquetee hace un par de días —que note que era el hermano del prometido ya que al verlos juntos fue imposible no notar su parecido físico—, la chica morena que suponía era su novia —y que me veía ligeramente molesta— y por supuesto estaba la hija de Samantha y Joseph Bing
La hija de los Bing era quien más me causaba intriga, a decir verdad esperaba una combinación de sus padres, con el físico de Samantha pero el carácter de Joseph, estudiante destacada en medicina, la primera en su clase, ambiciosa, inteligente, muy egocéntrica, la futura jefa de su especialidad médica en este hospital e inclinándose a neuro para ser el orgullo del jefe de cirugía, pero hasta el momento solo había acertado en el hecho de que es parecida a su madre, de resto parecía una niña muy educada, risueña y que se preocupaba por todos a su alrededor
Definitivamente no parecía hija de los Bing
—Buenos días— Luke y yo saludamos
—Buenos días— respondieron los presentes educadamente
—Soy el doctor Connors, de neurología—Luke se acercó hacia la camilla donde descansaba la rubia, el prometido le dio la mano educadamente— vine aquí para hacerle una consulta en neuro a la señorita Regnault— Luke me miro por un segundo— la doctora Godwin cree que podría tener complicaciones debido a su reciente cirugía de esternotomía en línea media
—Doctora, dijo que despertaría en unas horas, pero han pasado casi 2 días y nada— una mujer de cabello castaño algo mayor me pregunto preocupada
—La paciente ha sido inducida a un coma debido a que primero quisiéramos saber el grado del daño cerebral, si el doctor Connors dictamina que todo está bien solo es cuestión de tiempo para que la señorita despierte— respondí tratando de no sonar desanimada
—Me permite, señor— Luke hizo un gesto al prometido de la paciente que se giró del otro lado de la cama al lado del extraño lindo, su hermano, sin soltar la mano de su novia que ni siquiera le respondía el agarre
Luke se acercó hacia la paciente con la linterna poniéndola a la altura de sus ojos y abriendo ligeramente su ojo para checar sus pupilas, apretó su mano e hizo algunos estímulos motrices, a pesar de todo le apretaba cada tanto la mano y los dedos, de esta consulta y estudios dependía el progreso de la paciente, aunque a mi parecer podría estar bien, pero si me descuidaba un poco podría formarse un coágulo en el corazón que la mataría, y eso parecía ser ignorado por todos
—Okey, esto es mejor que mis expectativas— Luke guardo su linterna en el bolsillo de su bata mientras que tomaba el expediente haciendo anotaciones— necesito hacer un par de estudios, hare una tomografía, resonancia magnética y una electroencefalografía, creo que lo peor ya paso, pero quiero descartar unas cosas
—Gracias, doctor— el prometido le agradecido a lo cual el castaño solo le dio una ligera sonrisa y asentimiento de cabeza antes de dirigirse hacia una de las esquinas donde estaba Bing y empezarse a secretear
—Necesito evaluar la herida de la señorita— me acerque del otro extremo de la cama y anote su presión y signos estables en su expediente. El novio asintió
Descubrí la bata de mi paciente mirando el vendaje, la cicatriz era grande, mi residente hizo un buen trabajo con la sutura, pero aun así quedara una cicatriz algo fea, cubrí el vendaje rápidamente, sin embargo unas palabras me hizo detenerme abruptamente
—Usted tiene bonitas manos— alce la vista hacia la voz seductora que me dijo eso, mi ceja se alzó ligeramente al ver que era el extraño lindo que seguía del otro lado de la cama y que me miraba con una sonrisa torcida.
Oí la ligera carcajada que soltó mi marido y que paro abruptamente cuando gire el cuello a su dirección, Luke fingió mirar a otro lado con desinterés pero apretando los labios para disimular su sonrisa
El hermano le dio un codazo algo disimulado y le susurro entre dientes: —¡Deja de molestarla!
Decidí ignorar al extraño lindo y me saque el estetoscopio del cuello poniéndolo en el pecho de la paciente, a pesar de tener el respirador, su frecuencia era muy lenta, y paraba abruptamente sus latidos por un par de segundos, como si le entrecortara la respiración
Que no sea lo que estoy pensando, esto podría significar otra cirugía o algo peor
—Hare un electrocardiograma más tarde— informe mientras me colocaba de regreso el estetoscopio— de estos resultados depende el progreso de la señorita, mientras estén tranquilos, no estoy confirmando ni negando nada
—Okey— el prometido de la paciente me dio una ligera sonrisa y luego se relamió los labios antes de hablar— doctora, le quiero pedir una disculpa por como la trate el día del accidente, no debí ser tan irrespetuoso ni ofenderla, lo siento
<<No se me va a olvidar de todos modos>>
—No se preocupe, lo entiendo— le di una ligera sonrisa y me dirigí hacia la puerta, mi esposo me siguió casi al instante.
Ahora entiendo que seguramente quería asegurar de que nada ocurriera con el extraño lindo
—¿Así que ahora me celas? — le pregunté con sarcasmo mientras cruzábamos el umbral de la puerta
—Solo quería asegurarme— respondió en el mismo tono— dijo que tenías bonitas manos
—Sí, lo son— alcé ligeramente mi mano— son bonitas, pequeñas y cuestan cien mil dólares
—Que humilde
—Lo dice el que se reúsa a comprarse una cofia nueva
—Mi cofia aun sirve— se defendió indignado
—Ajá
Nuestra conversación sarcástica fue interrumpida cuando vimos a un par de nuestros colegas acercarse, entre ellos estaba Mikaela, todos veían algo sorprendidos la ventana de la habitación donde acababa de salir. Habían fácil 12 cirujanos, algunos de ortopedia, trauma, pediatría, plástica, neuro, general, cardio, neonatal
—¿Qué pasa? — le pregunté a Mika
—¿Esa es la hija de los Bing? — señalo con la cabeza a la chica que se veía por la ventana platicando animadamente con el jefe de cirugía
—Así es— Luke afirmo. Varios especialistas seguíamos viendo a través de la ventana, esa niña causaba tanta intriga
—¿Creen que haga el internado aquí? — pregunto Mika
—¿Qué especialidad tomara?
—Neuro, seguro— menciono Luke
—Podría ser obstetricia como su madre
—O inclinarse a algo fuerte como su apellido, como cardio
—Tiene la mirada muy dulce para cardio— dije negando ligeramente
—Tal vez te la den a ti, Harris— le dijeron a Mikaela, la cual empezó a reír
—Sufrirá conmigo, no hay favores en el internado y no me tocaría la vena cava superior así sea hija de los Bing— respondió Mika riendo, yo también reí por su chiste
—No tiene madera para cardio, se ve muy tierna y dulce— afirme mientras movía la cabeza— tal vez te la den a ti— mire a mi esposo que hizo una mueca de asentimiento— sería buena en neuro, lo lleva en la sangre, serias un excelente mentor
—¿Qué edad tiene? ¿Está en el último año de la facultad?
—Está en los 20 y tantos, puede llegar en cualquier momento al internado
—¿Quién será el responsable de anotarla en una apendicetomía el primer día? — empezamos a reír abiertamente
La apendicetomía del primer día, la manera de adiestrar a los internos, prácticamente esa cirugía se diseñaba para que fallaran, y claro juzgar si de verdad esa niña había heredado las habilidades de sus padres
—¿Qué hacen mis doctores? — todos pusimos la espalda recta al ver llegar a Samantha Bing, creo que éramos buenos disimulando, pero no cuando 12 especialistas estaban parados enfrente de una habitación murmurando sobre la hija de los jefes de cirugía
—De hecho, doctora Bing— Luke fue el valiente que se acercó a la obstetra— teníamos curiosidad, ¿ella es su hija? — señalo a la chica que seguía platicando con su padre sin notar nuestra presencia
—Así es, se llama Sara— respondió Samantha sin entender
—¿Vendrá al internado? ¿Qué especialidad tomara? — volvimos a preguntar nuestras dudas
—No, no vendrá, Sara no estudia medicina
Todos los especialistas giramos abruptamente la cabeza hacia la mayor y estupefactos le escupimos un gran: —¡¿Qué?!
¿Era una broma? Tenía que ser una broma
Esta niña lleva el legado en la sangre, Samantha es una de las mejores cirujanas neonatales y obstetras reconocidas de toda la nación, y aunque Joseph no me caiga bien, no podía negar sus méritos como uno de los 20 mejores neurocirujanos de todo el mundo. El legado y el talento que bebe haber en esas manos deberían de ser ilegal
—¿Y que estudia? — preguntamos con miedo
Si dice Arqueología, me tiro del piso de plástica
—Arte y humanidades
Todos nos llevamos las manos a la cabeza negando sin disimular y soltando pequeños murmullos de horror, no podía ser posible, lo que varios de este hospital daríamos por tener de padres a los Bing, por tener esas influencias, ese talento natural, joder.
Hace mucho dejo de estar de moda eso de obligar a tus hijos a seguir tu profesión, ¿pero cómo es que no aspiras a ser cirujano teniendo prácticamente a dos estrellas de rock como padres?
—Me dolió menos que mi hija de 8 años me dijera que nunca será cirujana— Luke negó sin ningún tipo de pena, asentí dándole la razón. La diferencia es que nosotros aun teníamos tiempo de inspirar a Alice lo suficiente para que en 10 años decida entrar a la escuela de medicina
—¿Creen que a mí no me dolió? — Nos dijo Samantha— mi hija menor tampoco tiene intenciones de seguir mis pasos ni los de su padre, estudia gastronomía
—¡No, yo ya no puedo más! — Mika se retiró alzando las manos dramáticamente— me quiero pegar un tiro
Casi todos se fueron del piso completamente decepcionados, yo también lo estaba, no podía creerlo, ahora entiendo porque esa chica parecía tan alegre, y era porque no era del gremio
—Mataría por tener a Joseph como padre— hablo Luke aun viendo hacia la habitación mientras negaba con la cabeza— mataría por ser Joseph Bing, y ella simplemente lanza su futuro como si fuera un trapo viejo
—Es una pena
Claro que era una pena de las grandes, no sabía las razones de la chica, pero por dios, está en su ADN, sobre todo no podía creer que el jefe de cirugía haya aceptado que su primogénita estudiara artes, él que era tan correcto, cualquiera pensaría que presionaría a su hija para seguir sus pasos
El silencio se hizo por algunos segundos mientras que ambos seguíamos recargados en recepción. Aproveche para mirar los estudios de la paciente, sin embargo me sorprendió un par de irregularidades en sus estudios
—Oye— le dije a Luke que aún seguía parado a unos metros de mi— quiero tu opinión, mira— le mostré la hoja con sus resultados de laboratorio
—La gonadotropina coriónica está por encima de los niveles— leyó los resultados
—Exacto
—¿Podría ser cáncer?
—No lo creo, sus glóbulos rojos estaban bien— seguí mirando los demás niveles en los análisis— podría ser una infección uterina
—¿O un embarazo? — gire algo sorprendida a verlo, pero tenía lógica
—Si está embarazada y de verdad tiene disnea de esfuerzo, que son altas mis sospechas, el embrión no es viable— dije mientras hacía anotaciones— espero que no esté embarazada, solo complica lo que ya es complicado
—Está en un coma inducido, si de verdad está embarazada lo va a perder— asentí dándole la razón— averígualo, tendríamos que esperar a que despierte y hacer un legrado, su cuerpo no podrá expulsarlo por sí mismo si le dan medicamentos estando en coma
—No puedo darle medicamentos para un aborto estando en coma, y menos pueden hacerle un legrado sin su autorización, pero si no sacan al embrión, tendrá una infección uterina crónica— me pase las manos por el pelo con frustración
—¿Qué tan segura estas de que tiene disnea de esfuerzo postoperatoria? — me pregunto aun mirado las hojas que tenía en las manos
—95% segura, solo falta un ultrasonido para confirmarlo— suspire, este caso es complicado por donde sea que lo mire
Trataba de pensar en todo lo que podría solucionar este caso, pero no había una manera correcta sin poner en peligro a la paciente, sin contar que sin hacer nada aún era propensa a un infarto fulmínate o una taponada cardiaca
—¿Por qué estoy hablando contigo? — Luke se giró con dramatismo
—¿Ah, me seguirás ignorando?
—Sí, solo ha pasado una semana— respondió en una sonrisa cerrada— me queda otra de seguirme haciendo el digno, ese era el trato
—Y oportunidad perfecta para seguir coqueteando con tus internas— me lleve las manos a los bolsillos de mi bata— ojala te hagan huelga un día
—Ja, nunca se te cumplirá— rio con sarcasmo.
Ambos seguíamos en recepción, en mi caso estaba checando expedientes, pero Luke no sabía porque aún no se iba, casi nunca se queda tanto tiempo en mi territorio
—Doctor Connors— rodé los ojos abiertamente al oír la voz de Julia, su interna, casi podía sentir ese perfume de niña que emanaba de ella y que estaba segura que era el mismo del de la camisa de Luke— ya ordene sus estudios
—Muchas gracias, Julia— casi me daba cólera en la manera que le hablaba a la pelinegra que lo miraba con admiración y coquetería— ve a avisar a la paciente y te veo en rayos x
—Claro que sí, doctor— Julia se fue tranquilamente saltando por el pasillo
—La pobre interna joven e ingenua deslumbrada por el gran cirujano— dije con sarcasmo sin despegar la vista de mis expedientes— pobre niña
—Hablas como si nunca hubieras dormido con un titular en el internado para conseguir cirugías
—No después de que me ennovié contigo
Mi comentario hizo que alzara la vista por un par de segundos al igual que yo, sin embargo volví la vista a mis expedientes y él a unos documentos que tenía entre las manos
Tal vez para mi suerte o no, volvió a girar mirando a mi esposo con una sonrisa coqueta, lo que hizo que me diera más cólera
No me hacia ninguna gracia que le coquetearan en mis narices, así que no pensé más y tire de sus hombros para girarlo hacia mí y sin dejarlo siquiera protestar tome su rostro entre mis manos acercando sus labios a los míos. El beso lo sorprendió por unos segundos pero al final me termino respondiendo, quería marcar territorio, así que chupe ligeramente su labio inferior antes de tomar su labio entre mis dientes dejándole una pequeña mordida en el mismo, él se separó en una mueca tomando su labio a raíz de mi mordida, le puse un poco más fuerza de la necesaria
Cuando nos separamos se oían unos los murmullos sorprendidos por el pasillo, todos en este hospital sabían que éramos esposos, pero nunca nos habíamos dado un beso como este en público
Y Julia se quedó paralizada en el pasillo, lo que me hizo sonreír
—Juguemos a los infieles si quieres, pero tú sigues siendo mi marido— le dije fríamente mientras jalaba de su corbata acercando su rostro al mío, sonreí notando el ligero punto rosado que decoraba su labio
—Y tú sigues siendo mi mujer— dijo con una sonrisa torcida que parecía querer irritarme antes de tallar su labio debido a mi mordida— piraña
Le saque la lengua antes de girarme hacia el pasillo, aún tenía varios pacientes
Sin embargo cuando giré sobre mis talones, vi de frente al extraño lindo que de repente estaba invadiendo mi espacio personal, así que solté un jadeo de sorpresa
—Lamento haberla asustado— se disculpó con las manos al aire al ver mi mueca
—No importa— murmuré con la mano en el pecho
—Doctora, quisiera hablar con usted una situación— retrocedí cuando intento tocarme la cintura con su mano
—Pase a mi oficina— dije secamente dándome la vuelta
Mientras que caminaba a mi oficina sentí que no me quitaba la mirada de encima, pero trate de fingir indiferencia, hice un ademán después de que abrí la puerta para dejarlo pasar a mi oficina
El extraño lindo tomo lugar en la silla frente a mi escritorio, donde me permití mirarlo fijamente, usaba una camisa blanca, una chaqueta de cuero negro, el cabello era negro levemente despeinado, los ojos azules y una sonrisa ladina y coqueta
—Puede decirlo— murmuré sentándome en mi silla con los codos recargados en la mesa
—Vera, soy cuñado de su paciente, Jen Regnault— me informó mientras se inclinaba levemente sobre mi escritorio— estoy aquí para preguntarle sobre el progreso de mi cuñada, pero con sinceridad ¿de verdad hay posibilidades de que ella despierte del coma?
—No puedo decirle nada sobre el expediente de mi paciente— respondí recargando la espalda en mi silla y cruzandome de brazos— ni siquiera a su hermano, a menos que sea su esposo
—Se van a casar
—¿Dondé están los padres de la señorita Regnault?
—En Francia— rodó los ojos antes de intentar tomar mi mano encima de la mesa— preciosa...
—No me diga preciosa— retiré mi mano dándole una mirada levemente molesta
—Creo que usted y yo empezamos mal— rodeo la mesa para verme detras del escritorio sacando esa voz seductora que quisiera que no me afectara
—Usted y yo no empezamos nada.— me levanté del asiento ya molesta, a pesar de todo, su mirada y sonrisa estaban haciéndome flaquear— y si solo está aquí para usar sus intentos de seducción barata conmigo, puede retirarse. Estoy casada
—Y aun sigue sin usar su anillo— tomó mi mano donde se supone que debería estar mi anillo y sortija, su toque me ponía los nervios de punta— doctora, ¿me va a decir que nunca ha tenido una aventura?
<<Controlate, no eres interna, Rossy>>
—Sí las he tenido, muchas— respondí alzando el mentón— ¿eso es lo que quiere? creeme que no sería el último, así que no se sienta especial
—Con una mujer como usted, ya me siento especial— me alzó el mentón, pero no afectaba mi mirada— la puedo ayudar a desestresarse
Tomé fuertemente la solapa de su chaqueta antes de estampar mis labios contra los suyos, el beso era rudo, sus manos me tomaron de la espalda apretándome contra él, era más alto que yo, como siempre, por lo cual me tuve que poner de puntillas cuando empezó a quitarme la bata y a desabotonar los botones de mi blusa
—Así no— detuve sus manos que estaban sobre mis pechos
—Como usted quiera— me dijo antes de inclinarse para volverme a besar
En algún punto me quedé con la cara contra su hombro, tenía la necesidad de no verle la cara e imaginar que era de alguien mas quien me estaba besando y tocando
Y mientras me enrollaba con un desconocido, me dedique a solo tener el rostro escondido en su hombro mientras jalaba de su cabello e imaginaba que era alguien más... imaginando que era él...
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-un dinosaurio
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