Callejón Diagon

FALTABAN TRES SEMANAS para el 1 de septiembre y la menor de los Lestrange junto a sus padres y sus dos hermanos decidió ir al el Callejón Diagon

-Niños vallan por sus túnicas mientras nosotros vamos por sus libros-dijo el señor Lestrange

Los tres se dirigieron a un local que decía "Madame Malkin túnicas para cualquier ocasión"

Al entrar al local sus hermanos fueron al mostrador pues ellos ya habían mandado a una lechuza al local para pedir sus túnicas.

-Nosotros vendremos al rato por nuestras túnicas mientras iremos con unos amigos. Recuerda no hablar con ningún Sangre Sucia-Dijo Rabastan haciendo mueca con su último comentario.

-Hogwarts linda-la niña asintió-Bien tengo todo el equipo de echo otro niño se está probando su túnica. Pero ven es por aqui-dijo Madam Malkin la señora era muy sonriente pero regordeta.

Madame Malkin coloco un banquito al lado del niño ayudo a la niña a subirse y una señora empezó a tomar sus medidas.

-Soy Lys y tú eres-dijo dirigiéndose al niño castaño y con cicatrices que estaba a su lado.

-Remus Lupin Un placer

-En que casa te gustaría estar. A mí me gustaría Ravenclaw o Hufflepuff pero mis padres me obligan a estar en Slytherin y tú.

- Gryffindor o Ravenclaw aunque una casa no te define como persona.

-Donde has estado toda mi vida-dijo la niña divertida.

-Su túnica ya está lista al igual que la de sus hermanos. Usted se las llevará o ellos vendrán.

-Ellos vendrán.

-De acuerdo si quiere los puede esperar.

-Eso no será necesario ya nos vamos-dijo Rodolfhus.

-Espero verte en Hogwarts-dijo la niña hacia el castaño.

-Te dijimos que no hablaras con ningún Sangre Sucia-dijo Rabastan al salir de la tienda.

-Y no lo hice el es mestizo.

-No importa si es mestizo o no. No tienes que hablar con alguien que no es de nuestro mismo estatus social-dijo Rodolfhus

-Ya compramos todos sus libros-dijo el señor Lestrange llegando

La última tienda que les faltaba recorrer era estrecha y tenía mal aspecto. Sobre la puerta en letras doradas se leía<<Olivander fabricante de excelentes varitas desde el 382 a.c>>

En el polvoriento escaparate , sobre un cojín de desteñido color púrpura, se veía una única Varita. Cuando entraron una campanilla resonó en el fondo de la tienda.

Era un lugar pequeño pequeño y vacío , salvó por una silla endeble dónde Rabastan se sentó a esperar.

-Buenas tardes-dijo una voz amable.

-Buenas tardes señor

- Ah sí Señorita Lestrange esperaba algún día verla por aquí-dijo Olivander sacando una cinta métrica de su bolsillo.

-Con que brazo coge la Varita.

-Con la derecha

-Muy bien extienda su brazo. Eso es-dijo Olivander.

Midió a la niña del hombro al dedo luego de la muñeca al codo del hombro al suelo de la rodilla a a la axila y alrededor de la cabeza.

-Cada varita de Olivander tiene un núcleo central de una poderosa sustancia mágica señorita Lestrange. Utilizamos pelos de unicornio plumas de cola de fénix y nervios de corazón de dragón.

El señor Olivander estaba revoloteando entre los estantes sacando cajas.

-Esto ya está -dijo y la cinta métrica se enrolló en el suelo-Bien señorita Lestrange pruebe está. Veinte y cinco centímetros sauce inflexible cogerla y agitarla-al agitarla un florero explotó.

<Muy bien no a todos les toca a la primera , mejor está veinte centímetros pluma de cola de fénix elástica-al agitarla varios libros empezaron a caer-Mejor está-al agarrar la varita una corriente electrizante recorrió el cuerpo de la niña.

-Interesante , madera de sauce treinta centímetros flexible pelo de cola de unicornio muy buena para artes obscuras.

-Cuantos galeones sería.

-Son siete galeones señorita.

-Muchas Gracias señor.

-Espero volver a verla cuando traiga a sus hijos.

Al salir de la tienda la niña pudo visualizar a un niño azcaveche que se le quedaba viendo así que ella naturalmente le sonrió.