Alexandra pov.

Mire a Bella, quien parecía sorprendida al ver la casa. Aunque para mi solo era una casa, una propiedad, una entre tantas que
poseía la familia, distribuidas en todo el mundo. Cuando no viviamos en ellas, eran arrendadas. Dejandonos así un ingreso bastante considerable.
Pero sabía perfectamente que aquello no era lo mismo para Carlisle y Esme.

-¿Lista para entrar a una casa llenos de vampiros amargados?.-pregunte con una leve sonrisa, ella rió entre dientes y asintió en respuesta.

-¿Estas segura de esto, Alexandra?.-inquirió Bella con duda.

Si era honesta conmigo misma, no creía que fuera la mejor idea pero Esme quería conocerla, cada uno de mi familia tenía una opinión distinta sin embargo los que estaban enojados era Edward y Rosalie.

-Esme quiere conocerte.-evadí la pregunta, Bella no paraba de sacudir
su ropa y alisar su cabello.-No debe preocuparte la opinión de ellos la verdad es que no me importa.-agregue en un intento de tranquilizarla.

Al bajarnos del auto agarré su mano, caminamos hacia la casa tomados de la mano. Podía percibir a mis padres que nos esperaban junto a la entrada. Esme estaba simplemente feliz y mi padre con una sonrisa falsa, claro él aun pensaba que Bella solo era un capricho para mi.

Prudentemente no se acercaron, tratando de no asustar a Bella.

-Carlisle, Esme, les presento a Bella.-dije sonriendo orgullosa de presentar al fin a mi compañera.

-Sé bienvenida, Bella.-Dijo mi padre acercándose hacia ella y alzó su mano lentamente, Bella se acerco un poco mas para estrecharla.

-Me alegro de volver a verle, doctor Cullen.

-Llámame Carlisle, por favor.-Bella le brindó una amplia sonrisa. Mi padre estaba gratamente sorprendido.
Esme imitó a mi padre y se presentó de igual manera.

-Me alegro mucho de conocerte.- Le dijo mi mamá.

-Gracias. Yo también me alegro.-
De pronto me acordé de Alice, si bien al principio creyó que Bella seria compañera de Edward y aun estaba resentida conmigo por interferir.

-¡Hola, Alexandra!.-Emmett se lanzó escaleras abajo corriendo y se detuvo justo frente a Bella. No había sido tan prudente como mis padres. Pero era de esperarse al menos Emmett no me juzgaba como los demás.

Emmett y Esme eran los únicos que no me juzgaban y aunque Carlisle no había hablado del tema se que él aun dudaba de mi.

-Hola, Bella.-Saludos Emmett dándole un abrazo al estilo "oso", Rosalie se acercó claramente molesta.

-Espero que te comportes Rosalie.-Murmuré con voz firme, ella bufó molesta de seguro en su mente me estaba insultando de mil formas.

-Hueles bien. hasta ahora no me había dado cuenta.-Mis padres y yo nos miramos incrédulos. Que mas podíamos decir ante esto.-Ahora entiendo porque traes loca a Alexandra.-agregó Emmett entre risas.

Puse los ojos en blanco..Pero justo en ese momento Jasper y Alice salieron a escena. Y digo escena por que eso era un verdadero circo. Agradecí que usara sus poderes para calmar un poco los animos.

¿Cómo era mi relación con Jasper? La verdad es que ambos somos como primos lejanos, creo que esa seria una forma de describirnos.

-Hola, Bella.- Le saludo. Y agradecí nuevamente que mantuviera su distancia. Bella contestó a su saludo y le sonrió tímidamente.

Edward, Alice y Rosalie solo la saludaron y se retiraron. Aunque la duende se llevo a Jasper.

-Me alegro de conocerlos a todos... Tienes una casa preciosa.-habló Bellacortésmente a todos.

-Gracias.-contestó Esme.-Estamos encantados de que hayas venido.

Bella se había alejado de nosotros. Para entonces se encontraba junto al gran piano de cola. Esme se acercaba a ella.

-¿Tocas?.-Le preguntó mi mamá. Bella negó con la cabeza.

-No, en absoluto. Pero es tan hermoso... ¿Es tuyo?.-Esme se rió entre dientes mientras negaba.

-Es del idiota de mi hermano Edward.-respondí a la pregunta de Bella, pude escuchar como Edward gruño enojado desde su habitación.

-¿Qué te parece si te muestro mi habitación?.-le pregunte mirándola a los ojos.

Bella asintió en respuesta.

-No voy a destrozar la casa.-bromeó Emmett, haciendo que las mejillas de Bella se pusieran rojas.

Reí entre dientes y negué con la cabeza, aunque no lo admitiera en voz alta Emmett era el hermano que más me agradaba.

Bella y yo subimos a la parte de arriba.

-Mi habitación.-Le dije mientras abría la puerta.

Bella parecía gratamente sorprendida con mi habitación. Contempló largamente mi colección de rompecabezas. Bueno la verdad es que era bastante extensa, pero supongo que solo era debido a los años que había podido dedicar a reunirla. Además de tener una pequeña colección de discos y libros, su mirada se posó en mi armario pero sobre todo en un reloj grande que tenía en la esquina de la habitación.

-¿Qué significa?.-inquirió notando las letras pequeñas en idioma francés.

Y no pude evitar sonreir. Verdaderamente muy perceptiva, me acerque a ella mirando fijamente él reloj.

-El tiempo es la cosa más valiosa que una persona puede gastar.-solté un suspiro.-Es un recordatorio de la gran responsabilidad que tengo.-confesé.

Sentía la mirada de Bella sobre mi, de seguro estaba confundida por lo del accidente. Creo que notó mi mirada melancólica por lo que no pregunto.

Tener un don como él mio no era fácil, tenía que tener cuidado de lo contrario, me estremecí al solo recordar ese día...

-¿Cómo los clasificas?.-preguntó Bella, no sabía muy bien lo que me había
preguntado, así que seguí la dirección de su mirada y comprendí que se refería a mi colección de rompecabezas.

-Esto... Por año y por los que tienen más piezas.-respondí con una leve sonrisa.

-¿Qué ocurre?.- Preguntó ya que se dio cuenta que la miraba intensamente.
Le conté de cómo me sentía al poder decirle casi toda la verdad.

-Tengo que contarte algo.-dije poniéndome tensa.

-Dime.-ambas nos sentamos en él sofá que tenía en mi habitación, Bella agarró mis dos manos.-sabes que puedes confiar en mi.-murmuró.

Asentí.

-Es sobre mi don...