𝑫𝒊𝒔𝒑𝒖𝒕𝒂 𝒕𝒓𝒊𝒂𝒏𝒈𝒖𝒍𝒂𝒓

Advertencias: Ninguna.

¿Ya vieron el capítulo nuevo del manga?, Yo quedé confiando en la enana 🤡

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Olor a pecado, sufrimiento y colonia costosa.

Ese es el olor de Mori Ōgai, que sin importar lo malo que fuera, se dejaba manipular por una pequeña niña, en realidad el era débil con los niños. No sabía cómo tratarlos, eso lo llevo a cometer errores en su vida. Jane era uno de ellos, aún así el encontraba alivio en consentir al demonio.

—Comer tanto es malo para tu salud— se quejó viendo cómo mordía un trozo de pastel.

—Podría considerar probarme el vestido que me compraste.

—¿Quieres más?— sus mejillas sonrojadas eran el reflejo de sus mentiras.

—Jefe, me informaron que la agencia se nos adelantó y se llevaron a Anne-san— Nakahara entro sin autorización pues sabía que era una cena informal—. Debemos actuar con cuidado ahora que tienen a uno de los cinco líderes.

—Tienes razón...¡Bien!— alzo el dedo índice como señal de atención—. Matemos al presidente de la agencia, prefiero un asesinato. Jane podría llevar a cabo eso, pero al no estar disponible podemos contratar un tercero y ahorrarnos trabajo. Después de eso podemos centrarnos en enfrentar a Guild.

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"La luz me ha dejado ciega.

La conocí cuando era menor, me la mostraron y quedé fascinada, era algo hermoso de ver. Creí en falsas palabras, tan vacías como las promesas que se hicieron. Traté de aferrarme a la luz, pero está me dejó ciega. Encontré la paz junto a la Port Mafia, junto al jefe, criando a Chuuya.

Mi mayor triunfo cayó en manos de una alimaña. Jane siempre se disfrazó de alguien que no es, ella era el enemigo dentro de la mafia. Fingía brillar, pues las joyas solo reflejan la luz, no la poseen, y Chuuya creyó con facilidad en sus mentiras. Él siempre fué terco, su corazón era desobediente, ignoró cada una de mis advertencias, y ella lo abandonó como las personas dejan una basura en el suelo. Es peor porque ha sido consciente del veneno que usa.

No dejaré que eso pase con Kyoka, me esforcé tanto para que no la tocará ese mounstro, para que no la convenciera de irse con ella, y llegó ese mocoso. Es aún peor que una alimaña cualquiera, la quieren lastimar."

Sus ojos se abrieron luego de soñar con aquello.

—Hola, hermana— la voz de Osamu sonó por toda la habitación—. Cuánto tiempo.

—En efecto, ha pasado mucho tiempo, traidor— la de sombras rosas sonrió de lado—. Mocoso, ¿Kyoka está a salvo?.

—Desapareció por tu culpa— Al escuchar una risa burlona el muchacho hizo uso de las garras dadas por el tigre—. ¿Qué te hace gracia?.

—Dejamela a mi— sentenció el castaño tomando su mano y así desactivando su poder.

—¡Dazai-san!— se negaba a salir, pero terminó siendo empujado hasta el pasillo.

—Vete a tomar un descanso, me haré cargo— cerró la puerta y asomó la cabeza por aquella cortina—. Bueno, lamento ser tan directo pero necesito saber cuál es la postura de la Port Mafia en todo este conflicto.

—¿Olvidaste el código de la mafia?, los chismosos mueren primero.

—Tu subalternos son conocidos como especialistas torturadores, y las pocas veces que tuvieron problemas recurrieron a mi... seguramente Jane te lo dijo, ¿Recuerdas algún rehén al que no pudiera sacarle información?.

—¿Qué demonios dices?.

—Lo que estoy apunto de hacer no es apto para menores— trono los dedos regalando esa mirada tétrica.

—Jefe, el ataque falló— el pelinaranja observaba con pena los cuerpos inconcientes—. Tenemos a alguien rastreándolo pero sospecho que...

—Muy bien, todo va de acuerdo al plan— entrelazó sus propios dedos—. ¿Qué hay del elemento radioactivo?.

—Recibimos una fuerte señal.

—Por supuesto, seremos los únicos que queden de pie. Será un conflicto triangular.

—¿Estás seguro de esto jefe?— preguntó revisando el pulso de aquellas personas.

—Si llegará a fallar la organización sería destruida, ella no tendría nada que cuidar— sonrió de lado—. Aún tengo mucho que enseñarles.

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—¿Akutagawa irá solo?— el pelinaranja arqueó la ceja incrédulo—, ¿No está muy herido?.

—Él quiere ir, en realidad le haría bien salir— el hombre jugaba con los bisturí—. Es la pieza más hambrienta de todas.

—¿Qué tengo que ver en todo esto?.

—Tu entregarás la carta— estiró un sobre blanco.

—¿A quién?— hizo una mueca mientras el más grande sonreía.

—A los detectives, la misma carta les será enviada a Guild. Esta disputa triangular acabará con todos.

~•~

—Pise con cuidado— el hombre en uniforme le advirtió antes de pisar el escalón.

—Gracias— arreglo un poco su peluca para subir con dos maletas en mano.

Un tren no era de su gusto, pues dejaba cierto rastros de su paso. No habría pedido ayuda de alguna organización por el hecho de ser traicionada era un gran problema, personas con las que tuvieron altercados, incluso organizaciones aliadas podían tratar de dañarla. Su misión era secreta, y así se debía mantener.

Esperar era otra opción, pero quería acabar lo anta posible para volver con el. Nakahara era su estímulo.

~Odio esto~ mostró una mueca para después buscar el libro que tomó prestado -robo- de aquel chico alemán—. El beso, de Gustav Klimt.

—Es un libro fasinante— susurró una anciana desde su asiento—. Disfruta de Francia mientras los chicos guapos te miren.

—No busco un romance— respondió en francés para la comodidad de aquella señora—, Ya tengo uno.

—Luces muy joven, y debo decirte que el amor juvenil dura poco— sonrió con nostalgia—. Hablas muy bien el francés para ser americana.

—Inglesa, vengo de Inglaterra.

En sus palabras no había mentiras, porque de hecho sus padres si lo eran, de ahí sus rasgos tan finos.

—Salud por tu madre— alzo su bebida que parecía ser una soda—. Por traer al mundo a una mujer tan hermosa.

—Tengo algo que preguntarle, ¿Cómo fué la gran guerra en Francia?.

—Horrible, el gobierno casi se desploma por culpa de esos demonios— una mueca de asco se plasmó en su cara—. Esos fenómenos deberían morir.

—Las personas con habilidades son reguladas por los gobiernos, tengo entendido que Francia de hecho es muy estricto.

—Esos idiotas del gobierno, si tuvieran medio cerebro no dejarían que los japoneses lleguen y maten a nuestra gente, por ejemplo esos perros sabuesos hacen de las suyas en el país, y nadie les pone un alto.

—Bueno, fué agradable platicar con ustedes— se acomodó para leer mejor, quien lo diría, que con una señora común encontraría que en realidad en gobierno francés era bastante flexible.

Fragmento perdido.

El pelinaranja caminaba orgulloso por aquel túnel, con su habilidad logrará desactivar las cámaras de videovigilancia. Al ver cómo activaron las torretas sonrió.

"Las armas de fuego no pueden hacerte daño, nada en este mundo puede siquiera hacerte frente" eso dijo la de ojos verdes antes de recargar su peso completamente en el muchacho "Me encanta saber que jamás te lastimarán". Tenía razón.

Con solo hacer uso de la gravedad derribó todo, haciendo explotar las armas.

—¿Enviarán marionetas a recibir a un invitado especial— lucía arrogante—. Me deprime su falta de personal, si queda alguien vivo que salga.

Caminó más metros hasta ver dos figuras, si la misma mujer que manipulaba el infinito jamás pudo pararlo al usar la gravedad, menos lo harían una enfermera y un ¿Niño?.

—Ay, por favor, ¿Solo dos?.

—Si no te gusta vete y agenda una cita para otro día— habló la del machete que identificó como Yosano que la azabache describió como "cadáver" en uno de sus tantos relatos nocturnos.

—¿Creen que la mafia necesita cita para hacer arder una base enemiga?— sonrió de lado por la credulidad del menor.

—¿Dónde está el presidente?— cuestionó para después ver a la camara que le señalaron—. Este es un regalo de mi jefe, les pusimos una carnada aquí dice la hora y lugar. No hay muchas oportunidades así ¿Verdad?.

—Una propuesta tentadora, pero tengo una mejor, ¿Y si te arranco los miembros hasta que escupas tus planes?— la de falda se emocionaba por aquella idea.

—Esa es una propuesta estupenda— el pelinaranja se sentía "halagado" por ser amenazado directamente a los ojos—. Inténtalo.

El rubio arrancó una vía del suelo, esa fuerza era inhumana. La mujer apretó más su "herramienta de trabajo" lista para empezar.

—¡Muy bien!— a Chuuya le encantaba pelear con enemigos, sobre todo los fuertes—. ¡Justo lo que esperaba de este trabajo!.

Corrió sobre la barra con una mano en su sombrero, y de una patada lo mando al otro extremo, clavando su cabeza en las rocas. Segundos después pudo escuchar la cuchilla blandirse por el aire, la mujer estaba detrás.

Sonrió desde el techo, era su gran truco que hacía para sorprender a Jane, que lo felicitaba por no dejar caer su sombrero, lo llamó "Chooyah".

—Eres el manipulador de la gravedad, Nakahara Chuuya— sentenció la mujer.

—Ese maldito Dazai y su bocota— saltó al suelo haciendo volar pedazos de tierra—. ¿Quién quiere enfrentar a la gravedad?.

—Mensajero de la Port Mafia, seguramente esto es para invitarnos a atacar a Guild, y ustedes traman algo— era la voz del presidente.

—Pero tampoco tienen nada que perder ¿Verdad.

—Si lo que dices es verdad, dime ¿cuál será el movimiento de la mafia?.

—No haremos tal cosa— sonrió soberbio.

—Comprendo, Guild debía esperar una trampa como nosotros, pero cayeron— una voz más jovial intervino—. La carnada era demasiado interesante, ¿Con que tentaron a Guild?.

"Me pusieron una carnada tan buena que me confíe y caí" recordó como escurrían las lágrimas de aquellos ojos esmeralda al narrar toda su misión fallida dónde perdió a veinte hombres, y cinco infantes.

—Tienes secretarias muy bonitas, no de mi gusto, pero son mujeres propias— escupió con ese tono burlón.

—¡¿Usaron a nuestro personal?!— la voz del lobo plateado era más un grito desesperado.

—Se salvarían si llegan a tiempo, además, Guild no sabe que irán. Una victoria fácil.

El silencio reino por segundos, antes de volver a presenciar esa voz —"Aunque sepan que es un foso, la agencia de detectives saltará a el", palabras de mi jefe.

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