Extra-La boda de Tonks y Lupin [1997]
Lisseth Scamander:
Debido a lo ocurrido durante los últimos días, y los constantes ataques de mortífagos, pocas personas nos habíamos reunido para la boda de uno de mis mejores amigos.
Solo aquellos más allegados a la pareja habían asistido.
Sí, me refiero por supuesto a Nymphadora Tonks y Remus Lupin.
Afuera, los pocos invitados hablaban entre sí.
La boda sucedería un hotel... Justamente el mismo donde había sido mi boda con Sirius.
Lunático parecía un muñequito, y recordé a Sirius aquel día.
Ambos no dejaban de ajustar su corbata por los nervios, y cada 3 segundos miraban la entrada.
Decidí buscar a Tonks, quién debía estar por salir en unos minutos.
Me adentré a los pasillos, y antes de abrir la puerta, escuché su voz... Y una melodía.
—You can dance
You can jive
Having the time of your life
See that girl
Watch that scene
Digging the Dancing Queen
Toqué levemente la puerta y ésta se abrió.
Y allí estaba ella.
Nymphadora Tonks lucía de maravillas.
Llevaba un vestido blanco ajustado al cuerpo, con algunos cuencos durante su escotado.
Su cabello era igual que siempre, rosa chicle, pero a diferencia del resto de días, le llegaba hasta la cintura.
Estaba completamente alisado, y sobre su cabello cargaba la diadema de flores que le había dado.
—Friday night and the lights are low
Looking out for a place to go
Where they play the right music
Getting in the swing
You come to look for a King
Me permití seguir la melodía de la canción, porque era de mis favoritas
—Anybody could be that guy
Night is young and the music's high
With a bit of rock music
Everything is fine
You're in the mood for a dance
Me acerqué lentamente para acomodar la diadema y sonreírle.
—Estás preciosa.
—Ay, Liss... Estoy súper nerviosa...
—¿Quieres que te diga algo? —Ella asintió—, el día de mi boda, yo estaba igual, incluso, más nerviosa que tú —Sonreí—, pero este momento es algo maravilloso.
Y ella continuó la letra que salía del tocadiscos.
—And when you get the chance
You are the Dancing Queen
Young and sweet, only seventeen
Dancing Queen
Feel the beat from the tambourine, oh yeah!
Y fue cuando ambas nos unimos.
—You can dance
You can jive
Having the time of your life
See that girl
Watch that scene
Digging the Dancing Queen
Ella suspiró, y pude notar una pequeña lágrima recorrer su mejilla.
—¿Qué tienes? —Pregunté dulcemente—, mira, si no estás segura... Puedo sacarte de aquí... Remus me odiará pero...
—No es eso... Es que... Se suponía que Peter me llevaría junto a mi padre al pequeño altar.
Dejé de mirar la ventana para mirarla a los ojos.
—Yo también lo extraño...
—Dió su vida por nosotras... Y ya no...
—Mi niña —Tomé su rostro—, no quiero que llores —Toqué su mejilla, intentando no correr el maquillaje—, estoy segura... De que está muy orgulloso de ti, yo lo estoy.
Ella sonrió apenada.
—Esta... Era su canción favorita.
—Era inevitable que no bailara con esa canción —Afirmé—.
—Y esos pasos ridículos que hacía...
Ambas reímos, porque después de todo, Peter Parker seguía en nuestros corazones.
Unos leves golpes se tomaron el lugar.
—Adelante —Dijimos en unísono—.
Del marco de la puerta aparecieron dos personas que no veía desde hace mucho.
Andrómeda Black y Edward Tonks.
—Mini Scamander —Gritó Ted con alegría—.
—¡Ted!
Abracé a mi antiguo amigo con muchos recuerdos cruzando mi mente.
—¡Cuánto tiempo!
—Ni hablar del tiempo.
—Hola, Andro.
—Lisseth, un gusto volver a verte.
Saludé a la mujer con mucho cariño, para luego dirigirse a su hija.
—¡Wow! —Exclamó Ted—. Te ves divinamente hermosa, mi pequeña Nymphadora.
—Gracias, papi —Corrió a abrazarlo—.
Era increíble ver cómo el tiempo pasaba volando.
En mi boda, recordé ver a una pequeña metamorfomaga corriendo el lugar, jugando a cambiar su rostro para imitar al resto de invitados.
Ahora veía una mujer, totalmente madura y llena de alegría.
—Aún tienes tiempo de salir huyendo...
—No, estoy muy segura de que quiero hacerlo.
—¿Segura?
—¡Edward! —Gritamos las tres al mismo tiempo, causando su risa—.
—Que delirio... Lo que más desea un hombre es estar rodeado de mujeres... Pero esto es diferente a lo que me imaginaba.
Solté una risa, y decidí que lo mejor era darles su espacio.
Así que salí de aquella habitación, volviendo junto a mi esposo.
—¿Qué hacen ? —Pregunté al ver que ambos saltaban—.
—Liberando tensiones —Sirius giró su cabeza de un lado a otro, seguido de Remus—.
—Se ven patéticos —Me burlo, pero los imito—.
—¿Y por qué te nos unes?
—Porque si van a hacer el ridículo, lo haremos todos juntos.
Dejé de mover mi cuello cuando Remus volvió a tocar su corbata.
Y yo le dí un manotazo.
—¡Auch!
—Son iguales...
—Valla cosa.
—Te recuerdo que fuiste tú quien me propuso huir de Sirius en mi boda —Le recordé—, decías que parecía asfixiarse con la corbata —Até un nudo—, y ahora te veo a ti.
Sirius lo miró confundido.
—¿Cómo está?
—Cuídala, porque si no la valoras, te la quito —Respondo con burla—
—¡Ey! Aún estoy aquí.
—Cierra la boca, Sirius.
—Te recuerdo que es mi sobrina...
—Y yo tu esposa —Le di un beso en la comisura de sus labios—.
De pronto, una hermosa melodía se hizo presente, dando inicio a la ceremonia.
—Suerte, Lunático —Besé su mejilla—.
—Creo que si voy a necesitarla.
Lo ví caminar con muchos nervios, pero todos esos movimientos se fueron al ver a su prometida.
Con ayuda de la magia, varios pétalos fueron cayendo cómo si se tratase de nieve, y los invitados se hicieron de pie.
Nymphadora Tonks caminaba atada de brazos junto a Edward Tonks, mientras en la otra mano descansaba un ramo.
No hacía falta describir la sonrisa formada en ambos novios... Porque la felicidad que tenían era inmensa.
Y luego de varios votos y palabras, dijeron el "Si, acepto".
—Jamás pensé vivir para ver a Lunático casarse.
—¿Quieres que te diga la verdad? —Susurré—. Yo tampoco.
Ambos reímos al llevarnos una copa de champagne a la boca.
Los novios saludaban a cada uno de los invitados: la familia Weasley, Ojoloco, Kingsley, y ...
—¿Esa no es tu madre?
Sentí que mi mundo se hacía enorme cuando ví a mi madre entrando al lugar.
Porpentina Goldstein llegaba junto a su esposo, Newt Scamander. Y no sólo ellos, mi hermano Robert Scamander traía consigo a su esposa e hijo.
—¿Qué esperas? —Susurró Sirius quitándome la copa de las manos—. Ve.
Ni siquiera hubo necesidad de avanzar, porque ella ya estaba corriendo hacia mí.
—¡Mamá!
—¡Mi pequeña Liss!
No evité llorar en su hombro.
Por un momento pensé que se había avergonzado de mí... Porque jamás fue a visitarme en Azkaban...
Lo había mal interpretado.
—Mi pequeña...
—Mami... Perdón por todo... Yo...
—No tienes la culpa de nada mi cielo —Tomó mi rostro con sus manos y limpió mis lágrimas—. Queenie ... Ella...
—Si no hubiera sido encarcelada en Azkaban... Mi tía estaría viva...
—Mi cielo... Mi hermana tuvo sus propias razones para hacerlo... Pero no es tu culpa.
—Sí lo fue... No vengué a Jacob... Y luego fui encarcelada... Quedó sola...
—Quedó devastada porque le detectaron una rara enfermedad en su corazón —Dijo con lágrimas en los ojos—, últimamente oía muchas voces... No era normal...
—No podía controlarlo.
Ella asintió y secó sus lágrimas.
—¡Ro!
—¡Hermanita!
Mi hermano mayor me abrazó, y luego fui hacia mi padre.
—Te presento a mi hijo...
—Soy Rodolf Scamander —El chico tendió su mano amablemente—.
Había crecido mucho desde la última vez. Sus mejillas contenía las mismas pecas que los Scamander, y los ojos verdes esmeraldas...
—Un gusto Rodolf, soy Lisseth Arabella Scamander.
—¡Así que tú eres la tía Liss!
—Sí —Dije sin ocultar una sonrisa—.
—Papá me habló de tí desde que tengo memoria... ¿Es verdad lo que escribiste el boceto de "Razones para justificar a la Luna"?
—¿Razones para justificar a la Luna?
—Cuando... Cuando eso pasó... —Mi hermano y padre se miraron—. Nos dimos el atrevimiento de leer el pequeño ensayo que escribiste sobre los hombres lobos... Y la razón por la cuál no deberían ser juzgados por la sociedad.
—Un momento... —Recordé—. Pero... Eso... Era sólo un bosquejo...
—Pero me dí el atrevimiento de completar tus investigaciones —Habló Newt— y sólo quedaba publicarlo...
—Pero quisimos esperarte.
—En el fondo, sabía que saldrías de ese lugar algún día.
Aquellas palabras hicieron que pequeñas lágrimas salieran nuevamente de mis ojos.
—Black —Saludó mi madre—.
—Suegrita... —Saludó en tono burlón—. ¡Pero si está la familia completa!
Le golpeé con el codo.
—Iremos a ver a los recién casados —Dijeron—, espero verte más seguido.
—Claro que sí, madre. Ya verás que luego que todo esto pase... Seremos una familia completa.
Esperé a que todos se alejaran para dirigirme hacia el centro de mesa.
Recordaba haber escrito ese pequeño borrador cuando era una niña, y aún no podía olvidar el lugar dónde estaba guardado.
Luego, después de varios años, volví a retomar la escritura, para olvidar y tratar de superar la pérdida de mis gemelos.
Cada día, luego de las sesiones con el psicólogo, esperaba a que Sirius durmiera para empezar a escribir.
Aunque claro, luego de mi encierro, nadie nunca supo de la gran cantidad de páginas escritas en mi casa.
Tal vez, algún día se publique, y la sociedad dejará de tener esa mala idea de los hombres lobos.
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Entre baile y baile, los pies me dolían.
En parte me sentía mal por no traer a Harry, pero había un "plan" de Ojoloco que me impedía ir a verlo.
Pero estar con Ron y los gemelos era algo divertidísimo.
En parte, los gemelos me contaban sus nuevos planes para la tienda, y pensaba seriamente en ser una nueva socia.
—Y esa es la idea de Hermione por "salvar a los elfos".
Ron y yo estábamos en la mesa de las comidas... Tragando a más no poder.
—¿Cómo se llama la organización?
—¿Encerio te quieres afiliar?
Quizás le de algo de dinero para que haga crecer su organización.
—Tal vez...
—Le llama P.E.D.D.O.
—Interesante nombre...
—¡Carrera de comida!
Ambos nos asustamos al ver que Nymphadora se había unido a nosotros.
—Va, va.
—¿Qué cosa, Ted?
—El primero que vomite... Pierde.
—¿Juegan? —Dijo la novia buscando una bandeja repleta de comida—.
—A mí nadie me reta.
Aprovechando que todos estaban entretenidos, cada uno se posicionó frente a una bandeja.
—¿Qué hacen? —Preguntó Sirius—.
—Carrera de comidas —Respondieron ambos Tonks con entusiasmo—.
—No creo que sea buena idea...
—Silencio, Lunático.
—3... —Sirius empezó a contar —.
—Pero pueden darles algo...
—2...
—1... —Dijo Fred llegando a con su gemelo—.
—No se que harán pero... ¡Fuera! —Completó George—.
Y en ese momento, ni yo me reconocí.
Los gritos de mi hermano llamaron la atención de todos.
Robert y mi sobrino me alentaban a gritos, mientras mi madre reía.
La señora Weasley estaba preocupada por Ron, mientras los gemelos le daban "consejos".
—Molly... ¡Qué es la vida sin algo de riesgo! —Gritó Sirius entre risas al ver que ninguno se rendía—.
Remus miraba con mucha preocupación a Nymphadora, cómo si en algún momento se fuera a quebrar en dos.
Mientras Andrómeda se moría de vergüenza al ver a su esposo en semejante estado.
—5...
—¡Ronald... Te vas a ahogar! —Gritó Molly—.
Pero el pobre Ron seguía comiendo.
—4...
—¡Vamos Siberia! —Gritaba mi esposo—.
—Cie... gga... La... Bo...cc...aeee —Intenté decir—.
—3...
—¡Edward Tonks! —Gritó Andrómeda, y Ted dejó de comer, conteniendo sus mejillas sonrojadas—.
—2...
—1...
Pero no pude más y me rendí.
Para cuándo caí en cuenta, todos paramos al mismo tiempo.
—¡Arriba el equipo dinamita! —Grité sin ninguna vergüenza—.
Ambos tragaron y gritaron.
—¡Equipo dinamita!
Luego de eso, no es necesario decir que pasó.
Los 4 tuvimos que llamar a un médico por el increíble dolor de estómago.
______________
N/A: Amé totalmente escribir este extra... Es que tan sólo imaginar una competencia así, me duele la panza JAJAJAJJA.
Creo que, después de todo, ellos necesitan un poco de diversión <3
¿No lo creen?
Cuídense mucho.
Lxs amo mucho❤️
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