6- El perro, el gato, la rata y los lobos [1993]

Narrador omnisciente:

—¡Tu eres una despreciable y maldita cucaracha!

Eso dijo Hermione mientras apuntaba con su varita al joven Malfoy.
¿La razón?
Se estaba burlado de Hagrid y el fatal destino del Hipogrifo.

Hoy sería el juicio final, o mejor dicho, la decapitación de la fabulosa criatura.

El trío de oro había logrado hablar con Hagrid, pero él los obligó a volver al castillo, sobre todo por las restricciones hacia Harry Potter.

La chica bajó su varita y se dió la vuelta.
Estaba lista para irse pero...

—¡Mi padre se enterará de esto! —Draco salió corriendo con sus amigos Crabbe y Goyle hacia el castillo, pues la chica le había golpeado la nariz con su puño—.

—Oh no...

Ron señala a la cabaña del guardabosques, y ven como todos los presentes salen, listos para matar a Buckbeak.

Las calabazas gigantescas de Hagrid no dejaron ver la acción, cosa que en el fondo los tres agradecían.

Vieron como el verdugo golpeo su arma, y las aves que estaban cerca salieron volando.

Hermione abrazó a Ron como acto de reflejo.
No vieron la decapitación con sus propios ojos, pero estaban muy seguros de que había pasado.

Al cabo de unos minutos, Scrabbers muerde a Ron, quién lo suelta y sale corriendo.

"Misteriosamente" había aparecido en la cabaña de Hagrid, pero se dirigía... ¿Al sauce boxeador?

Ronald atrapó a la rata a tiempo pero...

—HARRY... HERMIONE.

El pelirrojo señala hacia atrás, obligando a ambos amigos voltear su rostro.

—Es el Grim...

Pero no sólo había un perro... Eran dos, o bueno, uno se parecía más a un lobo
Uno era blanco y otro negro.

El blanco corrió al sauce boxeador esquivando a Ron, pero el otro...

—¡Harry! —Gritaba el pelirrojo mientras el perro negro lo jalaba de la pierna hacia el sauce boxeador—.

—¡Ron! —Gritaron la castaña y el azabache—.

Era tarde, porque ambos vieron el cuerpo de su amigo siendo arrastrado al árbol.
Intentaron acercarse, pero el sauce boxeador los golpeaba con sus ramas.

Luego de mucho esfuerzo (y los constantes gritos de Ron) lograron entrar.

—¿Estás bien? —Preguntó Hermione con mucho miedo—.

Jamás en su vida había experimentado tanta adrenalina y miedo a la vez.
O al menos no recordaba sus aventuras de primer año.

—Hay que buscarlo.

Harry se acomoda sus lentes antes de iniciar la búsqueda.
Los gritos de Ron habían desaparecido, y él se asustó mucho por su mejor amigo.

Todo era muy extraño para ambos.
Parecían estar dentro de una casa muy vieja y sucia.
Buscaron visiblemente, pero no encontraban a su amigo.

—¡RON! —Gritó Harry al escuchar unos leves quejidos.
Así que tomó a Hermione de la mano y  subieron juntos hacia la voz de su amigo.

La chica se acerca corriendo a Ron mientras Harry miraba sus heridas.

—Ya estamos aquí...

—Huye, Harry —Gritó Ron—.

—Vamos juntos ...

—¡Era una trampa! —Lo interrumpe—.  ¡Son animagos! —Señala a su espalda.

Un escalofrío corrió en el cuerpo de todos los presentes.

Y allí estaban los prófugos más buscados del mundo mágico.
Sirius Black y Lisseth Scamander.

Ambos tenían la ropa rasgada, además de estar demasiado delgados para ser adultos.
Ambos se mostraban riendo entre sí, pero en el fondo no podían creerlo.

Sentían una mezcla de dolor y alegría.

Recordaron el pasado, aquel oscuro pasado que estaba lleno de sangre y muertes.
Harry era una copia exacta de James frente a los ojos del hombre.
En la mente de Liss pasaron todos los recuerdos con su amigo.
Aquel baile... Los karaokes... Las bromas... Los sueños...

Pero también estaban felices. Por fin habían logrado sus dos cometidos.
Atrapar a la rata y ver a Harry.

Sirius Black cerró la puerta, mientras junto a su esposa caminan hacia su ahijado.

—Si van a matar a Harry, deberán matarnos a los tres —Dijo Hermione poniéndose frente a Harry—.

Tenía miedo, pero estaba dispuesta a dar su vida por quienes quería.

—¡No! —Dijo Lisseth mirando fijamente a Harry.

—Solo habrá un muerto esta noche... —Continúo Black.

—¡Y vas a ser tú!

Harry saltó furioso, había asustado a Lisseth, pues se abalanzó a Sirius queriendo ahorcarlo.

Le apuntó con su varita mientras éste estaba en el suelo.

Por otro lado, Lisseth intentó separarlos, pero fue en vano.

De pronto la puerta se abre, dejando a la vista a un nuevo invitado.

Expeliarmus —Gritó Remus haciendo volar la varita de Harry—.

Rápidamente el azabache se aleja de ellos, mientras Liss se posiciona frente a su antiguo compañero.

—Valla, valla ... No puedo creerlo... Lucen demasiado sandrajosos.

—Hola, Remus —Dijo Lisseth sonriendo a su amigo—.

—¿Demasiada demencia interna? —Preguntó el profesor mientras notaba el gran cambio de su amiga—.

—Pues tú eres el experto en demencia interna, ¿No es así, Lupin?

De pronto el profesor baja su varita, levanta a su amigo del suelo y lo abraza.

—¿Y no hay abrazo para la pequeña loba? —Susurro Liss para ellos tres.

Remus ni siquiera lo dudó.
Había extrañado a su amiga... A ambos.
No le importaba cómo vestían o lucían, para él, ella siempre sería su amiga.
Aquella que siempre estuvo para él cuando más lo necesitó.

—Lo encontramos... Está aquí...

—¡Hay que matarlo! —Dijo Sirius—.

—¡No! —Lo desafío Hermione—. Yo confíe en usted profesor... —La chica mira a Harry mientras lo señala con el dedo índice—. Es un hombre lobo, por eso faltó a clases.

Lo que no sabían los jóvenes eran que se estaban refiriendo a personas distintas.

—¿Desde cuándo lo sabes?

—Desde que el profesor Snape nos dió la clase.

Los mayores quedaron muy sorprendidos, pues ellos descubieron ese secreto de forma... Diferente.

—Valla, valla, Hermione —Le interrumpió Arabella— Eres una bruja muy inteligente.

En el fondo la mujer recordó su primer año, y lo fácil que fue sacar esa conclusión mucho antes de descubrirlo.

_Ya basta... ¡Debemos matarlo! —Gritó Sirius perdiendo la paciencia—.

—Espera...

—Ya esperé suficiente... 12 años para ser exactos.

Harry se asustó más cuando vio que Remus le dió su varita a Sirius.
Aunque no era necesario, él ya tenía la suya.

—Al menos debes decirle... Harry merece saberlo.

—¡Lo van a hacer porque ambos traicionaron a mis padres! —Les interrumpió el azabache—.

—No, Harry, ellos no lo hicieron —Respondió el licántropo—.

—¿Entonces quién? Sus hermanos gemelos —Dijo en tono sarcástico—.

—Fue un hombre... Alguien muy diferente a nosotros.

—Creí que estaba muerto, pero no.

—¿Quién fue? —Preguntó el chico sin paciencia.

—¡Peter Pettigrew! —Dijo el matrimonio al mismo tiempo—.

—Y está justo en esta habitación.

—Vamos Peter —Gritó Liss—, aparece ya...

Sin embargo, ambos fueron interrumpidos por un nuevo invitado.

Expeliarmus.

Snape desarmó a Sirius y luego a Lisseth.

—La venganza es dulce ... Esperaba ser yo quién los encontrara.

—Brillante, Snape —Dijo Black—

—Pero como siempre, sacaste las conclusiones erróneas.

Lisseth trata de acercar a él, pero Snape le apunta con su varita.

—Daría mi mano derecha para ser yo quien los entregue a los dementores... ¿Qué es eso en tus ojos Arabella? —Dijo arrastrando su mirada a Sirius—. ¿Es miedo acaso? Dicen que el beso de un dementor es algo insoportable de ver... Pero estoy dispuesto a hacer un sacrificio.

—Severus... —Intentó hablar Remus—.

—Dame una razón... Te lo suplico —Le apuntó—.

—Severus... No seas necio —Dijo Remus—.

—No puede evitarlo —Se burló el matrimonio Black—.

—Sirius, cállate —Interrumpió Remus—.

—Cállate tú, Remus —Dijeron ambos a la vez—.

—Callense todos, pelean igual que un viejo matrimonio...

—¿Por qué no mejor te vas a jugar con tu jueguito de química? —Dijo Liss desafiando a Severus con la mirada—.

Sin embargo, Snape señala la puerta con su cabeza.
Pero de pronto, los chicos apuntan a un lado, pero el hechizo de Harry cayó en Snape.

—Harry... ¡Agrediste a un profesor! —Chilló Hermione—.

—¿Por qué no nos diste? —Preguntó la rubia de forma incrédula—.

—Hablenme de él.

—Al igual que todos, creí que estaba muerto, pero eso cambió cuando ví el mapa —Dijo Remus—.

—El mapa se equivocó...

—¡El mapa jamás engaña! —Gritó Liss—.

—Pettigrew está vivo... ¡Y está allí! —Sirius señala a Ron—.

—Están locos, yo no soy...

—Tú no, la rata —Se queja Lisseth ya cansada de todo—.

—Claro que no... Scrabbers...

—Lleva mucho tiempo en tu familia —Dijo Sirius—.

—12 años para ser exactos, ¿No te parece raro? Después de todo... Es una larga vida para una simple rata.

Lisseth camina hacia el pelirrojo mientras justifica su respuesta.

—Le falta un dedo... El meñique.

—Eso no justifica nada.

—El cobarde se lo cortó para que todos creyeran que había muerto —Dijo Sirius mirando a Harry—.

—Acabemos con esto de una vez.

Lisseth le arranca la rata a Ron mientras ésta chilla.

—Hey...

—Esto es simple, si no es tu rata, los dejamos en paz.

La mujer trata de tener quieta a la rata, pero esta se escabulle por el lugar.
Una persecución se había formado.

Sirius apunta con su varita a la rata, la cuál casi huye por un agujero y...

A la vista de todos, se transforma en humano.

Ya no era un animal, era un hombre gordo y calvo.

Ron ahogó un grito al darse cuenta de todo.

—Sirius... Remus... Lisseth... Mis viejos amigos... —Dijo Pettigrew intentando hacer las pases—.

—Amigas mis bolas —Lisseth le apuntó con su varita al igual que lo hacía su esposo—.

Peter buscaba una salida, sabía que estaba perdido.

—Harry... Mírame... Eres igual a tu padre...

—¡Cómo te atreves a hablar de mis amigos! —Gritó la rubia—.

—Ronald... —Se acercó al pelirrojo— He sido una buena compañía... Una buena mascota.

Ron no podía creer aún lo que veía.

Y pensar que a veces dormía con él —Se dijo mentalmente—.

—¡Vendiste a Lily y James! —Gritó Remus—.

—¿Qué se ganaba enfrentándose al mago más malvado que haya existido jamás?

—¡Sólo vidas inocentes, Peter! —Le interrumpió Sirius cuando intentó correr hacia otro lado—.

—¡No entiendes! Me habría matado, Sirius.

—¡ENTONCES DEBERÍAS HABER MUERTO! ¡MEJOR MORIR QUE TRAICIONAR A TUS AMIGOS! ¡TODOS HABRÍAMOS PREFERIDO LA MUERTE A TRAICIONARTE A TI!

Y Sirius tenía razón.
Ningún miembro de los Merodeadores se habría atrevido a traicionar al otro.
Todos menos Peter lo habrían hecho.

—¡Por tu culpa perdí a mis hijos! —Gritó Lisseth con lágrimas en los ojos—.

Los chicos se quedan sorprendidos al escuchar eso, sobre todo Hermione.

—Yo solo quería tener a mis mellizos en brazos —Gritó Sirius mirando de reojo a su esposa—.

—¡Y no hiciste nada para cuidar a Harry! —Continuó Lisseth—. Al contrario, se lo diste en bandeja de plata a Voldemort.

—No fue mi culpa...

— ¡Tienes la puta culpa de todo! —La mujer se limpia las lágrimas—. Me prometiste que... Nos prometimos cuidar el uno del otro Pett...

—Debiste saber que si Voldemort no te mataba... Lo iba a hacer yo.

—¡NO! —Gritó Harry al ver que Sirius iba a matarlo.

Todos los mayores lo miraron incrédulos, incluso sus amigos lo hacían. 

¿Cómo podía perdonarlo?

—Harry... Eres igual a tu padre... Gracias...

Sin embargo, lo único que sentía Harry era asco.

—Lo llevaremos al castillo...

Pettigrew se arrastró a sus pies como la rata que era.

—Y se lo daremos a los dementores.

_____________



—Lamento haberte mordido —Dijo Sirius mientras ayudaba a salir a Ron del sauce.

—Mi esposo fue un poco brusco —Lo defendió Lisseth—.

—Un poco ... ¡UN POCO! —Dramatizó— ... Casi me arranca la pierna.

—Prometo recompensarte muchacho... James siempre sugería que me quedara como perro, era muy tranquilo.

—Y pienso lo mismo —Dijo la mujer—.

—La cola era lo de menos, pero las pulgas...

El pelirrojo soltó una risa mientras Sirius contaba algunas de sus anécdotas.

Harry se acerca a Ron, y le insiste que se acerque a sus padrinos.

Ambos Black se alejaron un poco, mirando el castillo como la primera vez que llegaron.
Con una noche estrellada.

—Algún día me gustaría volver a entrar... De forma libre claro.

—Pronto será, querida.

Ambos voltean al sentir que Harry estaba a su lado.

—Harry... Lamento tanto que hayas presenciado esto ...

—Descuiden... Yo...

—Fue muy noble lo que hiciste con Pettigrew.

—No lo merecía.

—Pero no creo que a mi padre le haya gustado que sus amigos fueran asesinos.

Las palabras del azabache llegaron al corazón de ambos prófugos.

—Harry... No somos nadie en tu vida —Empezó la mujer—.

—Pero... Me imagino que sabes que somos tus padrinos.

El chico asiente.

Lo había conocido de la peor manera posible, y se avergonzaba de sus pensamientos en ese momento.

—Entendemos perfectamente si prefieres quedarte con tus tíos.

—Pero si quieres un hogar diferente...

—¿Qué? —Preguntó Harry incrédulo_.

—Lo sabía... —Susurró Lisseth sin ocultar su decepción—. Fue sólo una idea Harry.

—¿Vivir con ustedes?

—Cuando se descubra la verdad, puedes venir con nosotros —Le sonrió Sirius temiendo a la respuesta—.

—¡Claro que quiero ir con ustedes!

Ambos esposos se miraron muy confundidos.

—Pero...

—Lo que más quiero es vivir lejos de los Dursley.

—¿Tan mal te tratan? —Se preocupó Liss—.

—No es eso ... Osea ... Quizás me venga bien un cambio de ambiente.

¿Por qué no le dijo sobre el trato que recibía?
Eso ni siquiera Harry lo sabía.

—Pronto se sabrá la verdad —Contestó Lisseth mirando el castillo—.

—Allí estaremos juntos ... Como una familia —Dijo Sirius—.

Él lo quería, y sabía que su esposa e ahijado también.
Podrían formar la familia que siempre desearon...
La que todos perdieron...

—Te aburrirá tanto nuestros mimos que...

Lisseth no pudo completar su frase, pues un grito a su espalda la alerta.

—¡Harry! —Gritó Hermione apuntando a Remus—.

Esa noche no había tomado la poción mata—lobos, y fue por eso que Snape lo había seguido.
Le estaba llevando su poción.

La luna llena estaba en su máximo esplendor.    
Todos miraban como el profesor se estaba transformando.

Sus ojos se volvían negros...
Su cuerpo cambiaba...

—¡Remus! —Gritó Lisseth apartando a su ahijado—.

_________________

N/A:
Esto se salió de control!!!!!!!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top