Capítulo 2 T2

Finn Wolfhard

Como lo predije, el hospital no es agradable

Desde que tengo memoria mis visitas al hospital han sido muy limitadas, no me gustaban las luces tenues y los pasillos blancos desolados, ver tantas enfermeras con sus trajes blancos y sin dirigirte la palabra, era como estar en una película de terror

Sin embargo, tuve que ir al hospital para mi seguro médico, para eso tuvieron que abrir un historial clínico donde tuvieron que necesitar una muestra de sangre, lo que incluía agujas

Desde siempre le he tenido miedo a las agujas, mi contacto con ellas son muy limitadas salvo en caso de vacunas muy necesarias

El único contacto con agujas del que no me he quejado es cuando me hice aquel tatuaje en mi brazo que cada vez que lo veía solo me ponía melancólico, se supone que debería ser un recuerdo feliz, pero me daba una sensación de vacío cada vez que lo veía

Moví la cabeza alejando esos recuerdos de mi cabeza, no eran tristes pero cada vez que recordaba la razón de ese tatuaje... Me hacían sentir vacío

Después de que me sacaron dos tubos de sangre aun me tuve que quedar unos minutos más para terminaran de activar el seguro médico

Esperaba que fuera rápido, no me gusta el hospital

—Aquí tiene los documentos de su seguro médico— una de las enfermeras que estaban en la recepción me dio un folder— queda activado a partir de este momento y en dos días hábiles le llegan los resultados del examen de sangre a su oficina

—Muchas gracias

Estaba a punto de irme cuando una doctora llegó corriendo hacia la recepción lo que me hizo detenerme

—Dolly, ¿sabes dónde está el doctor Connors? — la doctora le dijo a la enfermera, su tono de voz era tan familiar para mí

—El doctor Connors está en el piso 6 en el área de neurología— respondió la otra enfermera que estaba en la recepción

—Ok, si me busca le dice que estoy en gastroenterología— volvió a decir la doctora, su voz se me hacía tan familiar

—Si doctora

—Gracias

Oí sus pasos alejarse, sentía que estaba alucinando porque sabía en quien estaba pensando y que era una locura pensar en eso

Pero esa voz...

No, no puede...

No, si puede ser.

—Monstruo

Esas palabras dejaron mi boca sin siquiera pensarlas, me gire a ver a la mujer esperando que fuera quien creía, pero la doctora dueña de esa voz seguía de espaldas, lo que me permitió darme cuenta que era pelirroja y de cabello mediano

Mi corazón cayó al suelo, tanto que la recordaba que ahora hasta creía verla en otras personas, ella está en otro estado muy lejos de mí

Iba a alejarme de ahí, pero cuando la doctora se giró, olvidé como se respiraba

Si era ella

Roselle estaba frente a mí, sus ojos recorriéndome de arriba a abajo como si le costará creer que me estaba viendo

Se veía mucho más bonita que la última vez que la vi, su cabello castaño claro ahora era pelirrojo y llegaba un poco por debajo de sus hombros, su estilo era muy diferente, ya no parecía una niña, sino una mujer muy hermosa, ya no estaba tan delgada y parecía más alta, sus ojos estaban perfectamente maquillados con sombras y sus labios que siempre vi con ese tono rosa, ahora llevaba un labial color vino, ya no llevaba jeans ni tenis, vestía unos pantalones grises y una blusa color amarillo combinados con sus tacones negros y su bata de hospital además de un estetoscopio que rodeaba su cuello

—Muppet...

Dio grandes pasos hacia a mí, mientras yo no me movía, aún me costaba creer que la tenía enfrente

Creía que esto era un sueño, la tenía enfrente y aun me costaba creerlo

—¿No me vas a dar un abrazo?

—Hasta dos

Sus brazos me rodearon en un fuerte abrazo que correspondí al instante, aun usaba ese perfume de lavanda que me cautivo desde el primer momento que la conocí

Cuando nos separamos del abrazo ella me miró de nuevo de arriba a abajo tocando mis mejillas y mi cabello como si aún le costará creer que me tenía en frente

—Aun con tacones sigues siendo más alto que yo— soltó una pequeña risita que me contagio

—Hay cosas que nunca cambian, ¿no?

De nuevo se lanzó a abrazarme con mucha más fuerza que la primera vez recargando su mejilla en mi hombro. Tantos recuerdos atravesaban mi mente, era como si no hubiera pasado tanto tiempo como si hubiera sido ayer la última vez que la vi

(...)

Rose me había dicho que quería hablar conmigo y acepte porque tampoco quería irme sin saber al menos como había estado en estos años

Ella tuvo que ir a ver algo sobre un paciente a otro piso y me pidió que la esperara en la cafetería y así lo hice. A los pocos minutos ella regresó

—Pero cuéntame que ha pasado, casi perdimos contacto cuando acabaste el segundo semestre en la universidad— se rio mientras tomaba asiento frente a mi

—La universidad no es el mejor lugar para mantener relaciones interpersonales— hice una mueca

—Si lo sabré yo— ella soltó una pequeña risita

—Luego cambié de celular y perdí todos mis contactos— hice una cara dudosa

—¿Que le paso a tu celular? — me pregunto arrugando las cejas

—Pues...— me llevé una mano a la nuca con duda— me metí a una alberca y no me di cuenta que tenía el celular en el bolsillo

Ella se echó a reír: —Siempre tan distraído

—Y cuéntame de ti— hice una pequeña sonrisa— pensé que seguías en Nueva York

—Si, estuve un tiempo en Nueva York, pero hace dos años me vine a Florida por recomendación de mi ex jefe y porque tengo mejor sueldo aquí— me dijo aun sonriendo

—Tienes todas las vibras de una cirujana pediatra— rei mientras la escaneaba de arriba a abajo

—De hecho— Rose se rasco el cuello con incomodidad— soy cirujana cardiotorácica 

—Oh...— eso si me sorprendió, alguna vez me dijo que jamás iría a esa especialidad— una vez dijiste que deberían sacarte el corazón para eso 

—No está muy alejado de la realidad, preguntale a mis internos— eso no me lo creía, ya me imaginaba que sus internos eran los más mimados del hospital—  ¿y tú cómo terminaste en Florida?

—En un viaje de práctica de la universidad fue aquí en Florida. Me encanto la ciudad igual que a mis amigos y se nos ocurrió probar la vida laboral aquí en Orlando— hice una sonrisa de boca cerrada

—¿Ya eres administrador de empresas? — me pregunto

—Con especialización en contabilidad— me encogí de hombros

—Odiabas las matemáticas y terminaste con una especialización en contabilidad— achino los ojos riendo levemente

—Le terminé tomando amor forzado a la contabilidad— hice una mueca

—Ni todos mis pacientes en urgencias me han sorprendido tanto como imaginarte estudiando contabilidad— su risa me contagio

Rose recargo su mano contra su mentón y fue cuando noté que aún usaba esa pulsera tejida que le di en el aeropuerto hace casi 6 años. Sonreí ante esto, pero a la vez me hizo sentir mal el hecho que ella aún usaba la pulsera y que yo tuviera el collar que ella me dio ese mismo día escondido en algún lugar de mi armario me hacia sentir mal

Pero la pulsera no fue lo único que note que tenía

En esa misma mano y más precisamente en su dedo anular tenía un anillo con un diamante pequeño además de una argolla que parecía de matrimonio

Me quedé mirando ese anillo por varios segundos creyendo que tal vez estaba alucinando, pero me di cuenta que no era así cuando escondió rápidamente su mano izquierda y me miraba respirando agitada

—T-te... — me costaba mucho hacer esa pregunta y tenía mucho miedo de la respuesta — ¿te casaste?

Sentí un hueco en el estómago al hacer esa pregunta y mi miedo aumentó cuando vi como seguía escondiendo su mano y se ponía nerviosa. Ya ni siquiera me miraba a los ojos

Todas las esperanzas que se habían formado hace 30 minutos se estaban desmoronando poco a poco

—Di algo, por favor

—Si— me respondió en un hilo de voz— me casé

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Nota de la autora: chan chan chan
Bueno bb's se que es un capítulo corto pero ya ando saliendo del bloqueo y creo actualizar mas seguido

Pero bueno les dejo un meme que ni me acuerdo cuando les deje la última vez

Ahora sí

Ariosss

*C va en su Yoshi*

—un dinosaurio

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