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Regresame a la basica y la simple vida. Dime todas las cosas que te hacen sentir todo sencillo. Tus caricias, mi conforte, mi cancion de cuna. Sosteniendome fuerte y durmiendo en la noche.
Easy - Troye Sivan
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Los dedos de Moonbin repiqueteaban sobre la sencilla mesa de madera situada en la salita de la casa de los hermanos Lee, de vez en cuando levantaba la mirada con disimulo de los papeles para observar algunos de los tatuajes que escalaban la garganta de Dong Min. Le gustaba, al menos físicamente jamás podría quejarse. El chico era guapo para su gusto personal. De piel blanca, pelo negro, labios rosados y estilo callejero, se parecía mucho a los muchachos de sus fantasías. Pidió un chico malo y su abogado encontró a uno que al menos en aspecto parecía serlo . Pidió mala actitud y también la obtuvo, porque sí, el tipo era alguien realmente complicado de tratar. Borde, con mirada juzgadora, risa escandalosa... Todo lo contrario de sus anteriores parejas, algo que le encantaba al magnate.
Myung Jun a su lado les explicaba con voz calmaba una vez más a Dong Min y Min Hyuk los términos del acuerdo prematrimonial. Moonbin podría estar desesperado por conseguir un chico que lo hiciera sentirse vivo, pero no era idiota, si Lee se comportaba bien le daría cada capricho que quisiera. Si por el contrario se portaba mal rompería el trato sin darle ni las más mínima cifra del dinero acordado. Su definición de comportarse bien era tan simple que a Dong Min se le escapó una sonrisa burlona.
-¿Buen sexo y que no me acueste con nadie más a parte de tí? ¿Eso es todo lo que pides a cambio de la millonada que me pagarás? ¿Donde está la trampa? - Moonbin se encogió de hombros y miro al chico directamente a los ojos. Le gustaba. Su forma de hablar, de expresarse, de mirarlo... Era diferente de lo que solía encontrar en los círculos por los que con frecuencia se veía obligado a moverse - Quizás estes loco después de todo.
-Debes acompañarme a mis viajes de negocios también y para eso necesitarás aprender algunas cosas sobre las fiestas de sociedad. Lo cual incluye a tu hermano, puedo matricularlo en la mejor escuela de Corea. Aprenderá bien y le enseñaran buenos modelos de conducta, mi hermano Sanha podría ayudarle en lo que sea necesario. Además, él necesita un amigo. Está solo así que Min Hyuk le servirá de compañía.
-Yo no estoy en venta, Dong Min y yo no vamos en el mismo paquete - a Min Hyuk no le agradaba, Moonbin podría tener todo el dinero del mundo pero a él no le gustaba su actitud en absoluto. Le importaba poco su cartera o sus empresas, no quería a alguien con afán de héroe cerca y sin duda Moonbin parecía un tipo rico aburrido que había encontrado un perfecto juguete en un muchacho de los barrios pobres de Seúl. Le resultaba como poco insoportable, con su traje de marca, las cadenas de oro brillando en su cuello, el Rolex en su mano o la forma en la que se movía. Muchos le llamarían clase, pero sin duda Min Hyuk prefería denominarlo como simple mala actuación. Si estaba pagando por un chico malo era probablemente porque creía que no lo podría conseguir sin comprarlo. Así funcionaba a sus ojos Moonbin, un idiota con dinero que en lugar de esforzarse para obtener las cosas sacaba su tarjeta de crédito dorada. Todas las características humanas que detestaban él y su hermano se reunían en una sola persona.
-Cierto, mi hermano no entra en el trato - y Min Hyuk asintió. Detestaba a la gente con dinero y detestaba a ese idiota que quería comprar la vida de su hermano a cambio de billetes.
-Está bien Min Hyuk, solo era una idea. Mi hermano me preocupa y necesita amigos, está realmente solo desde la muerte de nuestros padres. Ya no se relaciona con nadie - el menor de los Lee apartó la mirada , en cierto modo Min Hyuk comprendía lo que ese chico, del que Moonbin le hablaba, estaba sintiendo porque sus padres también habían fallecido hace unos años y él también se aisló durante un tiempo. Aún así no era su problema.
Dong Min por su parte observó al magnate automovilístico con la curiosidad recorriendo su mente, no sabía que decir acerca de este. Lo veía hablar con el abogado, firmaba los papeles con esa pluma estilográfica. Era como si hubiese nacido para los negocios, sabía de terminos de derecho y jamás perdía esa irritante sonrisa cuando Myung Jun le preguntaba algún dato. También estaba ese físico, no era increíblemente guapo pero tenía cierto atractivo. Su cabello negro brillaba como el de las muchachas que salían en los vídeos musicales que su hermano veía en secreto y sin duda las manos captaban gran parte de la atención de Dong Min, las venas marcadas, escalando por la piel de estas para ocultarse bajo las mangas de la chaqueta americana. Esas manos demostraban que se molestaba en hacer ejercicio así que tal vez bajo las camisas de chico de oficina se escondiese un buen cuerpo.
Aún así no lograba sentir atracción alguna. Era un chico heterosexual tratando de encontrar algo a lo que aferrarse para excitarse con Moonbin, el cual era un tipo normalito del montón que no despertaba nada en su cuerpo. Se preguntaba cómo demonios cumpliría el contrato si no le proporcionaba ningún tipo de necesidad sexual, por mucho que lo intentase. Tal vez desnudo, a cuatro y gemiendo su nombre... Pero solo tal vez.
-Firma aquí Lee - el abogado parecía obstinado en hacer las cosas rápido incluso si Moonbin se tomaba las cosas con más calma.
-¿Lo has entendido Dong Min? - asintió - Bien, si estás de acuerdo firma donde Myung Jun te lo ha indicado. He explicado cada línea pero puedes leerlo si no te fías de mí.
-Está bien, creo que lo leeré. No me fío de las personas como tú. No es nada personal, pero me resulta extraño que regales tu dinero a cambio de un año de matrimonio y algo de sexo. Una puta te saldría más barata.
De nuevo con calma Moonbin le dedico una sonrisa y le cedió los documentos.
-No tenemos prisa, puedes leerlo las veces que lo necesites. Tómalo con tranquilidad.
Eso era tal vez lo único que le había agradado hasta el momento. Moonbin era una persona que mantenía la cabeza despejada de prisas. Hace una media hora Myung Jun mencionó que tenían una reunión y este simplemente contestó que les quedaba suficiente tiempo para leer bien el contrato y llegar a las oficinas de la empresa pues prefería dejar el asunto bien zanjado, sin dudas o malentendidos. La razón por la que eso le parecía algo bueno se debía en parte a que Dong Min solía ser perezoso, nunca se dejaba algo por hacer pero no se movía con prisa o estres de lo contrario siempre acababa con un gran dolor de cabeza.
-Eso es todo por ahora, como se estipula en el contrato tendrás que alojarte con Moonbin en la casa familiar en un periodo de al menos cuarenta y ocho horas. La boda se realizará en menos de un mes siendo la fecha elegida por tí - Myung Jun se levantó tras ordenar los papeles y guardarlos en su maletín - Espero que esto salga bien.
Dong Min se levantó por instinto a la vez que Moonbin, aún no era su marido, no lo conocía de nada realmente pero por alguna razón los comportamientos de este lo hacían sentirse incómodo, casi obligado a mantener la compostura. Su egocentrismo se había extinguido después de leer ese contrato. Quería el dinero así que haría lo posible por atender las necesidades del magnate.
-No hagas eso - habló Moonbin cuando entendió las intenciones de su futuro marido - No quiero a alguien amable o sumiso Dong Min, he tenido muchas parejas así y realmente me resultan aburridas las personas de ese estilo. No cambies tu personalidad por mí. Si bien es cierto que en el contrato pido cierto buen comportamiento me refiero principalmente a la fidelidad y a las ocasiones en las que debas acompañarme a algún evento social. Cabe mencionar que no estás obligado por completo a asistir a todos estos pero aún así espero que acudas a algunos de ellos.
-¿Por qué no dejas de ser tan formal? No trates de suavizar esto. Hay un contrato que he firmado. Quieres un marido del que presumir y con el que follar. Haré eso. Es el único resumen posible. Me dan igual tus elegantes eventos sociales o tus amigos millonarios. Seguiré siendo el mismo... Solo pretendía hacer esto más llevadero.
-No fingas Dong Min, hay algo que no está escrito en el contrato, algo que la justicia en este caso no puede medir y se trata de amor. Quizás solo de cariño. No quiero únicamente a alguien con quien mantener relaciones, quiero a un chico que me haga sentir algo. Mis parejas hasta ahora han sido demasiado superficiales y he depositado mi confianza en tí.
-¿Puedo preguntarte algo? - Moonbin asintió- ¿Por qué estás comprando una pareja? Es posible que puedas tener a mucha gente deseando casarse contigo.
Bin suspiro y por primera vez Dong Min lo percibió nervioso.
-Cuando tienes dinero es difícil saber si te quieren a ti o a tus regalos - le explicó - supongo que prefiero saberlo desde el principio. De esa forma no corro el riesgo de enamorarme sin conocer las consecuencias de ello. No soy una persona buena con los sentimientos, a diferencia de lo que puedas creer, tampoco tengo buenos amigos. Tal vez solo un par de ellos son cercanos a mí - bajó la mirada - Al igual que mi hermano Sanha, no soy alguien a quien le guste tomar confianza con muchas personas y las parejas que he tenido me han resultado aburridas y casi absurdas. Mis gustos tienden a ser distintos a los de las personas que encuentro en mi trabajo. Les gusta jugar al golf y a mi conducir de noche escuchando música, me gusta ir al estudio de danza y a ellos a comer a algún restaurante. Me agradan las cosas sencillas y... A ellos los hoteles de lujo. Por eso estoy eligiendo a alguien de esta zona. Supongo que tus gustos pueden ser más cercanos a los míos, la verdad es que aún no lo sé...
Por un instante esas palabras captaron la atención de Min Hyuk, el magnate había usado una voz menos formal. Parecía sincero y casi afectado, eso definitivamente aportaba una faceta más sencilla a su estética de chico rico. Lo hacía humano a diferencia de sus joyas y ropa de marcas caras o risa forzada e imperturbable.
-Oye... Yo no seré muy diferente. Deberías saber eso, me gusta el dinero.
-Creeme. No te gusta más de lo que a otras personas que han estado conmigo les gustaba. Al menos quiero intentarlo con alguien que suponga un reto para mí.
-¿Eso soy? ¿Un reto?
Moonbin sonrió y los hermanos Lee lo miraron extrañados.
-Eres más que un reto Dong Min, pero prefiero que los detalles vayan revelándose poco a poco.
P.d : Moonbin me parece precioso, pero Dong Min notará los detalles a medida que se vaya enamorando. Usaré como un tema central el echo de que cuando una persona te cuida, te cae bien y te ayuda eso la hace más guapa, más atractiva o simplemente más importante en tu vida.
Palabras de la escritora original ☝
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