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Dime lindas mentiras, mírame a la cara. Dime que me amas incluso si es mentira. Porque no me importa un carajo en absoluto .
-BlackBear
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Un suspiro travieso y torpe se escapó de los labios de Dong Min cuando sintió las manos de Moonbin recorrer su espalda, su toque era decidido tanto que casi podría jurar que sabía cómo y dónde tocar para causarle escalofríos. Mordió levemente la almohada, lo que menos le apetecía era que el tipo descubriera que cada roce de la piel de sus manos sobre su espalda lo estaba relajando por completo. Estaban solos, a pesar de que era el momento de cenar y Moonbin había dejado claro que nunca se retrasaba en la hora, pues él y su hermano seguían el modo de vida que sus padres les habían marcado cuando eran pequeños. La puntualidad era casi obligatoria.
El magnate había pedido que les subieran la cena a la habitación con el objetivo de que Min Hyuk y Sanha lograsen charlar a solas en el comedor de la mansión. Eso era algo que provocaba cierta sensación de inquietud en Moonbin sabiendo perfectamente cuales eran las intenciones de su hermano con respecto al pequeño de los Lee.
-¿Te encuentras mejor? - preguntó Moonbin sin dejar de masajear la espalda del chico de los tatuajes.
Dong Min se removió un poco pero no se apartó, se sentía mucho mejor y por mucho que le molestase en gran parte se debía a toda la atención que Moonbin estaba poniendo sobre él para ayudarle a olvidar los recuerdos dolorosos que hace solo un par de horas volaron hasta su mente haciéndolo tan frágil como el papel mojado.
-Un poco - dijo tratando de quitarle importancia. Moon rio levemente y posó un beso sencillo en la zona de los lumbares de Dong Min quien volvió a estremecerse. Moonbin empezaba a buscar precisamente ese tipo de reacciones, nunca había estado con nadie que se estremeciera de esa forma cuando algo le agradaba.
Lo había descubierto en la primera noche que pasaron juntos, a pesar de que no ocurrió nada importante al acariciarlo el chico y no pudo evitar las reacciones naturales que su cuerpo mostraba, por mucho que sus palabras e incluso mente se empeñaran en negar la evidencia. Esas imágenes de Moonbin completamente a su merced no desaparecían de su mente, ni lo harían en mucho tiempo.
-¿Recuerdas que te dije que quería enseñarte algo? - preguntó el magnate ayudándole a Dong Min a sentarse sobre la cama. Este asintió al instante. Se sentía expuesto al mantenerse desnudo para disfrute de Moonbin.
-Sí, antes de tu show preguntándome sobre los tatuajes y la forma en que te divertiste viéndome derrumbarme.. lo mencionaste.
-Perfecto, estaría bien que recuerdes lo que sucedió esta mañana en el aparcamiento. La forma en la que me pedías que te dejase intentarlo - Dong Min frunció el ceño y apartó su cara cuando Moonbin trató de acariciar su mejilla como un gatillo asustado - Quisiste hacer algo sin tener en cuenta el lugar, bueno, ahora podrás hacerlo sin el riesgo de cámaras grabando todo lo que suceda. Te enseñaré.
-¿Lo dices en serio? - el chico de los tatuajes parecía enfadado con la idea de tener que aprender algo de Moonbin, no era un principiante en el terreno sexual y estaba seguro de que a pesar de no haber tenido nada con hombres podría apañarselas para proporcionarle placer al magnate - No necesito que me enseñes nada...
-Solo arrodillate en el suelo Dong Min, yo haré el resto. Cuanto antes lo hagas antes acabaremos.
La curiosidad traspaso rápidamente la barrera del orgullo y un cosquilleo irreconocible se instalo en el bajo vientre del muchacho cuando hinco las rodillas en el suelo ante la atenta mirada de Moonbin quien tampoco se había vestido tras salir de la ducha. A diferencia de él, Moonbin trataba de mantener la mirada alejada de ciertas zonas del cuerpo.
-¿Qué hago? - su voz salió en un susurro mientras evitaba mirar directamente al magnate, algo que no pretendía.
-Trata de relajarte - hablo Moonbin acariciándole la mejilla - Sabes, como a ti te gusta, solo tienes que hacermelo a mí. Las relaciones homosexuales tienden a ser más placenteras porque sabemos lo que nos gusta, como tocar o dónde. No es difícil en general pero no vayas rápido o lo pasaras mal. Arcadas, respiración dificultosa... Creo que lo sabes - le sonrió y Dong Min no logro hacer otra cosa a parte de bajar la mirada casi avergonzado - Tócame. Vamos, no muerdo Dong Min. Puedes explorar lo que necesites, prueba lo que desees.
Con la mano temblorosa Dong Min tomó levemente la hombría del magnate acostumbrándose a la sensación de tenerla en su mano. Moonbin dejó escapar un suspiro y echo la cabeza hacia atrás mostrándole a Dong Min insconscientemente las venas que marcaban las partes laterales de su cuello. Poco a poco el chico comenzó a acariciar la longitud por completo, tal y como a él mismo solía gustarle, Moon lo había mencionado, era tan fácil como imitar lo que le gustaba. Al menos en lo que concernía a la teoría.
-Muy bien Minnie - siguió con los movimientos fingiendo que no le gustaba ese apodo a la vez que fruncia el ceño, una manía de la que no lograba librarse últimamente - así nene, sigue con eso.
Detestaba que Moonbin tuviera casi el control total de la situación. Dándole órdenes o felicitándolo solo conseguía enfadarlo pero por algún motivo eso lo volvía más participativo. Quería demostrarle que no necesitaba ningún tipo de indicación, podía hacerlo gemir por si mismo y no importaba lo poco que el magnate confiase en esa posibilidad. Lo haría, lo haría realmente bien.
-Chupa Minnie - habló Moonbin con la respiración acelerada - con cuidado, lento. Aún no sabes como hacerlo, limitate a lamer, eso me gustará.
-Deja de dar órdenes - contestó rápidamente.
-Deja de dudar entonces, puedo notar como tiemblan tus manos. Si no quieres hacerlo puedes decirmelo. Dong Min, no te estoy obligando a...
-Cierra tu jodida boca Moonbin, lo haré.
-Entonces hazlo de una jodida vez - fue lo último que dijo el magnate antes de tomar por el mismo su hombría y rozarla contra los labios fruncidos del chico - venga nene. Sé que tienes curiosidad.
Dong Min bufó en alto avergonzado por ser el débil en ese juego de dos que tantas veces antes había practicado con las chicas más bonitas que lograba encontrar en su barrio. Moonbin era distinto sin embargo, tenía la respiración acelerada y parecía disfrutar de su toque pero al contrario que las demás personas con las que Dong Min había estado él no gemía con facilidad. Tenía una actitud fuerte, dominante y no parecía dispuesto a dejarse hacer, al contrario, simulaba querer ordenarle miles de cosas.
Se puso como absurdo reto llevarlo al extremo, absurdo porque hasta él conocía sus limitaciones. Era la primera vez que haría algo así y aunque recordaba bien lo que le gustaba cuando una mujer se escondía entre sus piernas el hecho de tener que usarlo con Moonbin lo confundía, asustaba e incluso enfurecía en algunos aspectos.
Aprovechando lo que el magnate hacía lamió con timidez el glande, la masculinidad de este para a continuación probar la total extensión de Moonbin quien sonrió casi con ternura al percibir la forma en la que Dong Min fruncia de nuevo el ceño, apartándose levemente para pensar en el sabor que tal acto le aportaba a su boca. Estaba confundido aunque no le parecía tan desagradable como en un primer momento había planeado .
-¿Mejor de lo que creáis? - preguntó Moonbin
-Puede - dijo a cambio Dong Min con disimulo.
-Entonces prueba una vez más - acaricio su cabello enterrando los dedos en este para a continuación acercar a su futuro esposo a su masculinidad. En ese instante estaba completamente erecto y parecía ansioso por lograr que el chico hiciera algo más que explorar - todo tuyo.
Dong Min asintió a las palabras de Moonbin y como un niño que prueba un dulce por primera vez llevo de nuevo su lengua al miembro del magnate, lo lamió y saboreo hasta que se acostumbró a la sensación y sus movimientos se volvieron más confiados . Más continuos. Más rápidos.
Moonbin gimió en alto por primera vez cuando Dong Min toco su punto débil, una de las manos del chico de los tatuajes había comenzado a acariciar sus testículos lentamente, apretujadolos de vez en cuando sin llegar a causarle dolor. Y Lee hubiese sonreído de felicidad si no fuera porque había encontrado una gran diversión en el hecho de lamer el glande. Era tanta la diversión que no lograba parar de mirar la forma en la que los músculos de Moonbin se tensaban entorno a su torso con cada sensación de placer que le provocaba. Él estaba haciendo eso, él mismo había tornado al chico serio en el joven deseoso que el magnate todavía era a pesar de todas sus responsabilidades. Y le encantaba saber que tenía ese poder sobre Moonbin.
Solo pasaron minutos hasta que el magnate comenzó a temblar y levantó bruscamente la barbilla de Dong Min para dejar escapar su semilla sobre la cara de este.
-Joder, no hagas eso. Casi prefiero tragarlo a que me manches por completo - protestó el chico de los tatuajes.
-Esa era mi intención al hacerlo - sin embargo Moonbin ya estaba tomando un paño para limpiar con delicadeza los ojos y frente de Dong Min- ¿Realmente hubieras preferido tragartelo?
-No lo sé - contesto el otro con sinceridad - Tampoco he probado eso como ya te imaginarás.
El magnate asintió y tras ayudar al chico a levantarse lo insito a sentarse de nuevo sobre la cama.
-Cenemos, quizás mañana pueda enseñarte más cosas.
-Quiero ducharme de nuevo - no era una petición si no una exigencia pero eso no le molestó al magnate. En realidad le gustaba que Dong Min mantuviese su personalidad y no se volviera una persona pelota y aburrida como todos los demás chicos con los que había estado.
-Ve entonces, bajaré mientras tanto a ver como avanzan las cosas en la cocina.
Pellizcó una de las nalgas de Dong Min cuando este se puso en pie para caminar hacia la ducha y sonrió por la mirada enfadada que este le dedico. No. Definitivamente no se cansaría con facilidad de la personalidad que alguien como Lee Dong Min le regalaba diariamente.
Aún con una sonrisa sobre sus labios se vistió con ropa cómoda y salió de la habitación para dirigirse al comedor. Nada de lo que se encontró allí le sorprendió. Silencio. Total y casi absoluto si no fuese por el sonido de los tenedores y cuchillos.
-Que aproveche - dijo tomando asiento a un lado de Sanha - ¿Han conversado acerca de lo que sucedió hoy?
-No le des importancia a eso Binnie - pidió Sanha, al menos no habían discutido. Sacar el tema de nuevo era arriesgado.
-De veras me gustaría que se llevarán bien. Dong Min menciono que te gusta la música - ahora la mirada de Moonbin se dirigía hacia Min Hyuk - Sanha está en las actividades del club de arte del instituto, tal vez sea buena idea que te apuntes . Podrían pasar tiempo juntos y tal vez mejorar su convivencia.
-No quiero entrar a una mierda de club de arte - contestó Min Hyuk sin apartar su mirada del plato de pasta.
Moonbin suspiró en alto antes de dirigir unas palabras a su hermano haciendo caso omiso a la decisión certera acerca del club de arte.
-Enseñale las instalaciones del club, que decida después de ver las actividades. Puede ser bueno para él tener algo en lo que relajarse.
-Lo apuntaste al equipo de baloncesto Moonbin - a diferencia de su hermano mayor Sanha habló con la voz alta y segura - si ahora tratas de meterlo en el club de arte hundirás su reputación y me castigaras por errores que nunca he cometido. Es el hermano de tu marido, tu problema, no el mío.
-No te atrevas a... - el intento de frase de Min Hyuk fue cortado por Moonbin al instante en que este noto la voz fuera de tono.
-Min Hyuk no es un problema Sanha. Ahora forma parte de esta familia y como nos enseñaron...
-Da igual cuan difícil sea , no forma parte de la filosofía de vida de un Moon la rendición. - Sanha rodó los ojos molesto - No creo que se refirieran a este tipo de conflicto cuando nos enseñaron eso pero está bien, puedo intentar enseñarle las instalaciones. Tal vez incluso alguien como él pueda apreciar algunas zonas del club.
Moonbin sonrió antes de mirar hacia Min Hyuk, aún le sorprendía que el chico se hubiera callado en lugar de hablar por encima de él. Su carácter era malo pero aún así parecía tener una personalidad mucho más débil que la de su hermano.
-Min Hyuk, ¿te gustaría ver al menos las instalaciones del club de arte? - Moonbin habló con el mismo cariño que le mostraría a su hermano. En el fondo le causaba cierta ternura por motivos que ni él mismo llegaba a comprender - Hay muchas zonas que podrías usar si eres aficionado a la música, después puedes decidir si entrar o no. Yo pagaré tu inscripción sin problema.
Min Hyuk levantó lentamente la mirada de su plato de comida para encontrarse con los ojos del magnate. En el fondo estaba deseando ver ese lugar pero como Sanha había dicho, tal vez a sus compañeros del equipo de baloncesto no terminase de agradarles la idea.
-Bueno... Tal vez pueda ver de que se trata esa mierda.
Moonbin sonrió complacido, ahora entendía porque Min Hyuk le causaba esas sensaciones. Se parecía mucho a su yo adolescente. Enfrentado al mundo porque no lograba expresar con claridad sus sentimientos y pensamientos.
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