Narra Jade

Miró sonriente a Lucifer el cual no hace ninguna mueca, cuando mi rostro expresaba con pequeñas muecas el dolor que me provoca la aguja penetrando mi piel.

— ¿Estás bien?— me pregunta el hombre sentado a mi lado

— lo estoy — respondo viendo al chico — puedes seguir —

— por supuesto — regresa su vista a mi piel

— te miras hermosa — habla viéndome a los ojos Lucifer

— gracias por acompañarme en esta locura —

— quiero llevar tatuado por toda la eternidad tu veneno que recorre mi cuerpo — me guiña el ojo —

— ¿Tu veneno?— pregunto haciendo una mueca de dolor

—el veneno que nunca creí necesitar en mi vida, y ahora se volvió mi adicción— murmura con sus pupilas rojisas dilatadas

— Lucifer — murmuró sin saber que decir

— no digas nada rubia, eres todo lo que necesito — me sonríe antes de ver al chico

Después de un rato, ambos tatuadores terminan su trabajo, Lucifer se hizo una serpiente envuelta en su muñeca, la mía estaba debajo de mis senos. Pagamos, salimos del establecimiento caminando por las hermosas calles de Rusia.

— extrañaba mucho esto — miro a las personas transitar

— ¿Hace cuanto no venías?— pregunta tomando mi mano

— desde que me secuestraron — suspiro tomando con fuerza su agarre

— tranquila, eso no pasará — besa mi frente — jamás te dejare sola — busco su mirada — te lo prometo — murmura buscando mis labios

— confío en ti, Lucifer— nos besamos

•••

La cicatrización de nuestros tatuajes fue perfecta, ahora podía lucir mi nuevo tatuaje con libertad. Observo a Lucifer ver la serie entretenido, camino a la cocina en busca de comida.

Al entrar a la cocina me permito hornear unos cupcakes de fresa, los favoritos de Dimitrov. Comienzo a preparar todo con música baja mientras los perros juegan en el jardín, puedo verlos correr con libertad a través de la puerta de cristal.

— hola mi niña — entra mi hermano con una pequeña rosa roja — te traje la rosa más hermosa — me entrega la rosa dejando un beso en mi frente

— muchas gracias hermano mayor — tomo un pequeño florero — es hermosa —

— ninguna rosa puede compararse con tu belleza — se sienta a mi lado — ¿Qué cocinas?— pregunta viendo todo sobre la mesa

— tu postre favorito — muestro las fresas con una pequeña sonrisa al ver su reacción

— te amo — se levanta para abrazarme — eres la mejor — besa la punta de mi nariz para luego regresar a su asiento.

— ¿Cómo están los negocios?— pregunto metiendo los pastelitos al horno

— muy bien, tenemos altas ventas en los últimos días — sirvo un poco de café —

— eso es bueno, aquí tienes — extiendo la tasa con café — estaba viendo que mi asistente dijo que financieros hizo un pequeño conteo de las últimas ventas, multiplicamos la pequeña inversión que dieron los españoles a la compañía —

— eso es lo mejor, los alemanes están muy interesados en hacer negocios — sonríe antes de beber un sorbo de café

— ¿De cuánto hablamos?— pregunto interesada viendo a Lucifer entrar soñoliento a la cocina

— te estaba buscando — se queja acercándose a mí

— vine a cocinar cupcakes, lucí — acarició sus mejillas viéndolo bostezar — ¿Tienes sueño?— pregunto viéndolo sentarse alado de mi hermano

— un poco, el frío me da sueño— murmura fastidiado — quiero whisky— susurra

— aquí tienes — sirvo un poco de whisky extendiendo el vaso a él — ya falta poco para que estén listos los pastelitos — escucho la campana del horno

— toma tu tiempo pequeña — habla Dimitrov — todo lo bueno lleva tiempo — sonrió de lado.

Después de un rato, extendí dos cupcakes a cada uno, una porción exacta para cada uno y evitar que en un rato se estuviesen quejando de dolor de barriga.

— ahora vuelvo — anuncio tomando mi celular — no quiero que nadie coma más cupcakes — los miro amenazante

— entendido — me miran ambos comiendo

— confío en ustedes — salgo de la cocina en busca de Ivanna

— ¿A quien buscas?— interroga Ivanna viéndome extraña

— a ti — la miró — ¿Qué tienes para mí?— murmuró viéndola

— no mucho — hace una mueca — al parecer son discretos — suspira agotada — no encontraremos nada Jade — me mira dejando la computadora aún lado —

— ¿Nada en redes sociales?— pregunto intentado dar más ideas —

— no hay nada amiga, la tipa es discreta con su amante, no hay fotos ni vídeos —

— Ivanna, necesitamos su celular — la miró seriamente

— nunca suelta su celular — rodea los ojos — cambiando de tema, ¿Te diste cuenta que ella está usando los mismos vestidos que los tuyos?—

— espera, ¿Qué?— la miro atónita

— si, vestidos de ceda ceñidos echos a la medida — rodeo los ojos

— si son tus bromas estúpidas, no encuentro la gracia — advierto con mi rostro serio

— no es nada de eso — bufa — en sus fotos de instagram en las últimas semanas luego de nuestra llegada cambio por completo su estilo — teclea algo en su computadora

— ¿Qué pasa por la mente de la tipa?— hago una mueca

— solo mira — me muestra el perfil de instagram

— oye — tomo la computadora — ese es el vestido rosa pastel que use cuando viajamos hacia acá — gruño viendo la fecha — zorra — murmuró — es de hace una semana

— todos los vestidos que has usado los ha pedido, claramente te han plagiado tu estilo amiga — me mira mordiéndose el labio

— ay — chillo furiosa — la odio — gruño apretando los puños — la voy a matar — camino a la puerta

— Cálmate Jade, todos tus seguidores se volvieron Haters de ella, más humillada no puede estar — volteo a verla

— espera, vamos a la cocina deje a Lucifer y Dimitrov cuidando de los cupcakes— salimos de la habitación

— ten por seguro que no habrá ningún pastelito— se burla