04. My Girlfriend Back


𝕾𝖈𝖗𝖊𝖆𝖒 𝖆𝖓𝖉 𝕶𝖎𝖑𝖑
𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗙𝗢𝗨𝗥:
My Girlfriend Back


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EL ESTRÉS CARCOMÍA LA MENTE DE ROWAN BAILEY. Ella estaba frente a su pizarra, escribiendo con tizas de diferentes colores sus posibles teorías acerca de las rosas ensangrentadas y la silueta que Billy habia visto en el teatro. 

ᅳ Carajo, no... ᅳ maldijo en voz baja, tratando de hallar conexión alguna con los acontecimientos. No era fácil, todo lo que tenía era lo que la policia habia encontrado y un poco más. Lo unico que coincidía era el avistamiento de las flores.

Su mente era un caos absoluto, tratando de unir las piezas, sin exito alguno. Sabia que alguien estaba un paso por delante de ella, eso solo la frustraba aun mas. Un suspiro escapó de sus labios y se llevó una mano a su frente, frotándola desesperadamente. Y sintió un ardor proveniente de las palmas de sus manos. 

« Otra vez no... » maldijo Robin

Era un mal habito que tenia la Bailey, el automutilarse con sus uñas cuando estaba abrumada. No podía controlarlo, y odiaba el hecho de no tener el control sobre la situacion, ni sobre ella misma. 

El silencio de su habitacion se vio interrumpido por el molesto sonido de su telefono que rompió la concentracion de Robin. Ella tomó su telefono del tocador y respondió.

— ¿Hola? — preguntó algo cansada. la respuesta que recibió fue un silencio que luego fue seguido por el sonido de una respiracion pesada, irregular. Por lo que no pudo evitar pensar que era una broma de parte de Stu, pues Macher ya le hizo varias veces aquella broma, fingiendo que Jedediah en realidad no estaba muerto —. Que divertido, Stu... Muy divertido. ¿Que quieres?

No consiguio respuesta alguna, otra vez.

— No tengo tiempo para esto, Stuart. Estoy ocupada, asi que no me llames para tus estupideces. Adios.  — cuando estaba por colgar, justo oyo una voz grave al otro lado de la linea del telefono.

— Cuelga y te romperé la cabeza. — su pulso se acelero al oir la amenaza, apreto el agarre en su telefono, manteniendo la calma.

— Adelante, hazlo. — esas fueron las ultimas palabras de la Bailey antes de colgar. — Idiota. — murmuro entre dientes. Por mas que mostro coraje, sentia que algo no estaba bien. 

Dejó el telefono en el tocador y bajó las escaleras, donde estaba su madre, Meredith Bailey, tarareando mientras preparaba la cena. Thomas sentado mientras miraba television y su gato negro de pelaje largo, con un cuerpo robusto y.. tal vez un poco gordo. 

Los ojos de Salem eran verdes y le faltaba pelo en varias partes de su cuerpo gracias a que era un gato travieso que solía pelear con los otros gatos del vecindario y que en varias ocasiones recibió golpes de parte de los humanos, que no se libraron de que Robin les rayara sus autos tan bellos y cuidados.

Cabe decir que la familia Bailey era de clase alta, vivian en el mejor barrio de Woodsboro al igual que los Macher. En su mayoria, los que vivian alli eran gente superficial que vivian el "sueño americano". Eran egocéntricos, presumían todo lo que tenian y arruinar sus autos era justo lo que ella sabia que les doleria.

Paso por al lado del felino y acaricio su gorda barriga.

— ¿Por que eres tan lindo? — ella sonrió y el gato soltó un maullido.

— Robin, ya esta lista la cena. Pon la mesa, por favor. — su madre, Meredith, la llamo desde la cocina. — Tommy, ayudala.

Su hermano menor solto un quejido y se levanto del sofa para ir a buscar los platos. Robin, al sentir el olor de la salsa estofado, su comida favorita, no supo porque pero sintió como se le revolvia el estomago. El olor del estofado le dio nauseas y provoco un nudo en su garganta que le dificultaba el respirar. 

No podía controlar las arcadas que la sacudían y se marchó corriendo al baño, expulsando el liquido amargo y desagradable de su boca al vomitar en el inodoro.

Thomas y Meredith miraron a la puerta del baño con preocupacion, por lo que su madre golpeo la puerta.

— Cariño, ¿Estás bien? — la oyó Robin desde el otro lado de la puerta. 

Robin pensaba en cuando había llegado su período por última vez. Se suponía que debía haber llegado hace 10 dias, pero cada que despertaba, no habia ni una sola mancha de sangre en su cama. Algo que la preocupó bastante. 

Las clases de educacion fisica habían terminado y se suponía que ella ahora debería estar en sus clases de química pero en su lugar estaba en uno de los cubículos de el baño de las chicas del gimnasio, encerrada y completamente sola. Su cuerpo temblaba y el dolor de su cabeza a penas la dejaba pensar con claridad.

— Por favor, que sea negativo... — rogó entre susurros. Una sensación de miedo, ansiedad llenando cada centimetro de su ser. Podia sentir como su corazon latia fuertemente y juraba que sentía que se saldría de su lugar.

 Ella sostenía tres distintas pruebas de embarazo entre sus manos, las había robado antes de ir a a la escuela; de una farmacia sin que nadie la atrapara. Rogandole a todos los dioses que existían de que las pruebas salieran negativas y lentamente abrió sus ojos para ver el resultado.

Positivo.

« ¡Mierda! » pensó para ella misma y arrojo las pruebas contra la pared, furiosa y de la desesperacion, empezó a llorar. Su cuerpo temblando de la tension, unas gotas de sudor se deslizaban por su frente y las palmas de sus manos lastimadas.

Se sentía estúpida y no podía parar de maldecir la noche en la que durmio con Billy. La misma noche en la que la masacre habia empezado. No sabía que hacer, como le diría a su novio o su madre lo que pasaba.

« ¿Y si... si el me abandona? » pensó aterrada ante la posibilidad de que Billy la dejara. Ella lo amaba con locura, y era capaz de morir y asesinar por el.

Tan pronto como pudo calmarse, tomo las pruebas y las escondió en su mochila. Salio del baño con cuidado y se lavó su cara con agua fria. Se secó con unas servilletas y sonrío, insatisfecha con el resultado, ella no lucía bien por lo que tomó maquillaje de su mochila y se arregló. 

Antes de salir, se miró al espejo y sonrió. No dejaria que un bebe o un completo maniático o desconocido la arruinará. Ella tenía el control. Siempre.

¿O debería decir casi siempre?

ES QUE SOLO... QUIERO A MI NOVIA DE VUELTA—. Dijo Billy. Estaba discutiendo con Sidney, y era la primera vez que se veían despues de que ella lo acusara de ser el asesino. Robin estaba escondida desde un lugar donde no pudieran verla; mientras oía al Loomis  y a la joven Prescott. Ambos estaban en el segundo piso del edificio escolar.

Sidney intentó marcharse pero fue detenida por Billy.

— Sid... — le suplicó el castaño

— Lamento si mi trauma no va con la vida perfecta que llevas, búscate a otra más sencilla. — respondió Sidney con rabia y huyo hacia el baño. 

— ¿Que? Oye, Nadie dijo eso — tan pronto como Sidney se marchó, Robin salió de su escondite.

— Entonces... — dijo la chica de ojos verdes, sonriente mientras caminaba hacia el y envolvió sus brazos alrededor de su cuello — ¿Quieres a tu novia de vuelta?

— ¿A la real? Claro que sí... — el rio y la cargó fácilmente con sus brazos para besarla. — ¿Cuando podré dejarla? Estoy cansado... Es irritante. — preguntó el, refiriéndose a Sidney. Odiaba el mero hecho de tener que compartir el oxigeno con la Prescott. 

— Lo sé y yo también estoy cansada de verte con ella... — se quejo Robin — Pero... tan pronto como ella muera... y pasen unos meses, podremos salir... No tendremos que fingir más. Podremos ser solamente... Nosotros. — ella respondio con una sonrisa que poco a poco se desvanecio —. Y... acerca de nosotros, y del... Plan, tenemos que hablar.

— Luego. Tengo que... cumplir con tu ya sabes que. 

LA ESCUELA SECUNDARIA DE WOOSBORO estaba repleta de camarografos y reporteros, al igual que de patrullas policiales luego del ataque de anoche.

Todo parecía estar saliendo le mal a Robin, pero no podía quedarse de brazos cruzados asi que siguió  con el plan. Luego vería que hacer con ese nuevo asesino. O asesina. Quien sabe.

No había pasado mas de dos dias desde la muerte de Casey y Steven. La policía no había encontrado nada aún. El pueblo entero estaba aterrado, preguntándose quién sería el siguiente.

— No te dejaré sola, si tú vas al baño, yo iré contigo. — dijo Tatum Riley mientras salia con Stu, Sidney y Robin, con esta última, sus brazos entrelazados. La Prescott otra vez habia sido atacada en los baños.

— Es peligroso, Sid. No debes andar sola. — añadió Robin con una sonrisa de preocupación cuando Stu sacó una flor de quien sabe donde y se la entregó a Sid.

— No se lo que hiciste, Sidney pero a nombre de todos los estudiantes, estamos agradecidos. — luego le entrego dos flores a Tatum y Robin.

— Ya cálmate, Stu. — lo regañó la rubia mientras Robin contenía una carcajada cuando Stu cargo a Tatum como si su amiga fuera un saco de papas. 

— Oigan, hay fiesta este fin de semana. En mi casa, para celebrar las vacaciones. — se habian suspendido las clases debido a los recientes crimenes que se habian cometido. — ¿Que dicen?

— Siempre hay fiesta en tu casa, Stu. — río Robin mientras caminaba a la par de la pareja. Los padres de Stu nunca solian estar en casa y el... hacia lo que queria. 

— ¿En serio, ahora? — dijo Prescott, incrédula. 

— Mientras esta arpía no invité a todo el mundo, estaremos bien. — el compartio una mirada complice con su mejor amiga — . Una reunion íntima. Amigos íntimos.

— Deberías divertirte un poco, Sid. Ven a la fiesta. — dijo Riley

 — Estarán a salvo, yo las protegeré. — añadio el joven Macher —. Soy muy fuerte.

— Hazlo por nosotras, Sid. — le dijo  Robin con un ligero puchero. — te divertirás.

Autjors note;
Los capítulos son más cortos porque quiero alargar un poco más la historia además de que los hechos de scream pasan entre el 25-28 de septiembre Pero acá va a tardar un poco más.

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