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Posdata: miren el vídeo, es una clara muestra de la historia y los sentimientos de este capítulo ♥️
Narra Lucifer
La frialdad que abrigan sus palabras son impresionantes, su mirada llena de odio, tristeza, dolor me hacen sentirme el ser más detestable.
Estaba decidió a mostrarme como era, debía contarle todo de mí, si ella deseaba que la dejara aceptaría su decisión.
La veo tomar asiento en un sofá individual, repito su acción quedando sentada frente a ella.
Narra Jade
Un pequeño dolor en mi pecho de instala, no deseo recordar nada de aquel día.
— Te escucho Lucifer— hago un ademán para invitarlo a iniciar con su charla
— Principalmente, te pido perdón — me mira con sus pupilas rojisas — todo lo que dije esa día no es cierto, jamás te vería como un monstruo, eres el ángel mas hermoso que he visto en mi vida y eso que he visto muchos — ríe bajo — fue un error el haber caído en las mentiras de Natasha — esconde su rostro entre sus manos
— Lucifer, siempre fui lo más transparente contigo, te enseñe mis fortalezas y debilidades, te di el arma de destruirme y así lo hiciste — habló sintiendo el dolor de mis propias palabras.
— Me arrepiento de eso, no sabes todo lo que he pensado al saber que, la única mujer que he amado la hice mierda por culpa de una maldita que castigare con mucho gusto en el infierno — juega con sus manos.
— Lucifer, cuando te fuiste me dejaste echa mierda, no sabes todo lo que he llorado y sufrido, lo único que te pedí fue lo que hiciste — bajo la mirada
— Te pido perdón — suspira bajo — no sabes el dolor que tengo, el verte y no poder besarte o amarte como lo hice, se qué crees que soy un loco diciendo "metáforas" — hace comillas con sus dedos — aunque suene una locura, todo es verdad — ríe sin gracia — todas las palabras que te dije han sido la completa verdad, menos las de ese día — levanta su rostro —
— Me cuesta creer tus palabras— confieso cruzando mis brazos sobre mi pecho — lo menos que deseo es sufrir — lo miro — ni siquiera estoy segura si en realidad te llamas Lucifer — sonrió falsamente — tantas palabras vacías — limpio una pequeña lágrima —
— Soy más real de lo que crees, he vivido desde el inicio del mundo, tus palabras están llenas de dolor, dolor que yo mismo provoque — baja la mirada — por algo el mundo me odia—
— ¿Cómo creerte?— suelto mis brazos acercándome más a él — dame razones para creerte — murmuró
— No quiero que tengas miedo de mi, o peor aún, asco —
— Es difícil que tenga asco de alguien— confieso
— Yo te amo en verdad, eres la única persona que hace sonrojar al diablo, eres la única que hace sentirme nervioso al estar a su lado, sentir esas cosas que los adolescentes sienten —
— Si me amarás como dices, ese día no hubieses jugado en contra de mi — intento no llorar — no hubieses replicado las mismas palabras que ella uso —
— No sabía qué hacer — murmura —
— hiciste lo peor Lucifer, me hiciste mierda — siento unas pequeñas lágrimas salir — todo se fue a la mierda por alguien que no vale la pena — sollozo — todo era perfecto, sin embargo no pienso seguir amando ha alguien que piensa que soy un monstruo— sollozo bajo
— ¡Te amo, joder!— cae de rodillas al piso — ¿Qué debo hacer para demostrar que todas esas hermosas palabras siempre han sido verdad?—
— tu mismo lo has dicho, siempre has dicho la verdad, soy un jodido monstruo una rubia de cara bonita y hueca de pensamientos— limpio mis lágrimas —
— No eres un monstruo, eres el ángel mas hermoso — se pone entre mis piernas — yo soy el verdadero monstruo —
Su rostro cambia por completo, aquel rostro humano ha desaparecido por completo dejando en él algo aterrador, sin embargo no siento miedo, mucho menos asco.
Mis manos se acercan con miedo a su rostro (imágen en galería) las palmas de mis manos acunan sus mejillas, mis pulgares acarician sus pómulos dejando la piel tosca entrar en contacto con mi piel.
— Este es el verdadero monstruo que hay en mí— me susurra viéndome a los ojos —
— Jamás podría tenerte miedo — susurro cerca de su rostro — desde el primer día en el cual conocí tu nombre, una parte de mi creía esos relatos con metáforas —
— Nunca han sido metáforas — acaricia mis mejillas — nunca dudes cuando te dije te amo — nos acercamos más — Cuando sientas mi calor, mira a través de mis ojos, es donde se esconden mis demonios —
Nuestros labios se buscan con suaves roces, nuestras respiraciones se combinan hasta sentir nuestros labios tocarse por fin. Un beso tan profundo, sintiendo la necesidad de sentir cada centímetro de piel, mis manos abrazan su cuello dejando las suyas posarse en mi cintura.
Una vez más mi cuerpo se sentía vivo, esos sentimientos salieron de la pequeña cajita que los guardaba, nos separamos unos centímetros para respirar, de nuevo nuestros labios se buscaron para besarse de nuevo.
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