𝑭𝒓𝒂𝒈𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒑𝒆𝒓𝒅𝒊𝒅𝒐 (𝑬𝒙𝒕𝒓𝒂)
Advertencias: NSFW , sexo explícito.
Sentir verdadero amor es aceptar que la otra persona necesita aprender y sobrellevar sus propios demonios.
-Jane Austen.
~•~
La mujer de veintidós años tiene virtudes incontables, es considerada como una de los altos mandos más crueles. Mucha gente le teme y muy poca la aprecia. Esa misma mujer se encontraba cargando una colección de muñecas muy costosas, sola la ropa era el equivalente a seis salarios mínimos.
—¿Te sientes mejor? —abrió la puerta de metal—. Te traje cosas para que juegues...
—¡Odio los medicamentos! —el bicolor se arrastraba por el suelo vistiendo ropa de algodón gris.
—Lo sé, pero son necesarios —dejó la bolsa frente él con intenciones de calmarlo—. Ven aquí- estiró los brazos para tenerlo en su regazo—. Eres un buen niño y quiero que mejores hasta el punto en que puedas salir tú solo al mundo. ¿No te gustaría que juegues al aire libre? —el menor asintió frenéticamente—. Si hay un cambio gradual en tu salud mental, puedes hacerlo.
—Señorita, hubo un problema con la misión que le asignó a sus subordinados— informó el hombre de la puerta—. Ya vienen para acá. Al parecer, Akutagawa no se presentó a la misión.
La de ojos verdes apretó los dientes antes de salir y cerró detrás de ella. El de puntas blancas prácticamente le rogó por ejecutar esa tarea, porque necesitaba entrenar más sus habilidades.
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—¿Por qué Tachihara terminó con la garganta perforada? —apretó su cuerpo contra la pared haciendo que la mirara—. No te entiendo, fuiste como un maldito mocoso a suplicar por está misión, pero la abandonaste, Akutagawa.
El más alto contuvo una respuesta sarcástica—. Que sea débil...
Un golpe seco hizo eco por toda la habitación. Jane le dió una bofetada que lo dejó con el ego herido.
—Ojalá fuera eso, en realidad tu hermana era el objetivo de esas balas, pero Tachihara cubrió su cuerpo y ahora se encuentra combaleciente en una cirugía—explicó con más enojo del que hubiera querido—. ¿Valió la pena ir a verlo?.
—Yo no...
—Fuiste porque Osamu te lo pidió, abandonaste a tus compañeros y a tu propia hermana por un poco de aprobación— lo interrumpió—. Supongo que si te dijo lo mucho que apreciaba tu ayuda valió la pena. ¿Te dijo que hiciste un buen trabajo? ¿Te abrazó mientras alababa tus habilidades?.
El de gabardina apretó los labios.
—Entonces no valió la pena dejar a tu hermana morir junto a los demás— lo soltó con bastante pena—. Congelaré tu nómina y considerate serviente personal de lagarto negro...
—¡No puedes hacer eso!.
—Claro que sí, puedo y quiero hacerlo —su risa solo hizo sentir peor al contrario—. Cuando despierte Tachihara le pedirás una disculpa. Hasta entonces no quiero verte, Ryu-chan.
Siguió en sus labores hasta que el jefe solicitó su presencia. Al llegar a la oficina de Mori pasó siendo recibida por el hombre bebiendo un trago—. Buenas noches.
—Ya se me informó lo sucedido, debemos castigar al responsable —dijo el de ojos amatista—. ¿Lengua, o dedos?.
Austen mostró su mano—. Lo que prefiera el jefe.
—Ya sabes que no te creo, fue Akutagawa— sonrió acercándose a ella.
—Error de cálculos, me disculpo. La misión falló por mi negligencia— detuvo sus palabras cuando el hombre acarició su mano.
—También sabes que tengo un aprecio significativo por tí. Pero una lección que te servirá en el futuro es que es mil veces mejor ser temido que amado —Jane tenía una expresión complicada de explicar, odiaba los métodos de Mori, pero debía admitir que eran perfectos. Era lógica misma y casi nunca fallaba—. Recibí la noticia de que Yumeno está mejorando, felicidades, Jane— su mano terminó en el hombro de la más baja.
—Esas palabras deberían ser dirigidas para él...
—Lo estás liberando, eso también tiene su mérito- interrumpió Ōgai—. ¿Le diste un castigo suave a Akutagawa?.
—Ni siquiera puede ser considerado como uno, pero haré que tenga consecuencias por lo sucedido, así que no te molestes en reprenderlo— había salvado al de cabellos negros. Mori sabía que Jane estaba lejos de ser una líder cruel, pero si quería dejar a la mafia en buenas manos debía comenzar a serlo. La moldeó en vano pues al final ella resultó ser tan distinta a él.
Pero valía la pena dejarla sentir felicidad, era seguro que Jane revolucionaría la mafia y rogaba que fuera para bien. Después de todo, los deseos de un padre siempre serán el éxito de sus hijos.
—Muy bien, ya que no quieres que le ponga una mano encima, te romperé —sonrió antes de sostener la mano de la mujer—. Descuida, trataré con delicadeza a una bella flor.
—Hazlo, el punto de esto es que mis subordinados no tengan un castigo tan diligente— cerró los ojos y respuesta recibió un golpecito en la frente.
—Listo, pero no intentes salvarlos a todos, en algún momento se hundirán contigo— la soltó para hacerla girar— ¡Dame los informes de las armas contrabandeadas!.
Fragmento perdido.
La azabache salió del baño lista para dormir, se sentía particularmente miserable. Tachihara estaba mejor, y probablemente no tendría secuelas.
—¿Quieres hablar? Llevas rato haciendo esa cara— preguntó el pelinaranja sentado en la cama.
—No hice ningún gesto —era verdad.
—Solo lo sé y ya. ¿Fue por lo de Tachihara?— estiró su mano para que la menor se acercará a él y así mimarla un poco.
—Nada me salió bien— dijo con un puchero que lograba detener su llanto—. Akutagawa me hizo quedar como una incompetente...Y Tachihara estaba muriendo.
—¿Por qué no usó su habilidad? Pudo detener la bala—él ya sabía la respuesta.
—No quiere hacerlo, dice que solo la ocupará para sus compañeros porque sabe que le harán preguntas— sus manos cubrieron su cara—. Mori-san quiere más de lo que quiero darle.
—Hay cosas que no puedes controlar —sonrió antes de plantar un beso en su sien y apretar su cintura—. Pero si necesitas ayuda con el jefe, no sé, quizas pueda intervenir.
—No quiero ser igual a él, no quiero matar a Akutagawa solo porque me estorba...no quiero ser eso.
Chuuya asintió. Era lo que todos esperaban de ella—. Descuida, yo te voy a cuidar y cuando sea necesario te patearé el trasero para que sepas medirte —no la soltó en ningun momento.
—Solo necesito que lo digas...
—Es por tu bien, y no finjas que no eres un poco masoquista.
El telefono de la mujer sonó y con mucho esfuerzo hizo que Nakahara la dejará atender—. ¿Quién es?.
"Mi amada flor de loto...¿Podemos vernos mañana?".
—¿Por qué?.
"Necesito ayuda para investigar algo".
—No es el mejor momento...
"Tiene que ver con la organización que le atravesó la garganta a tu niño dorado".
La de ojos verdes apretó su puño-. Lo llamaste a proposito para que abandonará la misión y puedas tener mi ayuda.
"Que inteligente..."
—No tienes idea de lo mala persona que eres, pudiste llamar y ya —suspiró viendo a Chuuya negar levemente—. Lo haré solo porque nunca dices tus verdaderos planes y si me incluyen es porque estaremos en el mismo hoyo.
"Gracias, dile a la babosa que meta su fea cara en..."
Colgó antes de deslizarse a su antiguo lugar—. Dazai dijo hola.
—Su madre igual —dejó un beso en su hombro sintiendo su propio cuerpo temblar—. Sé que no puedo ayudarte, pero tampoco te dejaré atrás y tus decisiones no serán estropeadas por mí. Estás en casa.
—Tú eres mi hogar —la joven tomó la muñeca de Chuuya y dejó un suave beso en ella—. Te amo, y quiero que sepas que eres mi prioridad en todo sentido.
—¿Prioridad? —preguntó el hombre con increíble calma, antes estaba agitado por Jane, ahora podría dormir tranquilamente así durante días.
Austen sonrió—. Mi prioridad, no importa lo que suceda, yo siempre haré todo para cuidar de tí. Ha sido así desde que te volviste mi amigo —confesó con un tono lleno de amabilidad. En respuesta el contrario apretó sus muslos con delicadeza—. ¿Te gusta cuando digo eso?
—No lo sé —aclaró mientras sus manos subían por el abdomen de la menor, y a la vez dejaba besos por su nuca hasta llegar a la parte trasera de su oreja derecha—. Eres mía, totalmente para mí, claro que me gusta —la encontró dando la vuelta a medias pegando su espalda al pecho de Chuuya para corresponder las caricias.
La muchacha soltó una risa al mismo tiempo que se sentaba a horcajadas de Nakahara—. Aún no concibo la idea de que alguien así de hermoso exista.
Las palmas de Chuuya se desplazaron hasta su cadera donde la apretó un par de veces—. Tú eres demasiado para cualquier persona, en verdad creo que me fundirás mi cerebro —una de sus manos la atrapó por la nuca para acercarla y robarle un beso tan largo que la menor peleaba por aire, incluso comenzó a tratar de apartarlo cuando su lengua se deslizó dentro de su cavidad oral.
Jadeando con el rostro sonrojado, Jane pudo tomar un respiro—. Eres tan malo conmigo, sabes el efecto que tienes en mí —recargó su frente sobre el hombro de su amante, mientras este colaba sus dedos dentro de su blusa—. Chuuya, quiero estar arriba, me gusta verte desde arriba.
—Lo que quieras hacer está bien para mí —murmuró trazando un camino de besos en su cabeza, hasta que logró su objetivo, verla directamente a los ojos, esas lagunas verdes destellantes y hambrientas, a veces se olvidaba de que Jane era una bestia pecadora en el cuerpo de una delicada flor que le gustaba cuidar—. ¿De verdad no eres una fantasía o algo así?
—Ojalá lo fuera —la joven dirigió sus extremidades superiores hasta el resorte de la pijama de Chuuya para colocarlas al igual que lo hizo su amante con su espalda, aún las movía, dándole escalofríos—. ¿No te incomoda tocar mis marcas?
—Tonta —su respiración se volvió ruidosa a la par que Jane deslizaba sus dedos por debajo de su ropa interior—. Toda tú me gustas.
La muchacha besó su mejilla siguiendo con su labor, hasta que podía sentir los latidos de Chuuya en su miembro endurecido—. Estás todo rojo, ¿Sabías que uno de mis colores favoritos es el rojo?
—Estás muy parlanchina, tengo curiosidad pero prefiero preguntarte después —se acercó a ella para morder su barbilla, eventualmente subió a sus labios lamiendolos. El erotismo era tal que la mujer podía sentir su rostro arder. Nakahara se dejó caer sobre el colchón observando la figura femenina sobre su abdomen.
Jane bajó por completo el pantalón de Nakahara, aunque tuvo que ponerse de pie un momento para hacer lo mismo con ella, y arrojar su blusa al costado de la cama—. Te ves tan lujurioso desde arriba.
Chuuya estaba totalmente embelesado por su bonita novia, era casi un ángel ante sus ojos. Los cabellos negros azulados enmarcando su pálida piel, las mejillas manchadas de rojo por la vergüenza, sus ojos brillantes y perdidos en su propia persona. Sí, definitivamente su muerte sería ella—. Dios, no hay día que no agradezca vivir contigo.
La mujer sonrió orgullosa—. ¿De verdad? —cuestionó muy animada—. ¿Por eso me pediste casarnos?
—Te lo pedí porque es una de las muchas formas de mostrar que nos pertenecemos —sus dedos se deslizaron a la entrepierna de Jane, jugueteando con la ropa interior colo blanca de algodón—. Eso está mal ¿Verdad? No debería hablar de tí como mi propiedad...pero quisiera tenerte así todo el tiempo, es el paraíso —adentro sus dedos en la pequeña mancha que se esparcía por sus pliegues—. Y a tí te gusta más.
La joven se recargó permitiéndole mayor acceso—. Si, me encanta.
El mayor encontró la zona fibrosa que tanto enloquecía a su amante, sin dudarlo siguió haciendo círculos sobre su clítoris—. ¿Así está bien?
La joven se mordió el labio inferior moviendo la cabeza asintiendo rápidamente. Cuando se sintió mucho más cerca del borde al abismo de placer llevó su mano sobre la del hombre—. ¿Puedo tenerte en mi boca?
Nakahara suspiró cómo el adolescente que fantaseaba todas las noches con Jane—. Joder, ni siquiera tienes que preguntar.
La menor se movió hasta tener la cara de frente a la pelvis del mayor—. Eres bueno para mí —dijo al sentir las manos ajenas formar una coleta improvisada para evitar que el cabello la entorpercierá en su tarea. Sin perder el tiempo abrió la boca, permitiéndose un segundo antes de bajar hasta la mitad del eje. Procuro llenarlo de saliva dejando lamidas por la extensión venosa. Chuuya tenia razón, le gustaba estar así, sin nada de preocupaciones, solo estar rodeada de sus amor.
Nakahara empujó levemente su cabeza obligándola a llevarlo más profundo, y Jane no se opuso, ignoró su reflejo nauseoso y chupó con la esperanza de no ahogarse. Aún así jadeo en la longitud, por lo que el pelinaranja acarició su cabeza—. Eres jodidamente buena...ven acá, no quiero terminar en tu garganta.
Jane gimió emocionada siguiendo sus indicaciones. Así se acomodó en su pelvis nuevamente—. Necesito un condón... —el otro ejecutivo alcanzó su billetera y de ahí sacó un sibre plateado—. Gracias —lo abrió y puso dónde debía ir. Jane estiró a la encimera buscando a ciegas el lubricante, una vez lo alcanzó bañó el pene de Chuuya del gel transparente.
—Eso es, jodidamente perfecto —Chuuya la ayudó a sostenerse para evitar que bajará de golpe. Sus propios sonidos de placer lo estaban volviendo loco—. Tengo la mujer más hermosa de todas —cuando Jane tembló al tocar fondo, el joven se aseguró de hacerla sentir bien, tocando sus muslos con delicadeza—. Tu interior es tan cálido.
La muchacha siguió jadeando y lloriqueando levemente—. Más... más, Chuuya —pidió en un alarido.
El mayor comenzó a mecer sus caderas se forma delirante. Estaba completo estando con ella.
Podía morir por ella. Podía ser su herramienta, solo quería ser suyo.
—Sigue llamándome así, y no podrás caminar.
Vengo a hacerle promoción a la pequeña "secuela" de este fic. Más que una secuela es independiente pero ocurre en el mismo universo y Jane sirve de comodín.
"Scary love" enfocado en Dazai y una OC muy tierna a la cual no quiero hacer sufrir tanto como a Jane. Apenas voy a publicar el primer capítulo pero pueden leerlo y si les gusta seguirlo.
¿Qué tiene que ver Jane en todo eso? Tiene participación directa después de algunos sucesos.
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