Capítulo 9
Atiye yacía sentada en un cojín en el jardín, a su lado Mihrimah tocaba su vientre con emoción, para ella no era un secreto que Mihrimah amaría a aquel bebé más que a cualquiera de los hijos de sus hermanos, incluso Hümaşah era su adoración, así como la pequeña Fatma.
—¿Madre ya tienes un nombre?
—Si es niña Selim lo elegirá, es niño tengo un nombre muy bonito, pero no les diré. - Atiye soltó una pequeña risa —¿Comes bien? Tienes ojeras.
—Si, solo náuseas y un poco de insomnio - Hürrem asintió.
—La sultana Mahidevran esta cerca - informo Fakria, aquel día era el día en el que Süleyman decidirá a su sucesor.
—Veo que están teniendo un día tranquilo - Hürrem le sonrió a medias, Atiye sentía el ambiente tenso entre ambas y aquello le incomodaba.
—Atiye su alteza te busca - Un eunuco se acercó, la joven se puso de pié con ayuda de Nür.
—Me retiro sultanas -se reverencio y salió. —Me da nervios cada que veo a la sultana Mahidevran.
—El ambiente esta tenso, es normal, no debes de preocuparte, vamos, seguro su alteza pedirá tus rezos.
—Nür -soltó un suspiro frustrado.
Al llegar a los aposentos de Selim ingreso completamente sola, se encontró la príncipe terminando de vestirse, se acercó en silencio y le acomodo el cuello de su ropa.
—Atiye - ella sonrió.
—¿Esta nervioso?
—No quiero el trono -se sincero —Tengo miedo...
—Lo hará bien -se puso enfrente de él y le acomodo la ropa —Si logra ser el heredero se que será un buen Sultán - Selim tomó sus manos y la miró fijamente.
—Esto era lo que necesitaba. - Atiye sonrió nerviosa y trato de alejarse —Lo haré por ti y por ese pequeño.
—No es su hijo - Selim beso sus manos.
—No lo es, pero será como si fuera mío, es mi hijo ante las palabras de su majestad y mi madre.
—Entonces tome valor alteza, no vuelva a tomar, por favor —Selim asintió y besó su frente, acariciando su vientre con cariño.
—Debo irme ya —dijo Selim con una sonrisa antes de salir. Atiye se sentó en el diván y tocó su vientre, notando cuánto había crecido. En pocos meses, tendría en sus brazos al fruto de su amor con Mehmet.
Cada segundo que pasaba era terrible, la ansiedad corría en su cuerpo de manera estridente, posiblemente se vería afectado su embarazo.
—Atiye - Nür corrió hacia ella.
—¿Ya sabes? Dime, dime Nür.
—Su alteza irá a Manisa, la sultana Mahidevran acaba de ir a ver a la haseki y armo un escándalo -Atiye sonrió contenta.
—Prepara la cena, trae la comida favorita del príncipe y trae ropa para mi, ve ya - Nür le dio una mirada traviesa y salió corriendo.
Una hora después Selim ingreso a sus aposentos, Atiye le esperaba con la cena lista y con un bonito vestido lila, Selim sonrió al verla, era hermosa.
—Felicidades - Selim se acercó.
—Mis hermanos estaban enfadados, incluso Cihangir consideraba más a Mustafa que a mi -suspiro, Atiye tomó su mano, le sorprendía aquello, en otro momento hubiera salido corriendo antes de estar a solas con Selim.
—Bueno su alteza, siempre ha discutido con el príncipe Bayaceto y el principe Cihangir parece devoto a Mustafa... incluso el debe de sentir rabia, él era el favorito y ahora no es más que un príncipe sin apoyo por parte de su padre -Selim la ayudo a sentarse, el se sento a su lado y suspiro nuevamente.
—Mustafa me cae mal, es moralmente correcto pero se que esconde su envidia detrás de una cara impetuosa, Bayaceto no oculta su odio, siempre me lo hizo saber, pero me duele de Cihangir.
—Vea el lado bueno, ahora usted es favorito, lo malo será que le harán lo mismo que ha Mehmet - Selim la miro con tristeza —No confíe en nadie.
—Para ello tu estarás a mi lado, vamos a comer - Atiye asintió y llevo un bocado de comida a sus labios, Selim la observo en silencio, Atiye era una bonita rosa en su jardín y deseaba que fuera la única. —Nos iremos en un par de días, Prepárate para el viaje, se que te afecta viajar.
—Si, es horrible para mi - Selim sonrió y tomó su mano.
—No te preocupes, haré tu viaje ameno - Atiye asintió y le dio una sonrisa.
Los días siguientes fueron un torbellino de preparativos para el viaje a Manisa. Los sirvientes corrían de un lado a otro, empacando pertenencias y asegurándose de que todo estuviera listo. Atiye, a pesar de sus náuseas y cansancio, supervisaba cada detalle con la ayuda de Nür.
—Atiye, ¿crees que todo estará bien en Manisa? —preguntó Nür una noche mientras preparaban las ropas.
—No lo sé, Nür. Todo es tan incierto. Pero debemos tener fe y ser fuertes. Por el bien del príncipe y del bebé —respondió Atiye, tratando de infundirse valor.
Finalmente, llegó el día del viaje. El palacio se llenó de actividad y expectación. Atiye se despidió de las sultanas, esperando que el futuro les fuera favorable. Selim, siempre atento, la ayudó a subir al carruaje.
—Recuerda, no estás sola en esto —le susurró Selim, tomando su mano con firmeza.
Mientras la carroza se alejaba del palacio, Atiye miraba por la ventana, su mente se llenaba de pensamientos sobre el futuro en Manisa, luego de lo sucedido con Mehmet todo era incierto, pero una cosa era segura: enfrentaría lo que viniera con valentía y determinación.
Y regresamos.
Perdón por lo corto.
Mis redes.
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