7- El secreto de Hermione [1993]
Narrador omnisciente:
¿Qué es lo peor que puede pasarle a unos jóvenes adolescentes?
Quizás la respuesta es ver a un hombre lobo.
O eso pensó Ron.
Cada persona estaba tan envuelta dentro de su propio mundo, que habían olvidado la condición de Remus Lupin.
Lunático estaba perdido.
Sus ojos pasaron de grandes orbes negros a unos verdes desafiantes, mientras el dolor se apoderaba de su cuerpo.
Sus piernas y brazos se estaban transformando en patas, además de que el pelaje se estaba tomando su cuerpo.
—Remus por favor —Habló Siberia mientras alejaba a los niños—.
—Ey, Lunático, sé que eres tú —Canuto se acerca a su amigo tratando de contenerlo—. Sé que tú corazón está aquí.
Pero era en vano.
Los gritos de Lunático eran muy fuertes
...
Se estaba quebrando por dentro.
—¡Corran! —Gritó Lisseth—.
Remus se había transformado totalmente en hombre lobo, y antes de calmarse había lanzado a Sirius a quién sabe dónde.
—Esperen... Esperen... —Dijo Hermione—.
—Hermione, estás loca —Ron tenía mucho miedo—.
—¿Profesor? —Le dijo tratando de acercarse, pero Liss la toma del brazo—.
Lunático aulla al ver la luna, a medida que el profesor Snape despertaba.
—Potter ... —Le habla con odio, pero voltea cuando Lisseth trata de apartarlo—.
Ambos adultos ponen sus cuerpos, evitando que el lobo los toque.
Los estaban protegiendo.
Y Colagusano aprovechó la situación para transformarse en rata y salir corriendo.
De pronto el lobo les da un manotazo, cosa que esquivan por los reflejos de Siberia.
Rápidamente se transforma en lobo siberiano.
No quería pelear con su mejor amigo, pero debía protegerlos.
Canuto volvió a la escena apartando a su mujer de una lucha.
Ambos empiezan a rugir y pelear.
Vamos Remus, resiste, sé que puedes - Pedía Sirius entre ladridos.
Sabía que él lo estaba escuchando.
Pero Lisseth era demasiado terca.
Atacó a Lunático haciendo que se adentren al bosque.
—¡Lisseth! —Gritó Harry corriendo hacia ellos mientras ignoraba el grito de su profesor de pociones—.
El azabache miraba la pelea.
Un perro y un lobo contra un lobo más grande.
Tomó una piedra y la lanzó, pero se arrepintió al ver que el lobo se acercaba.
Vete Harry —Ladró Sirius.
Faltaba poco para que el hombre lobo atacara al niño, pero un aullido dentro del bosque lo llama.
Remus dudó en acercarse, pero lo hizo para el alivio de todos.
Harry vió que sus padrinos se quejaban.
Y se asustó cuando ambos volvieron a su forma humana y cayeron por la colina.
Lisseth había estado a punto de tener un ataque en sus pulmones...
Tal cuál cómo hace varios años atrás.
Pero no sucedió.
El cuerpo de ambos estaban tendidos a un lado del río, y tenían sangre en sus prendas de vestir.
—Sirius ... Lisseth...
De pronto el frío aumentó.
El agua se estaba... ¿Congelando?
—¡AAAAAA! —Gritó la mujer al ver a los dementores—.
Aquellos seres estaban muy cerca de los tres.
Tenían el permiso del ministerio para atacar al matrimonial Black sin importar nada.
Un dementor succiona una parte de Sirius, haciendo que Harry tome su varita.
—Expecto Patronum.
Gritó haciendo aparecer una barrera, pero ésta no era suficientemente fuerte.
Habían demasiados...
Y la esperanza de ambos esposos estaba desapareciendo.
Otro dementor toma desprevenido a Harry, haciendo que pierda la concentración.
Todos esos individuos tomaban el alma de los tres.
Una luz plateada hace que el azabache levante la mirada.
Un ciervo había aparecido justo a tiempo, evitando que el alma de sus padrinos saliera por completo de sus cuerpos.
Y eso... Fue lo último que vió.
__________________
—Harry.
La voz de Hermione despierta al muchacho, quién descansaba en la enfermería.
—Ví a papá...
—Harry... —Hermione trató de no sonar tan brusca, pues ella pensaba que su amigo estaba delirando—.Se llevaron a Lisseth y a Sirius... ¡Les van a dar el beso del dementor!
—¡Van a matarlos! —Dijo Harry levantándose de la camilla—.
—No, eso es mucho peor que la muerte...
La puerta de la enfermería se abre, y de allí aparece Albus Dumbledore.
—Director, debe hacer algo, están atrapando a las personas equivocadas.
—Hermione tiene razón director.
—Scrabbers lo hizo —Dijo Ron al otro lado.
—¿Scrabbers? —Preguntó el director muy confundido—.
—Mi rata señor, bueno, era la de Percy, pero luego...
—Créame director, ello son inocentes.
—Yo les creo —Puntualizó—, pero nadie tomaría en cuenta la opinión de unos niños, ni siquiera el ministerio.
El director se acerca a Ron y toca su pierna enyesada, haciendo que el pelirrojo ahogue un grito.
Las campanas del colegio suenan, dándole una idea.
—El tiempo... Cosa misteriosa... Poderosa... Y cuando lo desafías... Peligrosa.
—Sirius Black y Lisseth Scamander están en lo alto de la torre oscura.
Conoce las reglas señorita Granger. No deben ser visto, y si tienen éxito... Volverán antes de sonar la última campanada... Y más de un inocente se salvará.
Las palabras del anciano siempre eran confusas, pero esta vez era peor.
—Son necesarios tres giros —Le dijo a la chica antes de irse y cerrar la puerta—.
—¿Qué es lo que...?
Hermione en cambio si había captado el mensaje.
De su camisa sacó una especie de collar.
Harry intentó tocarlo, pero ella le golpeó la mano.
—Ron, tu no puedes venir, estás herido.
Con la cadena envuelve a Harry, da tres giros al objeto y ...
Todo dió vueltas.
Estaban retrocediendo en el tiempo.
—Son las 7:30, ¿Dónde estábamos a esa hora? —Preguntó Hermione—.
—¿Con... Hagrid?
—Sígueme, no nos deben ver.
La chica jala de la camisa a su amigo y juntos corren por el castillo.
—Hermione por favor, puedes explicarme qué pasa.
La voz de Draco Malfoy hace que ambos se detengan.
- ¡Ah! Vinieron a ver el show.
- ¡Tu eres una despreciable y maldita cucaracha! - Dijo otra voz.
—Espera ... ¿Somos nosotros?
La chica oculta a Harry y le muestra su collar.
—Esto es un giratiempos, Harry... Me lo dió Mcgonnagal en primer año... Y lo he usado todo el año para asistir a todas las clases.
Ahora todo estaba claro para Harry.
—Buen golpe —Dijo sin evitar reir—.
—Gracias...
Ambos se ocultan al ver que Draco estaba corriendo hacia ellos.
- Ni una palabra de esto a nadie.
Esa sangre sucia me las pagará.
Ambos corren detrás de "sus otros yo".
...
—Está vivo...
—Claro —Responde Hermione viendo al Hipogrifo—, pero recuerda lo que dijo Dumbledore, podemos salvar más de una vida.
A lo lejos ven a varias personas acercarse.
—Vámonos.
—No Harry —Lo jala nuevamente detrás de las calabazas—. Fudge debe verlo, sino pensará que Hagrid lo hizo.
—Es Pettigrew —Dijo al ver el momento donde el guardabosques le da la rata a Ron—.
—No Harry...
—¡Él traicionó a mis padres!
—Cosas malas han pasado por alterar el tiempo. No pueden vernos.
Pero "ellos" no salían de la cabaña.
Así que Hermione toma una piedra, la lanza y rompe un jarrón, alertando a los que estaban dentro.
Luego tomó otra y la tiró justo en la cabeza del otro Harry.
—¡Auch! Eso dolió.
—Perdón.
Los otros salen mientras el grupo de adulto ven al hipogrifo y entran a la cabaña.
Harry se acerca al animal y hace una reverencia, pero al no conseguir respuesta se aleja.
Luego de un momento el hipogrifo acepta.
Ambos chicos lo desatan. Trataron de llevarlo a otro lado, pero no podían. Así que Hermione tomó una de sus comidas y la lanzó haciendo un camino.
Observaron el nuevo lío formado, y cómo el verdugo cortó una calabaza en vez de la cabeza del animal.
—¿Y ahora? —Preguntó Harry cuando estaban en el bosque—.
—No lo sé...
...
Ven al sauce boxeador luego de caminar por un largo tiempo.
—Es el profesor Lupin... Y ahí viene Snape.
—Hay que esperar —Dijo Harry—.
Y así lo hicieron.
La noche cayó, y vieron salir a varias personas del sauce.
Miraron todo, el cuerpo de Snape volando, la huida de Pettigrew, los gritos de Lisseth, y la transformación de Remus.
—Es hora —Dijo Harry al ver que el hombre lobo había mordido a su madrina—.
Ahora estaba en frente de "él".
Y se asustó al notar que Hermione aulló.
—Los lobos responden al llamado de sus "semejantes".
—Pero ahora viene por nosotros.
—Demonios... No lo había pensado.
Ambos corren mientras el lobo los sigue.
Los pies le dolían, pero no podían parar, no ahora.
El hombre lobo los ataca, pero el Hipogrifo aparece, haciendo que ambos peleen.
Algo que nadie imaginó es que el Hipogrifo logró ganarle, y éste se alejó a otro lado del bosque.
—Que horror —Lloró Hermione en el hombro de su amigo—.
—Pobre profesor Lupin, tuvo una mala noche.
El aire se volvía frío...
Era la señal de Harry.
Su padre estaba cerca, pronto aparecería.
Jala a su amiga y se esconden entre algunos árboles.
Ven a los dementores, y el intento de Patronus de Harry.
—No te preocupes... Papá vendrá pronto.
—Harry ...
—Ahora no, Hermione.
La chica no quería ofender a su amigo, pero su padre estaba... Muerto.
Era imposible que apareciera.
Mientras el joven esperaba ansioso a su padre.
Sin embargo, no había indicios de alguien más.
Los dementores estaban succionando el alma de los tres.
La barrera del otro Harry había desaparecido.
—¡Harry, no!
La chica intentó detener a su amigo, pero ya era tarde.
El chico no veía a su padre.
Así que levantó su varita y...
—Expecto Patronum.
Una luz azul plateada salido de la varita del muchacho, transformándose en un ciervo.
Y allí Harry entendió todo.
En ese momento no había visto a su padre... Se vió a si mismo.
El ciervo plateado corrió por todo el lugar, atacando y haciendo que los dementores se alejaran.
Hermione alcanzó a Harry.
No podía creerlo, pues eso era magia muy avanzada.
Esperaron en silencio hasta que vinieran por los cuerpos de ellos, montaron al hipogrifo y volaron hasta la torre más alta.
Era algo que Hermione jamás en su vida volvería a hacer.
—Bombarda —Apuntó la chica a la reja—.
En la habitación estaban Lisseth y Sirius.
Ambos se miran confundido ante el gesto de los niños.
—Rápido, no hay tiempo —Dijo Harry—.
Todos se subieron al hipogrifo, y volaron hacia otro lado del castillo.
Sirius recordó sus momentos con James.
Las bromas, la adrenalina, los partidos de Quidditch.
Lisseth por otro lado estaba gritando de la emoción. Jamás había sentido semejante emoción.
Siempre le costó montar escobas, pero ésto era lo más cercano a tomar una.
Ambos se sentían libres.
Al llegar a tierra firme, Sirius se dirige a los niños.
—Estamos muy agradecidos con ustedes.
—Quiero ir con ustedes —Le interrumpió Harry—.
—Ahora no, Harry —Dijo Arabella—. Nuestra vida es un lío, y tu lugar está aquí, en Hogwarts.
—Pero son inocentes...
—Pero tú lo sabes, y eso es suficiente para nosotros. Créeme.
—Creo que ya te lo han dicho muchas veces —Dijo Sirius mientras tomaba el rostro del niño—. Pero eres igual a tu padre, menos tus ojos...
—Son los de mi madre.
—Y un poco parecidos a los míos —Dijo Liss sonriendo—.
—Creo que fue muy cruel haber pasado más tiempo con Lily y James ... Y no contigo —Dijo el hombre con tristeza—.
—Pero entiende que quienes nos aman nunca nos dejan... Ellos siempre están aquí —La mujer se arrodilla y toca el corazón de Harry—.
Ambos le dan un beso en la cabeza del chico y se vuelven a subir al hipogrifo.
—De verdad eres una gran hechicera...
—Y una muy inteligente... Al igual que yo lo era.
Sirius levanta una ceja al escuchar la broma de su esposa.
—Cuídense mucho.
—Y dale un golpe si es necesario, Hermi —Dijo la mujer—. Tienes mi autorización.
La chica sonríe, porque era algo que iba a hacer luego.
El matrimonio Black se pierde en el cielo, pero los chicos se asustan al escuchar unas campanas.
...
Ambos corrieron y lograron llegar a tiempo.
Severus los acusó de ayudar a Sirius y Liss a escapar.
Y era cierto.
Pero no tenía pruebas.
Harry estaba tranquilo, y los inocentes habían huido.
Pero un vasallo estaba de vuelta con su amo.
Tal cuál lo predijo Trelawney en una de sus clases.
_________________
Varios días más tarde, Harry se despedía del profesor Remus.
No quería que se fuera, era su profesor favorito, pero el rumor de que era un hombre lobo corrió por todo el castillo en menos de 1 día.
Muchos padres enviaron quejas hacia el director, pero esa no era la única razón por la que el licántropo se iba.
—¿Por qué la cara larga, Harry?
—No valió la pena ... Pettigrew escapó.
—¿Qué no valió la pena?
La valió mucho.
Descubriste la verdad, y salvaste a dos inocentes de un terrible final.
El profesor toma su varita y termina de recoger sus cosas.
—Me siento orgulloso del gran avance que tuviste este año en mi materia...
Tengo que despedirme Harry, pero sé que nos volveremos a ver... Así pues...
El profesor toma el mapa del merodeador y...
—Travesura Realizada.
Realmente extrañaba decir esas palabras.
—Ya no seré tu profesor, así que... Te devuelvo esto.
Pero para la próxima, ten más cuidado.
El chico asiente, pero de pronto un grupo de lechuzas entran en la sala.
Traían dos paquetes, y dos tarjetas.
Pero sobre todo, dos plumas grises, algo que el licántropo no entendía.
Harry toma la suya.
Era un nuevo uniforme (el otro se había dañado) y tenía muchas golosinas.
El chico leyó la carta.
Eran de sus padrinos.
- Harry, querido, soy yo, Liss.
Lamento haberte roto el uniforme, pero espero que los dulces te recompensen un poco.
- Hay algo que no te dije - había otra caligrafía- Ese día... Te vi volar... Eres igual a James incluso en eso.
- Vimos tu escoba hecha pedazos, y fuimos nosotros quién te enviamos tu Saeta de Fuego.
Harry sonrío en ese momento.
Hermione tenía razón.
Siempre la tenía.
Por otro lado, Remus abría la suya.
Había una gran cantidad de capas nuevas, libros y cremas.
- Lunático... Oh maldito - reconoció la letra de Sirius- te vez genial con tu look, me dan ganas de ...
- Ignora al idiota de mi esposo - había otra caligrafía, era la de Lisseth- Te he enviado unos trajes que combinan con tus hermosos ojos.
- Quiero ver qué los uses, sinó no volveré a darte nada.
La chica sabía que Remus no aceptaría su regalo.
- Además, te debo muchos abrigos, aquellos que te robaba en nuestros años de estudios.
Lunático también soltó una risa, no solo por los recuerdos, sinó por la estupidez que escribió Sirius.
Tomó su varita y guardó el regalo de su amiga.
Para cuando vuelve a su propio mundo, Harry ya se había ido.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top