Capítulo 7
Hümaşah era una niña muy tranquila, Atiye no tuvo problemas al criarla, dormía la mayoría del tiempo y cuando estaba despierta jugueteaba en silencio con los accesorios que Atiye utilizaba en el cabello.
Selim las visitaba seguido, a Hümaşah le gustaba estar en los brazos de Selim y a Selim le gustaba estar con ellas dos.
—Mira que bonita estas hoy - Hümaşah soltó un pequeño sonido y Atiye le acomodo la ropa, las puertas sonaron avisando la llegada de un visitante —Adelante.
—Atiye - Selim entró muy sonriente a los aposentos, habían pasado dos semanas desde que ella cuidaba a la menor, las visitas de Selim eran cada almuerzo en donde los tres almorzaban juntos. —Mi pequeña Hümaşah.
—Bienvenido - Atiye quiso levantarse pero Selim se negó. —Justo íbamos a ir a tomar un poco de sol.
—Entonces las acompañaré - Atiye asintió y le tendió a la menor para que este la cargará.
Ambos salieron al enorme jardín, desde que Atiye había adoptado a la pequeña Hümaşah, Selim estaba más cariñoso con ella, aquello le asusto.
—Aya y Nurbahar se irán hoy. - Atiye asintió, habían compartido poco tiempo juntas y definitivamente no extrañaría a Aya, pero a Nurbahar si, era amable y no causaba problemas. —Te mudaras a unos aposentos más grandes.
—Yo estoy bien los actuales alteza.
—Ahora tienes a Hümaşah y más adelante tendrás a tu propio hijo.
—Cuando eso suceda yo no estaré aquí. - Selim arrugó su rostro.
—Es una orden - Atiye asintió.
Aya lucho con todas sus fuerzas para no ser arrastrada a carruaje, no quería dejar ese lugar y menos ser olvidada en el viejo palacio, prefería morir, pero ella aún miraba una oportunidad entre tanta desgracia.
Aquella era ser la concubina de Selim.
—Rindete, incluso si eres la mujer más bella del mundo el şehza jamás se fijaría en ti, no teniendo a alguien como Atiye al lado - Nurbahar subió a su carruaje dejando a Aya con un mal semblante.
—Pero llegará el día en que me vengare.
Selim observo a Atiye con una enorme sonrisa, la joven vestia un vestido verde pálido con accesorios sencillos, su pequeño vientre apenas era visible y su rostro ahora estaba más regordete.
—Mehmet no se equivoco nunca. - Atiye alzó la vista.
—¿En que?
—Siempre escogía a la concubina que más conmoviera su corazón, en fin, es pasado ya...
—El pasado no puede volver - Selim asintió y le tendió una caja pequeña. —¿Qué es?
—Es un collar, solo las mujeres de la familia pueden usarlo.
—No puedo - Selim sonrió.
—Llevas a un hijo de la dinastia, úsalo con orgullo - Atiye observo la caja y la abrió, el collar era hermoso, una pequeña sonrisa se dibujo en sus labios.
—Gracias.
—No las des, me gusta tu compañía. - Atiye sonrió un poco y asintió.
Selim observo el paisaje nocturno con una sonrisa en su rostro, recordar a Atiye le generaba felicidad y aquel sentimiento de querer algo más de ella.
—Definitivamente estoy loco. - Selim toco su cabeza con ambas manos —Es la favorita de mi hermano.
Pero aunque quería negarse no podía más, Atiye era más de lo que quería.
—Allah ayúdame a olvidar la.
Los meses pasaron con rapidez, Hümaşah había crecido hermosamente y para todos en la provincia de Koutaya, aquella pequeña era la adoración de Selim.
Atiye había puesto sus pensamientos sobre la mesa, Selim era demasiado amable con ella y aquello le confundía.
—¿Te encuentras bien? Ya casi llegamos - Atiye asintió, Nür le entrego la pequeña a la daye y se acercó a Atiye para darle un dulce.
—Odio viajar - Nür soltó una pequeña risa —No te burles.
Habían viajado hacia la capital para recibir la orden del Sultán, desde que Mehmet había fallecido habían pasado varios meses y Manisa necesitaba un gobernador
—Cuando des a luz pasara - Atiye suspiro.
Al llegar al palacio fueron recibidos por Sumbul Agha, caminaron por todo el interior hasta llegar al harem en donde las criadas se amotinaron para ver a Selim.
—Parece que su alteza es muy famoso -Selim soltó una pequeña risa y siguió caminando.
—Ninguna me gusta - Selim la miro de reojo y subio hasta los aposentos de su madre.
Atiye observo a las mujeres con una pequeña sonrisa y siguió a Selim.
Pudo jurar que varias de ellas la maldijeron por ser una favorita de Selim.
Cecilia observo el lugar con asco, había intentado de todo para ser una mujer libre pero por más que intentara nada servía.
—La única opción de ser libre es ser la madre de un príncipe - comentó una joven —Pero de un Şehzade, no de su majestad el Sultán, la sultana Hürrem jamás lo permitiría, pero incluso si das a luz a un varón jamás podrás ser libre como quieres.
—¿Şehzade? ¿Quien seria ese? - Cecilia pareció interesada.
—Su alteza Selim es el hijo mayor de la haseki, el Şehzade Mustafa no es tan amado por el Sultán -la joven enumeró —el príncipe Bayaceto ya tiene una docena de hijos, así que no es viable.
—Su alteza Selim... - su mente parecía encender una luz, en su rostro se dibujo una pequeña sonrisa, ya sabía que hacer y haría todo lo posible por llegar a su meta.
Atiye se reverencio al ver a Hürrem, la mayor la invito a sentarse y acaricio su vientre con tristeza.
—¿Te encuentras bien?
—Si alteza, el principe nos ha cuidado muy bien. - Hürrem asintió, Mihrimah miro de forma extraña a Selim, ella en el fondo sabía que Selim no era nada atento y cuidadoso, pero estando lejos todo era posible —Debo presentarle a alguien.
Nür se acerco con la pequeña sultana en brazos, la mirada de Hürrem pareció brillar, la hermosa niña frente a ella era su amada nieta.
—Hümaşah - la mayor tomó a la pequeña en brazos, la menor se removió ligeramente y le regalo una enorme sonrisa. —Mira que hermosa estas, tan sana y tan idéntica a el...
—Madre - Selim la miro. —Hümaşah tiene el mismo lunar que Mehmet.
—¿Qué?
—Así es - Atiye tomó a la mejor y busco en su cuello —Es el mismo lunar en el mismo lugar, esta niña es su copia exacta.
—Espero sea igual de amada como él, cuida bien de ella Atiye, es tu hija sin importar si lleva tu sangre o no.
—La cuidare con mi vida, por que ella es mi felicidad.
Ya apareció Nurbanu ¿problemas?
Mis redes.
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