𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐞𝐢𝐠𝐡𝐭
La luz del Sol se colaba por los grandes ventanales de aquella habitación iluminandola , haciendo resaltar esas dos anatomías reposando sobre las suaves sábanas de seda .
El rostro pacífico del castaño presentaba un ligero gesto de molestia ante la luz , frunciendo el ceño ligeramente hasta finalmente despegar los párpados , mostrando sus azules ojos , aún adormilados .
Levantó la cabeza despegando sus escurridizos cabellos de la almohada de plumas , sintiendo unos fuertes brazos rodear su cintura y un menton encajarse en su cuello , su nariz podía percibir su olor y su memoria podía repetir en una secuencia correcta lo que había ocurrido la noche anterior.
El simple recuerdo lo hizo sonreír un poco , no se sentía culpable , y por alguna razón , eso lo asustaba , se había prometido a si mismo no tener ningún tipo de contacto con el , no porque no lo quisiera , pero las circunstancias eran difíciles , sabía muy bien que Saga no era más que otra víctima , pero mientras el lemur no fuera eliminado no podía siquiera pensar en estar cerca.
El desdén por las reglas no era algo que lo caracterizara , siempre fue alguien muy recto , siempre pensó que seguirlas era escencial para la paz y el orden , sin embargo , su sentir fue el protagonista y su pensar quedó olvidado , aunque fuera solo por una noche .
Pronto pudo sentir movimiento por parte de su "amante " , quien lo estrujó contra su cuerpo y sumió aún más su rostro en el cuello del castaño , casi ronroneando contra su hombro .
Estoy despierto- artículo el arquero .
Saga pronto se despegó de el sentandose sorpresivamente, encontrarse a un Aioros en sus 5 sentidos no era algo que esperaba.
Lo siento - fue lo único que atino a decir el geminiano sabía que haber utilizado su técnica iba en contra de su moral - yo solo quería estar contigo, no esperaba que esto llegara tan lejos , quería que me escucharás, y se que no es justificación, perdón.
El castaño de removió de su lugar y dió la vuelta, quedando frente a frente .
Te perdono, pero solamente porque de alguna manera no funcionó como debía el satán imperial, pude detenerte, pero no quería hacerlo - confesó el ojiazul avergonzado - sin embargo , si no hubiera querido que esto sucediera, ¿Tienes idea de lo que hubieras hecho Saga?, hubieras abusado de mi, eso solo te haría igual o peor que el lemur.
El peliazul solo pudo agachar la mirada, se sentía como una escoria, lo que decía el arquero era verdad, se había aprovechado de su poder, no quería ser como el lemur, se había dejado llevar por sus emociones y pudo haber hecho un gran daño en la persona que ama.
Por otro lado , su corazón se sentía apunto de implosionar, ese precioso castaño acababa de confesarle que deseaba lo que había ocurrido y lo había hecho completamente lucido, tenerlo en frente lo hacía querer besarlo y darle todas las caricias que pudiera, después de todo sabía que esto no sería para siempre y eso hacia que su alegría tuviera pinceladas de nostalgia.
Se que no estuvo bien, y me siento muy avergonzado por mi comportamiento, ahora el lemur y yo no nos diferenciamos, yo no quiero eso, yo lo siento mucho,yo...-Saga fue interrumpido por Aioros, quien lo empujó atrás y se acurruco entre sus brazos mientras esté se cuestionaba el porque de sus acciones .
No eres como él, tu eres bueno, solo no lo hagas de nuevo, ni conmigo ni con ninguna otra persona -expresó el castaño mientras posaba sus manos alrededor del rostro del ojiverde , quien solo lo miraba con ternura y una profunda devoción.
Saga, yo nunca deje de quererte, te tengo siempre presente, me gusta estar cerca de ti, me gustó lo que me hiciste anoche, me gustó que me dieras besos, que me abrazaras, que me tocaras, y se que esto no puede pasar de nuevo, no hasta que pueda sacar esa cosa de ti, no hasta que estemos en paz y no sé cuánto tiempo pase, nisiquiera se si pueda hacer eso, pero quiero que me abraces, solo eso, sentir tu calor, sentir que me amas, yo lo hago, Saga, yo te amo -habló Aioros expresando sus sentir.
Fue entonces que Saga enlazo sus brazos en la cintura del castaño y lo abrazo, aferrandose a su cuerpo mientras su amante rodeaba su cuello, y ambos permanecían así, en silencio, en una profunda y reconfortante paz, con ambos sintiendo un pequeño fuego crecer dentro de sus corazones y un cosquilleo en el pecho que les hacía sentir bien, sabían que estaban en el lugar indicado, con la persona indicada, posiblemente no en el tiempo pero ese ya vendría, solo era cuestión de esperar.
Yo también te amo mi solecito, no tienes idea de cuánto te extrañe, gracias por volver, me estaba dando por vencido, yo era un río seco y tú viniste a soltar un diluvio, gracias por darme esperanza amor mío -susurró Saga al oído de su adorado arquero.
Estuvieron acurrucados besándose por un largo rato, abrazándose y dándose caricias que pronto fueron subiendo de tono gracias a Saga, quien no solo se había colocado encima del arquero, también daba pequeños besos y chupetones en el cuello del arquero y deslizaba sus manos por las piernas de este.
Saga para porfavor -exigió el arquero con cortesía alejando al geminiano , esperando una mirada desilusionada o desaprobatoria por parte del peliazul, pero fue todo lo contrario, una sonrisa cálida era la que adornaba el rostro de su amante.
Está bien, si no quieres no -musitó el ojiverde.
No es que no quiera, tengo que irme, ya me retrasé bastante -explicó el arquero sonrojándose con sus últimas palabras- quisiera quedarme más pero debo ir con mi hermano, debo ayudarlo.
Está bien solecito, no necesitas darme explicaciones -comentó Saga.
¿Por qué me dices solecito? ¿Es un apodo al azar o lo escogiste por algo? -preguntó el arquero con una expresión de curiosidad.
¿Te molesta que te llame así ? Puedo cambiarlo si quieres -dijo el ojiverde.
No no, me gusta que me llames así, solo tengo curiosidad -expusó el castaño con una tierna sonrisa.
Bueno, te digo así porque eso es lo que eres, eres reconfortable, cálido, me traes paz, eres tierno, amoroso, incapaz de odiar nada, siempre buscando lo mejor para todos, me curaste cuando estaba tan herido, eres mi guía, desde que llegaste ya no me siento perdido, solo me siento en paz, como cuando tomo el sol por las mañanas, me purificas, haces que deje de sentirme como un pecador, me haces creer que aún merezco un poco de amor, que aún tengo salvación, me haces sentir tranquilo, me haces sentir que tengo un hogar -explicó el peliazul abrazando a su amado por atrás y enterrando el mentón en su cuello -además , cuando te veo me pongo muy caliente -dijo con una voz más gruesa, ronca y seductora mientras mordisqueaba el cuello de Aioros provocándole cosquillas.
¡Saga! Eres un pervertido y un sucio - exclamó el castaño sonrojado hasta las orejas -seguro en lo único que piensas es en follar.
En primera , follar se escucha muy poco afectivo y un tanto vulgar así que prefiero decir "hacer el amor " y ese término solo lo voy a usar contigo y en segunda, es un 50/50 , si pienso en tenerte en mi cama pero también pienso que eres precioso y no te merezco , así que no puedes reclamarme -declaró Saga.
Esta bien , está bien , ahora sí tengo que irme, quiero ayudarte cielo, pero no sé cómo, he estado investigando, te prometo que voy a liberarte de esta carga, pero pon de tu parte porfavor, intenta que el lemur no tome control de ti porfavor, nadie sabe de lo que es capaz esa cosa, ya afecto a mi hermano, puede afectar a cualquiera, te ayudaré,pero también necesito que tú me ayudes, necesito que me digas como quitarle el satán imperial a Aioria- hablo el castaño- me lo merezco, fui muy bueno anoche -declaró Aioros mordiendo su labio inferior.
Saga soltó una pequeña risita acompañada de una cálida sonrisa mientras apretaba las mejillas del arquero -y yo soy el caliente,¿Sabes que el lo peor?que lo acabas de hacer en un momento de seriedad, pero te perdonaré por haberte visto tan tierno mordiendote ese labio.
Pero,¿Si vas a decirme? -cuestionó el castaño.
Aioria tiene que ver morir a alguien para deshacerse de él satán imperial, ni siquiera yo puedo quitárselo, una vez que fue lanzado solo queda esa salida -respondió el ojiverde cabizbajo.
Haré lo que sea necesario - declaró Aioros con determinación .
¡No Aioros, tu no! -exclamó Saga con preocupación .
No te preocupes querido, yo tengo que salvarte, no puedo morir, me las arreglaré, siempre lo hago -dijo con entusiasmo el arquero
Me esforzaré, te lo prometo, cuídate, porque cuando este maldito lemur salga de mi te haré mi esposo, y te haré feliz toda la vida, es una promesa mi sol-promulgó Saga tocando su pecho, con la cabeza en alto, completamente decidido.
Te amo Saga, prometo salvarte y también te haré feliz, nos vemos pronto cielo -se despidió Aioros, besando a Saga y alejándose de él hasta la puerta de la sals patriarcal .
Cuando se escuchó la puerta cerrarse Saga se tumbó en la cama suspirando y con una gran sonrisa en el rostro .
De verdad crees que el va a salvarte, eres un estúpido, tu mandaste a matarlo, por tu culpa su hermano menor vivió un infierno, yo te odiaria si fuera él, todos lo harían si fueran el, no mereces amor, tu naciste para sufrir- escucho Saga una voz hablar dentro de él.
Hoy no estoy para tus estupideces, deja de joderme por una vez en la vida y pudrete -exclamó Saga sin perder el agradable ambiente que el arquero había dejado .
El lemur no volvió a hablar, eso hizo sentir mejor al ojiverde, por primera vez había logrado evitar que el lemur tomara posesión de el, por primera vez decidió ignorar a esa entidad y mantenerse tranquilo, optando por pensar en ese arquerito tan lindo que le había devuelto la gracia arrebatada, ese que había encendido una llama en su corazón, ese que se había apagado cuando lo creyó muerto.
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Créditos de la imagen a @aewd4586
N/A: ¡Volví! Yo sé que algunos creyeron que había abandonado esto pero no , está historia es mi adoración y debo seguir, pase lo que pase.
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