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ARMIN no pronunció ni una sola palabra en respuesta a lo que ella dijo. La habitación, antes llena por la melodía que Venus tocaba en el piano, ahora había quedado en completo silencio cuando ella decidió hacer aquella revelación. Por su mente pasaron mil cosas mientras analizaba sus palabras; entre ellas la posibilidad de que su compañera le estuviera jugando una broma cruel, pero la manera en que detuvo sus dedos de tocar el piano lo hizo dudar de aquello. Lo veía, atenta a su reacción, directamente a sus ojos; casi con una pizca de miedo apenas visible en sus ojos. Es decir, o era una actriz increíble o estaba hablando en serio.

—...No estoy entendiendo nada de lo que está pasando.

— Suponía que ibas a reaccionar así. Después de todo, es bastante información para procesar. — la manera en que continuó hablando de manera calmada a pesar del evidente pánico que crecía en su interior desconcertó a Armin ligeramente, pero tampoco se atrevió a decir nada. — Me decidí por revelar primero mi secreto para que tuvieras tiempo de analizar y aceptar que el hecho de que recuerdo mis vidas pasadas es una realidad. Esperaba que para ahora tuvieras fe en que no mentí, pero incluso ahora veo que tienes tus dudas.

— Creo que no tener dudas sería más extraño.

— ¿Hay manera en que pueda hacer que creas que digo la verdad?

Armin volvió a pensar. ¿Había algo que Venus pudiera hacer que lo haría creer al 100% que sus palabras son la pura verdad sin lugar a ningún tipo de duda? Era algo difícil. Las vidas pasadas eran algo difícil de probar con ciencia, por no decir imposible, así que no estaba seguro de si existía algo que ella pudiera hacer o decir que lo convenciera.

Además, pensar en que dijo uno de sus compañeros era un asesino serial reencarnado lo ponía nervioso. Parte de él quería creer que era mentira, solo por el bien de no pensar que había estado conviviendo en el mismo salón de clases con una posible amenaza. Sin embargo, algunos de los puntos que hizo Venus calzaban. La actividad criminal sí que aumentó en los últimos tres años, y hasta la razón del por qué Venus se transfirió a su escuela hacía dos años había sido un misterio y tema de conversación de muchos, pues ella nunca lo hablaba, y al mismo tiempo la gente solía darle poca importancia porque era común que lleguen estudiantes nuevos.

—...¿Me puedes decir de quién sospechas más y por qué?

— Desafortunadamente, hasta que no sepa que confías por completo en mí no debería darte esa información. Además, si te lo digo, vas a ponerte nervioso alrededor de esa persona de manera inconsciente, y si fuera de verdad mi asesino se daría cuenta de lo que sucede de inmediato. Ya que nosotros hemos estado conviviendo, si de pronto empiezas a evitar a cierta persona en específico y te comportas más ansioso que antes, será evidente lo que sucede. Porque sé que esa persona sabe que soy yo; tengo la sensación de que lo sabe a la perfección.

— ¿Cómo puedes estar segura?

— Llámalo una corazonada. En cualquier caso, creo que mi alma reencarnada sabe que su asesino está cerca, pero no puedo saber quién exactamente solo con eso. Y tampoco puedo apostar todo basada en un presentimiento; podría acabar muerta. Y tú también si no tienes cuidado con tus reacciones. Es por eso que dije que nadie debe saber nada de lo que estoy diciendo; si esto llegara a filtrarse y mi asesino descubre que sabes algo, le puedes decir adiós a tu vida. Lo digo por tu seguridad también, Armin; guarda el secreto si no quieres que te maten.

"No había necesidad de ser tan directa..."

— Incluso si todo lo que me dices es verdad, creo que estás pidiéndome demasiado esperando que esté tranquilo con esto de inmediato. — ella suspiró.

— Bien, eso lo entiendo. Sé que es difícil pensar en que alguien cercano a ti podría ser un asesino, pero por tu seguridad, trata de ser discreto, ¿sí? No pido que lo aceptes todo de inmediato porque sé que te tomará tiempo, pero no puedo prometer tu seguridad a menos que prometas tener cuidado con tus palabras y actitudes frente a los demás. — Armin asintió con lentitud, aún procesando mentalmente la situación. Todavía tenía un par de cosas en mente que no entendía.

— ¿Por qué crees que yo te puedo ayudar?

— Eres inteligente, y conoces a todos mejor que yo. Llegué aquí hace dos años pero tú conoces a esta gente de toda la vida. Si alguien puede notar comportamiento inusual o sospechoso en ellos, eres tú. Y como dije antes, eres el que menos probabilidades consideré que tiene de ser mi asesino, así en realidad eres el único en quien puedo confiar para ayudarme a atraparlo.

— No entiendo nada... — mientras más lo pensaba, menos entendía cómo se supone que debía lidiar con la situación. Todo era demasiado confuso y complicado.

—...Bien. — Venus notó que la información que le estaba dando al rubio era demasiado para manejar al momento, así que decidió detenerse allí para no causarle un colapso agregando más detalles de los que él podía entender. — Te dije todo lo importante, pero si es mucho para procesar, puedes irte a tu casa si eso quieres. — se levantó de donde estaba sentada frente al piano y caminó hacia la mesa en la habitación para tomar la incubadora donde estaba el lagarto nonato. No pudo evitar sentirse un poco culpable por causarle tanto estrés con sus palabras, pues nunca fue su intención. Ya sabía que confesarle todo iba a ser arriesgado y que él podría no tomárselo bien, pero verlo en realidad tan lleno de pánico la hizo arrepentirse de algún modo. En esos momentos estaba en una situación donde necesitaba ayuda de manera desesperada, pero si lo expresaba de esa forma sabía que no iba a terminar bien, y por eso había tratado de revelar todo poco a poco. Necesitaba ir más despacio todavía para que él no estuviera abrumado de más. Con la incubadora en las manos, caminó de nuevo hacia él y dejó el objeto en sus manos. — No te pido que me creas de inmediato, pero al menos piensa en lo que dije. No te voy a presionar tampoco para que me des una respuesta la próxima vez que nos veamos, así que, toma todo el tiempo que necesites. Llévate a Charles Quinto contigo.

—...¿No le habías puesto Lorenzo? — le preguntó, notando que de pronto dejó el nombre con el que tanto había insistido por el que él sugirió antes. Venus se encogió de hombros ante su inquisición, casi de manera nerviosa.

— No hay razón para que no pueda tener ambos nombres.

Armin dejó salir un largo suspiro, echado en su cama, aún confundido y abrumado por los pensamientos de la conversación que tuvo con su compañera un par de horas atrás. Había estado tratando de dormir y quitar su mente de aquello, pero cada vez se encontraba volviendo a pensar en ello.

Miró al reloj en su habitación que indicaba que eran la una de la madrugada, y se maldijo a sí mismo por no lograr dormir. Lo estaba pensando demasiado; necesitaba relajarse o se iba a volver loco analizando su situación actual.

Dirigió su mirada esta vez a la incubadora que ahora tenía en su habitación, donde el huevo de reptil estaba quieto como siempre, y se sentó en la cama para alcanzarlo y poner la incubadora en su regazo por un segundo. Se quedó viendo al lagarto sin nacer durante algunos minutos en silencio, pero de manera inevitable, pensar en el lagarto era pensar en Venus de manera casi automática.

— Tu mamá está loca. — le susurró al huevo, casi bromeando, haciendo como que lo escuchaba para darle la ilusión de que le estaba hablando a alguien. Dio con mucha suavidad un par de toques en el cristal de la incubadora mientras seguía viendo a la criatura, casi intrigado por la naturaleza al pensar en que un día eso se convertiría en un lagarto vivo. — Lorenzo, ¿Venus actúa así de rara cuando no estoy también? ¿O lo hace a propósito para asustarme?

Obviamente, no obtuvo respuesta, pero durante un breve instante deseó que el huevo pudiera hablarle de vuelta, y luego se dio cuenta de lo ridículo que eso sonaba. Soltó otro suspiro, ya habiendo perdido la cuenta de cuantos fueron, y dejó la incubadora de vuelta en su lugar. Se resignó a volver a acostarse en su cama y cerrar los ojos para obligarse a sí mismo a dormir, lo quisiera o no, porque si seguía pensando en todo lo que pasó en el día de verdad iba a volverse loco.

Dio vueltas en su lugar durante una o dos horas más hasta que al fin logró conciliar el sueño, sintiendo paz al no estar siendo abrumado por pensamientos complicados. Ni siquiera soñó; fue un descanso tranquilo y placentero que lo ayudó a calmarse después de todo lo sucedido.

🌊 El nombre completo del lagarto es Charles Lorenzo Quinto De la Unión Arlert De Santis 🗣🗣🗣
O Charlie pa los amigos y familia.

Nos vemos a la próxima.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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