Sizhui

Me sentía demasiado nervioso con aquella propuesta. ¿Realmente iría a la ciudad imperial? Eso me hacía sentir sorprendido y también nervioso. No lograba comprender cómo había llegado a cautivar al mismo príncipe heredero. ¿Yo tenía algo de especial? Siempre me había considerado un joven sin gracia. La mayor parte de mi vida la había dedicado a aprender y estudiar, así que el hecho de que él se interesara por mí era algo sorprendente.

Mi padre, Hanguan-Jun, se acercó a mí y sonrió, esa típica sonrisa que me dedicaba desde que era un niño pequeño. Sabía que muy en el fondo trataba de decirme "todo estará bien", y eso me hacía sentir muchísima felicidad.

—¿Está todo bien? —preguntó con un tono de voz bastante dulce.

—Estoy nervioso y asustado. Me sorprende bastante el hecho de haber conquistado al príncipe heredero, y siento que voy a hacer el ridículo en la ciudad imperial —admití y confesé mi miedo.

—¿Por qué piensas que harás eso? —se notaba confundido—. Tú eres un jovencito muy excepcional, eres brillante y posees belleza física. No debes sentirte inferior. Su alteza real tiene mucha suerte de tenerte.

—¿Pero qué pasa si no soy apto? No tengo idea de muchas cosas y realmente no creo que sea la mejor opción para ayudar al príncipe a liderar. ¿Acaso nuestros estatus no son diferentes?

—Lo son, pero aún así tú conoces muchas cosas del pueblo. Estoy seguro de que serás un buen acompañante. Tú aprenderás cosas y él también aprenderá. La vida es complicada y ambos necesitan la ayuda del otro. No te sientas inferior —con esas palabras me abrazó y depositó un suave beso en mi cabeza.

Tuvimos que preparar un carruaje para que pudiera viajar más cómodamente. Las palabras de mi padre seguían muy grabadas en mi cabeza y, de cierta manera, sentía que me completaban. Era bastante agradable saber que él me apoyaba. Mi madre también lo hacía, a su manera. Sabía que yo era un niño bastante importante para ambos, y no negaría que eran los mejores padres del mundo.

Justo cuando comencé a bajar, pude ver a HanYue. Él me miraba de una forma que me hacía sentir extraño. No era desagradable; era cálido y bastante hermoso. No podría explicarlo perfectamente, pero era como esas veces en las que sientes algo muy cálido y solamente esa persona te hace sentir que todo va a estar bien. Me sentía muy feliz de tenerlo ahí conmigo.

—¿Estás listo? —me preguntó con una sonrisa y tomó suavemente mi mano.

—Creo que estoy listo. ¿Estás seguro de que les agradaré a tus padres? A decir verdad, me siento bastante nervioso y no estoy seguro de qué debo hacer. ¿Tal vez tengo que seguir un protocolo estricto? ¿O prefieres que siga el protocolo de mi clan?

Comenzó a reír y lo único que hizo fue darme un beso en la frente. No entendí por qué se estaba burlando.

—Solo tienes que ser tú mismo. Eres perfecto tal y como eres. —Esa frase me hizo sentir completo, me hizo sentir especial.

— Alteza — habló mi madre — solo quiero recordarle que ahora está a cargo de una de las joyas más importantes del clan y la secta Lan. Le pido que cuide a mi hijo como si fuera lo más importante para usted. No porque sea el príncipe heredero, usted pueda actuar de forma irresponsable. Le estoy entregando a la personita más importante de mi vida.

Las palabras de mi madre eran bastante dulces, y a pesar de que lo estaba amenazando, sentía todo el amor que estaba expresando en esos momentos.

— No se preocupe, le aseguro que lo cuidaré con mi vida — HanYue lo dijo sin pensarlo; era evidente que no tenía miedo.

~×~

Mis padres no pudieron venir en ese viaje; sin embargo, durante todo el camino, me mantuve tranquilo. El carruaje era bastante cómodo, y HanYue cabalgaba al lado de una de las ventanas.

—¿Está todo bien? —me preguntó mientras me miraba.

—Sigo nervioso y, aparte, estoy sorprendido por cómo le contestaste a mi madre. No pensé que realmente te atreverías a decir algo. Después de todo, estás hablando con el patriarca de Yiling, el creador del cultivo demoníaco y todo eso...

Me dedicó una sonrisa y tomó suavemente mi mano. —Si alguien se atreviera a hacerte daño, yo lo quemaría todo. Reduciría este mundo a cenizas solo por ti...