A los diez años el interés por las mujeres era nulo para cualquier niño, pero para Kasim no, desde que vio por primera vez a Safiye pudo notar esa belleza cegadora, su delicado y voluptuoso cuerpo y su dulce forma de ser.

Incluso pensar en ella era su pasatiempo.

—Safiye -la joven dejó de leer y le presto atención  —Puedes irte a descansar.

—Usted ordenó que pasara a su lado esta noche.

—Soy un adulto ya - Safiye soltó a reír  —Ire a darme un baño para dormir,  ve tu también, debes estar cansada - Safiye asintió y se reverencio.

El harén estaba calmo, ninguna concubina que pasaba la noche con su majestad volvía a ir a verlo, Ece mantenía a raya a todas, por lo cual ni Sevda ni la valide hacían algo.

Safiye quien había despertado su interés, era el siguiente objetivo del sultán, por lo cual incluso Ece deseaba que Kasim se fuera con aquella mujer.

—¿En dónde está ahora?

—Su Majestad recibió a Aynur - Ece asintió —Cuándo salga se le dará el té.

—Bien, vigila a esa Daye, no podemos dejar que se cruce por el camino de su majestad, no hasta que yo me vuelva una esposa. -la criada asintió, Ece aspiraba a más que una simple sultana, quería ser la esposa y gobernar por lo alto.

Safiye se despojo de sus ropas y se coloco la diminuta toalla, para su suerte las demás criadas se habían ido y tenía el hammam para ella sola.

Con toda la tranquilidad del mundo cerró sus ojos y se dejo llevar por el calor del lugar, servir al príncipe era mejor que servirle a su madre, lejos de chismes y tareas crueles.

—Esto es lo mejor.

Desde la puerta una pequeña cabellera castaña miraba el espectáculo con atención, el cuerpo mojado de Safiye había prendido una chispa de deseo, la querían y la quería solo para el.

Inçi Hatun había llegado al palacio a la edad de siete años, pronto su tierna belleza llamó la atención de la kadin, así que decidió educarla para un día ser la fuerza de su príncipe.

Pero Kasim se negaba a verla como una amiga y compañera.

—¿Qué haces aquí Inçi hatun? Su alteza sigue en sus clases - Safiye se acercó a la cama y comenzó a ordenarla.

—Su alteza la kadin me ordenó venir.

—Al príncipe no le gusta que haya otras personas en sus aposentos.

—Tú estas aquí.

—Tengo el permiso - Inçi rodo los ojos.

—Cuándo sea su favorita y de a luz a su hijo te mataré Safiye, te matare y me reiré en tu tumba - Safiye soltó una pequeña risa y siguió ordenando la cama.

—¿Qué haces aquí? - Kasim estaba en la puerta, su mirada era hacia Inçi, la miraba sumamente mal. —Vete de aquí ahora mismo.

—La kadin me ordenó venir - Kasim rodó los ojos.

—Vete ahora mismo, ¡Ahora! - Inçi apretó los puños y con enfado salió de los aposentos.

—Su alteza - Safiye suspiro —Su madre la envió, no desprecie su intención.

—No la quiero, me cae mal - Kasim se acerco y abrazo a Safiye —Solo a Safiye, solo a ella la quiero - Safiye soltó una pequeña risa y acaricio su cabeza

—Su alteza, yo solo soy su Daye, un día me iré, pero Inçi será su concubina en el futuro, su madre la ha criado para que sirva fielmente a usted.

—Veremos si te iras o no - Kasim se dio la vuelta y salió.

La kadin observo a Inçi con una pequeña sonrisa, sabía que tarde o temprano Kasim la aceptaría pero hacerlo rápido solo haría que el la odiara.

—Kasim tiene mal temperamento, ante Safiye es dócil y amable, pero ha hecho llorar a muchas de sus criadas, suele ser cruel, si insistes en su atención sólo te odiara y te hará llorar, ten paciencia Inçi, en un futuro serás la madre de su hijo, solo se paciente.

—Bien madre - Sevda sonrió.

En el palacio eran pocas las ocasiones en las que se celebraban fiestas, aquel día todos amanecieron con buenas noticias y tras preparaciones, una fiesta se llevo acabo.

—¿Entonces iras al harén esta noche? - Safiye asintió, Kasim se acomodo en su regazo y negó —Quédate aquí, tu no tienes nada que celebrar.

—Es el embarazo de la sultana Ece, debemos de ir, usted debe de descansar solo hoy.

—Ese bebé no es motivo para celebrarlo, si es un varón yo seré ejecutado  - Safiye acaricio su mejilla.

—Nadie lo matará alteza, ahora déjeme ir -Kasim se levantó de mala gana —Vendré a primera hora de la mañana.

Su estadía en el haren era tranquila, Safiye pensaba que ser una daye le traeria buena fortuna en el futuro, le darían una buena pensión y podría ser libre llegado el momento adecuado.

Pero en el harén los chismes, y los malos tratos eran el pan de cada día, para su mala suerte no tenía amigas, con las que era cercana le dieron la espalda, cada que quería formar parte de un grupo estas salían huyendo de su lado.

No sabía por qué pero su soledad día a día aumentaba, solo tenía al príncipe con el cual hablaba superficialmente.

—Oh señorita Safiye - Ece sultan llamo la atención de ella, estaba sentada en el medio del haren con la cabeza en alto, todas a su alrededor dejaron de bailar y la miraron. —Baila para mí, al final también eres una criada del harén y no sólo la favorita del príncipe.

Safiye le dio una pequeña sonrisa y se acercó, por más que intentarán intimidarla jamás lo permitiría, no se dejaría caer fácilmente.

—Espero que tu rostro se marchite pronto, por que jamás permitire que Berak te lleve a su cama, primero te mataré, lo juro Safiye.

La joven bailaba absorta a lo que ocurría a su alrededor, pero lo comprendía todo, la iniciadora de su intimidación era aquella sultana que poseía todo el amor del palacio.

A lo lejos cierto gobernante miraba encantado como bailaba Safiye, su delicado cuerpo era motivo para llevarla a la cama y lo quería, quería a Safiye para el.

Capítulo 4 aquí.

Espero les guste.

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