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"Como la Luna, siempre saliendo tras el Sol. Como la Luna, siempre saliendo tras el Sol. Como clavos que crecen, como árboles que desprenden sus hojas cuando llega el invierno. Tú eres el indicado para convertir mis recuerdos en recuerdos. Antes de que te conociera, mi corazón estaba solo en movimiento lineal."

- Trivia : Love (BTS)

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Min Hyuk hizo que Sanha se sentase en el baño y se acercó a él lentamente con el botiquín en las manos. El chico finalmente había salido de su trance, por lo que ahora que su mente estaba un poco más calmada y el recuerdo de lo que había sucedido lo golpeaba, inevitablemente este lloraba en silencio. Debido al dolor que le provocaban los cristales clavados en las palmas de sus manos, sí, pero también porque era consciente de que su enfermedad había complicado las cosas para las personas que lo rodeaban como tantas veces desgraciadamente sucedía.

-Deja que te ayude con eso. - la voz de Min Hyuk fue dulce, sencillamente no podía gritarle o enfadarse en ese instante pues sabía que lo asustaría de nuevo. Tampoco se sentía lo suficientemente frustrado para terminar perdiendo esa poca paciencia que lo caracterizaba, simplemente estaba preocupado. Y en realidad, quizás era tan simple como reconocer que no quería ver a Sanha más dañado de lo que ya lo estaba, a nivel físico y mental. - Tiene mal aspecto, te has lastimado mucho.

Sanha lo miró con los ojos cristalizados por las lágrimas y eso hizo que el corazón del menor de los Lee se encogiera un poco en el interior de su pecho. Una persona tan buena como Tae no merecía pasar por ese tipo de dolor emocional, era débil porque los recuerdos lo destrozaban.

No. Mentía. Sanha era lo contrario de débil, simplemente podía ser un poco más frágil que el resto de personas pero nunca había mostrado debilidad de ningún tipo.

-No es para tanto. - trató de tranquilizarlo Min Hyuk, tomándole las manos con delicadeza. En realidad no sabía a quien intentaba mantener tranquilo, si a Sanha o a sí mismo. Había mucha sangre. - Tiene mal aspecto y probablemente se te complicará sostener objetos o jugar en el ordenador por varios días, pero apuesto a que se curará bien. ¿Okay?

Min Hyuk tomó las pinzas del botiquín y comenzó a limpiar la zona de la mejor forma posible. Fijándose en las partes de las palmas de las manos del muchacho que tenían astillas de cristal, comenzó a quitarlas una a una. Podía escuchar como Sanha lo observaba y sollozaba de vez en cuando tratando de obligar a su cuerpo a frenar las lágrimas, así que lo miró de nuevo con una cálida sonrisa sobre sus labios.

-Ya casi está. - Min Hyuk siguió comprobando sus manos por un par de minutos y quitando hasta el más pequeño cristal de la piel de Sanha. Más tarde, cuando el menor de los Moon estuviera completamente calmado, irían hacia el hospital más cercano para que le revisaran de nuevo los cortes. - La próxima vez omite la parte de tocar el cristal roto. Sé que estabas nervioso y precisamente sería bueno que a partir de ahora cuando te sientas de ese modo... Sencillamente deberías evitar objetos que puedan dañarte.

Sanha asintió en silencio, sin saber bien lo que ocurría a su alrededor todavía. Estaba atontado y Min Hyuk podía notarlo. Después del ataque de pánico, el cansancio había llegado a su cuerpo y aquello era completamente normal. Meses atrás él mismo descubrió que las reacciones secundarias de Sanha a los picos de ansiedad de su cuerpo, implicaban un gran agotamiento físico.

-Vamos a lavarte. - Min Hyuk lo ayudó a levantarse y posando la mano en la espalda de este, lo animó a caminar hasta el lavabo.

Sanha apoyó la cabeza en su hombro y cerró los ojos levemente, dejándose hacer por completo mientras sentía el modo en el que las ganas de dormir parecían atraparlo. Bostezó levemente cuando Min Hyuk abrió el agua muy flojito para quitar de su piel los rastros de sangre. Después de eso solo fue consciente de que el hermano de Dong Min había sacado algunas vendas y gasas del botiquín para cubrir sus heridas.

-Tengo sueño. - suspiró. - ¿Me ayudas a terminar de organizar el álbum para Baekhyun? Todavía me gustaría terminarlo antes de que él tenga que marcharse... Pero con las manos así, yo...

A Min Hyuk le hubiese gustado decir que no, quizá el Min Hyuk de unos meses atrás lo hubiera hecho, pero sencillamente le era imposible negarse a la petición mientras el hermano de Moonbin apoyaba la frente en el hueco de su cuello y bostezaba de forma casi adorable.

-Luego te ayudaré, Sanhie. - respondió finalmente. - Primero voy a echarte una mano para lavarte la cara, la tienes manchada de sangre y no creo que sea bueno esperar hasta que tomes una ducha.

Sanha protestó levemente, todavía sintiéndose adormecido, y tras finalmente asentir dejó que Min Hyuk le quitase las manchas de sangre que había en sus mejillas. Todavía estaba haciendo ese puchero tan característico de él cada vez que se sentía más cansado de lo habitual, cuando Min Hyuk besó sus labios sin ningún tipo de prisa. Fue un toque lento y lleno de cariño. Aún cansado, Sanha pareció despertar levemente y tomó el control en un parpadeo. El menor de los Moon pasó sus brazos alrededor de la cintura del menor de los Lee mientras suspiraba. Pudo sentir el modo en el que sus lenguas se rozaban y eso ciertamente hizo que un cosquilleo inevitable se posase sobre el centro de su estómago.

El gemido inesperado de Min Hyuk los devolvió a la realidad y se miraron a los ojos, este tragaba saliva mientras se pasaba la mano por los labios fingiendo limpiarlos. La mirada brillante sobre la de Sanha y sus manos un desastre con el que no sabía bien que debería hacer.

-¿Qué? - dijo, un poco a la defensiva en respuesta a la intensa mirada del jinete.

Sanha negó y bajó la cabeza, aún se sentía sensible tras el ataque de pánico de unos minutos atrás. Su intención no era la de comenzar una discusión, menos todavía la de confesarle sus sentimientos al chico situado ante él.

-Vamos a la habitación, te ayudaré con ese mural para el álbum de fotografías. - Min Hyuk corrigió al instante su voz. Le estaba llevando mucho adaptar su forma de comportarse a Sanha, pero sin duda muchas cosas habían comenzado a cambiar naturalmente desde el inicio. Ahora, por ejemplo, le resultaba fácil hablar con un tono calmado y cariñoso pues sabía que era la forma en la que mejor respondía el hermano del magnate. Aún así, no podía evitar que de vez en cuando se le escapase alguna palabra más alta de lo necesario.

Aquella noche Min Hyuk lo tomó de la mano procurando no hacerle daño y le sonrió, Sanha era fácil de tratar en ciertos aspectos. Resultaba preocupante lo mucho que confiaba cuando alguien le mostraba sonrisas cálidas. Como un niño que acepta caramelos de cualquier persona dispuesta a ofrecérselos.

Se sentó en el sofá de dos plazas que había en la habitación y observó disimuladamente el modo en el que Sanha se cambiaba la camiseta para eliminar cualquier rastro de sangre de su vista, en ocasiones se sentía extraño. Ese chico era realmente guapo, casi el prototipo de lo que le gustaba al Min Hyuk que había descubierto su gusto por los hombres años atrás... Pero mientras su corazón estaba con Moonbin no había realmente algo que lo animara a seguir su juego con Sanha hasta el final. Le tenía cariño y realmente se encendía si había besos en el cuello de por medio pero su físico no le importaba en lo más mínimo, no si eso era solo una excusa para perderse egoístamente en una persona mientras su mente estaba llena de otra. Si los dos continuaban jugando con fuego, acabarían quemándose.

En cambio cuando pensaba en el magnate todo su cuerpo se estremecía sin culpabilidad. Aún cuando Moonbin era la pareja de su hermano, porque Min Hyuk sabía, oh lo sabía muy bien, que Dong Min estaba enamorado del magnate incluso cuando no se atrevía a decirlo en voz alta. Así que Moonbin estaba en el mismísimo centro de su corazón y Sanha en la sangre que bombeaba este.

Era superficial pensar de una forma como esa. Moon Sanha, el chico guapo, realmente guapo, el muchacho con un físico por el que fácilmente las portadas de las revistas podrían pelearse. El de rostro tremendamente atractivo no le causaba nada. Moonbin era precioso también pero de forma distinta y eso lo llamaba de verdad, eso sí que le hacia sentir su cuerpo lleno de calor al menor de los Lee. Porque mientras Sanha mantenía una especie de belleza andrógina y natural que bañaba cada poro de su piel, el hermano de este dejaba que el lado socialmente masculino fluyera con mayor fuerza.

Moonbin podía llegar a ser varonil incluso sin pretenderlo y lo más importante de todo, su naturaleza parecía totalmente protectora, algo que Min Hyuk había descubierto que le gustaba. No posesivo, sino protector. El tipo de hombre que ama a su familia y está dispuesto a hacer lo que sea por esta.

-Siéntate, vamos a ordenarlas como tú querías. - Min Hyuk sonrió levemente al notar que Sanha llevaba en sus labios todavía ese puchero de sueño y le dejó apoyar la cabeza de nuevo en su hombro mientras él revisaba las fotografías para ordenarlas al gusto de este. - Esto fue el primer día y esto el segundo. ¿No podías recordarlo con claridad? No ha pasado mucho tiempo desde que llegamos a la casa del lago.

-Quiero ordenarlo con las horas exactas. - dijo, encogiéndose de hombros mientras observaba el modo en el que Min Hyuk comenzaba a ordenar las imágenes. - Apunté la hora en todas las Polaroid, pero me olvidé de algunas. Ese ha sido el problema, suena absurdo pero a veces el pánico llega hasta mí por las cosas más sencillas y rutinarias.

Min Hyuk asintió tras escuchar las palabras de Sanha, sin saber bien qué o cómo responder. No quería ser el causante de que este volviese a sumirse en uno de sus ataques.

-¿Por qué no escribes un mensaje para él en las que no llevan la fecha y hora? - dijo finalmente, tratando de aportar ideas de la mejor forma posible y percibiendo con alivio el modo en el que el chico a su lado se acurrucaba un poco más.

Sanha estaba encogiéndose de hombros para responder a su propuesta. ¿Ya no le importaba el orden o simplemente tenía demasiado sueño para preocuparse? Algo que había sido importante para él al nivel de causarle un ataque de pánico, ahora simplemente ya no provocaba absolutamente nada.

-Solo hay una fotografía con mensaje, pero no es para Baek. - Sanha hablaba a la par que jugueteaba con los dedos de sus manos. - Es para tí. Tu álbum fue mucho más fácil de hacer pero lo he manchado.... Y... y... Así no te va a gustar, Hyukie.

-Enséñamelo de todos modos, no me importa si está manchado o desordenado. - contestó rápidamente Min Hyuk, evitando que de nuevo que Sanha se sumiese en un gran bucle de miedo e inseguridades.

Sanha asintió y sacó de su bolsillo un pequeño álbum del tamaño de las fotografías Polaroid, no más grande que la palma de la mano de este. Efectivamente, como él había mencionado estaba manchado levemente. Un par de gotas de sangre se encontraban sobre la tela de la portada, pero eran prácticamente imperceptibles.

Min Hyuk solamente sonrió como respuesta.

-Baek nos fotografió en unas cuantas ocasiones durante nuestra excursión, así que quise ordenarlas. Ayer... Él me ayudó a ordenarlas porque recordaba bien los momentos en las que las tomó. - Sanha se colocó al lado del hermano de Dong Min mientras lo veía abrir el pequeño álbum, sus manos frías y vendadas volaron hacia el interior de la camiseta de Min Hyuk. Desde hace un tiempo, cada una de las veces en las que sentía frío y se encontraba en compañía de este, hacía eso. Así que en efecto, a Min Hyuk aquello no le resultó molesto, tampoco lo sorprendió excesivamente. De hecho se sentía bien sentir las manos del muchacho acariciándole la piel del torso o espalda en función de lo que el chico decidiera.

Min Hyuk comenzó a observar las fotografías con atención unos segundos después y sonrió al ver aquella en la que él fingía estar enfermo. Sanha le acariciaba el estómago mientras besaba su cuello, ni siquiera vio a Baekhyun sacar esa fotografía. Y lo cierto es que se parecían a una pareja bastante unida desde esa perspectiva. Desde fuera...

La mayoría de instantáneas eran similares. Sanha sosteniéndolo de la cintura al dormir, Sanha acariciando su torso junto a la cascada mientras reían por algo que no recordaba o Sanha dándole de comer. Lo más curioso tal vez era que Min Hyuk jamás habría notado la obviedad de sus actos, no al menos si Baekhyun no hubiese tomado las fotografías. No sentía nada por Sanha, pero ahora sabía que ese pobre chico sí sentía algo por él.

Lo miró durante unos segundos. A lo largo de los minutos que le había llevado visualizar la totalidad del álbum, el chico había sido vencido por el sueño y ahora se encontraba dormido. Min Hyuk sonrió levemente y le acarició el cabello.

-Creo que va a dolerte Sanhie, pero no puedo sentir nada por tí. Así que prometo hacerte las cosas fáciles, prometo que intentaré no lastimarte aunque ni siquiera sé si lograré cumplir mis promesas. Yo... Solo... Lo prometo.

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