―¿Te dijeron algo sobre mí?

El mayor preguntó con un tono bajo, pero audible, este aún seguía serio pero sus ojos parecían más penetrantes que hacían temblar al menor, tenía la voz grave sorprendiéndolo y causando que sus latidos incrementaran.

―e-emm Seungmin me conto que no te gusta el contacto físico― explico, nervioso esquivo la mirada del mayor mirando hacia el piso, Jiseok incrédulo volvió a preguntar ya que no constaba que Seungmin solo dijera eso

―¿eso fue lo único que te dijo?

Esta vez alzo un poco la voz

―...si

inseguro contesto Jooyeon mientras movía sus manos sin saber que hacer, "¿porque estaba tan nervioso?" se preguntaba y por más que lo hiciera no servía de nada, "¿será que Jiseok tenía algo en especial que lo hacía comportarse así?"

―de acuerdo― con una mueca se alejó lentamente de el para darse la vuelta

―¡espera!

Se apresuro a decir el menor, este paro en seco

―a mi...no, desde que tengo memoria siempre fui torturado por mi "cuidador". No creo que tu vida haya sido fácil, quiero decir, la vida puede ser muy cruel especialmente al estar en un lugar como este, pero si nos tenemos los unos a los otros podremos salir adelante. Te lo prometo ― dio una ligera sonrisa tratando de sonar reconfortante

El mayor apretó los labios tratando de calmarse, sentía algo extraño en su cuerpo, algo emanaba del menor que lo hacía sentirse "mejor" de alguna forma. Jiseok se giró y asintió en señal de comprensión mientras miraba al menor e hizo una mueca que más bien parecía una sonrisa.

―adiós, Jooyeon.

Al escuchar su nombre proveniente de la boca del mayor lo hizo sentir pequeño, su voz grave resonó por mucho tiempo en la cabeza del menor, este veía como el mayor se volteaba y seguía su camino hasta perderse entre la oscuridad, después de que se fuera dio un gran y pesado suspiro, al estar con él apenas y podía respirar con normalidad, él ya lo tenía claro, seria amigo de Jiseok, aunque le costara. con una sonrisa de oreja a oreja se dio la vuelta y se fue a su habitación.

Al llegar a su recamara, este tomo la foto de cuando era pequeño, lo saco del marco y la rompió dejando caer montones de pedazos en la mesita de noche, pensando que podría tener un nuevo comienzo, lejos del dolor...

Jiseok estaba sentado en su cama rígido y serio, lo único que tenia en su cabeza era a Jooyeon, ¿cómo ese chico podía tocarlo sin sentirse con la necesidad de limpiarse? Incluso si se limpiaba seria una perdida de tiempo, ya no sentía esa sensación de suciedad estando con él. El mayor tocaba su torso, aún estaba pasmado, pero tenia una idea de saber lo que realmente le pasaba con Jooyeon. Al día siguiente el menor se levantó aletargado, pareciera que no había descansado lo suficiente, sus ojos apenas los podía abrir, la luz que traspasaba la cortina lo encandilaba, con un leve bostezo escuchaba como los chicos jugaban en el patio del hogar. apoyo su espalda en la pared al mismo tiempo que estiraba sus brazos hacia arriba y enderezaba su espalda, ponía su pelo detrás de su oreja y se proponía a arreglarse. cuando se paró vio en la ventana a un Jiseok inmerso en su lectura bajo la sombra de un robusto árbol, el tímido corazón de Jooyeon dio un brinco cuando se le ocurrió la idea de ir a ver que leía y si podía, entablar una conversación con él.

Jooyeon se bañó, se peinó y se arregló hasta quedar mas o menos decente, al mirarse al espejo sonrió pensando en lo bonito que le quedaba la ropa en particular, el menor había escogido un jeans negro que estaban medio rotos, pero le daban un toque especial o eso creía, también había escogido una playera color lavanda y unos tenis blancos daba gracias al la cuidadora que le habia dejado ropa. Al salir se topo con la señora del hogar trapeando el piso, este lo saludo amablemente y ella hizo lo mismo en respuesta. este siguió hasta el comedor, saco una rebanada de pan y leche y salió en busca de Jiseok.

Sigilosamente camino hasta quedar a unos metros del árbol dónde se encontraba, con los latidos a mil por hora se aclaró la garganta y el mayor confundido levanto la vista

―hola Jiseok, ¿puedo acompañarte?

Luego de unos segundos en silencio el mayor con su mano dio unos golpecitos a su lado tocando el pasto dando paso para que el menor se sentara a su lado

―¿qué lees? ― pregunto con ojos curiosos

―un libro de terror― respondió con voz serena

―oh...que interesante, ¿es de esos libros que matan al protagonista al final?― con una media sonrisa miro a Jiseok encontrándose con esos ojos grandes y profundos

―no lo sé, todavía no lo termino― desvió la mirada al libro

―oh, tiene sentido― se puso a reír el menor, Jiseok no entendía el porqué de su risa, pero no le molestaba, al contrario, a este le gustaba, era tan ruidosa...

Minutos después mientras los menores no ponían atención a su alrededor una mujer de pelo largo y joven se les acerco

―¿Jooyeon? ― al ver la cara de desconcierto de los dos menores ella siguió hablando mientras veía la imagen que tenía en su mano

―ah lo siento― hizo una reverencia ―soy la psicóloga encargada del caso del señor Juan, me llamo Hwang Yeji, ¿cómo has estado?, me gustaría hacerte algunas preguntas sobre lo que ocurrió... eso ayudaría mucho en la investigación.

Jooyeon frunció los labios tratando de que sus ojos no se aguaran, no estaba nada cómodo hablando de sus sentimientos ni de lo que paso con una extraña, Jiseok al instante supo que el menor no estaba bien, pero ¿que debía hacer?, no confiaba en los adultos no después de saber lo doble cara que podían llegar a ser.

―ven conmigo― ella le sonrió a Jooyeon y alzo su mano para tomar la de el menor, con duda la tomo y se levantó, hasta que sintió que una mano lo agarro, se dio la vuelta y vio a Jiseok tomándole de la mano

―Jiseok...

Continuara...