𝑳𝒂 𝒃𝒆𝒍𝒍𝒆𝒛𝒂 𝒅𝒆...

Advertencias: Violencia típica canónica del manga, spoiler del manga.

Puede estar seguro de una cosa: una intuición afortunada nunca es tan sólo cuestión de suerte. Siempre hay algo de talento en ello.
-Jane Austen.

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—¿Amigos?— la azabache frunció el ceño claramente desconcertada—. Bueno, no tengo problemas en contarte sobre ese tipo. Se presentó cómo Nikolai Gogol, y su habilidad conecta su capa a un agujero dimensional.

—¿Sólo se han visto una vez?, eres demasiado meticulosa— sonrió casi extasiado—. Él es un peón en todo el juego de Fyodor, pero al mismo tiempo es independiente.

—No importa, mientras no sea hostil, supongo que podemos contenerlo. Lo que me preocupa es saber ¿Cuándo notaste que podrían seguirte?— Jane tenía esa expresión estoica—, No hay forma de escapar si te tiene en la mira el grupo militar más temible.

—Lo sé, por eso tendré que dejarme atrapar, de todas formas lo harán, y es ahí donde tú te conviertes en mi paloma mensajera— señaló con ambas manos el cuerpo femenino.

—No me llames así, ten en cuenta que dependes de mí ahora mismo— su voz fue casi un gruñido, pero rápidamente cambió al ver la cara del más alto—. Supongo que debo mantener mi promesa.

—Cuéntame todo lo que sepas de los perros de caza, tal vez hallemos algo interesante— exclamó con esa cara tan extraña que Austen conocía bien—. Veamos esto cómo una fiesta, y creo que tú bailarás con el diablo.

—Digamos que Mori-san es de hecho un gran instructor— devolvió esa sonrisa cómplice—. ¿Tentar al diablo?, bueno, sinceramente lo prefiero en mi equipo.

Los niños volvían a sí mismos, ambos eran tan diligentes, ni ellos se salvaban de sus pecados. Dazai Osamu, un demonio prodigio, y Jane Austen, algo inhumano que tomaba la forma de una mujer, quizá lo era, la mujer del pecado cubierta de joyas hermosas.

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La azabache despertó aún con Chuuya aprisionando sus caderas. Se estiró para dejar un besito en su mejilla haciendo que arrugase el ceño, sonrió despegando su cuerpo con cuidado buscando una camisa por la habitación. Logró descansar más de cinco horas seguidas gracias a los abrazos que le daba, aunque su cadera tenía lunares en tonalidades rojas. Camino en busca de una fuente de energía, prendió la cafetera antes de que el sonido de un bostezo la tomara por sorpresa.

Los pasos se acercaron a ella, volteo encontrando a Nakahara sin camisa usando alguna prenda inferior que dejó tiempo atrás—. Buenos días.

La noche anterior apenas pudo hacer que durmiera en su cama después del “incidente”, pues quiso irse y enterrarse en algún lugar lejos de ella. Sintió mucha culpa y aún más cuando Jane se mostró comprensiva.

—Aun es muy temprano, falta media hora para las cinco— vociferó la de ojos verdes—. ¿No es tu día libre?.

—Si, pero no importa— un rubor se apoderó de su rostro levemente—. Ayer, no quise hacerte sentir…

—No te preocupes, es algo normal, en lo personal no fue desagradable— buscó dos tazas para servir la bebida caliente.

—No trataba de incomodarte, lo siento— desvió la mirada hasta el suelo totalmente avergonzado al tener el recuerdo de esa expresión dada por Austen.

Jane carraspeó su garganta intentando cubrir una risa—. Hay cosas más vergonzosas que tener una erección.

—¡No lo digas!…y no creo que puedas nombrar una.

—De momento no, pero creeme que si debe haber— estiró la taza en su dirección—. Tal vez no se note cuando me emociono, pero lo hago.

—Bastarda desvergonzada...

—Vamos, no es un secreto que los adultos tiene sexo— no presto atención a la mano del pelinaranja temblando en la mesa—. Si bien existe el pudor, no debes tenerlo conmigo, hemos madurado bastante desde que nos conocimos.

—Eres un tanto intimidante— pego la taza a sus labios para evitar un “me gusta”.

—Impúdica, así se refería Dazai para no decir atrevida, o algún insulto— bebió el líquido con sumo cuidado.

—¿Está en prisión?— sus palabras fueron como ladrillos pesados en la espalda de la menor—, Tú sabes porqué se dejó atrapar.

—No dio muchos detalles, pero tiene un plan para salvar a su agencia— murmuró apenada por revelar aquello, de todas formas Chuuya no era tonto.

—Eso te incluye, ¿Verdad?— su mano formó un puño donde podía distinguir frustración—. Si sale vivo, yo lo mato.

—No, en realidad no haré ningún movimiento— se sincero con el de ojos azules—. No conozco a la agencia, que vivan, o mueran me da exactamente igual. Sin Dazai en el país no es lógico involucrarme en eso.

—Me tranquiliza…

—Pero, si la decadencia está atacando Yokohama el propio jefe nos enviará a la guerra, en dado caso estaré preparada— hizo una pausa al ver la rabia en los ojos azules—. Tengo un conocido que bien podría ser una carta sorpresa.

—¿De quién hablas?— arqueo las cejas curioso—. ¿Trabajas con alguien cercano a la decadencia?.

—No, creo que apenas le agrado, si logro hacer que me haga algo arriesgado en mi lugar, podemos decir que es mi socio— bebió un gran sorbo antes de suspirar—. No mates a Tachihara, creo que también es una buena oportunidad, odio admitirlo pero el jefe tiene razón.

—Siempre tan diligente— el mayor sonrió de lado, desde años atrás observo ese método en Jane, y lejos de asustarle, solo podía admirarla—. De acuerdo, tu amiguito no morirá por mi culpa, así que no te preocupes por tu Tachi-chan

Está de más decir que aquel comentario estuvo repleto de veneno que Jane ignoró terminando de beber su café para desplazarse a limpiar la taza—. Gracias, realmente me preocupa su salud mental. Es un buen chico metido en lugares curiosos para un criminal.

—Es un soldado— sus celos eran evidentes, en realidad no había un trato distinto al que le dio a Ryunosuke meses antes, pero no era capaz de verlo.

—Se engaña a sí mismo. Acepto esta misión solo porque vivía en la sombra de su hermano “son mejores que , pero no puedes evitar admirarlos, es abrumador no ser tan buenos cómo ellos”, está desesperado por definir su vida— acomodo la taza en el escurridor para  después secarse las manos—. Las personas son fáciles de juzgar, los hombres lo son aún más.

—Yo también soy uno.

—Claro, lo compruebo muchas veces— volteo encontrando una mueca de disgusto—. No lo tomes personal, no trato de insultar a todo tu sexo, Tachihara es un libro abierto, uno simple para niños.

Chuuya esbozó un quejido—. De momento no lo he visto, pero si te agrada tanto para preocuparte…

—Su traición puede ser significativa para lo que realmente importa— exclamó apuntando su entrecejo con el dedo índice—. .

Su garganta se cerró, no era capaz de halagar como Jane, daba igual si una maldición salía de su linda boca, para Nakahara era el mismo cielo—. No eres consciente de lo que haces en mi cerebro.

—No creo que sea un gran problema— camino para dejar un beso en la nariz de Chuuya—. Voy a bañarme, deberías irte después de desayunar.

—De acuerdo, yo…— exclamó sorprendido por la polaridad de Jane, nunca la vio como un símbolo sexual, pero claro que resultaba despertar su libido con pequeñas acciones. Era etérea, embriagante y aun así era tan extraña, su mente no dejaba de dar vueltas meticulosamente por las pequeñas piezas que nadie notaba.

—Si haces un trato, que no sea nada muy llamativo, y cancela la reunión con los tailandeses en dos días, Mori-san considera prudente mantenernos con un perfil bajo mientras los perros sigan aquí— bajo su mirada al bulto formado en la pijama de Chuuya—. Nakahara, tienes…un asunto pendiente contigo mismo, otra vez.

—¡Aléjate de mí!— exigió queriendo morir ahí mismo—. ¡Todo es tu maldita culpa!, ¡Usas ropa demasiado transparente!.

Encuentro la belleza en los detalles, es placentero— regreso a su dormitorio dejando un jadeo en los labios de Chuuya.

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—Hola payaso— la de ojos verdes no vestía sus trajes, al contrario decidió usar una falda blanca y camisa negra con un abrigo bastante grande. Cargaba un maletín plateado.

—¡Qué alegría!— sonrió ignorando el hecho de estar en un callejón—. ¿Vienes a platicar conmigo?.

—Algo así— se plantó frente a él—. ¿Cómo estás, payaso?.

—Terriblemente aburrido, pero aprendí un juego de palabras japonesas, ¿Sabías que preguntar si la luna es hermosa también es una forma de declararte?— se recargo en la pared, aun mirando a Jane—. Es una lastima que aun no podamos verla.

—Hay muchas formas para declarar tu amor— sacudió su falda analizando la vestimenta de su acompañante, no usaba su traje excéntrico, al contrario, lucía muy normal. Fue suerte encontrarlo.

—Tengo un francotirador— señaló el edificio continuo—, Si tratas de hacer algo extraño, le disparara a un niño al azar en la calle. No quisiera cometer errores, y básicamente no puedo lastimarte

—¿Mi habilidad es un problema?— se quejó desabrochando su abrigo, usaba un montón de cables pegados a un chaleco junto a explosivos—. No me importa acabar con tu vida, yo no moriré, pero tú actualmente estás en desventaja.

—¡Eres tan retorcida!, ¡Creo que me gustas más cuando finges ser linda!— habló totalmente fascinado—. No quiero hacerte daño, no de esa forma.

—Yo nunca he tratado de ser amable contigo, estoy aquí para llegar a un acuerdo— mostró su maletín sutilmente—. Antes quisiera oír algo de la decadencia, vamos, no te delataré.

—Responderé algunas dudas ¡Será como un juego!— aplaudió entusiasmado—. Yo te haré preguntas, y así obtendremos información.

—Eso sería encantador— apretó el maletín aún más, y sostuvo su postura ignorando al imponente hombre.

—¿Por qué no te agrado?— cruzó los brazos inconforme.

—Quieres matarme— al ver una cara estoica volvió a formular una respuesta—. No empezamos bien, y soy mala haciendo amigos.

—Ciertamente— sonrió con suficiencia—. Es vigorizante escucharte, estoy tratando de buscarte un defecto, por ahora voy en desventaja.

—Encontrarás muchos, puedes odiarme con facilidad— miro el fondo del callejón perdida en sus propios pensamientos—. ¿La decadencia actuó en conjunto a una figura del gobierno?.

—Puede ser. Sigo yo— su tono se volvió aún más burlón—, ¿Cuales son mis oportunidades para robar tu corazón figurativamente?.

Casi cero— aclaró su garganta—. ¿Dónde está el pedazo de la novela?, Es obvio que lograron ponerle la trampa a los detectives por medio de algo inexistente, pero de tenerla, el mundo habría colapsado.

—No lo sé, podría estar en cualquier lado, porque existe pero al mismo tiempo no— llevó ambas manos a su cuello—. Casi cero, no es cero, ¡¿Te gusto, pequeño canario?!.

—No— suspiró buscando más paciencia—. ¿Qué harían si tuvieran la novela?.

—Liberar a las personas de esta terrible vida— se puso derecho para caminar hasta Jane—. ¿Cuál es tu postura en todo esto?, me interesa todo lo que habita en tu mente.

—Ninguna, hago lo que es más lógico para mi bienestar. La decadencia sería una posibilidad si tuviera que considerarlo— no se molestó en retroceder, dejó su maletín tirado a un lado—. Tengo otra, ¿Te unirías a mí?.

La mafia luce divertida, pero no es lo que busco…

—No dije eso— sostuvo ambas manos entre las suyas—. Me refiero a unirte a mí, solo a mí persona.

El sonrojo en la cara del payaso casi la convence de su mentira—. ¿Cómo ser tuyo?, ¿Ser tu hombre y tú mi mujer?.

—No, solo cómo recurso, piénsalo pues no es distinto a tu estado actual. Eres bueno para ser utilizado— dijo esperando una respuesta igual de agresiva.

Por eso nos parecemos— soltó una de sus extremidades para sostener la barbilla de Jane, y así acercó más sus labios—. Noto una extraña tensión entre nosotros, ¿Somos similares?, ¿o solo te gusto tanto que pareces odiarme?.

—Somos parecidos, monstruos, pero con distintos objetivos— retrocedió apenas unos centímetros—. No te odio, así que dime ¿Qué fue mentira?.

Una carcajada casi inhumana salió de los labios de Gogol—. ¡Te amo!, ¡Debes ser la primera persona en regresarme esa pregunta!.

—Eres probablemente la persona más problemática que he conocido— apretó su mano que aún retenía con firmeza.

—Casi todo lo que dije, pero realmente quiero ver que tienes en ese bonito cráneo— se lamió los labios solo de imaginarlo—. ¿Cuántas personas han tratado de entrar en tu vida?.

—Las suficientes para perder la cuenta— sus ojos eran como dos esmeraldas sin brillo—, Ninguno ha sido tan insistente como tú.

—¡Me encanta destacar en algo!— su respuesta sorprendió un poco a Jane—. Investigue todo de ti, hasta tu tipo de sangre, pero aún no logro comprender ¿Por qué quedarte en esa jaula?.

—Esa es la diferencia, no creo que mi vida sea una jaula— Canturreo por lo bajo—. El cariño que siento es la libertad misma, me ha mantenido hasta ahora y me trajo a ti, ¿No consideras que es encantador?.

—No puedo hacer bromas sobre ello, y es una pena porque me encanta reír— con su mano libre acarició la cabeza de la más baja—. No negaré que es una belleza compartir la vida cerca de tu existencia, te encanta meterte en las mentes de otras personas y hacerlos perder la razón. Me incluyo en la lista de aquellos que han tratado de ser reyes arruinados para complacer tus caprichos mas infantiles.

—Ellos son los que han tenido comportamientos infantiles por tratar de complacer el capricho de tenerme. ¿Solo necesitas mi cuerpo?, ¿Para qué lo quieres?— entrecerró los ojos brevemente para hacerle saber su desagrado.

—¡Jamás nada indecente!— soltó una risa nasal aún pasando sus dedos por las hebras negras—, Solo tu sangre, tu corazón y lo lindas que deben ser tus entrañas, de hecho, tú eres el fuego de las mías. Te da curiosidad, la razón de mi obsesión…es fácil, no creo que seas capaz de amar porque no tienes corazón, así que es fascinante la manera que engañas a todos y a ti misma…quiero ver si eres tan audaz para hacerlo conmigo ¡auch!.

La más baja quebró sus huesos doblando su dedo índice, lo soltó volviendo a levantar su maletín—. ¿Esas son palabras de un caballero?.

—No tuve cuidado con mi discurso— jadeó tratando de ponerlos en su lugar—. Me disculpo por mi falta de tacto, pero cerca de ti, mi pequeño canario, no tengo un ápice de autocontrol.

—¿Lo tienes en algún momento?— negó nuevamente—. Me han dicho que solo amo lo mucho que me aman, pero detesto que siquiera lo digas. Solo me gusta el amor de los que amo.

—Amor, la única cosa que lastima así— sonrió adolorido haciendo que sus mejores facciones saltarán a la luz—. Quiero experimentar eso, he prestado atención a lo glorioso que se convierte para tí, quiero sentirlo en toda la extensión de su concepto.

—Por eso no me has secuestrado, ¿Tienes miedo de que pueda odiarte?— cuestionó la azabache.

—Odiar es una forma de amar. No quiero hacerte ese tipo de daño, pero si te gusta puedo intentarlo— su boca formó una mueca tan lasciva que puso nerviosa a la menor.

—Odiar es solo eso, no hay ni una pizca de amor— con su mano libre sostuvo el cuello de su traje para acercarlo a su rostro—. Solo hay una persona capaz de obtener todo de mí, lamento no poder hacer que seas él, porque me pareces divertido y tu forma de hablar es hermosa, casi me haces creerte.

La expresión de Gogol era tranquila, pero por debajo de la máscara se filtró una emoción de la cual no era consciente—. Tengo mucha envidia, ¿Soy alguien celoso?, nunca pensé llegar a serlo.

—Hablemos de lo realmente importante. Dijiste que planeabas cómo matar a Fyodor…

—¡No de forma literal, pequeño canario!— apartó su mano por la incomodidad de sus palabras.

—Esto fue algo en lo que pensé ayer, y tarde mucho consiguiendo las cosas. Verás, hay un sapo con toxinas tan letales que nadie expuesto por primera vez puede sobrevivir— estiró el maletín que cargaba—. Una prueba será suficiente para matarlo filosóficamente.

Abrió el contenedor notando cuatro dosis de un líquido de procedencia dudosa—. ¿Me das más porque piensas que las probaré antes?.

—No eres un tonto, sé que no confías en mi— respondió con simpleza para arrinconarlo contra la pared, metiendo su rodilla entre sus piernas—. La probabilidad de amarte es casi cero, pero nunca cero.

—¿Crees que traicionaré a mi único amigo por ti?— entendía el juego de Jane, pero era tan divertido que podía jugar—. Lamentablemente eres tan hermosa para tentarme, pero una amistad es invaluable.

—Solo te estoy ayudando, respondiste mis preguntas y al no querer formar una alianza conmigo este es el único medio para cooperar contigo. Solo te ayudo porque puedes servirme— alejó su cuerpo del más alto con notable vergüenza—. Si esto te sale bien, probablemente pierda mucho, pero si te sale mal puedes volver conmigo y te daré trabajo.

—¿Por qué harías eso?— parpadeó un par de veces pues minutos antes lo insultó de todas las formas posibles—. Es contradictorio, e ilógico.

Porque eres agradable…no significa que te quiera o seas mi amigo, solo eres un hombre muy agradable— sonrió de lado al ver una chispa de emoción en el payaso—. Lamento mi torpe intento por seducirte, no quise insultar tu inteligencia pero en mi posición las opciones son reducidas.

—¿Soy agradable?— jadeó nuevamente—. Soy un monstruo, o alguien completamente estable que mata por vanos ideales, ya sabes todo eso, ¿Aún piensas eso?.

—Soy un ser humano que puede tener sentimientos, ponerle nombre a lo que haces es casi como justificar lo que yo lo que hago, en términos sencillos somos iguales. No poseo el derecho a juzgarte, y dudo que alguien lo tenga, tus motivos son casi tan egoístas como los míos— su mirada se perdió en su único ojo visible—. Se quien eres y di lo que sientes, porque aquellos a quienes les importa no importan y los que sí importan no les importa.

—¿Por qué matas?— su garganta estaba seca y podía escuchar sus propios latidos.

Todas las vidas son importantes en esencia. Todos merecen vivir, pero si pones en una balanza a alguien que quiero y del otro lado a un completo desconocido, en automático tiene más peso la de aquel que tiene mi afecto— reprimió una risa al ver el semblante del contrario—. Muchas personas piensan así, tengo culpa, miedo de mi misma y a veces me odio, pero el carácter humano es tan poco consistente que mis pecados dejan de pesar al ver la felicidad de aquellos que quiero proteger. Todo lo que hago es por amor.

El albino suspiró en busca de alinear su mente, esa mujer era lo suficientemente hermosa para ser letal, pero lo menos temible era eso. Sus pensamientos eran tan propios, ella era sensible y aun así podía acabar con mil vidas si resultaba necesario.

Nikolai la juzgo como una niña caprichosa que finge entender al mundo. En realidad le parecían tan desagradables las personas, despreciaba al mundo mismo, pero eso no era motivo suficiente para lastimar a personas aleatorias. Ella lo entendía en menor medida que él mismo, no lo juzgaba ni buscaba hacerle saber de sus errores, ella era inerte ante sus actos, Jane Austen era tan extraña y persuasiva.

—Tus brazos deben ser cálidos— soltó sin pensar mucho sus palabras—. Entonces ¿veneno letal?.

—Uno mortal que pude concentrar para tener tiempo y hacer tu prueba— la de ojos esmeralda era consciente de la única forma para hacer participar al demonio, pero ya lo tenía contemplado.

—Te agradezco el gesto, pequeño…

—Sabes mi nombre— la más baja avanzó sin esperar otra respuesta.

Jane, eres Jane Austen— quitó la máscara para dejar ver su ojo totalmente sano—. Volveré para liberarte.

Yo también quiero matarte, Nikolai Gogol— sonrió saliendo del callejón a punto de temblar pues ese sujeto le daba tan poca confianza, pero al fin logró hacerlo dudar de si mismo.

Ese hombre era la encarnación de la locura, pero hablar con sinceridad era su mejor arma. Jane no negaría que realmente resultaba agradable, y eso le generaba un conflicto enorme.

Ninguno de los dos planeaba acabar con la vida del otro, la bomba en Jane era falsa, y el francotirador de Gogol no existía. Su primera pieza juntos salió mejor de lo esperado, ahora con la cabeza despejada podría seguir conectando piezas, por petición de Dazai decía buscar a cada compañero, sus palabras fueron: “Tenemos a Ranpo-kun de nuestro lado, eso por sí solo es fantástico, pero siendo presa de los ángeles debo pedir tu ayuda para darle una mano si es necesario”.

Bueno, ahora mismo no tenía señales de vida por parte del detective. Investigar por su cuenta era lo más prudente, además, le resultaba divertido todo eso de las maquinaciones, recordaba a cuando jugaba los acertijos de Dazai. Nadie podía vencer a su hermano.

~•~
-Cronicas de una fuga-

—Ingreso exitoso— habló la niña que cayó del techo directamente en la celda de Mushitarou.

—¿Qué?— el hombre tembló ante tal intención, su visión de la vida resultó poco fiable.

—Soy Atsushi Nakajima, de la agencia de detectives y vine a salvarlo— habló el tigre—. La agencia de detectives fue falsamente acusada por la decadencia de los ángeles, lo atraparon advirtiendo la trampa enemiga. Rastreamos este lugar gracias al “ojo de dios”. Mushitarou, huyamos juntos.

—Me niego— se dió la vuelta para seguir su escritura—. Ya se anticiparon a la llegada de los detectives, no los necesito.

—¿No quiere salir al exterior?— el muchacho ya no tenía más opciones que obligarlo.

—Manuscrito, Ranpo-san dijo que no podías negarte a eso— murmuro Kyoka.

—Ustedes se están convirtiendo en criminales.

—Puede ser, pero por salvar a la agencia, seré lo que sea.

Los tres abandonaron esa celda, aunque claro que hubo resistencia por parte del mayor, quien inventó excusas como dolor abdominal para no ejecutar el plan.

Ango, el hombre que traicionó a dos organizaciones criminales entró al banco, los vellos del pelinegro se erizaron, hasta donde él sabía, ese funcionario de gobierno era parte fundamental de la decadencia. Lograron pasar frente a las cámaras gracias a la habilidad “crimen perfecto”. Lamentablemente pocas cosas son realmente como uno quiere, estaban atrapados en un pasillo sin salida.

Yasha fue el chivo expiatorio perfecto para salir frente a las narices de una docena de soldados y el agente doble. Sin duda cada que Mushitarou estuviera en una habitación cerrada, encontraría a Yokomizo.

—Ustedes creen que es fácil escapar de mí— la voz de Ango hizo eco, después el sonido de dos disparos se hizo presente. El cuerpo de ambos detectives se adormeció por los dardos tranquilizantes.

—¡La agencia es inocente!— grito el joven—. ¡Usted debería saberlo!.

—Supongo, esa es mi habilidad— recargo la pistola en su hombro—. La broma de los detectives no es tan graciosa al final.

Apuntó al rostro de Atsushi, pero no disparó, solo los empujo para distraer a su equipo táctico. Los militares siguieron sus órdenes sin rechistar, sin el jefe Taneda él era el siguiente al mando.

—Con esto, Dostoyevski pensara que tenemos una confrontación— sonrió y les aviso cuando podían subir.

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—Dazai-kun y yo estamos conectados desde el inicio. Soy el intermediario con él desde la prisión— manejaba con los tres criminales en su auto.

—¿Cómo se comunica?— el de ojos curiosos no entendía nada.

—Todos los prisioneros tienen un sensor de signos vitales, Dazai-kun digitalizó un mensaje y lo grabó con su ritmo cardiaco. Lo busque y desecripte— hasta el mismo Ango lucía agobiado por esa clase de habilidad.

—¿Cómo puede controlar su ritmo cardiaco?.

—Es uno de los tantos trucos de Dazai-kun…

Así aparecieron frente a Lucy Montgomery, solo bastó que viera al tigre para querer golpearlo, como siempre. La respuesta a la pregunta ¿Por que Lucy estaba con un funcionario público?, busco demostrar la inocencia de Atsushi, por consiguiente, la de la agencia.

Discutieron un poco sobre la verdadera lealtad de Ango, el plan “Aniquilación del estado”, y el cómo la decadencia tenía una restricción sin precedentes. La página guardaba lógica narrativa, es decir, solo se escriben cosas importantes sin dar pie a las trivialidades.

La cuarta etapa sería escrita, pues aún se vivían los estragos de la segunda etapa.

—Ellos escribirán la próxima luna llena, entonces ya no habrá reparo alguno…

—Mierda, esa información no me tranquiliza— murmuró el de gafas—. Yo acompañaré al señor Mushitarou, le informare a Dazai-kun lo sucedido.

Los mayores salieron del cuarto de Annie, dejando a los detectives con un semblante poco tranquilo.

—Oye, entiendo que estés deprimido— habló la pelirroja esperando escuchar un llanto, pero al contrario, el muchacho estalló en risas.

—¡Estoy muy feliz!— limpio unas lágrimas que brotaban de sus ojos—. La cuarta etapa será en diez días, eso significa que no usaran la página mientras tanto.

—Podemos robar la página y usarla— agregó la más pequeña—. Aún hay esperanza.


Fragmento perdido.

Los dos perros sabuesos entraron a la cafetería donde solían ir los detectives en sus ratos libres.

—Yo soy el mejor— exclamó Jōnō.

—¿Tú?— el de cabellos negros soltó una risita burlona.

—¿Son policías?— intervino el dueño del local.

—Si, buscamos a esta chica— el rubio mostró una fotografía de Lucy—. Gritó que la agencia era inocente, está coludida con terroristas, ¿Usted también?.

—Esta cafetería se sostiene por personas trabajadoras…mi esposa espera en casa y mi mayor preocupación es ella, no interferir en una investigación.

—Aprecio a quien hace un buen café, es algo simple pero no todos tienen esa habilidad— desvariaba a propósito, era su táctica para torturar—. Usted es un vil mentiroso, su esposa está escondida, puedo escuchar su pulso. La escondió porque no sabe mentir, y en eso puedo agregar que lo siguiente fue mentira.

—¿Solo por eso?.

—El olor del café, no soy un tonto, es obvio que estos granos están frescos, es porque en su habitación no pasa el tiempo y Montgomery guarda dichos granos ahí…¿Continuo?

—Yo…— empezó a sudar. Los policías daban más miedo que los terroristas.

—Ella tiene una licencia falsa, y la dejo ir porque solo ella puede salvar a la agencia. Bueno, eso es un problema, ¿no eres complice de terrorismo por esconder su paradero?.

Techō atravesó su pie con ayuda de su espada. Estaba molesto por su forma tan fría de lastimar al anciano—. Me disculpo en su nombre, le gusta desesperar a las personas.

—Yo no puedo…

—Si nos dice el paradero de esa niña, no será culpable de ningún pecado. Este mundo es uno donde se respeta la inocencia de una niña, es algo que debo proteger.

—Quiero que además salves a la agencia…

—Entonces no los mataré, y se les dará un juicio justo— se hinco frente al mayor poniendo su espada al frente—. Juro por mi espada, que haré realidad mi promesa, si no que esta misma me atraviese el estómago.

—Ella dijo que iría al casino, Heavenly casino.

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—Akutagawa, no hemos podido platicar, apenas se te ve en la sede.

—No quiero hablar contigo— respondió en un susurro.

—¿Te pidió algo?—Jane posó ambas manos en su cintura—. Sé que no es tan idiota para fiarse solo de mi.

—Dazai-san no me solicitó nada— respondió y después soltó una pequeña tos.

—No eres bueno mintiendo, pero sin importar lo que te haya pedido, llámame…

—¡¿Qué te hace pensar que necesito ayuda de una traidora?!— su garganta dolía levemente por la severidad de su tono.

—Lamento no darte una mejor explicación, pero de igual forma pensarías que soy una golfa traidora— suspiró cansada, su día fue tan difícil—. Hiciste bien en odiarme, y aún puedes tener ese sentimiento por mi, pero no puedes arriesgar la vida.

—¡Mi vida solo es responsabilidad mía!— planeaba insultarla pero vió aquella mirada sin una pizca de bondad.

Digamos que aún le hago el favor a Dazai, él me pidió que te cuidara porque eras muy tonto para estar por tu cuenta. Sigues siendo el mocoso que debo proteger hasta el punto de priorizar tu vida sobre la mía— una mueca de disgusto se pintó en Akutagawa—. Arriesgar la vida para ganar, y morir para ganar no es lo mismo.

—Es muy fácil decir eso y después dejarme. ¿Para qué volviste?— lejos de estar enojado parecía triste—. Te di un poco de mi confianza, y solo la hiciste añicos.

—No voy a discutir eso contigo, pero el abrazo que quise darte aún lo guardo— al volver tan incómoda su plática solo pudo caminar hasta la puerta—. Te recomiendo usar un disfraz más elaborado si visitas este casino fantasma…y tienes total libertad de usar muchos recursos bajo mi nombre.

—¿Por qué haces esto?— por un momento fue capaz de recordar sus atenciones, el cómo lo insultaba y pretendía hacerlo sentir como un niño para así no arriesgar su vida. Akutagawa entendió que para ella en cualquier momento su vida valía más que otras.

Las cosas que hacemos por amor…solo las hacemos sin esperar nada, así funciona el amor Aku-chan— sonrió tratando de ignorar ese semblante furioso—. Te daré tu abrazo cuando vuelvas y lo aceptes.

Calidez misma.

Notas:

Los días de luna llena son los peores, Jane nació en uno y es conciente de la mala suerte que dan.

Hice mención al veneno de los sapos en el capítulo "wan, especial", por si no recuerdan quien se intoxico con el.

Si tienen dudas o comentarios, déjenmelos y les explico, soy su perra.

Por cierto, hay muchas referencias a Jane Austen, diálogos dichos por ella y Gogol que me encantan de orgullo y prejuicio.

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