El dolor inmenso que sentía no se iba con nada, el duque había desquitado su irá con ella.

—¿Isaiah? - era la voz de Sir Owen, Adalet acomodo sus ropas y verifico que todo estuviera bien en su habitación, al acercarse a la puerta pudo ver el rostro preocupado de su compañero —¿Estas bien?

—Lo estoy, solo debo descansar para estar mejor - Owen asintió y le tendió la bandeja.

—Traje esto de la cocina, come un poco y luego descansa, debo irme.

—Gracias Owen - el mencionado sonrió y salió.

Jubelian regreso horas después de su fiesta de té, ahora tenía una tarea y debía de completarla bien para no ser rechazada.

—¿Qué tipo de té debería de hacer? - Jubelian observo todos los tipos de té que tenía a su alcance, su mente viajaba a mil por hora pero nunca dio un resultado satisfactorio.

—Podría utilizar manzanilla  - Adalet sugirió, Jubelian llevaba días pensativa y angustiada, cada día se acercaba más y más su fiesta del té. —Es utilizada para aliviar un poco el estrés.

—¿Qué es eso? - Adalet sonrió, no recordaba que en su país la manzanilla se descubriría hasta cinco años después de el actual año.

—Mi madre la utilizaba para calmar la enfermedad de mi padre - murmuró —Cualquiera diría que su planta es una desecho más, pero es muy buena, tal vez pueda conseguir algunas y probar.

—¿Puede Sir Ediz? - ella asintió  —Por favor.

—Traere varias para que intente algunas recetas - Adalet se despidió y salió.

—¿Tú habías escuchado eso antes Marilyn?

—Realmente, pero en otros imperios pueden existir cosas que aquí no  - Jubelian le dio la razón.

Adalet había regresado dos horas después con varias ramas de manzanilla, Jubelian pensana que aquello era solo basura pero Adalet comenzó a hervir la y su olor fue el más delicioso que había probado.

—Esta es la manzanilla sin ningún elemento, pero puede agregarle hojas de otro tipo, incluso puede servir de medicamento si se sabe como usar - Jubelian sonrió.

—Eres un genio Sir Ediz ¿Cómo supiste esto?

—Mi madre hacia té de manzanilla siempre, le agregaba flores para cambiar su aroma y sabor, incluso llegó a mezclarlo con otros tés.

—Su madre es sabía sir Ediz.

—Sí, lo era - Jubelian borro su sonrisa —¿Debería de probar agregándole otra flor?

—Sí, agrega estas Marilyn - La sonrisa de Jubelian era encantadora, Regis escucho las risas desde su oficina, le gustaba escuchar aquella risa cantarina.

—¿Qué sucede abajo Derek?

—La señorita esta probando algunos tés para su fiesta del té en unos días.

—Asegúrate de que todo salga bien - el mayordomo asintió —Debe de salir perfecto.

La fiesta del té se llevó acabo dos días después, Adalet fue al campo de entrenamiento a calentar un poco y a dispersar sus pensamientos.

—Sir Ediz - Adalet bajo la espada y se giro hacia la voz, era aquella joven de cabellos rojos, Rubiana.

—Señorita - se reverencio, Rubiana sonrió y se acerco más.

—Espero este bien - Adalet asintió, Rubiana le tendió una pequeña caja y sonrió  —Traje esto para usted...

—No puedo aceptarlo señorita - Rubiana borro su sonrisa. —Lo siento.

—¿Por qué no?

—No es correcto señorita, un humilde plebeyo no puede aceptar algo tan caro se una señorita noble - Rubiana suspiro.

—Solo quería mostrar mi sinceridad.

—Lo agradezco señorita - Adalet se reverencio —Me retiro - comenzó a caminar, Rubiana observo la caja y sonrió de lado.

—No me rendiré sir Ediz, no.

Jubelian despidió a sus amigas con una enorme sonrisa, todo había salido bien gracias a la ayuda de Sir Ediz.

—¿Todo fue bien? Te vez muy feliz.

—Sí padre, a todas les gustó el té que Prepare.

—¿Y de que fue? ¿Puedo probar?

—Fue té de manzanilla, Sir Ediz me dio la receta - Regis alzó una ceja  —Sabe muy bien - Jubelian le tendio la taza.

—Resulta ser que es más eficiente que fuerte - Regis dio un sorbo y asintió, definitivamente le debía una disculpa.

—¿Dijiste algo? - este nego  —Debería de recompensarlo, fue de ayuda.

—Yo lo haré - se puso de pié  —Debo irme ya.

Adalet siguió dando movimientos ligeros con la espada, su mente divagaba en los últimos días de su primera vida, había sido tan tortuosa que incluso había llegado a olvidar muchas cosas de ella.

—Sir Ediz - Adalet se detuvo y observo al Duque  —Jubelian me contó que la ayudaste.

—No fue mucho señor...

—Sí lo fue, ella estaba feliz - Ella sonrió  —fui duro el otro día...

—Para nada señor, me di cuenta de que debía de esforzarme más para ser mejor.

—No seas tan duro contigo, tienes un par de días libre, te los ganaste.

—Gracias señor  - Regis sonrió.

—Eres más  que solo ese cuerpo pequeño, las personas inteligentes llegan lejos... pero debes usar eso para bien, no para mal Isaiah.

—Mientras sea para ayudar siempre tendré buenas ideas señor -Regis asintió

—Entonces espero que sigas ayudando a Jubelian, siempre te estate agradecido si lo haces. - Regis siguió su camino

Días después al ducado llego un mensajero con regalos de Lady Rubiana, Adalet sabía sus intenciones y la había rechazado pero la joven parecía no entender.

—Deberías de aceptarla, es hermosa, de buena familia y te quiere - Geraldine habló, Adalet le miró mal.

—Entonces cásate tu con ella.

—Ya quisiera, se fijo en ti primero  - Adalet soltó a reír.

—Entonces soy más guapo que tu - Geraldine le miró mal y Adalet siguió riendo.

Adalet se recostó en la pared y entono aquella dulce melodia que la calmaba en sus más oscuros momentos, su corazón roto, su alma ennegrecida y su mente podrida, su madre decía que al cantar aquella canción su mente se despejaba, al hacer una buena acción su alma se limpiaba y al encontrar el amor su corazón se unía nuevamente, o eso fue lo que contaron sus damas quienes la criaron amorosamente.

Pero estaba lejos de encontrar el amor, estaba lejos de curar su alma y su mente pensaba en aquel oscuro momento.

Adalet canto su dulce melodía, aquella que solo una alma rota entendía.

Y ese era Regis Andrei Ploen.

Rubiana anda con todo jejej ¿creen que lo logré?

Ignoren lo de la manzanilla jejeje era media noche y no se me ocurrió otro té.

Mis redes.