11- La tercera prueba [1994]

Harry Potter:

Las cosas se están saliendo de control.

La última prueba del torneo ocurrirá en pocas horas. En 20 horas para ser exactos.

No tengo ni la más mínima idea de lo que tratará, pero tengo algo... Un mal presentimiento.

—Felicidades campeones —Nos saluda el director de Hogwarts mientras esperamos en una sala—. Han logrado llegar hasta el final a salvo, y sólo la última prueba definirá al ganador.

Había un empate.

—En el último puesto está la señorita Delacour, quién le sigue al señor Krum, y antes de ellos, los señores Diggory y Potter.

Cada prueba rindió cierto puntaje que jugó a nuestro favor. Y éste era el resultado.

—Además, se siento grato al decirles que, los familiares de cada campeón está aquí en Hogwarts.

Fleur sonríe, al igual que Cédric, mientras que Víctor se limita a asentir.

Pero yo... Yo no tengo familia.

Veo cómo todos salen por la puerta señalada por Dumbledore, y me debato sobre si ir o no.

—¿Qué esperas? —Me preguntó Dumbledore—.

—Yo...

No tenía palabras en ese momento.
No tenía a nadie.
Mis padres estaban muertos.
Mis tíos me detestaban.
Mis padrinos eran prófugos.
¿Quién podría venir?

—La familia no siempre corresponde a la sangre, ya que lo único que compartimos es el apellido.

Nunca entendía lo que Dumbledore decía con sus frases, así que tomé aire, respiré profundamente y entré al lugar.

Cédric Diggory estaba con su madre y padre, ambos iguales de orgullosos.

Víctor Krum estaba sólo son su madre.

Fleur hablaba alegremente con su madre y hermana menor.

—¡Harry!

El corazón me dió un vuelco al escuchar esa voz.
¿Encerio había venido?...
¿Por mí?

—Señora Weasley... —Dije sorprendido al notar que venía con otro pelirrojo—.

—Molly, llámame Molly, muchacho —Me abrazó fuertemente, tanto que sentí mis costillas a punto de romperse—.

—Harry Potter, por fin te conozco —Me saluda el otro chico con un apretón de manos—. Soy Bill Weasley.

—Un gusto...

Sin embargo, otro pelirrojo entró corriendo al lugar.

—Un placer conocerte Harry —Dijo el otro, al parecer, el mayor—. Soy Charlie, te ví en la primera prueba y... Déjame decirte que fue genial.

—Gracias... —Dije con un poco de vergüenza—.

—¿Por qué venías corriendo? —preguntó la señora Weasley—.

—Oh, eso —Miró a la puerta—. Allí vienen.

De aquella puerta entraron dos perros.

¡Espera! Un perro y un lobo...
Ay no...

—No dejaban de seguirme —Dijo Charlie—.

—No puedo creer que críes y domes dragones... Pero te asustan dos perros —Se burló Bill—.

Ambos perros corren a mi lado, ladran y saltan de felicidad al verme.

—¿Sabes de quiénes son?

Sé quiénes son.

—Son de... De Hogdsmade... Sí eso —Dije nerviosamente—. Me conocen porque... siempre les llevo de comer junto a los chicos.

Y lo que decía era cierto... En una parte.

Ambos extienden su patas para que se las tome.
Primero abrazo a la loba.
Y de último al perro, a quién le rasco la panza.

Ay Sirius y Lisseth... En qué problemas me van a meter.

—Extrañaba este lugar —Opinó Bill mirando a su alrededor—.

—Yo también —Completó el otro hermano—.

—Tengo una idea, ¿Por qué no mejor recorremos todo el castillo? —Propuse—.

—Aliviar tu tensión... Me gusta la idea.

—Y de paso aprovecho para enterarme de los viejos chismes con los cuadros —De sonrojó la señora Weasley—. No había cosa de la cual no me enteraba.

Todos salimos del lugar dispuestos a ir al jardín, pero en el recorrido pude notar que Fleur no nos quitaba el ojo de encima.
¿Por qué?

Recordé que, si mis padrinos volvían a la sala común, los cuadros los reconocerían, así que tomé la escusa de que tenía hambre y los llevé al gran comedor.

Sin duda había sido la mejor tarde y noche de mi vida.

____________________







La banda de Hogwarts entonaba una melodía muy pegadiza.

La banca de la academia Beauxbatons estallaba en cantos, mientras que la del colegio Durmstrang reventaba en gritos de gloria.

Todos apoyaban a su favorito, y sentí un gran alivio al ver que sí recibía apoyo. Aunque al inicio todos me "odiaban", se "dieron cuenta" de que nada era un juego.

El director y el ministro de magia explicaron las reglas de la última prueba.
El primero en encontrar el cáliz es el ganador.

Se escuchaba fácil, pero lo complicado estaba en la prueba.

Cada quién se despide de sus acompañantes, en mi caso, la señora Weasley me abraza, mientras los dos hermanos mayores me dan unos últimos consejos.

Siberia y Canuto seguían en su forma animaga, y de igual forma veía en sus ojos cierta preocupación, pero lo disimulaban muy bien con sus saltos de alegría.

A mi otro lado, el señor Amos abrazaba a su hijo, y le decía a su barra que él saldría victorioso.
La felicidad de su padre era enorme.
Y ni hablar de su madre, ella lloraba de alegría al ver a su hijo convertirse en uno de los mejores.

—Bien —Habló el director—. Cuando el cañón estalle...

Sin embargo, Flich ya había estallado el objeto, dando inicio al juego final.

El profesor Moddy me hace una señal a escondidas, indicándome que debía ir por la derecha.

Hago caso, y mientras camino, los pasillos se cierran.
Debíamos ser rápidos, y muy ágiles a la hora del combate.

Me topé con Cédric dos veces, una mientras escapaba de un "Escreguto de cola explosiva"  y una esfinge.

Lo raro fue el grito de una chica.
Debía ser Fleur.
Pero no podía ir por ella, de eso se trataba, era una competencia.

Vuelvo al mismo lugar, parecía que todo era un círculo, pero una voz hace que tome mi varita.

Se trataba de una esfinge, la recordaba de un libro que justamente Hermione leyó hace unos días para su tarea.

—Si logras acertar el acertijo, te dejaré pasar.
Si no, te atacaré.
Y si lo dudas, podrás irte por otro camino.

Trago en seco.
Yo soy muy malo en esto.
Es más, Hermione es quién siempre resuelve este tipo de cosas.

El aire me pesa, pero quizás pueda intentarlo.

—Dime el acertijo.

La figura tenía el cuerpo de un león, pero el rostro de una mujer.

"Si te lo hiciera, te desgarraría con mis zarpas, pero eso sólo ocurrirá si no lo captas.
Y no es fácil la respuesta de esta adivinanza, porque está lejana, en tierras de bonanza, donde empieza la región de las montañas de arena y acaba la de los toros, la sangre, el mar y la verbena. Y ahora contesta, tú, que has venido a jugar: ¿a qué animal no te gustaría besar?"

Esto era demasiada información para procesar.

En tierras de bonanza...
¿Región de montañas de arena?
¿A qué animal no querría besar?

Hermione... Ojalá estuvieras aquí.

Camino en círculos tratando de captar la información.

—La respuesta está dónde empieza la región de las montañas y acaba la de los toros, la sangre, el mar y la verbena... Eso puede ser España, y la región de las montañas de arena puede ser Marruecos, el Magreb, Arabia —Digo analizando el enigma—, donde acaba España y comienza Marruecos podría ser el estrecho de Gibraltar... Pero no puedo ir tan lejos. Claro que Marruecos y Magreb empiezan con "Ma".
Arabia lo hace con "Ara" y España acaba con "ña".
Y si me lo hace, si es... mala, no, si me araña... ¿Qué animal no me gustaría besar?...

—¡La araña! —Grité casi seguro de mí respuesta—.

La enfinge sonrío y abrió el camino, así que aproveché la oportunidad y corrí.
Presentía que la copa estaba cerca, pero un bulto pasó por mi lado.
Era Cédric.

Mientras que al final del pasillo aparece otro bulto... Víctor Krum.

Cédric esquivó justo a tiempo el ataque del otro y apuntó, haciendo que se aturda.
Víctor Krum estaba siendo controlado... Lo podía ver en sus ojos.

—¿Estás bien? —Pregunté—.

—Acabo... De ver a Fleur...

Miré donde señalaba, y efectivamente, la francesa estaba desmayada.
Con mi varita aparezco una chispa roja, con el fin de que vengan a buscarla.

_Primero el escreguto de cola explosiva de Hagrid... —Se quejó—. Luego una acromántula... Luego un participante... No puedo con tanto.

—Ni que lo digas.

De pronto el laberinto vuelve a moverse, obligando a movernos.

A lo lejos vemos... La copa.

Ambos nos miramos, y cada quien empezó a correr en una persecución.

De pronto Cédric era presa de unas lianas.
A pesar de su cuerpo, no aguantó el ataque.

—¡Harry!.... Ayúdame...

La copa estaba cerca.
Tal vez... Sí la tomo...

¡Pero qué tonterías pienso!

Evanesco —Apunté con mi varita, y las ramas dejaron su cuerpo—.

Cédric trataba de recuperar la respiración, mientras lo ayudaba a levantar.

Pero de nuevo el laberinto cobró vida.

—Es ahora o nunca.

Ambos corremos llegando a la copa.

—Tómala tú.

—¿Qué? —Pregunté incrédulo—.

—La mereces, me salvaste varias veces...

—Entonces ... La tocaremos juntos.

—No creo que...

—Ya no quiero la gloria Cédric, pero la comparto... No estaría nada mal.

El chico asiente y ambos levantamos la copa, pero ésta da vuelta y nos lleva a otro lugar.

Había estado en este lugar... Lo presentía.

—¡Genial...! La copa era un traslador —Dijo mi compañero con entusiasmo—.

Había lápidas, y un cartel que decía "Cementerio Little Hangleton"

Esto no me gusta.

Una lápida llama mi atención...
" Tom Riddle"

—Cédric... Hay que irnos ¡Ahora!

—Espera que...

Un chillido nos pone el alerta, y un cuerpo pequeño y regordete sale del lugar.
Peter Pettigrew.

—¿Quién eres? —Preguntó Cédric sin dejar de apuntarle con su varita—.

Pero otra voz toma el lugar, que provenía de los brazos del traidor, pero hizo que me diera escalofríos.

Mata al otro...

Cédric intentó apuntarle, pero Pettigrew había sido más ágil.

Avada Kedavra.

La Maldición dió de lleno en el pecho de mi compañero, haciendo que éste perdiera la vida.
Su cuerpo yacía en el suelo, mientras sus ojos seguían abiertos por el susto.
Sus brazos y piernas estaban extendidas...

Mi cicatriz ardió como nunca antes lo había hecho

Intenté correr hacia él, pero Colagusano me había elevado y tomado en una tumba.

Date prisa Colagusano...

—Sí, amo...

El otro mago hace aparecer un caldero enorme, del cuál había una especie de liquido, e introduce el bulto que cargaba en sus brazos.

Qué se ahogue —Pensé mientras seguía mi dolor y veía mi varita a escasos metros—.

Colagusano habló, su voz le salió temblorosa y parecía aterrorizado.
Levantó su varita, cerró los ojos y habló a la noche.

—¡Hueso del padre, otorgado sin saberlo, renovarás a tu hijo!

La superficie del lugar se quebró, y de allí salió un hueso, el cual cayó en el caldero.

Chispas azules se formaron en él.

De pronto, la voz del otro mago cambió a un chillido, y de su cuerpo sacó una daga brillante.

—¡Carne... Del vasallo... Voluntariamente ofrecida... Revivirás a tu señor!

Extendió su mano derecha, justamente la mano que le faltaba un dedo. Agarró la daga muy fuerte y...

Sabía lo que pasaría a continuación, así que cerré los ojos.
Un leve quejido sonó, y algo pesado cayó en el caldero...
Era su mano.

Por nada del mundo quería ver esto, pero me espanté al sentir su voz justo al frente mío.

Tuve que verlo... Al causante de todo... Tal vez sí merecía perder la mano.

—San... Sangre del enemigo... Tomadas por la fuerza... Resucitarás al que odias.

No podía moverme, así que él aprovechó eso, y con la misma daga removió mi piel , justamente en mi brazo derecho, y sentí mi sangre correr por él.

Ubicó un hilo de mi sangre a la poción, y éste estalló en colores.

Qué se haya ahogado...

De pronto las chispas cesaron.
Una enorme cortina de humo apareció, y de ella... Un cuerpo blanco.

Qué se haya muerto...

Un hombre alto y delgado salió de la cortina de humo.

—Mi capa —Dijo firmemente—.

Colagusano tiende una capa al hombre, quién al darse la vuelta me deja paralizado.

Lord Voldemort había vuelto.



~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~





N/A:

AHHHHHH

Lo peor está por pasar corazones...
Y ustedes lo saben...

Recuerden que lxs amo ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top