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"Todo es diversión y juegos hasta que alguien se enamora, pero ya compraste la entrada y no hay vuelta atrás"

- Melanie Martínez

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Moonbin tomo asiento en el sillón de su despacho y dejando escapar un suspiro de sus labios echo la cabeza hacia atrás, su sedoso cabello se movió levemente con esta. Solo llevaba unas horas trabajando pero la reunión con los accionistas a primera hora de la mañana lo había dejado realmente agotado. Nunca era fácil mostrarles cada uno de los datos que pedían sin ganarse un par de preguntas incómodas difíciles de responder.

-¿No cree que es demasiado joven para dirigir un proyecto de esa magnitud? - imitó con la voz chirriante la cuestión del señor Choi. Si no fuese porque era el principal socio de Hope Enterprise lo hubiese mandado a la mierda sin importar que el resto de personas le dirigieran malas miradas. Quizás también influía un poco en su paciencia el hecho de que el hijo de ese idiota era uno de sus mejores empleados, no podía permitirse perder un contacto así. Choi padre tenía cientos de personas apoyando cada uno de sus movimientos empresariales y Choi hijo era la imagen de todas esas brillantes ideas.

Choi YoungJae, incluso Moonbin sabía admitir que a pesar de que fuera solo un diablillo de veintiséis años al que le gustaban los coches tenía cierta influencia ante la atenta mirada de todo aquel que buscase negocios seguros. Sabía como hablar, como encandilar a la gente, como convencer y la estupidez más importante... Sabía sonreír. Podía estar vendiéndole un coche con ruedas cuadradas al mejor mecánico y conseguiría convencerlo de que los círculos eran simples cuestiones de estética con esa sonrisilla de chico bueno.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la puerta de su despacho causando estruendo al cerrarse con fuerza. Dong Min había llegado y no parecía contento mientras observaba el expuesto cuello del magnate de forma disimulada.

-Ayer decías que podía decidir y hoy decides despertarme con una jodida llamada para que venga a un sitio que no me interesa en absoluto - dijo cruzándose de brazos.

-Veo que has investigado en mi armario, ¿te gusta ese tipo de ropa? - hablo Moonbin mirando directamente la chaqueta que el chico había escogido. Por un segundo Dong Min casi pareció tímido ante la mirada atenta del magnate.

-No tenía una chaqueta adecuada para este clima, llueve pero no hace frío. Necesitaba algo con lo que no mojarme y no encontraba ningún paraguas en tu gran casa así que opté por la opción sencilla. ¿Hay algún problema con eso? Somos pareja. Lo mío es tuyo, lo tuyo es mío y toda esa mierda. ¿No querías eso?

-No me molesta si es la pregunta que intentas hacerme mediante las indirectas que usas - se levantó y camino hacia Dong Min - Te queda mejor que a mi de todas formas.

-No he usado indirectas, si mi plan hubiese sido tomar prestada tu ropa simplemente te lo diría.

Un nuevo suspiro se escapó de la boca de Moonbin, sería difícil quitarle esa manía de mantenerse continuamente a la defensiva sin embargo planeaba conseguirlo. Quería demostrarle que él no era alguien de quién debiera protegerse.

-Quiero enseñarte las oficinas porque empezarás a trabajar aquí después de la boda. Sé que eso no está en tus planes pero me gustaría que aprendieras un poco acerca de lo que tu familia hace. Sanha conoce tan bien el negocio como yo así que Min Hyuk y tú deben como mínimo entender ciertas cosas y si, sé que dije que podían elegir. Lo mantengo, después de enseñarte lo básico tu decidirás si quieres seguir o si por el contrario prefieres quedarte en casa o en cualquier lugar que te apetezca.

-¿Podré conducir algún coche? - la cuestión se escapó de la boca de Dong Min tan naturalmente que Moonbin logro captar la emoción candente en cada una de las palabras de su prometido.

-Solo tienes que pedirlo Dong Min - el magnate se levantó y tras tomar un par de carpetas de la estantería situada cerca de su despacho volvió a tomar asiento - Ven, quiero mostrarte el nuevo proyecto.

Dong Min dudó en el primer momento, él no sabía nada acerca de ese tipo de cosas y que Moonbin pretendiera instruirlo le hacia temer que este rompiera el contrato al notar sus pocas capacidades en el terreno de los negocios o de la simple inteligencia. Pero en lugar de negarse se limitó a caminar hacia el sillón y se sentó a un lado de su futuro marido fingiendo toda la tranquilidad del mundo, no podía olvidarse de que estaban jugando. Daba igual si no era listo o si no se le daban bien los negocios, solo necesitaba fingir bien.

-¿De qué trata? - dijo observando las imágenes que Moonbin le mostraba.

-Elegancia erótica - respondió - quiero algo diferente. Imagínatelo de esta forma - Dong Min clavó los ojos en el magnate, parecía totalmente concentrado a medida que hablaba. El gesto serio que volvía su tez más masculina había vuelto - Todo el coche de un negro brillante, cuero oscuro con leves toques burdeos, imitando a los estiletos de Louboutin...

-¿Los que son negros con suela roja? - hablo Dong Min tomando en su mano una de las fotografías.

-Exactamente - respondió Moonbin - Ahora imagina el anuncio, el coche avanzando por una larga autopista en medio del monte, como en los thrillers de terror, entonces un enfoque al interior, las manos de un hombre con la venas marcadas alrededor del volante... Anillos de plata en sus dedos , el sonido del motor con una voz en off ronca y el viento meciendo los árboles, entonces abre la guantera y si muestra que está decorada con un precioso burdeos, toma un mechero de metal y enciende su puro antes de aparcar justo delante de una gran mansión bañada en la oscuridad.

Dong Min miro las fotografías del nuevo prototipo de coche y luego a Moonbin.

-Pero eso no es erótico, tal vez si te gustan los hombres pero la mayoría de... Bueno... Quiero decir... La mujer sigue siendo el estereotipo erótico de cualquier hombre. Todo lo demás me parece bien.

-¿Preferirías a una mujer? Si hacemos el anuncio a mi forma los hombres soñaran con el coche da igual su orientación sexual, nos centraremos en el vehículo. En la erótica del propio deportivo Dong Min.

Dong Min frunció el ceño y le cedió de nuevo las fotos a su futuro marido.

-¿Por qué no usas el sexo si quieres que sea erótico? - preguntó directamente.

-Porque esto aún es Corea - Moonbin sonrió levemente - No me gustaría enfrentarme a accionarios con mente tradicional, algunos ni siquiera saben que me gustan los hombres.

-Solo hazlo Moonbin. Usa a dos mujeres - propuso precipitadamente Lee - no lo hagas obvio, deja que parezca una extraña amistad... Que cada quien saque sus propias conclusiones mientras sus ojos quieren descubrir el final incluso tratándose de un sencillo anuncio.

El magnate sonrió y tras revolver el cabello de su prometido en un gesto más automático que pensado decidió hacer un par de llamadas. La idea de Dong Min era arriesgada pero que hablasen de Hope Enterprise era lo que más le interesaba en esos instantes y no le cabía duda de que con un anuncio como ese la gente hablaría.

-No prometo nada - dijo tomando el teléfono - pero tal vez consigas tu primer sueldo como publicista en pruebas de mi empresa.

-¿Publicista? - Dong Min trataba de ocultar su ilusión al respecto pero no pudo evitar sonreír captando la atención de Moonbin - Pero yo no...

-Los títulos no me importan Dong Min, sé que no acabaste tus estudios pero las buenas ideas no siempre necesitan sobresalientes o matrículas de honor. Limitate a cruzar los dedos para que al menos una parte de mis accionistas decidan ir adelante con esto.

-¿No eres el jefe? ¿Por qué tienes que consultarlo?

Moonbin le dedicó una preciosa sonrisa cargada de calidez al chico. Dong Min era un caja de sorpresas para él ... O quizás un muy buen actor, el caso es que no le importaba. Prefería fingir que todo iba bien a mantener la mente en todas las mentiras que este empezaría a decirle de un momento a otro.

-A menudo los jefes son los que más decisiones deben consultar Dong Min. Si no contase con mis empleados o socios la empresa no sería nada. Cada una de las partes importa. Desde el nuevo becario hasta mi. Todos cumplimos una función importante y tú también formaras parte de este equipo pronto si todo sale bien.

Dong Min se limitó a asentir mientras lo observaba enfundado en ese traje y se preguntaba mentalmente cuanto de peligroso era el echo de que le gustase darle ideas y que estas fuesen bien recibidas. Por primera vez en mucho tiempo alguien estaba tomando en cuenta sus opiniones.

Besos 💋