Capítulo 19
Adalet se despertó con dificultad, sus caderas dolían y sus párpados se cerraban a cada segundo. La noche anterior había sido muy atrevida.
—¿Te duele? - Regis hablo, su voz rasposa resonó en los oídos de Adalet y un pequeño rubor cubrió sus mejillas.
La luz del sol pego directamente en la cara de Regis haciéndolo lucir como un ángel.
—Un poco -la risa de Regis llegó hasta sus oídos —No te burles.
—Vamos a darnos un baño y luego deberíamos bajar - Adalet negó —Si, aun debemos de resolver algunos asuntos.
El volver a Siberya era algo que Adalet debía de hacer tarde o temprano, ahora tenía apoyo, tenía un hogar al que volver si algo salía mal y tenía una familia que le daba su fuerza.
El mapa frente a ella mostraba a Siberya y su basto territorio, también había un mapa del palacio imperial y del harem, si quería regresar debía de tener en cuenta todos los pasadizos y escondistes.
—¿Te iras sin mi? Eres cruel Adalet -la joven se giro sorprendida —¿Te ibas a ir sin decirme?
—Jamás, solo revisaba los mapas, siempre debemos de estar listos - Regis la abrazo por la espalda y beso su hombro —Debo irme pronto ¿vendrás?
—Lo haré, el emperador desea que tome Siberya, voy a fingir que lo haré.
—Debemos buscar un mago, en Siberya se recibieron a todos los magos que huyeron de Ashet.
—¿Cuándo?
—Hablare con Rezef, nos iremos sin que Aslan y su madre se den cuenta.
—Bien -Regis la acerco más.—Ahora deja eso y volvamos a nuestra habitación.
Rubiana limpio su rostro y recostó su cabeza en la pared, sus lágrimas salieron sin parar y su corazón se rompía cada vez.
—Hermana - Caesar se acercó a la joven, Rubiana limpio su rostro y le miro —Dime que pasa ¿Por qué te pusiste así al ver a los duques? ¿Te gustaba Ploen?
—La duquesa fingió ser un hombre... ella me gustaba de hombre -soltó un sollozo lastimero —Y me gusta de mujer.
Caesar quiso reír pero la comprendía, había visto a la emperatriz a lo lejos y le había gustado.
—La emperatriz regresara a Siberya pronto, conseguí información - Rubiana alzó una ceja —Padre pensaba enviarme como su concubino por orden del emperador, pero puedo colocarte a ti en su lugar.
—¿Puedes?
—Si, puedo hacerlo por ti. - Rubiana soltó un chillido y lo abrazo. —Pero debes de hacerte su amiga, no pueden estar juntas como quisieras pero puedes ser su confidente...
—No me uses para fines políticos, solo la quiero a ella y nada más. - Caesar beso su frente y asintió.
El emperador observo a Regis con una sonrisa macabra en el rostro, para él la idea de conquistar Siberya un gran imperio, era algo que quería desde hace años.
—Puedes irte con tu bonita esposa, estudia Siberya, averigua sus debilidades y regresa para que hagamos un plan.
—Bien majestad -Regis se reverencio y salió. —Geraldine prepara todo, nos iremos a Siberya pronto, te quedaras a cargo de la mansión.
—Bien señor.
Adalet observo sus cosas subir al carruaje, se sentía nerviosa y ansiosa, no quería regresar pero era su deber.
—No te sientas mal, yo estaré a tu lado -Regis beso su mano.
—Lo se, gracias.
—Todo esta listo - Jubelian se acercó —lamento no poder ir ahora, pero iré para tu coronación.
—Es mejor que te quedes - Adalet la abrazo —No sabemos que podrían hacer esos dos, estas más segura aquí.
—El cuñado y yo la cuidaremos. - Regis miro mal a Max y subio al carruaje.
—Deja de decir esas cosas o lo harás quedarse -Adalet se despidió y subio también.
El camino a Siberya sería largo y tedioso, los pensamientos de Adalet la seguirían por un buen rato, pensamientos lúgubres y malos.
Rubiana observo el lugar con emoción, Siberya era hermoso, amaba estar ahí por que se sentía más cerca de Adalet.
—Nos reuniremos con la familia Ediz, ellos son de la facción de la emperatriz, trataremos de que ellos re introduzcan al palacio.
—Bien - Rubiana bajo del carruaje con su ayuda y ambos ingresaron a la mansión.
—Bienvenidos - el duque Ediz les saludo —olvidémonos de los saludos formales, tomen asiento.
—Gracias - Caesar sonrió —A lo que venimos duque, originalmente yo iba a ingresar al harem, pero mi hermana puede hacerlo, ¿Quien sospecharia de una mujer en un harem de otra mujer?
—¿Ya sabe lo que hará Lady?
—No... - Rubiana no entendía que pasaba.
—La emperatriz esta en peligro, con solo regresar ya esta arriesgando su vida, la idea de llenar el harem es para protegerla, vigilar al príncipe Aslan y deshacerse de la emperatriz viuda.
—¿Cual será mi lugar?
—Yo seré el segundo consorte de la emperatriz, tu serás su tercera consorte, desde tu posición y familia protegeras los intereses de la emperatriz, entraras al mundo social para saber que opinan las nobles damas y le dirás todo a la emperatriz las noches que tengas que visitar la.
—Esta bien, acepto, haré lo que pidan.
Regrese, siento haber tardado, fueron semanas difíciles pero aquí tienen el cap.
Mis redes. (Recuerda seguirme en Inkitt como respaldo por si llega a pasar algo con esta cuenta.)
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