18- El regalo de Sirius [1995]

Lisseth Scamander:

Una de la mejores épocas del año había llegado.
Sí, hablo de navidad.

No lo digo por los hermosos y lujosos regalos de Sirius.
Osea sí.
Pero lo que trato de decir, es que la casa volvía a tener color.

Habían invitados.

—Tenemos todo planeado —Me contó Fred—.

—Así es —Completó George—, queremos dejar un mensaje... Un legado que nadie pueda superar.

—Pues con la fabulosa idea que tienen, de seguro harán historia —Tomé un cuadro con una foto de los tres—, pero les falta algo.

Ambos chicos levantaron una ceja.

—Que tal... Si cuando acaben, un enorme dragón de fuegos artificiales recorre el lugar.

La sonrisa tomó el rostro de ambos.

—Bien pensado, Liss.

—Lo sé, soy una genio.

Los tres reímos al mirar la foto.
En el pequeño marco estaban ambos gemelos a mis costados, y cada uno sacaba la lengua después de besar mi mejilla.

Parecíamos una familia.

Por el rabillo del ojo pude ver a Harry, así que me despedí de los chicos y lo seguí.

—Liss, justo quería hablar con ustedes.

—Claro Harry —Abrí la habitación de Buckbeak, dónde Sirius alimentaba al hipogrifo—.

—Bueno es... Sobre Snape.

—¿Quejicus te hizo algo?

—Sirius...

—Ya ya... Snape, ¿Te hizo algo? —Corrigió mi esposo cuando lo miré mal—.

—Es sobre sus clases...

—Te enseñará Oclumancia, debes aprovechar eso al máximo.

—Lo sé, pero en el fondo de todo... Tengo un mal presentimiento.

Y yo también lo tenía.

—No será nada, simplemente presta atención a sus palabras...

—O duerme... ¡Auch!

Había golpeado a Sirius por decir semejante tontería.

—Todo estará bien, Harry —Tomé su rostro—. Siempre vamos a estar contigo.

—Eso me recuerda...

Sirius buscó una pequeña caja, que estaba en la esquina de la habitación, y se la tendió al niño.

—¿Qué es?

—¡No lo abras aún!

Ambos nos miramos confundidos, pues yo no sabía qué era.

—Prométeme algo Harry —Se acercó al chico—. Si Quejicus... Snape te hace algo, abre esta cajita, y yo estaré allí.

¿Pero.... Cómo?

—¿A qué te refieres?

Justo en el momento que se disponía a hablar, Molly nos llama para avisar que la cena de navidad estaba lista.

—Genial, tengo muchísima hambre...

—¡Sirius! ¡Hace 5 minutos comiste un trozo de pastel!

—Eso era solo un pre aperitivo.

Muy cínicamente se encoge de hombros, así que jalo a mi ahijado para bajar juntos.

...

La cena fue maravillosa, sobre todo porque había una nueva integrante.
Fleur Delacour.

Amaba su acento francés, inclusive, nos contó que su abuela era una veela, siendo 1/4 parte de ella.

Era sumamente genial.

Pero pude notar que no lo era para todos.
Pues las chicas solían darle una mala mirada a sus espaldas ( a excepción de Tonks).

Sin embargo, el ambiente era muy ruidoso, algo que no había tenido por muchos años.

—¡Feliz navidad! —Levanté mi copa de Whisky de dragón—.

—¡FELIZ NAVIDAD! —Gritó Parker entre risas con su ahijada—.

—Por favor... Dime qué no se emborracharán hoy...

Los presentes se quedaron asombrados por el pedido de Remus.

—Claro que no, Lunático —Dijo Sirius casi con hipo—. No será igual que la última vez...

—Liss... Por favor.

—Remus...

—Además —Me interrumpió Sirius—. ¿Qué es la vida sin algo de riesgo?

Recordé una de las últimas noches en la casa con los chicos.
Hace más de 14 años, Sirius, James y yo nos habíamos emborrachado, y al pobre Remus le tocó ser de niñera.

Lo peor para él fue tener que soportar a un perro, un lobo y un ciervo corriendo por toda la casa.

Tomé mi bebida de un solo trago, mientras en el fondo los gemelos me alentaban a otra copa, ignorando a su madre.

—¡Por Harry! —El señor Weasley levantó su copa—. Por salvarme la vida.

Las mejillas del azabache se tiñeron carmesí.

Para resumir, por medio de un sueño pudo descubrir a tiempo que el señor Weasley había sido atacado por una serpiente, y se había recuperado de forma rápida.

Pero sabía que Harry ocultaba algo más... Podía presentirlo, pero no quería molestarlo más.

—¡POR HARRY! —Gritaron todos antes de chocar sus copas—.

—Y por una nueva navidad con Remus de niñera.

El miedo tomó forma en el rostro de mi amigo, ganándose una burla por parte de Tonks, quién lo imitó.

______________________



Y los meses siguieron su curso.

Enero había finalizado, pero febrero fue un mes de sorpresas.

Hermione me contó por una carta (a escondidas de los chicos, como siempre) que Harry había tenido una cita con una buscadora de Ravenclaw, pero que había salido mal.

Eso me recuerda...
Mi primera cita con un chico fue casi un desastre, por no decir todo.

—¿Viste esto? —Señaló Sirius—.

—¿Qué cosa?

Tomé el diario que cargaba en su mano.

Kingsley lo había traído, pero olvidé leerlo.

—"LA VERDAD CONTADA POR HARRY POTTER"

Miré con miedo a mi esposo.
Esto le daría problemas a Harry.

No solo el hecho de que tenían una unión a escondidas, llamada el Ejército de Dumbledore.
Si no porque estaba desafiando al ministerio.

El relato era una entrevista hecha por... RITA SKEATER!!!!!

A estas alturas de la vida no sabía si confiar en su palabra, sobre todo recordando el pasado, justamente en mi 6to año.
Además del hecho de que Hermione sufrió, porque dijo que salía con Harry, y luego con Víctor Krum...
Aún recuerdo su carta mojada de lágrimas, y el hecho de que nos reunimos a escondidas en la chimenea para darle consejos.

Pero confiaba en la palabra de Harry, y eso era suficiente para mí.

El relato mantuvo la explicación dada por Harry hace tiempo, sin alteración alguna.

Muchos lo tildarán de loco, y otros... Volverán a confiar en él y en mi padrino.

...

Sirius no para de caminar angustiado.

Noté que pasaba gran parte encerrado en la habitación.
Pero hoy, sería distinto.
Pues hablaría con él.

—Canuto.

—Siberia.

Entré a la habitación cerrando la puerta.

—He notado que andas mal estos días... ¿Ocurre algo que deba saber?

—Sabes que no puedo ocultar nada...

—¿Entonces?

Sirius suspiró.

—Es Harry.

—¿Pasó algo? —Fruncí mi frente—

—No hagas eso —Empezó a reírse—.

—¿Por qué? —Volví a hacerlo—.

—Me recuerdas cuando éramos más jóvenes.

—¡Me estás diciendo vieja!

—Ambos lo estamos.

Recosté mi cabeza en su hombro al llegar a su lado, dejando un silencio bastante cómodo.

—Creo que estamos a mano.

—Cierra la boca, Black.

—Valla, amaba cómo decías mi apellido.
Pero volviendo al tema...

—¿Qué había en la cajita que le diste? —Pregunté de la nada—.

—Ah, la caja... Mira esto.

De su bolsillo sacó un trozo de vidrio.

—Refleja a la otra persona que lo tenga —Me tendió el espejo—. James y yo lo usábamos cuando teníamos castigos por separado.

—Ahora lo entiendo —Sonreí—. Una vez ví a James... Lo molesté porque se reía solo... Y resulta que ambos siempre se mantenía juntos.

Esperé a que continuara.

—Sí, por eso le dí a Harry la otra mitad...

—Pero aún no lo vez.

—No.

Bajó la mirada un poco decepcionado.

—No te preocupes Canuto, verás que pronto abrirá la caja, y pasarán tanto tiempo allí, que mi siquiera se saludarán cuando se vean personalmente.

Besé a mi esposo para darle ánimos, pero la cosa se estaba saliendo de control.

Se aprovechaba de cualquier escusa para tomarme.

—Sirius... Ahora no.

—¿Por qué? —Preguntó sin separar nuestros labios—.

—Tenemos invitados...

—¿Y? —Separó nuestros rostros— ¿Acaso están en esta habitación? ¿Nos están viendo?

—No pero...

—Una persona muy sabia una vez dijo... Que la vida merece pasar por muchos riesgos.

—¿Y ese eres tú?

—Exactamente.

Volvió a besarme, pero esta vez, con más rapidez.
Sus manos bajaron a mis muslos, listo para iniciar todo.

Pero el grito del cuadro de su madre empezó a gritar.

—Mi adorada madre... Siempre arruinando todo.

—No seas dramático —Acomodé mi cabello—. Mejor bajemos, debemos ver de quién se trata.

—De esta noche no pasa.

—¡Sirius!

—Dime, cariño —Su voz sonó más gruesa—.

Si seguía así, iba a lograr su cometido.

—Te amo. Jamás lo olvides.

—Y yo a tí.

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Harry Potter:

Todo era un caos.

Para iniciar, Angelina estaba demasiado enojada conmigo, pues no pude asistir a los entrenamientos, y los juegos estaban cada vez más cerca.
¿Lo peor?
Me habían expulsado del equipo.

Mejor dicho, Umbridge lo había provocado, quitándonos las escobas a mí y a los gemelos Weasley.

Se suponía que buscarían un reemplazo para mí.

Pero lo único positivo de todo era que Ron había quedado como guardián.
Y aunque no pude ver su audición, sé que lo hizo fenomenal.

...

No todo lo bueno ocurre, pues Snape había dicho que jamás volvería a darme clases de oclumancia.
¿La razón?
Sin querer ví uno de sus recuerdos.

En él, todo había cambiado.

Me refería a la perspectiva de mi padre.
En ese recuerdo... Él y Sirius habían atacado a Snape.

Todos estaban en el gran lago.
Lisseth y mi madre estaban tranquilamente jugando con el agua, pero todo cambió cuando Sirius y mi padre se acercaron.
No entendí mucho sus diálogos, pues en ese recuerdo no tomaban mucho sentido, pero ellas estaban enojadas.

De pronto, mi padre hizo algo... Atacó a Snape.

Lo puso de cabezas ( y aunque las chicas intentaron ayudarlo) todo intento fue en vano.

Y justo cuando Lisseth estaba a punto de hablar, el verdadero Snape me saca de su recuerdo.

Sin duda alguna me guardaría rencor por años.

Me dijo que me pavoneaba al igual que mi padre.

En otras circunstancias le habría dicho algo, pero acababa de verlo, y quería estar seguro de mis acciones.

Así que simplemente canceló todo, y aquí estaba, en una de sus clases.

Hermione mencionó que hablara con Dumbledore sobre el tema, pues consideraba algo importante aprender Oclumancia.
Pero estaba cansado de que el director me ignorase.

Los T.I.M.O.S., estaban cerca, y a eso se sumaba las reuniones del E.D.

Todos los estudiantes no paraban de leer sus apuntes. Se estresaba tanto que a una estudiante de Hufflepuff le salieron granos en el rostro.

¿Qué más podría pasar este año?

___________






El gran comedor había cambiado totalmente.

Al igual que el recuerdo de Snape, todas las mesas de las casas habían desaparecido. En su lugar, había pupitres para cada estudiante.

Las normas para los T.I.M.O.S., eran sencillas.
Nadie podía llevar sus propias plumas, mucho menos copiar, porque al primer intento, sería expulsado.

Los nervios me tenían mal.
¿Y si no sacaba las notas adecuadas?
¿Qué pasaría si olvidaba todo?

Pero era Hermione quien me preocupaba más.
Hasta el día de ayer estaba nerviosa, inclusive, no paraba de recitar los hechizos.
Pero hoy, amaneció totalmente diferente, estaba calmada.

Sospecho que mi madrina tiene algo que ver.

Porque sí, sabía que ambas se escribían, pero no iba a chismosear sus cartas, sólo que de vez en cuando veía su emoción con la llegada de éstas, ni siquiera con las cartas de Krum se emocionaba tanto.

El día de ayer nos tocó el examen práctico de DCLAO, y bajo la mirada de Umbridge logré una buena nota (o eso espero), pues el brujo que me tocó era un anciano amigable, inclusive, me pidió hacer un Patronus para "ayudarme a subir mis notas".

No me quejé, pero hoy... Todo sería distinto.

El examen teórico de DCLAO era con ella, así que... Todo era un caos.

No paraba de sonar tus zapatos con cada caminada.
Tum, Tum, Tum.
¿No se cansa?

Por el rabillo del ojo ví como Hermione sonreía al escribir sus respuestas.

Y Ron...
Bueno, es Ron.
Ambos estábamos igual.

La profesora Umbridge empezó a caminar por mi lado, pero de pronto las mesas empezaron a moverse.

Un estruendo estaba ocurriendo afuera.

Con sus patas cortas, caminó decidida a parar el desorden.
Pero al abrir la puerta, algo estalló en su cara.

Bombas fétilas inundaron el lugar, y luego... ¿Los gemelos?

Las "normas" colgadas en la pared cayeron en su totalidad, y la profesora empezó a correr.

Fred lanzó una nueva bomba, que cayó justamente a mi lado, haciendo que las hojas de todos se rompieran.

Muchos gritaban de alegría.

"La brigada inquisorial", formada en su mayoría por estudiantes de Slytherin, intentó frenar el acto.

Justo cuando Draco intentó levantar su varita, una bomba explotó, y su rostro asustado quedó pasmado en la pared.

De pronto, los gemelos lanzan una especie de caja.
De ella salió un enorme dragón ( Fuegos artificiales) que recorrió todo el aula, "comiendo" finalmente a Umbridge.

Todos seguimos el camino de los Weasley, y justo cuando llegaron a la torre de astronomía, mi saeta de fuego llegó a mis manos.

—Damas y Caballeros... —Empezó Fred—.

—Es un honor para nosotros presentar nuestra tienda de artículos de bromas
... —Continúo George—.

Otro fuego artificial apareció, dejando como resultado las letras WW en el cielo.

Nuevos estudiantes se hicieron presentes, al igual que los profesores.

Era una pena que Dumbledore no estuviera aquí para verlo.

Huyó salvando nuestras vidas, porque Marietta, la amiga de Cho, había delatado al E.D., y con ella, vinieron muchos castigos.

—¡Vengan para acá! ¡Insolentes! —Gritó Umbridge llegando a nuestro lado—.

—Aquel que tenga la valentía de usar nuestras productos en esa bruja —La señaló—, tendrá un descuento del 15%

—Peeves —Lo llamó George—. Destruye su vida con bromas.

El poltergeist asintió con emoción, porque aunque no se lo hubieran pedido, era algo que indudablemente iba a hacer.

—¡Por nosotros! —Gritó Fred—.

Y antes de que alguien hiciera algo, salieron volando con sus escobas.

Umbridge estaba enojada.

Pero al resto de profesores parecía no importarle, porque al parecer, disfrutaron todo.

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Holis mis amores <3

Pasaba por aquí para recordarles que me estaré saltando algunas partes de la trama real, pues cómo saben, ésta es una historia de Sirius y OC, y para que la historia no fuera tan pesada, he decidido obviar datos no tan relacionados a ellos, pero que igual se les hará menciones de a poco.

Besos 💋

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