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"Tengo tantas cosas que quiero decir pero termino bla bla bla, hablando conmigo mismo."
-JUST (Zion T ft Crush)
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Después de la visita al cementerio el cielo se había oscurecido debido a las nubes de tormenta, Las gotas de agua de la lluvia bañaban las ventanas del coche de Moonbin. El trayecto de vuelta a casa había estado rodeado de silencio, pero no era uno de esos momentos tensos en los que las personas se quedaban sin palabras y terminaban hablando de la climatología por falta de temas que compartir. En su lugar se trataba de un momento de tranquilidad casi familiar en el que los cuatro chicos escuchaban la música que procedía de la radio, disfrutando de la oscuridad y de los chubascos tibios.
El ambiente lejos de ser frío rezumaba bochorno, por lo que Dong Min se encontraba disfrutando del modo en el que algunas gotas de lluvia se colaban en el coche a través de la ventana abierta. Su mano descansaba naturalmente sobre la pierna de Moonbin y de vez en cuando se movía para acariciar con sus dedos la rodilla del magnate quien se giraba unos segundos para mirarlo con una sonrisa llena de esa calidez que en los últimos meses se había ido haciendo más y más frecuente.
-Necesito que me ayudes con las clases de conducir. - mencionó Dong Min.
Aunque su contrato estuviese a punto de llegar al final todavía podía mantener esa rutina que tanto le gustaba. A veces él y Moonbin eran realmente felices hablando de temas triviales y sin importancia, viviendo la vida rutinaria en la que se habían llegado a sumir a lo largo de ese año juntos.
-Todavía te queda mucho por aprender, espero que logres tener paciencia. Espero que no desesperes después de los primeros cinco minutos tratando de aprender a distinguir señales de tráfico.
-No me gusta cuando repites la misma cosa varias veces, ese es el problema. - Dong Min dejó escapar de sus labios un puchero natural.
-Tú también sueles hacer eso. Lo de repetir una cosa varias veces. -Min Hyuk habló desde el asiento de atrás del vehículo, sintiéndose repentinamente bien y tranquilo. A él también le agradaba el frescor del ambiente. Incluso si el bochorno parecía preceder la llegada de una tormenta, todavía podía disfrutar del sonido de la música a juego con la carrera de gotas de lluvia sobre el cristal.
-Cierto, en realidad de todos nosotros tú eres el que más hace eso. Tu impaciencia consigue eso, aunque he aprendido a entenderte. Si dices que quieres comer cierta comida la tendrás al instante. Sé cómo hacerte sonreír, ¿cierto?
Dong Min bufo sin poder evitar que una pequeña carcajada saliera de sus labios. Por desgracia era cierto, él solía ser insistente y Moonbin había aprendido a entender su personalidad de un modo en el que pocos lo habían logrado.
-Tampoco te lo creas tanto Binnie, sigo siendo un chico difícil.
-Eso es lo que pretendes y de todas formas, también es una de las cosas que me gustan de tí. A veces es bueno tener imperfecciones que convierten a cada persona en diferente, única y especial.
-Vamos al río Han entonces, deja tu reunión con Choi para otro día. Así podremos ser diferentes, únicos y especiales en familia por última vez en un tiempo...
Moonbin miró a Dong Min con la ceja levantada y una mirada totalmente divertida. Sabía que su pareja era caprichosa pero ni siquiera le importaba, podía darle lo que pidiera y la verdad es que el chico de los tatuajes ya no solía pedir mucho. Si se paraba a pensar en todos los meses vividos incluso podría decir que ese muchacho no era tan superficial como presumía ni tan complicado como le había pedido a Myung Jun. Solo era un ser humano con su propia manera de ver el mundo. Quizás una manera muy diferente de ser de la que Moonbin había tenido a lo largo de su vida debido a las responsabilidades que siempre se vió obligado a tomar y por lo tanto sin duda un motivo para que ambos chocasen todavía de vez en cuando. En su camino descubrieron que podían combinarse para aprender el uno del otro, algo sumamente necesario para el funcionamiento de una relación.
Fueron tóxicos en algún momento, Moonbin lo había sido negándose a entender los sentimientos de Dong Min por Jimin o el motivo por el que este decidió mantener una promesa a alguien que ya no estaba vivo. Por su parte Dong Min lo fue al jugar a ser un buen marido mientras mentía acerca de sus sentimientos, porque sin importar el contrato los dos tendrían que haber sabido dónde colocar los límites de su partida. El modo difícil nunca tendría que haber sido activado.
-¿Sabes que he retrasado mi reunión con Choi en otra ocasión debido a tí? Se supone que nos íbamos a reunir el pasado viernes y no lo hicimos finalmente.
-Entonces vuelve a retrasarla, dijiste que no era algo que corriese prisa -Dong Min se encogió de hombros - . También es mi trabajo así que no jugaría con algo así. Sé que no te pondrá problemas ante un cambio de fecha. Creo que Choi está dispuesto a llevarse bien contigo.
Moonbin se limitó a asentir, un poco incrédulo por la petición de Dong Min pero feliz por la misma. Tenía suerte con el hecho de que Choi Youngjae fuese una persona blanda y tranquila, de lo contrario ya habría cancelado el trato hace mucho. El chico de los tatuajes parecía haber aprendido rápido qué socios eran realmente importantes o estrictos y cuales no. Sabía cómo hacer su trabajo a la perfección, lo que llenaba el pecho del magnate de un enorme y casi asfixiante orgullo.
-Has calado bien a Choi como empresario. Nunca dejaré de insistir en que deberías empezar a estudiar y quizás conseguir un mejor puesto en la empresa. De esa forma saldrías de una vez por todas del puesto de becario y dejarías de traerme cafés cada dos o tres horas.
-¿Para qué? Si me pusieras como secretario te llevaría café cada cinco minutos. Además, la mayoría de las ocasiones en las que te llevo café lo hago porque estoy tremendamente aburrido detrás de mi escritorio.
-Esa idea no me disgusta... De todas formas no me refería al puesto de secretario. Creo que realmente encajarías en el departamento de diseño o tal vez como encargado de publicidad. Hay muchos lugares que podrías disfrutar. Inténtalo.
Dong Min negó con inseguridad, removiendose en el asiento. En cierto modo le causaba miedo que Moonbin viese lo mucho que los estudios le costaban. Incluso antes de abandonar sus sueños para comenzar a trabajar y posteriormente para hacer el idiota con sus amigos, ya se había sentido mal entre libros y pizarras. Era una persona que difícilmente aprendía las cosas pesadas o que le resultaban aburridas.
-Moonbin podría ayudarte. Ten en cuenta esa posibilidad, Minnie. -Min Hyuk había empezado a prestar atención de nuevo. La idea de que su hermano se ganase su propia vida en lugar de vivir del dinero que Hoseok le diese le parecía simple y sencillamente adecuada. Quería ver a su hermano mayor obteniendo éxito por su propio talento y no viviendo del de los demás - . Eres bueno en muchas cosas, no pierdes nada por intentarlo.
Dong Min negó de nuevo y miró hacia su hermano. Estaba a punto de responderle de mala manera cuando decidió respirar varias veces antes de hablar, había aprendido a controlarse con su marido y ahora era el momento de mostrarle respeto a su hermano dejando a un lado las contestaciones hirientes que en el pasado el estrés y su fácil irritabilidad habrían causado.
-Sabes que es imposible para mí estudiar sin perder el juicio, simplemente no puedo hacerlo. No sé cómo hacerlo, no sirvo para ello.
-Dong Min, solo tienes que encontrar algo que te guste. Creeme, hermano. Intentalo al menos -Min Hyuk estaba totalmente centrado en la idea de lograr que Dong Min regresara a sus estudios. En cierta manera sabía que él había abandonado todo esfuerzo por conseguir obtener una carrera universitaria para cuidarlo, aún si más tarde se rindió con el trabajo y decidió vivir como un delincuente de pacotilla - . Siempre te rindes a la mitad de todo, es un buen momento para empezar algo y darlo todo hasta el final. Tienes apoyo económico y una casa donde quedarte, no necesitas cuidarme porque ni siquiera estaré ahí.
Por un segundo Min Hyuk estuvo tentado de comprobar que Santa seguía dormido a su lado antes de decir esas palabras. Aún no sabía lo muy unido que ese chico había comenzado a sentirse hacia él pero de alguna forma lo imaginaba.
-Deja de decir eso, incluso si no estás en la misma casa que yo sigues siendo mi hermano. Y no estudiaré nada por el momento, no sirvo para eso. No quiero seguir con el tema porque acabaremos discutiendo. Si te vas mañana quiero pasar un buen tiempo contigo hoy. Sin discusiones ni temas afilados de por medio.
-¿Por eso vamos al río Han? - preguntó Moonbin curioso. No se había perdido ni un solo detalle de la conversación entre los dos hermanos.
Dong Min se limitó a asentir, no podría negar ni aunque quisiese que el hecho de ver como su hermano estaba dispuesto a irse para vivir solo le dolía. Durante años lo cuidó como pudo, e incluso si en muchas ocasiones lo hizo mal al no mostrarse más cariñoso o cercano con este, verlo a punto de marcharse comenzaba a causarle ansiedad. Le daba miedo que algo le sucediera, que no supiera sobrevivir en el mundo de delincuencia que envolvía su antigua vida. O saber que estaba trabajando duro mientras él vivía cómodamente en una mansión con una pareja que podría darle hasta una isla entera si eso se le antojase.
Sin embargo, no dijo nada. No quería detener a Min Hyuk y frenar su ascenso hacia ese futuro simple y humilde que este deseaba. Min Hyuk sólo quería ser feliz, tener un buen empleo y una familia decente. Y a esas alturas Dong Min estaba seguro de que lo conseguiría a pesar del duro proceso que podría llegar a suponer.
-Min Hyuk y yo no hemos estado nunca juntos allí en familia, realmente me apetece pasar un buen tiempo con él antes de que se vaya.
Moonbin asintió. Durante el viaje hacia el río Han todos se mantuvieron sumidos una vez más en ese silencio agradable y cálido. Cuando llegaron, Dong Min no sabía qué debía hacer o la forma en que podría lograr que esa tarde fuera memorable para su hermano.
-¿Qué quieres hacer? - preguntó Moonbin, mientras se las ingeniaba para despertar a Sanha.
Min Hyuk observó todo lo que los rodeaba y señaló uno de los puestos de comida. Siempre veía a la gente comer al lado del río Han en la televisión, así que en su cabeza era algo que podría resultar bien. Estaba nervioso e incómodo porque su hermano mayor nunca antes había intentado compartir con él cosas como esa. Su relación de hermandad se resumía en ver películas, desayunar juntos en silencio o asistir a conciertos gratuitos. Hacer algo distinto era salirse del molde que Dong Min en ocasiones marcaba para escabullirse de las emociones.
-¿Quieres que comamos juntos? - Dong Min pasó su brazo alrededor de los hombros de su hermano pequeño.
Por un instante Min Hyuk observó a Moonbin interactuar con Sanha. A ellos dos no les costaba abrazarse o decirse lo mucho que se querían. Algo se atascó en su garganta mientras asentía, le gustaría tener una buena amistad con Dong Min en lugar de escapar de las emociones. Se querían y ninguno de los dos iba a demostrarlo porque ambos odiaban enseñarle al mundo sus debilidades.
-Vamos a hacer una cosa, déjame hablar con Min Hyuk un segundo. - intervinó Moonbin, obteniendo la mirada curiosa de los otros tres chicos.
A Min Hyuk le costó varios segundos reaccionar hasta que percibió el toque amistoso de Moonbin invitándolo a acercarse.
-¿Qué tal si pedís algo de comer para todos? Estaré con Min Hyuk en los bancos del paseo. Solo necesito unos minutos.
Era incómodo para Dong Min dejar que su hermano se fuese con Moonbin sin dudar. Sabía que no le quitaría a su pareja a la vez que temía que su amor por el magnate siguiese creciendo debido a esas charlas que en gran cantidad de ocasiones tenían a solas. Si tenía que elegir entre lastimar a su hermano manteniéndose al lado de Moonbin o lastimar al magnate al olvidarlo para cuidar a Min Hyuk... No tenía ni la más mínima idea de lo que hacer. Meses atrás no habría dudado y en cambio en ese instante la ansiedad le llenaba el cuerpo al pensar en la posibilidad de tener que tomar una decisión como aquella.
Por su parte el magnate necesitaba ayudarle a esos dos chicos, verlos intentar darse cariño sin decir lo que sentían en voz alta era sumamente frustrante.
-¿Por qué no intentas abrazar a Dong Min y decirle que lo quieres? Los dos parecéis perdidos en esta despedida. No te vas a ir para siempre, podrás volver cuando te apetezca pero parece que jamás volveréis a veros y no lográis explicarle el uno al otro lo mucho que os echaras de menos.
-Nosotros no hacemos eso. Simplemente sucede que la única forma en que nos hemos demostrado cariño es con actos, sé que me quiere y él sabe que lo quiero. Somos hermanos.
-A veces las personas necesitan oírlo incluso si lo saben. Cuando tu hermano comenzó a mostrar sus sentimientos me hizo realmente feliz incluso si por los actos yo ya había empezado a entender que era más que un simple juego lo que pasaba entre nosotros. Sé que no sois expresivos pero unas cuantas veces al año aprovechad para decir en voz alta lo mucho que os queréis. No lo sé, tal vez cumpleaños, navidad o despedidas. Tienen la suerte de estar juntos, así que sería genial si rompeis esa barrera tan incómoda que parece haber entre vosotros todo el tiempo.
Min Hyuk suspiró y observó a la gente que caminaba tranquilamente por el lugar.
-A ninguno nos gusta expresar en voz alta las cosas, a veces es un problema porque somos pésimos para hacerle entender a ciertas personas lo muchísimo que las apreciamos.
-Creo que simplemente no estáis acostumbrados a hacerlo. Dong Min solía ver el cariño y el amor como un foco de debilidad. No me extrañaría que tú pienses lo mismo - el magnate miró a Min Hyuk - . Deberias saber que el amor nunca es una debilidad. En realidad estoy seguro de que es algo que ayuda a hacer crecer nuestra fortaleza.
-Si la otra persona sabe que lo quieres le estás dando una entrada para destrozarte como quiera y cuando se le venga en gana. Eso es definitivamente una debilidad.
El magnate suspiró y miró a Min Hyuk.
-Okay, está bien si eso es lo que piensas pero no tienes porqué esconderlo con tu hermano, estoy seguro de que él jamás usará lo mucho que se quieren para dañarte. Podrías hacer una excepción hoy.
Min Hyuk no contestó, estaba nervioso y había empezado a jugar con sus manos. En el momento en que Dong Min y Sanha volvieron su mente estaba dándole vueltas a todas y cada una de las palabras de Moonbin.
La lluvia parecía haber frenado a pesar de que las nubes siguieron cubriendo el cielo y mientras los cuatro hablaban y reían los dos hermanos decidieron que tenían que dejar a un lado su complejidad emocional. Al menos por ese día.
-No entiendo porque todas las personas vienen aquí - Dong Min suspiró y posó su cabeza sobre el hombro de Moonbin - . Es agradable pero no hay mucho que hacer.
-La gente viene aquí para hablar y reír - contestó Moonbin - . Es difícil de hacer si la otra persona es como tú. Hablar es algo que implica gastar saliva, así que no lo haces mucho.
Dong Min sonrió encogiéndose de hombros, percibiendo el tono bromista a través de la voz de su marido. Aunque de todos modos sí, tal vez necesitaba empezar a hablar más y tal vez de ese modo podría lograr expresarse sin que las palabras salieran de forma enrollada y absurda de sus labios.
-Practicaré contigo y volveremos cuando pueda hablar durante un largo tiempo sin parar.
-No necesitas hablar conmigo - Moonbin estaba susurrando - . Realmente estoy a gusto con tu forma de ser y te entiendo a la perfección con simples gestos. Pero habla con tu hermano, ese chico necesita amor.
Dong Min asintió, mirando a Moonbin a los ojos. Sabía que Min Hyuk necesitaba lo mismo que él. Alguien que lo ayudase a ser feliz y a olvidar el miedo de mostrar su personalidad real.
-Voy a hablar con él - dijo apartándose de Moonbin - . Pero prefiero que solo estemos nosotros dos.
Moonbin sonrió y tras besar los labios de Dong Min asintió y le pidió a Sanha que lo acompañase a comprar varias bebidas.
Solo necesitaron ese instante. Los dos hermanos se miraron dispuestos a decirlo todo pero sin saber tan siquiera como empezar. Era fácil demostrar el amor con actos pero no tanto a partir de las palabras. Las manos de Min Hyuk temblaban por el nerviosismo y de nuevo el dolor en su garganta por las ganas de llorar había aparecido.
-Siempre que necesites algo llámame - comenzó a hablar Dong Min- . Para lo que sea... Si tienes problemas o quieres apoyo solo tienes que avisarme. Sabes que nunca digo estas cosas pero... Realmente eres lo único que tengo Hyukie, me preocupaba dejarte solo y que algo malo te pase, te quiero lo suficiente como para adaptarme al tipo de vida que decidas si lo crees necesario.
Min Hyuk sonrió, las lágrimas por algún motivo habían llegado a sus ojos haciéndolo sentir avergonzado.
-Yo también te quiero - dijo rápidamente - . Y... a pesar de todo lo que te he dicho acerca de venderte o comportarte como un delincuente, agradezco que me hayas cuidado todo este tiempo a tu manera. Si no fuese por ti habríamos acabado en algún orfanato y quizás separados. Incluso si nuestros tíos se encargaron de dejarnos una casa y el dinero justo para vivir, tú siempre has sido la persona que me ha enseñado a sobrevivir. Por eso sé que voy a estar bien Dong Min, no tienes que preocuparte.
Mientras la lluvia comenzaba a caer con fuerza los dos hermanos se abrazaron por primera vez en mucho tiempo.
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