Rose Godwin

Las muecas de ese bebé del cunero me hizo reír ligeramente, era tan pequeño, se veía tan frágil, y empezó a llorar ligeramente cuando la enfermera lo cargo para llevárselo, supongo que a su familia

Me gustaban los niños, siempre les he tenido paciencia, aunque aveces dudo de eso cuando oigo a un niño llorando, aun así me gusta ir a los cuneros cuando estoy libre de cirugías, de alguna manera si me hacía sentir mejor ver a esos bebés que seguramente se irían en algunas horas del hospital, me reconfortaba un poco del hecho de que nunca tendría un bebé propio

Alice es mi hija, pero aún así me quedó la ilusión de tener un hijo propio, estar embarazada, comer dulce con pretexto de tener antojos, comprar ropa de maternidad y saber que tuve algo dentro de mí, un pequeño que se pareciera a mí. Pero eso nunca sería posible debido a esa operación en mi adolescencia donde perdí un óvulo y luego por ese embarazo extrauterino de hace más de seis años donde perdí la única trompa de Falopio que me hacía fértil

No me maldigo pensando en lo que hubiera pasado si ese embarazo hubiese concluido, desde el principio estaba destinado a que lo perdiera, además en esa época aún era sólo una interna, acababa de llegar a Nueva York, no tenía casa, no tenía dinero, ni estaba lista para cuidar a un bebé, y lo más importante, tenía más ambición en convertirme en lo que ya soy hoy.

Sentí una presencia junto a mi en los cuneros, gire ligeramente la cabeza encontrándome a Mikaela, una de mis mejores amigas y colega en cirugía cardiotorácica.

—¿Si sabes que se irá esta tarde? — pregunto Mika mirando al mismo bebé que yo estaba mirando

—Sabes que nunca me encariño con los bebés de los cuneros— dije mientras me enderezaba frente a ese cristal— tengo mucho que contarte

—Yo también— Mika también se enderezó— pero Hudson fue a Nort Star por un corazón que recibirá la señorita Banks

—A trabajar— comencé a caminar rumbo al ascensor, Mika me siguió, subimos hasta el piso de cardio. Un trasplante de corazón debería emocionarme más, pero no

Antes me emocionaban las cirugías raras y complicadas, las considero un reto del que salgo victoriosa cuando son un éxito

No me da pena decir que soy de las mejores cirujanas cardiotorácica de esta ciudad, o al menos así era antes

Tuve que reparar un maldito neumotórax, debería emocionarme más, pero ahora todo se volvía una asquerosa rutina de tomar un bisturí, abrir, reparar, suturar y cerrar

Estoy apunto de realizar la cirugía más difícil del mundo, esperando que un residente me traiga un corazón de alguna persona con muerte cerebral, y en vez de estar emocionada o tal vez nerviosa, estoy tomando mi café frío mientras un par de ojos negros pasan por mi cabeza

<<Divórciate>>

—Rossy— Mikaela me movió el hombro, estaba recargada en una pared descansando ligeramente mis ojos— Hudson está a 10 minutos de aquí. Ya reserve el quirófano

—Okey, vamos— ambas caminamos hacia el elevador yendo hasta los quirófanos

Salte de mi cabeza por unas cuantas horas, muppet

(...)

Termine de secar mis manos para luego tomar mi anillo y argolla y ponerlo en mi dedo anular de nuevo para luego recargar mi cadera en el lavadero que estaba afuera del quirófano

—La señorita Banks estará bien— me dijo Mika mientras se secaba las manos y se quitaba la cofia de la cabeza

—Si, no hubiera durado una hora más con ese corazón— murmure

—Acabas de hacer un trasplante de corazón exitoso y parece que esta mañana atropellaron a tu perro— desvíe la mirada ante lo que dijo Mika— dijiste que tenías algo importante que decirme

—Aquí no— me crucé de brazos— no tengo más cirugías por el día, ¿quieres ir a cenar?

—Claro— Mika sonrió antes de salir del quirófano, yo la seguí con una ligera sonrisa

(...)

Agite ligeramente de la copa de vino antes de llevármela a los labios para luego volver mi vista al risotto que tenía enfrente. Mika comía lentamente su lasaña en una silla frente a mi

Amo mi trabajo, amo ser cirujana, pero estas noches donde podría disfrutar de los lujos que me podía costear po mi sueldo de ser cifras también eran mis favoritos, saber que manejo un auto del año, que tengo mi propia casa, el maquillaje más costoso y ropa de diseñador. Todo lo que trabaje y que había dado frutos  

—¿Así que por eso estas tan distraída? — asentí ante la pregunta de Mika

Mika había entrado como interna al mismo tiempo que yo, y en ese entonces se vio todo mi drama después del rompimiento con Finn, así como estuvo a mi lado sosteniendome la mano cuando tuve ese aborto espontáneo, por lo que los lazos de amistad eran demasiados

Estuve la mayor parte de la cena contándole lo que había pasado estos últimos días con Finn, como nos reencontramos, el hecho de que nos hemos besado un par de veces y que él es uno de los causantes de que últimamente no sienta nada

—¿Puedes creer que me pidió que me divorciara?

—¿Y lo harás?

—¡No!

—Rossy, dices que cerraste ese capítulo hace años pero es más que claro que no es así— Mika de llevó su copa de vino a los labios bebiéndolo lentamente— ¿le vas a decir a Luke?

—Claro que no—negué rápidamente— ¿que caso tiene?

—Que no tienes secretos con tu esposo— suspiré ante las palabras de Mika

Eso era cierto, yo nunca he tenido secretos con Luke, nos contamos todo, él sabe toda mi historia con Finn y también con Tom Crane, a causa de que él fue quien me terminó de convencer de elegir cardiología, lo tuvo que saber porque nos habíamos reencontrado en Nueva York cuando termine la residencia, donde también nos dimos cuenta que lo mejor era no estar juntos y que nos superamos.

Así como yo también sé la historia de Luke con su ex esposa, Alma, la mamá de Alice. A pesar de que casi nunca la menciona aún conserva su foto en la billetera y en el fondo de su closet, sé y él me ha dejado en claro que Alma Bennett es el amor de su vida... Solo que yo no tengo idea de quién es el amor de mi vida, o incluso a veces me pregunto si eso de verdad existe

—Yo en algún momento pensé en decirle a Luke— jugué con mis dedos sobre mi regazo— pero luego pensé que no había necesidad, porque no se iba a volver a repetir

Mika me miró alzando una ceja, sus ojos negros mirándome con desaprobación me hizo tomar de mi copa de vino

—Pero luego se repitió— asentí

—Y cada día que pasa, la culpa se va quitando, más... y más... y más

—Tienes que terminar lo que empezaste con tu ex— abrí los ojos de par en par ante las palabras de Mika

—¿Estas loca?

—Si. Tienes que darte cuenta a quien quieres

—Pero yo sí quiero a Luke. Es un buen padre, un buen neurocirujano, un buen esposo, me da estabilidad y seguridad. Pero— bebí más rápido de lo que espere mi copa de vino— cuando estoy con Finn, dejo de pensar, no soy yo

—Una razón más

—No hemos pasado de besos, además creo que él anda intentando algo con una compañera de su trabajo, todos los días salen juntos y tomados de la mano — alce la mano restándole importancia

—¿Lo volviste a espiar? — Mika me miró acusatoriamente

—Quería saber si estaba bien— me excuse

—Ajá.

—No lo he hecho en cuatro días— me defendí cruzandome de brazos

—Pero lo hiciste por una semana seguida— odiaba cuando Mika conocía todas mis andanzas y me las tira en cara

—Ya lo dejé

—Eso espero— Mika agito su copa— pero en serio, ni siquiera lo he visto, sino arreglas esto, tarde o temprano van a terminar en la cama, y te vas a sentir peor

Una parte de mi que no lo diría en voz alta, esperaba eso

Pedimos el postre en silencio, Mika me daba miradas divertidas que yo trataba de evitar. Me siento tan estúpida, como la universitaria estúpida que era hace unos años sintiéndose débil por sus sentimientos

Como era cuando me enamoré de él...

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Nota de la autora: ya sé, lo siento, las dos personas que leen esto deben querer patearme la cara, pero pues no hay inspiración, eso ya está cambiando

En otras noticias, el admin es universitaria✨✨✨✨

Pero bueno, ya casi llegamos a la mitad de la historia, será un poco más corta que la primera parte pero pasarán muchas cosas UwU

Ahora sí

Arioooosss

C va en su yoshi*

—un dinosaurio
universitario