𝓕𝓲𝓷𝓪𝓵
—Estamos contigo... —Sentí la mano de Hugo, un hombre de al menos unos 40 años, tenía varios días de haber entrado al círculo de Narcóticos Anónimos. Limpié mis lagrimas, me dolía tanto.
—Libera tus emociones, todos aquí te comprendemos como no tienes una idea —Habló Marissa, quien estaba frente a mi, asentí, continué hablando.
.......
—Tom... ¡por favor no me hagas eso! ¡TOM! —Le grité, lo sacudí, su piel no tenía color alguno, de su boca salió en algún momento líquido que ya estaba seco para ese momento. Lloré, grité, la vida se me estaba terminando en esos instantes y yo no hacía más que gritar de que despertara de una puta vez, pero no lo hizo. —... TOM POR FAVOR DESPIERTA.
Sus ojos cerrados pero su expresión intranquila, en ese momento me di cuenta que lo había perdido, Tom no despertaría nunca, por que Tom había muerto a mi lado. Me senté a su lado, temblando, no sabía que hacer, que haría, que podía hacer. Deseaba que todo fuera una mentira, pero no lo era, el no estaba, no despertaba, no tenía pulso, estaba muerto.
Corrí por mi celular, marqué el numero de Lalo y en cuanto contestó le hice saber lo que pasaba, lloraba como nunca lo había hecho, sentía que en cualquier momento me podía morir, mi vista no abandonaba su cuerpo sin vida sobre mi cama. Lalo llegó diez minutos más tarde, me abrazó mientras una vez más yo me rompía en pedazos.
—Tenemos que hacer algo con su cuerpo —Lo miré incrédula. —Si viene la policía aquí y se enteran que tu vives aquí, comenzaran una investigación por portar drogas. —Observé una vez más a Tom, me acerqué a él, el corazón me latía tan fuerte que podía escucharlo sobre el silencio en el lugar.
Tomé su mano fría, la acerqué a mi pecho haciendo fuerza, le dije que jamás dejaría de amarlo, jamás lo olvidaría, le dije que esperaba verlo algún día no tan lejano, le dije una última vez te amo. Regresé con Lalo.
—Has lo que tengas que hacer, pero... ¿podremos sepultarlo como se debe?— Lalo me miró con lastima, asintió. Me dijo que tomara todas mis cosas y las metiera en su auto, me dijo que lo esperara dentro del auto. Le di una última mirada a Tom, sentía la necesidad de morir a su lado también.
Una hora más tarde nos alejamos del lugar, Lalo reportó el incidente y se hizo pasar por un amigo de Tom que solamente iba de paso para saludarlo, los paramédicos confirmaron su deceso a causa de asfixia. Totalmente irónico. La policía llegó pero solo se centraron en el lugar para buscar las sustancias que ocasionaron su muerte, Lalo dejó todo bien acomodado para que pareciera que estaba solo él.
.......
—Tranquila linda... —Hugo habló a mi lado, frotó mi hombro en señal de apoyo. Limpié por milésima vez mis lagrimas, todos me veían con lastima pero comprendían mi dolor.
—Eres muy valiente —Habló Marissa. —Es por eso que todos estamos aquí, para apoyarnos unos a otros, expresar nuestros sentimientos y culpas, hablar con la verdad, mejorar, progresar, ser unas nuevas personas. Tomemos nuestras manos por favor.
Todos comenzaron a tomar sus manos, formando así un gran círculo, tomo la mano de Hugo a mi derecha y después tomo la mano de Tim a mi izquierda, suelto un suspiro pesado, mi cuerpo se siente más tranquilo.
—Vamos a orar, por el compañero de nuestra hermana aquí presente, vamos a orar por Tom, deseando que este descansando en el paraíso del señor y que siempre encuentre la luz —Cerré los ojos derramando lagrimas de nuevo. Los recuerdos de él tomando mi mano y diciendo que me quería jamás serían olvidados.
La sesión terminó, era la segunda semana que asistía al grupo de "NA", Lalo me había obligado a ir y no tuve más remedio que aceptar cuando sentía que en cualquier momento sería capaz de suicidarme o algo por el estilo. La gente me recibió con los brazos abiertos, me escuchaba, me daba palabras de aliento, hacíamos actividades, todo esto con el fin de dejar mi adicción atrás.
Había médicos en la organización que me revisaban cada lunes por la mañana, había comenzado a trabajar en un restaurante y ahora vivía cerca del "NA". Salí de ahí, observé el cielo con el sol comenzando a ocultarse, me sentía sola, pero me sentía mejor ahora, no había pasado mucho tiempo de toda la situación con Tom, pero sabía que podía salir de esto. Entré a mi coche, lo encendí y me decidí por ir al cementerio donde ahora él descansaba.
Veinticinco minutos después estaciono el coche en un cajón de estacionamiento, bajo de él y camino hacia la entrada, el guardia me saluda con la mano y le respondo, camino directo hacía donde él está. Solamente tengo media hora para estar con él antes de que cierren, así que trataré de aprovecharlos.
Observo su lápida, veo su nombre grabado en la piedra con su año de nacimiento y el año en curso, siento el nudo en mi garganta cortando mi respiración. Decido sentarme frente a él, el pasto bajo mis piernas me da la ligera sensación de picazón pero lo ignoro, me quedo perdida observando su nombre. THOMAS S. HOLLAND.
—Ojala estuvieras aquí... —Comienzo a hablar. —... es mi segunda semana en las pláticas, me apoyan mucho y quizás pueda salir de esto. —Las lagrimas caen.
Silencio.
—Estoy ahorrando una parte de mi paga para comenzar un curso de repostería... estoy dejando de consumir aunque me es muy difícil todavía, pero lo estoy logrando... —
Silencio.
—Prometo traerte unas flores en unos días para tu cumpleaños... —Sonrío, observo la hora en mi celular, es hora de irme ya. —... Te veo en unos días, te amo.
Salgo del cementerio despidiéndome del guardia, ya prácticamente me conoce, entro a mi coche, tomo una bocanada de aire para relajarme. Al menos se que todavía no llega mi final, así que trataré de cambiar.
𝕱𝖎𝖓
𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔
Muchas gracias por leer esta corta historia, como bien les dije al principio, esta historia nació cuando terminé de leer Cherry el libro de Nico Walker, me inspiré por la temática de las drogas y una relación amorosa desastrosa, pero no había que preocuparse porque nada de la trama de esta historia pasa en el libro, el libro es completamente diferente.
Gracias por sus comentarios y votos, gracias por acompañarme en esta. Fue difícil para mi explicar el efecto de esas sustancias ya que jamás en mi vida las he consumido ni pienso hacerlo, pero una buena investigación y videos me dieron la información que necesitaba para poder escribirlo.
Recuerden jamás involucrarse con esas sustancias, JAMÁS.
Hasta luego.
Un beso.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top