04 ; c r o w s
04 ; CROWS
" Te metiste a la boca del lobo. O en este caso, a la boca del cazador. Felicidades, Selene "
Durante varios minutos todo estuvo en silencio hasta que el "pálido parlante" volvió a hablar. Stiles aburrido comenzó a ver todo a su alrededor hasta fijar su vista en el tobillo de su crush en donde había una venda. Confundido comenzó a llamarla entre susurros.
–Oye, Lydia. –la mencionada giró su cabeza confundida– ¿Qué es eso? ¿Es del accidente? –señaló la herida.
–No. Prada me mordió. –contestó.
–¿Tu perra?
Lo miro obvia –No, mi bolso de diseñador famoso. –Stiles la miro molesto– Si, mi perra. –el tono que uso fue de completa obviedad.
–Bueno, ¿te había mordido otras veces? –Lydia soltó un suspiro cansado al ver que no se de tendría e hizo un sonido de negación –Bien. ¿Y si es lo mismo que con el venado? Como cuando los animales actúan de forma extraña antes de un terremoto o algo.
–¿Y eso qué significa? ¿Qué habrá un terremoto? –pregunto incrédula.
–O algo más grave. Tal vez eso significa que algo más grave se acerca. Algo malo.
–Había un venado y un perro. –comentó– ¿Qué es lo que siempre dices de los tres? Primera, segunda... –se calló al momento que un ciervo chocó contra la ventana.
Todos miraron atentos eso, incluida Selene. La mayor giro su cabeza y a pesar de que estaban lejos, logró ver lo que ocurría –Mierda... –soltó y la manda volteó a verla extraño. Siguiendo su mirada lograron ver el porqué de su mirada. Muchos cuervos volaban directo a la escuela.
Sin previo aviso, estos comenzaron a estrellarse en las ventanas del salón. Y en cuanto entraron Selene jalo a Allison con ella cubriéndola con su cuerpo. Stiles repitió la acción con Lydia. Gritos y más gritos sonaban. –¡Al suelo todos! Al suelo.
Los minutos parecieron eternos hasta que paro. Todos comenzaron a levantarse lentamente. El salón estaba hecho un desastre. Allison se separo de la castaña que había servido como escudo –Gracias...
–Selene. –sonrió con gracia –Descuida, no fue nada...
–Allison. Allison Argent. No. En serio, gracias. –y la ex-cazadora notó que no tenía ningún rasguño. Pero antes de que pudiera preguntar maestros y alumnos comenzaron a entrar o mirar lo ocurrido. Una cabellera castaña se abrió paso entre todos.
–Selene. –la nombrada sonrió aceptando el abrazo de su hermano mayor –¿Estás bien? –buscaba heridas en su rostro, a pesar de saber que no tendría ninguna. Detuvo sus manos y le sonrió tiernamente.
–Estoy bien, Sean. En serio. –y la abrazo una vez más. La manada observaba el intercambio entre confundidos y curiosos. ¿Serán novios? Se preguntó Allison –¿Señorita Blake? ¿Está bien? –la nombrada solo asintió distraídamente.
El Sheriff se acercó al señor Argent –Señor Argent, no sabe nada sobre esto, ¿o sí?
Algo confundió respondió –¿Yo?
–Sí. Todo este comportamiento animal extraño, es... Debió haber visto algo parecido así antes, ¿verdad?
–No estoy seguro de por qué debería o de por qué cree que debería saber algo. –intentó ocultar su leve nerviosismo, que fue captado por ambos vampiros.
–Lo lamentó. Yo podría jurar haber oído a mi hijo decir que usted era un cazador con mucha experiencia. –Y claro que lo es pensó la castaña.
–Oh, claro. Bueno ya no lo soy. –sonrió incómodo mirando levemente hacia los mellizos.
El Sheriff solo le dedicó una mirada y se dio la vuelta para hablar con la maestra.
–¿Ahora entiendes por qué no quería venir a la escuela?
–Hasta donde recuerdo; fui yo la que estaba en este salón. No tú, Sean. –ambos rieron levemente. Argent mujer se acercó a ellos algo tímida por la presencia del vampiro.
–Uhm, ¿Selene? –la llamo y su padre los miro fijamente, bueno, a Sean que le devolvía la mirada – ¿Estás bien? –ella soltó una risita para cubrir lo harta que estaba de esa pregunta.
–Si. Seguro.
–B-Bueno yo quería agradecerte por cubrirme. Ya Sabes. No cualquiera lo hubiera hecho. –negó con la cabeza.
–No fue nada. En serio. –entonces Chris volteó su mirada a la castaña y le dio un leve asentimiento de cabeza a modo de agradecimiento. Ella correspondió –Oh, cierto. El es Sean mi hermano. Sean, ella es Allison. –las miradas que se dirigieron no fueron para nada disimuladas.
–Mucho gusto.
–El placer es mío.
–El es mi padre, Christopher Argent. –el mencionado les dio un apretón de manos a cada uno.
–Un gusto. Si nos disculpan. –ambos salieron del aula.
–Te metiste a la boca del lobo. O en este caso, a la boca del cazador. Felicidades, Selene.
–Cállate, idiota.
Después del percance con los cuervos, todos siguieron sus clases normales.
–¿Soy yo, o Beacon Hills se está convirtiendo en el hogar de lo completamente extraño y sobrenatural? –pregunto Lydia abriendo su casillero.
–¿Dónde está Scott McCall? –una mujer morena apareció detrás de las amigas –Eres Allison, ¿cierto?
–Si, ¿cómo sabes...? –Selene comenzó a acercarse al reconocer a la morena.
–¿Dónde está Scott? –repitió mirando fijamente a la chica.
–Tuvo que irse. Debía regresar a clase...
–¿Va a regresar? –pregunto alterada tomando bruscamente su brazo.
–Oye. –intervino la castaña– Más te vale no hacer contacto físico. –a ella también le apretó el brazo– No querrás que llamemos a un abogado, ¿o si? –desafío enarcando una ceja.
La morena dirigió su vista hacia los gemelos detrás de ellas y luego a la nueva también. Se alejó rápidamente.
–Alguien debe enseñarle buenos modales a esa chica. –comentó girándose hacia el par de amigas –Dos veces hoy.
–¿Dónde conseguiste ese atuendo? –pregunto Lydia olvidando lo que recién había pasado.
–En Nueva York. Fui a visitar a mamá y lo único que conseguí fue mucha ropa pero no hablé con ella. –mintió.
–Tienes buen gusto. Me agradas. –sonrió la banshee.
–Me lastimó. –comentó Allison viendo su brazo.
–A mi igual. –confundida miro su brazo. Ya debería de haber desaparecido.
–Gracias de nuevo, Selene. Pero me tengo que ir. –habló viendo a su papá acercarse.
–¿Sabes? Deberías dejar de agradecerme. Adiós Lydia. –y sin más se fue a paso diva.
Un par de horas después, con la escuela acabada y su hermano a su lado, partieron a recoger al menor.
–Hey, ¿Qué tal la escuela, cariño? –la chica cuestionó en cuanto el niño entró al auto.
–Bien. Hice una amigo. Su nombre es Mason.
–Eso es genial. –sonrió Sean.
–¿Qué te paso en la escuela, Selene?
–¿De qué hablas, Luke? –miro nerviosa a su mellizo.
–A qué hay plumas de pájaro en tu cabeza y no estás hablando mucho. –esta vez Sean lo miro por el retrovisor.
–¿Y te molesta? Hermano, deberías estar feliz de que se calle un rato. –bromeó para desviar la atención.
–Cierto. –encogió sus hombros restándole importancia.
4:27 pm.
–¿Hola? –no sabía quien era, muy pocas personas tenían su número.
–¿Tan rápido te olvidaste de tu Hale favorito?
–¿Peter? ¿Por qué suenas como Derek? –molestar era muy divertido.
–Eres una cómica total. Necesito que vengas para...
–Ya hablamos de esto. No volveremos a tener sexo, Derek. Búscate a otra. –sonrió abiertamente al imaginar la cara que tenía.
–Esto es serio, Selene.
–Aburrido. –canturreó –¿Dónde te veo, amor?
–En la antigua casa Hale. En el bosque.
–Espero que sea importante. –corto y tomo las llaves del auto – ¡Sean, regreso más tarde! –sin esperar respuesta emprendió su viaje al bosque.
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