La mañana empezó con mala noticias para Safiye, Ilkay estaba dando a luz y sus gritos se escuchaban por todo el lugar.

—¿Qué hacemos?

—Que la atiendan, solo dile a su alteza. - volvió a arrecostarse, Nür asintió y salió corriendo.

Cerró sus ojos tratando de dormir pero los gritos de la joven la molestaron, con enfado se levantó y les ordeno a sus criadas vestir la, desayuno junto a a Melek y Rüya y cuando el medio día llego se decidió por ir con Ilkay

—¿Nada? Grita como cerdo - dijo Rümeysa molesta.

—Eviten este tipo de comentarios -dijo Safiye, luego de un par de minutos la criada salió y anunció el nacimiento.

—Es un príncipe. - todas guardaron silencio.

—Sultana - el eunuco de su alteza se acercó —Su alteza ordeno que lo nombrara, no vendrá  - ella asintió.

—Ven conmigo - ingresó, Ilkay estaba feliz con el bebé en brazos, su sonrisa se ensancho más al verla.

—Un príncipe.

—Su alteza me dio permiso de nombrarlo - Nür se lo quito.

—¿Qué? No, su alteza lo hará, es su segundo hijo.

—¿Qué acabo de decir? - Ilkay bufo —Te llamaras Kaan, eres el segundo hijo de su alteza, debes de ser digno y buen hombre.

—Lo será. -le tendió al bebé.

—Nür que repartan oro en honor al príncipe, espero sepas que ahora tienes un trabajo más duro, no le metas malas ideas y se buena - salió sin esperar su respuesta.

Para todas no era sorpresa que Ilkay era poco querida entre las favoritas, había entrado con engaños a los aposentos del principe y presumía mucho.

—Melek esta enferma - Rüya tomó asiento a su lado —La médica está con ella.

—Ve a revisar Nür - llevo un dulce a su boca —Estamos en un punto sin retorno, Ilkay tiene un príncipe...

—De todas nosotras solo Melek y yo no deseamos luchar por el trono, confiamos en ti, Rümeysa no me trae buena espina y Inçi es molesta.

—Ver hacia el trono es muy pronto, Kasim tendría que subir primero.

—Lo se, ¿tienes un plan?

—Kasim esta teniendo hijos ahora, la sultana Ece debe de estar molesta, querrá que su hijo vaya a una provincia pronto, teniendo nietos podría ablandar más el corazón del sultán, así que Kasim debe ganar mérito militar.

—Deberíamos de contratar a la kadin.

—Lo hice ya,  me ha dicho que su majestad prepara una campaña militar para dentro de un año, es el tiempo suficiente para que Kasim se preparé.

—Para ello debe de haber más de dos príncipes.

—No es tan necesario, basta y sobra con dos, hay que mantener vivos a esos niños.

—Sultana - Nür ingresó.

—¿Qué sucede con Melek?

—Son buenas noticias, Melek hatun esta embarazada  - Safiye sonrió.

—Son buenas noticias, prepara comida y envia a alguien a repetirla al pueblo.

—Melek debe de estar feliz.

—Pero yo se quien no. -ambas rieron — Vamos con Melek.

Melek sonrió al escuchar las noticias, quería tanto un bebé que pasaba sus días cargando a los hijos de Safiye y Rüya, ahora ella tendría esa dicha, lo único que la haría vivir realmente era tener un bebé.

—De ahora en adelante deben de revisar cada comida y bebida, no me fío de Ilkay o de Inçi, todas las mañanas daremos un paseo y ya que Safiye insistió en que la médica me revise dos veces al día, haremos que lo haga, no debe de salir nada mal - sus doncellas asintieron.

Su embarazo debía de ir con calma, anhelaba dar a luz a una niña para que su vida sonará más colorida.

El tiempo pasaba rápido, mientras Ilkay aprovechaba que Melek, Rümeysa y Safiye no podían asistir a su majestad, Inçi se daba cuenta de lo que le hacían para no quedar embarazada.

Pero a diferencia de Ilkay, Inçi fingió ignorancia y aprovecho los descuidos de Safiye para quedar embarazada, ahora rondaba los cuatro meses y pronto soltaría la bomba.

Mientras que Ilkay buscaba los momentos adecuados para seducir a Kasim, aunque este la rechazaba puesto que odiaba a la gente mentirosa.

Aquel día iniciaba el ramadan, había una pequeña fiesta al anochecer y una gran cena.

Safiye había preparado todo con elegancia, a como caracterizaba ella, todas las concubinas vestían ropas enviadas por ella y recibían dinero.

—Deberías de descansar.

—Solo tengo siete meses, estoy bien - Nür negó. —Mejor ayúdame a acomodar esas telas.

—Su alteza rechazo a Ilkay antier, pero ayer la recibió.

—Es insistente, solo dejala, en el futuro yo sabré que hacer con ella.

—Bien, solo ten cuidado.

Safiye asintió y termino de acomodar todo, luego de un buen baño y de arreglarse un poco, salió hacia la celebración, ya todas estaban ahí menos Inçi, pero no le importaba, siempre solía hacer aquel tipo de cosas.

—¿Rümeysa todo va bien?

—Si, la médica me ha revisado día a día.

—¿Y tu Melek? ¿Sigues aun con náuseas?

—No, por suerte - ambas se sonrieron.

—Tengo un anuncio que darles - Inçi apareció luego un tiempo, vestía un vestido azul con dorado, este era señido en el área del abdomen el cual todas pudieron ver con claridad  —Llevo al hijo de su majestad.

Safiye miro rápidamente a Nür, esta negó varias veces, todas se vieron entre sí y luego a Safiye.

—Tengo cinco meses casi.

—¿No planeabas decirlo antes? Es tu obligación decirlo.

—Temía que hicieran algo contra mi bebé. - Safiye la miro mal.

—El león cree que todos son de su condición. - mencionó Ilkay.

—Vayan a decirle a su majestad.

—Iré yo misma esta noche  -comento alegre.

—No, ahora que estas embarazada no le servirás en la cama, ira Rüya, así que ve ahora mismo Fatma hatun  - Inçi arrugó el rostro y tomó asiento.

Nür cayó de rodillas y suplico por perdón, Safiye estaba enojada pero no le haría nada, no era su culpa, tarde o temprano aquello sucedería.

—Levántate y no hagas una escena, esto pasaría quisiéramos o no, ya esta en camino, solo nos toca rezar para que sea una niña.

—Esa mujer tiene suerte.

—Es perseverante, al igual que Ilkay, pero no saben que mientras ellas caminaban yo ya corría, no les saldrá bien nada, por que yo no lo permitiré.

—¿Entonces harás caer a Ilkay y a Inçi?

—Las dejaré cumplir sus sueños, dejaré que tengan los hijos que quieran, por que una vez que crean que pueden alcanzar la cima, las haré caer.

—No hay nada más duro que creer que ya tienes todo cuando en realidad nunca tuviste nada... me gusta Sultana.

Cuando todas iban caminando, Safiye iba dando la séptima vuelta, nadie la derribara.

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