Capítulo 8
















Beatrice observo al hombre frente a ella, cabellos blancos y ojos dorados, era guapo, muy guapo pero por más que lo viera Abel seguía siendo el más hermoso.

—Se lo agradecería - el hombre la ayudo a subir al caballo y la ayudo a tomar las riendas.

—Póngase erguida, siempre debe de demostrar orgullo al montar, el corsel le hará caso si lo trata con cariño.

—Entendido - el hombre se acercó y tomó sus manos —Debe de tomarlo con firmeza, soy el duque André Elmir ¿Usted?

—Soy Beatrice Helion, duquesa de Helion- el hombre sonrió coqueto.

—Como le decía, debe de tener cuidado, si lo espanta podría perder el control y podría ocurrir un accidente.
















Abel observaba todo desde la lejanía, sus puños se cerraron y se apretaron con fuerza, sus ojos azules pasaron a ser de un azul encendido y la vena en su cuello podía notarse.

Quería ir y apretarle el cuello a ese bastardo que coqueteaba con su inocente esposa y luego tomarla a ella y llevarla a su cama.

—Si las miradas mataran - Siegren se burlo  —¿Por qué no arreglan sus diferencias? Se llevaban bien.

—No es tu asunto.

—Parece un acosador, créame que ella también sufre.

—Aja.

—¿Qué pasó el día de la fiesta? Beatrice salió furiosa del balcón, y su hermanastra salió sonriendo.

—¿De que hablas? ¿Qué balcón?

—Salió a tomar aire y luego Beatrice fue a buscarlo, pero ese día usted estaba con Louise su hermanastra.

—Esa maldita - Abel gruñó enfadado, había sido engañado por esa rata blanca y se había alejado más de su esposa.

—¿Resolví su conflicto?

—Es peor que eso - suspiro. —Le dije que este matrimonio era solo un contrato que no había amor.

—Eso no era mentira, a menos que hiciera cosas que a ella le demostraron lo contrario...

—Puede ser - Siegren lo miro mal.

—Definitivamente nunca le pediré consejos de amor, nunca - Abel siguió viendo a Beatrice  —Vamos, arreglaremos esto hoy mismo, no lo soporto más, Fiona llévale un vestido bonito a la duquesa - Siegren tomó a Abel de la oreja y salió.

—Es extraño, Abel jamás se dejaría tratar así, bien dicen que el amor te pone tonto - Fiona soltó una pequeña risa y camino hacia Beatrice —Es hora de irnos Beatrice.

La joven duquesa bajo del corsel y se despidió de su nuevo amigo, Fiona la tomó de la mano y regreso al interior del palacio.













Louise se había querido burlar de Beatrice ante todas las damas nobles, pero la rápida intervención de Fiona había dejado a Louise en un ridículo.

—No es posible que la hija de un marquez quiera humillar a la esposa de un duque y más a la esposa del gran duque de Helion - dijo una dama noble, Louise miro mal a todas las mujeres y se puso de pie para luego irse.

—Que refrescante. - Lady Priscila se abanico el rostro tratando de contener la risa.

—No era necesario. - Fiona rodó los ojos.

—Recuerda quien eres siempre, nosotras debemos irnos, hay que prepararse para la fiesta de esta noche.






















Beatrice se encontraba inquieta, Fiona se había esforzado tanto en arreglarla, incluso la ropa interior había sido seleccionada entre varias doncellas.

Se sentía avergonzada.

—Ire a prepararme  - Fiona salió sin dejarle más indicaciones, las doncellas se esfumaron rápidamente y dejaron a Beatrice sola en la habitación.

—Ya paso una hora - Beatrice saco la cabeza por la puerta.

—Señora, la princesa la está esperando en el jardín. -extrañada Beatrice bajo hacia el jardín, las luces estaban prendidas y un camino de flores se encontraba en medio, al finalizar el recorrido se encontraba Abel sosteniendo un ramo de flores.

—Te vez ridículo.

—Yo pienso lo mismo -Abel le tendió las flores —Yo me quiero disculpar...

—¿Por qué Abel?

—Fui grosero ese día, no debí de contestarte así y menos echarte de la oficina, creo que tenías razón... me gustas. - Beatrice soltó a reír —No te burles.

—Aún no te disculpas bien.

—Lo que viste ese día no se que fue, no recuerdo nada, pero se que tu hermana nos tendió una trampa.

—Lo se, solo quería que lo reconocieras - Abel tomó su rostro entre sus manos y la beso.—Hay que comer...

—¿A ti? - Beatrice le miró mal —Entonces vamos a comer rápido, me haces falta...

—Pervertido - Abel soltó una pequeña risa y le aparto la silla para que se sentará.

La cena pasó entre risas y celos sin sentidos de Abel, Beatrice había liberado el estrés que había acumulado desde aquel día.

—Al fin - Abel la tomó en brazos —Prepárate para no dormir esta noche.

—Viste que si eres un pervertido. - Abel la llevó a la habitación.

Beatrice fue colocada en la cama y despojada de sus ropas con desesperación, Abel sonrió al ver la lencería puesta en ella, pero solo fue un estorbo por lo que decidió romperla.

—¡Oye!

—Guarda tu voz para más al rato - Abel tomó su pierna izquierda y deposito un beso en su pie, Beatrice arqueo la espalda y sintió la mano de Abel recorrer su trasero.

—Abel... - el mayor sonrió coloco su cabeza entre sus piernas. —Ve despacio...¡Ah!

Beatrice cerró los ojos y disfruto de la lengua hábil de su esposo, su cuerpo temblaba al sentir aquella delicioso sensación.

—No te alejes - Beatrice pareció suplicar, Abel sonrió y la beso.

—No soporto la espera - Beatrice lo ayudo a desvestirse, el cuerpo de Abel en aquellas semanas había crecido más, se miraba más fornido y su rostro se miraba más joven, definitivamente su esposo era hermoso.

Abel se coloco entre las piernas de su amada esposa y entró en ella sin esperar, Beatrice apretó las sábanas con fuerza y se dejó llevar por la sensación de sentirse completa.

—Beatrice, te amo...

La joven abrió sus ojos con sorpresa y una pequeña lágrima salió de sus ojos.

—Yo también te amo Abel...

El mayor sonrió entre gemidos y se movió lentamente para hacerla enloquecer, Beatrice cerró sus ojos y sintió aquella inquietante sensación.

Aquella noche los duques de Helion se juraron amor.

¿Podría ese ser su inicio o su fin?

































Reconciliación 🤭

Abel pensando en diez maneras de romperle el cuello a André.🤣

¿Qué creen que pase ahora?

Mis redes.

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