3- Hipogrifo [1993]

Lisseth Scamander:

Lo peor había pasado.
Logramos llegar a Hogdsmade, manteníamos nuestra forma de Animagos e interactuamos con los habitantes para no levantar sospechas y recibir comida a cambio.

Pero todo se salió de control cuando Sirius fue visto por un pequeño niño, quién lo reconoció por las fotografías.

Una alarma había sonado, y ambos corríamos hacia la casa de los gritos de vuelta en nuestra forma animal.

Una anciana dejó abierta una puerta en medio camino.
Ella nos daba almuerzos todos los días, cosa que agradecía, pero en este momento debíamos huir.

Con mucho temor nos adentramos y salimos por otro lado, más precisamente, una ventana.

—¡Los hemos visto! —Gritó un hombre—.

—¿A quienes?

—A los prófugos, Sirius y Lisseth.

—¡Qué! —Dramatizó ella— Me uniré a sus búsquedas...

—No, usted quédese a salvo —Fue lo último que dijo antes de correr al otro lado.

Las patas me dolían, pero debíamos seguir.
El bosque era un lugar prohibido para todos, menos para nosotros.
Por ahora.

Tratamos de hacer una especie de "cama" con algunas hojas , y unas horas más tardes, caímos rendidos por el cansancio.

Al día siguiente nos fuimos de ese lugar.
Lo único que se nos ocurrió fue volver a Hogwarts.
Debíamos hablar con Harry.
Así que recordamos el pasadizo secreto de la tienda de dulces y entramos por allí.

Hogwarts seguía tal cual la recordaba.
Estudiantes corriendo de un lado a otro.
Profesores dando y quitando puntos.

—Mira, George.

La voz de una chica nos pone en alerta.
Estaba tan embobada con el lugar que no me percaté de los pelirrojos.

—Fred, mira que cositas...

Sirius le ladró al ver que intentó tocarme.

—Valla... Pero que animales —Dijo otro pelirrojo entre risas—, casi te quedas sin dedo.

—Hay que llevarlos a la sala común, están demasiado delgados.

—Ginny, tenemos clases...

—Pero no me molestaría en absoluto perderme una —Completó el otro—.

Me acerco a la chica y dejo que acaricie mi pelaje.
Eso, muerde el anzuelo.

—Miralos Fred... ¿Acaso no son lindos?

—Envidio sus ojos, son verdes y grises.

—Siento que los he visto en algún lado— Dijo quién se supone es George...¿O ese es Fred?—.

—Rápido chicos, a clases.

Espera, esa es la voz de...

Miro a Canuto, quién entendió claramente a qué me refería.

—Hay que irnos —Ladró, aunque sólo yo le entendí—.

Rápidamente huimos a otro pasillo.

Los chicos quedaron confundidos, mientras un profesor les decía que entraran a clases.

La pelirroja caminó a otro pasillo mientras el docente voltea el rostro.

Remus...

No tenía buen aspecto.
Su ropa estaba muy desgastada.
Tenía más cicatrices en su cansado rostro.
Se había dejado crecer un bigote que le luce genial.
Su voz era más gruesa.

Quería acercarme, abrazarlo cómo en los viejos tiempos.
Pero no podía... Iba a reconocernos.

No ahora Lunático, pero te veré pronto.

—Allí está Harry.

Volteo el rostro a donde señala Canuto. Efectivamente, el azabache caminaba hacia el bosque junto a una chica y un chico de su misma edad.

Remus se había ido.

Y Hagrid...
¿Era profesor?

Ambos corremos ocultando nuestros cuerpos en los arbustos y miramos la clase.

Amaba esta materia.
Aún lo hacía.

Hagrid les hablaba de los Hipogrifos, sus cualidades y datos importantes.

Había una discusión entre Harry y un chico platinado.

—Cierra la boca, Malfoy —Dijo mi ahijado—.

UUUUUUUUUUUUH

El Slytherin señala el cielo.

—Dementor... Dementor.

Todos volteamos asustados, pero no era nada.
El platinado se burla haciendo un extraño movimiento, se pone la capucha y mueve sus dedos en frente de su rostro.

Hay cosas que nunca cambian.

...

Después de un rato, Hagrid tomó a mi ahijado para que tocara al Hipogrifo.
Al inicio el animal no aceptaba la referencia, por lo que Harry retrocedió, pero luego lo hizo.

Harry se subió y voló sobre el fantástico animal.

Parecía un sueño.

Recordé a James en su escoba... La forma en que su cabello ondeaba mientras jugaba...

James...

Sirius pone su pata sobre mí, y me percato que Harry había aterrizado.

- También me recuerda a él.

Hagrid invita al resto a imitarlo.
Pero Malfoy no hace la referencia.
Mala decisión.
El Hipogrifo le hace daño, y éste dramatiza todo, al igual que lo hacía Lucius.

—Me lastimó... ¡Moriré!

—Solo fue un rasguño, Malfoy.

El profesor sabía que tendría problemas.
Pobre Hagrid.
Y era su primera clase.

____________________

Mi esposo y yo seguimos a los chicos.

Harry nunca estaba solo.

Era muy arriesgado que alguien más nos viera, así que esperamos el tiempo adecuado para acercarnos.

Ahora estaba en clases de DCLAO.

Nos sorprendimos al ver a Remus como profesor.
Ya tengo con qué molestarlo.

No lo hacía nada mal.
Veíamos todo desde un pequeño rincón, ocultos entre algunas mochilas.

O mejor dicho, yo lo hacía.

Sirius había decidido estudiar la entrada de la sala común de Gryffindor.
El gato de Hermione se había unido a nosotros, lo que nos servía de mucho.

—A continuación, digan conmigo...
Riddikulus

Riddikulus Dijeron los presentes en un mismo momento—.

—Esta clase es ridícula —Susurró alguien muy en el fondo—.

Draco, eres igual a tu padre...

—Muy bien —Puntualizó Lunático —. Ahora, alguien puede decirme... ¿Qué creen que hay allí? —Señala un armario—.

En otra circunstancia yo había saltado para hablar.

—Sí, señorita Granger.

—Un Boggart.

—Excelente, ¿Sabes qué es lo que hacen?

—Se transforman en tu peor miedo.

Recordé mi clase hace muchos años.
La forma de mi Boggart era la muerte de mis seres queridos...
Y se cumplió, dos de las personas que aparecieron allí estaban muertas.

Unas lágrimas amenazan con salir, pero las detengo.

—Muy bien, 30 puntos para Gryffindor.

Los chicos de mi casa sonríen.

Riddikulus es un encantamiento que se utiliza para defenderse contra un Boggart. Hace que la criatura asuma una forma que sea chistosa para el lanzador, en pocas palabras, transforma a un Boggart en algo gracioso.

Lunático separa a un joven Gryffindor del grupo.

—Neville, ¿No es cierto?

El chico asiente nervioso.

—Todos, atrás de mí.

Los presentes hace caso sin dudarlo.

—Dime Neville, ¿Qué es lo que más temes?

—A Snape —Susurró.

—Perdona, no he entendido.

—El profesor Snape.

Todos los presentes ríen, incluyéndome.
Hace poco vimos a Severus dando clases, y sí que da miedo en ciertos aspectos.

Lunático susurra algo para ellos dos.
Le demuestra el movimiento que debe hacer y luego...

Del armario sale un Boggart, o mejor dicho, Snape.
Éste caminaba a paso decidido hacia el chico.

Riddikulus.

De pronto, su sombrero, atuendo y cartera son reemplazados por el de una abuela.
La sala estalla en risas, y los alumnos empiezan a hacer fila.

Uno a uno van avanzando, y el joven profesor pone una música.

Varios pasan, y ahora le tocaba a Harry.

Tenía miedo.
¿Y si su Boggart era Voldemort?
O peor aún... Nosotros.

Sin embargo, su Boggart se transforma en... ¿Un dementor?

Su mayor temor es el miedo.

Al ver que el azabache no gesticula palabra o movimiento, Lunático se pone frente a él, y el Boggart se transforma en una luna.

RiddikulusLa hermosa luna llena se transforma en globo, reventando y volando por todo el aula hasta llegar al armario—.

Un claro deja Vu... De hace muchísimos años.
Pude ver en la mirada del profesor que él también lo recordaba.
Aquella mañana dónde yo tampoco pude reaccionar y él se interpuso.

Rápidamente salgo del lugar, ignorando el "La clase a terminado".

Me dirijo a la entrada del castillo, más precisamente dónde estaban Canuto y Crookshanks.

Simplemente los sigo hasta adentrarnos en el bosque.

¿Remus me habrá recordado realmente?

_________

Varios días han pasado, y cada vez es más difícil entrar a la sala común.
Cambian de contraseña cada 2 días, y ni hablar de los estudiantes.
Estaban tan apurados que no podíamos cruzar entre ellos.

Sirius me contó algo de "robar una hoja".
La verdad no entendía bien, pero tenía hambre.

Sabía que Ginny tenía clases de Pociones en 15 minutos, así que corrí en su búsqueda.
Tal vez me dé algo de comida, siempre que me veía lo hacía.
O al menos en mi forma animal.

Sigo el paso de unos Ravenclaw, hasta que veo algo, o mejor dicho, a alguien.

Un Hufflepuff que se parecía mucho a mi hermano Robert.
Cabello castaño, un sin número de pecas en su rostro y los ojuelos en las mejillas... Cómo lo de mi padre.

—Rodolf, hora de irnos —Le indicó uno de sus amigos—.

Rodolf Scamander... Mi sobrino.

La primera cosa que le pedí a mi padrino Dumbledore la vez que me visitó en Azkaban fue un favor.
Le pediría a mi hermano no contarle a su hijos sobre mí.
No quería que crecieran pensando en que su tía era una traidora... Una asesina.
Sentiría pena, vergüenza y decepción.
Había dañado el apellido.

Tal vez por eso mamá nunca fue a verme.

Supe por un auror que papá intentó verme, pero no lo dejaron.
No con el expediente que tuvo en el ministerio Américano, dónde justamente había escapado junto a mi madre.

Newt... Papá... Perdón por todo.

—¡Espera! —Dijo levantando su rostro, y noté que tenía nuestros ojos: Verdes brillantes como esmeraldas—. Debo volver a la sala común, dejé mi libro de Aritmancia en la mesa.

—Pues apresúrate, la profesora nos castigará si volvemos a llegar tarde.

Quería seguir a mi sobrino a su destino, saber más de él.
Sus gustos, sus pasiones, su forma de pensar.

Pero me alejo al otro lado al ver que Crookshanks pasaba por mi lado.

Al final de pasillo se escuchaba como Hermione peleaba con Ron por la rata.
El chico se quejaba de que había dejado  durmiendo al animal en su habitación porque no durmió toda la noche, mientras Crookshanks trataba de darle caza.

Oh, maldito Pettigrew.
No hemos podido atraparlo porque Ronald lo carga a todos lados.
Siempre está con él.

—¡Lo tengo! —Ladró Sirius mientras la campana sonaba—.

Era la última clase del día.

—¿Dónde la conseguiste? —Pregunté incrédula al acercarme—.

—Un niño llamado Neville tenía esto en su mochila.
Tiene todas las contraseñas de esta semana.

—Genial, hora de entrar por la rata.

—Pensé que estaba con Ron...

—Acabé de oírlo, está solo.

Una sonrisa se forma en ambos mientras emprendemos el camino a nuestra antigua sala común.

La dama Gorda estaba demasiado tranquila, al igual que el resto de cuadros.

Sirius adquiere su forma humana y camina directamente a la Dama.

Todos los cuadros empiezan a gritar al verlo.
O mejor dicho, al vernos.

—Tarántula acromántula —Empezó a decir las contraseñas, pero no nos dejaba el paso libre —Nobleza espléndida...

La señora del retrato se estaba ocultando en su propio cuadro.

—¡Maldita sea! ¡Abra la puerta, ahora!

Ella empieza a chillar.
Ay Merlín...

—Querida Dama, solo entraremos un momento y...

—¡Asesinos! —Me interrumpe— ¡Asesinos! ¡Alerten a todos los profesores!

—No me joda.

Ambos tomamos nuestra forma animal y empezamos a rasgar la pintura.
De una u otra forma debíamos entrar.

Destrozamos casi todo el lienzo, hasta que escuchamos unos pasos.

—¡Hijos de put...!

Ambos salimos disparados del lugar.
El pergamino con las contraseñas se había quedado, y nuestra única esperanza de atrapar a la rata traidora se  había esfumado.

Nos ocultamos en una habitación abandonada, dónde nadie pasaba por allí, o al menos eso ocurría en nuestros años de estudios.

Estaba segura que la noticia había caído en oídos de todos.

Y lo confirme unos minutos después al escuchar a los profesores dar instrucciones a los estudiantes.

Todos dormirían en el gran comedor, mientras el resto de mayores examinaban todo el castillo.

Rápidamente salimos por una ventana y volvimos al bosque prohibido.

Al llegar, mi esposo y yo volvemos a nuestra forma humana y golpeamos un árbol.

—¡Estuvimos muy cerca!

—De no ser por el retrato...

—Sirius —Tomo su rostro en mis manos—. Ambos sabíamos en lo que nos estábamos metiendo.

—Si Lisseth, pero casi raptamos a Pettigrew...

—Ahora, más que nunca debemos tener cuidado.
Saben que estamos dentro, y no van a descansar hasta vernos de vuelta en Azkaban, y por nada del mundo pienso volver allí.

—No vamos a volver Liss.

—Lo sé.
No podemos volver a entrar por unos días, al menos, hasta que se calme la cosa.

—¿Y qué haremos ahora?

—Rezar a Merlín, a Godric y a todos los magos por nuestra libertad, porque somos inocentes, y no vamos a parar hasta demostrarlo. 

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Les traigo una noticia....
Hoy publicaré un nuevo libro (aprovecho y hago auto spam JAJAJAJA)
Me encantaría que se dieran una vuelta por allí, y no, no será un fanfic, quiero experimentar algo nuevo y ver qué tal se me da JSJSJSJ
Está bajo el título:
Plan "Estocolmo"

Los amo un mundo <3

Att: Ashly

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